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Egoísta. por Vera Whitelie

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Notas del fanfic:

Me gustan los personajes que son medio yanderes. 

 

Así que ya saben que esperar de Cain. 

Notas del capitulo:

 






Estoy media dormida, es media noche así que espero perdonen si llego a tener faltas de ortografía y/o incoherencias.

 

También perdonen lo corto que es, pero se supone es un drabble que me salió el doble de largo.

 

 

Caín observaba la pelea entre Yawhi y Jooin desde una mesa lejana, con los ojos oscurecidos por una sombra y las manos ligeramente apretadas, casi prediciendo milimétricamente lo que iba a suceder, deseando desde lo profundo de su corazón.

— Sunbae ¿Yo te gusto? 

Yawhi se sorprendió con la pregunta directa, permaneció en silencio sin saber exactamente como responder, ambos sumergidos en un incómodo momento.

— ¿Puedo interpretar tu silencio Sunbae como una afirmación a lo que creía?   

Yawhi no respondió, no entendía muy bien las preguntas, era obvio que le gustaba, ambos disfrutaban los momentos de sexo y las caricias que se brindaban, era lo único que podía darle.

— Terminemos con esto… — Jooin soltó con tristeza, sintiendo la humillación dentro de su ser, con el estomago revuelto y los sentimientos haciéndose trizas.

— ¿A qué te refieres con terminar?

— ¿Acaso no era lo que querías? ¿Terminar con esto? — Yawhi le miro con reproche.

— Lim Jooin — Sentencio el nombre con fuerza, dejando claro una advertencia.

— Por ahora dejemos las cosas así — El castaño ignoro por completo su tono de voz y se puso de pie — Me retiro, Sunbae

Caín observo como Jooin salía indignado de la cafetería, su sonrisa fue discreta, pero se mantuvo observando como el pelinegro apretaba su puño con fuerza, mirando la puerta de salida, perdido en sus pensamientos y con el rostro confundido, Caín se preguntó si por fin se había dado cuenta.

— ¿Que más esperas que yo haga?… ¿Qué diablos es lo que… — La pregunta no termino, no se atrevió a terminarlo ya que ni el entendía exactamente lo que sentía por Jooin. Coloco unos billetes sobre la mesa y salió con prisa, Caín desde su escondite hizo lo mismo y le siguió, caminaron uno tras otro por unos diez minutos hasta que la multitud de gente quedo en el centro de la ciudad y Yawhi se adentraba entre las calles y después en un estacionamiento subterráneo buscando su auto, el sonido de las pisadas comenzó a hacer eco por el vacío del lugar haciendo evidente que alguien le seguía sin embargo al querer dar la vuelta una mano le forzó contra una de las paredes.

— No te muevas — El rostro de Yawhi quedo pegada a la pared y sus brazos fueron forzados detrás de su espalda. 

— ¡Suéltame idiota! — Al girar la cabeza pudo reconocer el rubio cabello de Caín, trato de soltarse, pero la fuerza de su captor le supero, era mucho mas grande de lo que había podido apreciar, casi le pasaba por una cabeza — ¿Qué es lo que quieres?

— Dije “No te muevas” — La voz sonó muy cerca de sus oídos, le hizo sentir escalofríos, Caín no pudo evitar pegarse mas al cuerpo ajeno, casi de forma inconsciente inhalo cerca del cuello del pelinegro, un perfume a madera, pudo reconocerlo, tal vez a partir de ahora su favorito — ¿Qué es lo que te dijo Jooin? ¿Terminaron?

— Así que sabes más coreano del que quieres que vea Jooin, maldito hipócrita — Caín enfureció y apretó su agarre formando un ligero dolor en el cuerpo del otro.

— ¿Terminaron? — Volvió a preguntar con una voz profunda y unos ojos intensos, celoso de todo.

— A ti te importa una mierda — Yawhi intento zafar con fuerza uno de sus brazos, logrando solo moverse un poco — No es como que Jooin te perteneciera, el me quier…

Un gruñido casi animal salió de la boca de Caín, ni si quiera pudo terminar su frase, el rubio le forzó a darse la vuelta, le sujeto los brazos arriba de su cabeza con una sola mano, la otra se colocó en la delgada cintura de forma posesiva y le beso, Yawhi no pudo percatarse de lo que sucedía hasta que una lengua invadió su cavidad con fuerza, trato de ladear la cabeza, asqueado pero el rubio lo obligo a mirarle, le sonrió amablemente y le mordió los labios con saña, después volvió a adentrarse en su boca, un beso profundo, lleno de resentimiento y saña.

