Al día siguiente, después de haber sentido asco de su propio cuerpo, Yawhi intento saber el por qué, de sus reacciones, estaba seguro que el único chico que había llamado su atención era Jooin, la explicación para ello era la delgadez de su cintura y su blanca y suave piel, igual que la de una chica, entonces no entendió el fuerte temblor y la inexplicable atracción que sintió con Caín, un hombre en todo el sentido de la palabra, que por ser extranjero era más alto y fuerte que él, Caín había hecho algo que debió hacer odiarle, pero que lo único que genero dentro de sí fue necesidad, la necesidad que no sentía en años, algo tan lejano a su mente, tan malditamente borroso. Si su madre estuviera viva, seguramente le hubiese castigado encerrándolo en el armario, el lloraría asustado y gritaría el nombre de un extraño, de alguien a quien no recordaba y que según su madre debía olvidar, el terminaría hecho bolita en una esquina, acariciando su pulsera plateada y extrañándolo, justo como en ese momento, debía quitarse esa sensación, todos estos sentimientos tenían que desaparecer, el castaño le ayudaría.
— ¡Jooin! — Corrió tras mirarlo alejarse de la entrada de la escuela — Tienes que escucharme.
— Sunbae, pensé que había dejado las cosas claras el día de ayer — Jooin apresuro el paso, tratando de evitar mirarle a la cara, sabía que aquel rostro y su mirada le harían caer.
— Necesitamos hablar y realmente es por tu bien, Caín no es quien piensas — El castaño paro en seco y se dio la vuelta dispuesto a enfrentarle.
— Sunbae usted no conoce a Caín, no puede juzgarle él es un buen chico, si lo está diciendo solo para que vuelva a su cama, no va a funcionar.
— No es lo que trato de decirte, solo no quiero…
— Sunbae, se lo advierto — Yawhi le miro con las cejas fruncidas, él no iba a escuchar — Usted no lo conoce.
— Jooin, escúchame… — No entendió entonces por qué tenía la necesidad de separarle de Caín, la relación que tenía con Jooin había terminado sin embargo al perderlo sintió la urgencia de recuperar su atención y cariño, tal vez solo necesitaba sentirse amado, pero en ese momento algo había cambiado — Entonces solo dame una última oportunidad…
Jooin frunció el ceño, disgustado con su corazón y su propio sentir, miro un rostro sincero en la cara de Yawhi y no pudo evitar ablandar su corazón, había algo tan descabellado en sí mismo, porque sabía que perdonarle tan fácilmente estaba terriblemente mal, pero lo hizo.
— No lo sé.
— Se que he actuado de una patética forma y que te he lastimado — Yawhi le tomo de las manos y las llevo a sus labios, dejando sobre ellas un cálido beso — Solo dame una oportunidad, el rostro de Jooin se sonrojo lentamente y miro con alegría a Yawhi, tal vez esta vez él era sincero.
— Solo no me lastime, Sunbae.
Un beso cálido callo en sus delgados labios, miro a Yawhi que le miraba con una sonrisa ladina y algo tierna.
— Entonces, vamos a mi departamento.
Caín miro a la pareja subir al auto del pelinegro, sus uñas se enterraron en la palma de su mano, ¿Eso había sido un beso? Jooin era tan fácil y él estaba furioso con el perfume envuelto elegantemente, era un idiota, tendría que solucionarlo rápidamente, no tardo en conseguir un taxi y seguirlos.
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Al entrar al departamento, Yawhi dejo caer un salvaje beso en sus labios, con necesidad de marcarle como suyo, con la necesidad de quitarse la sensación de vació dentro de él, llevo a Jooin a la cama y se subió encima.
— Sunbae — Jooin se dejó hacer, mientras el pelinegro le desvestía y dejaba marcas de beso en su cuello, bajando hacia su pecho, más abajo y entre las piernas, estaba encantado por aquella piel de marfil, entonces le volvió a besar, más rudo, más rápido, pero entonces no fue suficiente, no estaba esa hambre, esa intoxicación ahogándole, no estaba.
— Jooin… — Yawhi se separó lentamente del chico que estaba en la cama, sonrojado y listo para él — Creo que debemos parar, yo no quiero que nuestra relación sea solo esto…
El castaño sintió vergüenza, sorprendido se cubrió con la sabana de la cama, miro el rostro confundido de Yawhi y se sintió feliz, estaba seguro de que esta vez todo sería diferente.
— Sunbae, yo tamb…
— Creo que debemos dormir un rato, ¿Esta bien? — Jooin no pudo terminar, pero no insistió, se colocó la playera y se acostó abrazando a Yawhi, solo le tomo un momento en quedarse dormido, con un chico que le miraba con preocupación.
