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Egoísta. por Vera Whitelie

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Notas del capitulo:

No hay, no existen razones.

Perdonen las faltas de ortografia y las incoherencias que puedan surgir.

Caín salió corriendo detrás del castaño, realmente no quería que las cosas salieran de ese modo, se había adelantado por los intensos celos que sintió.

— ¡Jooin! ¡Jooin espera! — El castaño apresuro sus pasos cuando escucho la voz del extranjero, realmente no quería ni verlo — Jooin escúchame…

— ¡Mentiste! — El castaño se dio la vuelta súbitamente encarándolo — ¡Eres un mentiroso! ¡Me usaste! Me usaron

El castaño bajo la cabeza, con el fino sentimiento entre el odio, la humillación y la tristeza, tenia tremendas ganas de llorar.

— Estas equivocado, Caín no mintió.

— Ocultar cosas también es mentir — Retomo el paso decidido, pero Caín le detuvo.

— Jooin se equivoca, no es así — El rubio se coloco enfrente de él, con la intención de mirarle a los ojos y hacerle saber que no estaba mintiendo — Es una coincidencia, yo no sabia que Yawhi era cercano a Jooin.

— ¿De que estas hablando? — el castaño frunció el ceño — No importa, no quita el hecho de que sabias que a mí me gusta.

— Jooin, a mi no solo me gusta, yo lo amo — Caín entonces retrocedió, miro la cara sorprendida del otro, quiso decir algo pero  la pelea interna no le dejo hablar por un rato, el rubio pensó en que algún día se tenia que dar cuenta, que aquello que Jooin sentía no era amor, sabía que se habían conocido también en la infancia, después de que Yawhi regreso a Corea, sin embargo su lazo era sumamente delgado, tanto que un par de besos lo había roto sin esfuerzo — Caín prometió estar siempre con él.

— Yo t-tambi…

— Jooin, déjame cumplir mi promesa — El castaño cerro la boca de golpe, el extranjero no había pronunciado palabras tan claras como hasta ese momento, el rubio le había tomado de los hombros con la intención de hacerle entender, sin embargo, había algo amenazante en sus ojos, algo que le asusto de sobre manera, agacho la mirada.

— Haz lo que quieres, solo aléjate de mí, ambos aléjense — Jooin aparto las blancas manos de Caín con un manotazo, enojado, evitando que las lagrimas cayeran en ese instante — Solo ve por tus cosas en la tarde.

Jooin entonces se marchó, dejándolo con un sentimiento de culpa.

 

•••V.W•••

 

 Caín apareció en el departamento de Jooin unas horas más tarde, encontró su maleta ya hecha y su mochila con sus cosas, no vio al castaño por ningún lado, tal vez encerrado en la habitación para no verle.

— Jooin, Caín se va — Dejo la llave de repuesto encima de la mesa de la sala, casi arrepentido — Muchas gracias por todo Jooin y… Perdón.

Tomo sus pertenencias y salió de la casa, Jooin entonces saldría de la habitación, con los ojos llorosos y herido ¿Por qué tenía que enamorarse? ¿Por qué dolía tanto? Tomaría las llaves entre sus manos y se daría cuenta que sus sentimientos hacia Yawhi solo fueron una fantasía, tan bonita como todas, pero también tan engañosa y traicionera, entonces ¿Por qué la traición de Caín dolía más?

Caín por otro lado recorría las calles de una ciudad oscurecida por la noche, con la intención de buscar un hotel barato para pasar la noche, no contaba con mucho dinero y recordó que su estadía en Corea estaba terminando, aun había tiempo, pero debía apresurarse, perdido en sus cuentas internas, que cuando un auto negro se estaciono enfrente de él, no lo noto.

— Hey, perro estúpido — El rubio entonces miraría la cara seria de Yawhi, invitándole a subir al auto, sus ojos brillaron como nunca cuando se aventuro a entrar, dejo sus maletas en los asientos traseros del auto y su corazón bombeo con fuerza.

— Yawhi, Cai… — Su sonrojo se propago por todo su rostro al darse cuenta de sus palabras mal estructuradas — Estoy feliz de verte.

Su sonrisa dejaría ver la pureza de sus sentimientos, tan bonita y cálida, Yawhi desvió la mirada, avergonzado, sintiendo su rostro calentarse como si se tratase de un adolescente, aunque actualmente era más consciente de por qué esto sucedía, Caín era su primer amor, su primer beso, era el chico con el que había compartido su niñez y tiempo después seria con quien compartir su dolor, ambos quedaron en un silencio cómodo lleno de sentimientos y recuerdos.

— ¿E- Esto es tuyo? — Mostro entonces la pulsera de plata con una “C” bastante desgastada, con extensiones de plata bastante elegantes, entonces Caín mostraría su muñeca con la joya orgullosamente puesta en ella, Yawhi sentiría el estomago pequeño y los recuerdos aplastarle con una mezcla de sentimientos de miedo y felicidad.

— Esa pulsera es tuya — Caín tomaría el objeto y la colocaría en la mano derecha del pelinegro, que tembló ante el roce de las manos de Caín, que después besaría con ternura justo en donde la pulsera posaba — Es tuyo, gatito.

— Tu… No me digas así — Yawhi desvió la mirada avergonzado y molesto, odiaba el sonido que su corazón hacía, odiaba lo cómodo y cálido que se sentía, odiaba el sonrojo eterno que ahora creaba en su rostro, odiaba a Caín — Ya no somos niños.

— Perdón por tardar tanto — El rubio soltó de repente, volviéndose serio, Yawhi entonces abriría la boca con sorpresa, con la cara roja y las cejas juntas, evitando mirarle y sentirse pequeño, pero el otro le negaría la opción de escapar, le tomaría del rostro y le obligaría a mirarle.

— Nunca te espere, así que…

— Te extrañe

— Y-Yo… Deja de decir tont…

El rubio le beso, cálido y deseoso, sintiendo alivio de por fin tenerle entre sus brazos, de volverse a sentir un niño cerca de él, con el estómago lleno de cosquillas y la mente hasta las nubes.

— Te extrañe tanto — Caín repetiría una y otra vez, solo para verlo ruborizarse y tratar de escapar, haciendo aquellas muecas de confusión que tanto le gustaba ver, Yawhi bajaría la cabeza, abrumado.

— Por favor deja de decirlo.

— Caín quiere escucharlo de ti.

Yawhi entonces le miraría con suplica, este tiempo le obligaba a sentirse vulnerable, a sentirse pequeño y feliz, esto estaba empeorando.

— T- Te extrañe — Las palabras fluyeron con tropiezos, fue casi un susurro, pero después de sentir que un peso desaparecía de su pecho, lo repitió con prisa — Te extrañe… Te extrañe tanto.

Caín le abraza, robando besos de sus labios, y besando todo su rostro “¡Te encontré!”

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

...


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