Beso y beso hasta que casi pareció una eternidad, cuando el extranjero decidió ceder un poco y dejarle respirar, no pudo evitar mirar la delgada línea de saliva que aún les unía.

— Jooin no es quien me interesa — Yawhi casi tembló ante la gruesa voz excitada del otro, después de recuperar algo de compostura le miro con odio y entonces Caín le soltó, se dio la vuelta y se fue, dejando atrás a un hombre indefenso y confuso.

 

•••••V.W•••••

 

Caín acababa de entrar al departamento de Jooin, la feliz sonrisa que portaba se le esfumo cuando entro y miro el rostro abatido del castaño.

— Caín, llegaste.

— ¿Jooin, estas enfermo? ¿Te sientes bien? — Este evito la mirada del rubio y miro hacia la pared.

— Si, estoy bien, solo un poco cansado.

— ¿Seguro? Caín está preocupado — Caín no mentía, a pesar de estar compitiendo por el mismo hombre a escondidas, este no tenia que sufrir de mas por sus acciones, aun que dentro de si sabia que aquello que Jooin sentía por Yawhi no era amor, después de adentrarse a la vida de ambos se permitió analizar la relación que llevaban, todo a base de sexo, por algún momento pudo haber pensado que tenia que rendirse y apoyar a ambos sin embargo cuando noto el nulo interés del pelinegro por su amigo y la casi obsesión de Jooin por el otro no dudo en entrometerse.

— Si, solo tengo que descansar más.

— Jooin, descansa un poco, Caín preparara la cena — Caín sonrió amablemente y de adentro a la cocina, sonriendo al ver a su amigo recostarse en el sillón, después de un rato, un plato de arroz y pescado frito se posó encima de la mesita de la sala, Caín se apresuró a escribir una nota antes de salir.

Caín salió a comprar, Jooin tiene que comer bien.

 

Se coloco un suéter delgado y salió de la casa, aun era bastante temprano y estaba seguro de que las tiendas departamentales estaban abiertas, tenía que apurarse antes de olvidar el olor, no tardo más de quince minutos en encontrar una perfumería, pidió a la chica que le enseñará todos los perfumes con aroma a madera disponibles, ella no tardó mucho en mostrarle algunas opciones.

— No es ninguno de estos — El rubio bajo la mirada triste, casi como si fuera un cachorro herido.

— ¿Oh? Espere aun tengo uno de mas — La chica se apresuró rápida a la bodega, estaba segura de que aquel perfume aun estaba disponible, cuando le encontró salió presurosa — Tal vez este es el que busca. 

Caín respiro en la muestra que la chica le obsequió, sus ojos brillaron y una sonrisa cálida salió de él, la chica se sonrojo.

— Es este, podría dármelo por favor — La chica se apresuró a envolverlo, Caín después de pagarlo, salió con el que seria el perfume mas perfecto, mientras caminaba por las largas calles de la ciudad pudo notar en una vitrina algunos objetos de plata, entre ellos destaca un par de anillos masculinos, delgados pero elegantes, sus ojos miraron el elevado precio y suspiro, tal vez era momento de comenzar a buscar trabajo, si quería lograr enamorarlo tendría que esforzarse el doble, recordó entonces que tenía que regresar a casa para seguir practicando su coreano y no verse tan débil ante Yawhi.

 

•••••V.W•••••

 

El pelinegro entro a su departamento con fuerza, estaba enojado con todo y con todos, aventó sus llaves al piso y pateo con fuerza la mesa del centro.

— ¡Maldita sea! — Realmente no sabía que había pasado en el estacionamiento, estaba confuso y enojado, no solo era el hecho de haberse sentido débil ante Caín, ni si quiera era el hecho de haberle forzado un beso, lo que mas le molestaba era lo excitado que se había sentido, aún recuerda con demasiada perfección los labios del otro, de como una lengua recorrió cada centímetro de su boca y dejándolo con un cuerpo tembloroso y una semi erección.

— ¡¿Qué mierda te pasa?! — El florero que reposaba en su mesita callo estrepitosamente — Mierda…

Notas finales:

¿Tendrá continuación? Depende se ustedes y de mi capacidad de encontrar otro momento para continuarla xD 

 

Por el momento me despido.


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