No paso tanto tiempo cuando el timbre de su casa sonó, pensó en ignorarle hasta que el sonido se hizo cada vez más largo e insoportable, se levantó enojado dispuesto a correr a la persona quien buscaba molestarlo, pero al abrir la puerta lo único que vio fue a Caín con la mirada enojada, imponente.
— Creo que ayer no te dije que te alejaras de Jooin — Yawhi intento cerrar la puerta, pero el cuerpo entero del rubio entro sin inmutarse — Te lo diré ahora, “Aléjate de Jooin”
— ¡Cállate! — Yawhi volteo rápidamente a la habitación entonces Caín aprovecho para acorralarlo de nuevo, le beso de la forma más hambrienta posible, dejando en claro que solo él podía hacer eso, Yawhi entonces le soltó un puñetazo a la cara, Caín cayó al suelo sorprendido por la fuerza.
— Se lo que intentas — El pelinegro limpio sus labios con el dorso de su mano — Solo quieres alejarme de Jooin.
Caín entonces se rio, se puso de pie y volvió a acorralarle, con más fuerza.
— Si, eso quiero — Le forzó a mirarle, dedicándole una mirada triste y una sonrisa bonita, el más bajo solo le dedico una mueca molesta y altanera.
— ¿Realmente no recuerdas verdad? — Caín sonó triste y el pelinegro entonces le miro sin entender — Da igual, tarde o temprano lo harás.
— ¿Qué mierda? ¡Suéltame! Maldito loco — Caín le beso despacio, con cariño y delicadeza, Yawhi se resistió pero poco a poco el deseo le gano, siguiendo el movimiento de labios, una lengua se aventuró a entrar en él, tan jodidamente bueno, una mano se escurrió en su camisa, se atrevió a recorrer el estómago y parte de la cintura, un suspiro salió en medio de los besos, se sintió con la mente nublada y el calor invadió su cuerpo, tenía hambre de esto, lo necesitaba, entonces se besaron con fuerza, ambos dejando llevarse, las caricias subieron por su espalda hacia los omoplatos, entonces se detuvieron.
— ¿Sunbae? — La voz adormilada de Jooin se escuchó en la habitación, Yawhi intento separarse rápidamente pero solo miro la seria mirada de Caín observar la habitación.
— S- Suéltame — El pelinegro casi rogo, con el rostro acalorado y la ropa desarreglada.
— Te traje un regalo — Caín ignoro la voz de Yawhi y sobre todo la de Jooin que sin verlo sabía que se acercaba a la sala, saco del bolsillo de su pantalón una cajita, la coloco sobre una mesa al lado de ellos, dejo un pequeño beso en la mejilla del más bajo y le soltó.
— ¿Caín? ¿Qué haces aquí? — Jooin se veía demasiado lindo, aun con la mirada perdida por el sueño y el rostro sonrojado, entonces el rubio le miro con seriedad y Jooin sintió que algo malo iba a pasar.
— A Caín le gusta Yawhi — El castaño entonces sintió el abrumador entorno del lugar, busco una explicación en el rostro tranquilo y sonriente del rubio, confundido.
— ¿Q-Qué?
— Me gusta Yawhi, Jooin — El rubio le miro directo a la cara — Y Yawhi gusta de Caín ¿No es así?
La mirada la dirigió al aturdido pelinegro que procesaba la información, su corazón tamborileaba dentro de su tórax, tan rápido, tan desastroso, ¡Dioses! ¡El extranjero estaba loco!
— C-Caín esta confundido, ¿No es así? Te refieres como amigos ¿Verdad? — Jooin los miro con un rostro suplicante.
— Caín se enamoró de Yawhi — El rubio dijo con orgullo — ¿Te rendirás, Jooin?
El castaño miro a Yawhi que estaba detrás de Caín, con la mirada confusa y la ropa desordenada, con ese terrible sentimiento de malestar, busco una respuesta en el pero no encontró nada.
— Largo — Yawhi tembló de rabia — ¡Largo a los dos! ¡Fuera!
Jooin intento hablar, pero los gritos de Yawhi no le dejaron, su rostro inevitablemente se llenó de lágrimas y decepción, fatal y desastroso.
— Sunba…
— ¡Largo!
Jooin recogió su mochila y salió con lágrimas del departamento, su subconsciente se rio trágicamente de él, ¿Solo había durado un día? Que patético.
Caín miro a Yawhi, sin arrepentimientos aun que estaba triste por Jooin, pero ya no quería ser más doble cara, el castaño merecía la verdad, y el pelinegro tenía que recordar, debía amarle de nuevo.
— Prometiste nunca olvidarme, gatito — La frase salió en un perfecto inglés, y quedo atorada en el ambiente, casi de forma robótica la cabeza de Yawhi se alzó, con sorpresa, pero la puerta de su departamento se había cerrado.