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Corazón Puro por Erzsebeth

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Notas del capitulo:

Este capítulo es donde se discute el dubcon. Digamos que ambas partes estarían de acuerdo, pero nunca lo hablaron apropiadamente antes de que… ocurriera lo que ocurre. Por eso lo marqué como Dubcon en lugar de Noncon. Nada explícito.

John despertó en su habitación. Se extrañó de tener su traje aun puesto, ¿había olvidado quitárselo antes de acostarse?


Pensándolo bien, no recordaba nada ates de irse a acostar… o si quiera cuando lo había hecho.


Se incorporó en su cama, buscando el dije que colgaba en su pecho y tranquilizándose al encontrarlo; no estaba seguro de por qué, pero siempre lograba devolverlo a la realidad. Tomó un respiro, repasando lo último que recordaba para saber cómo había llegado ahí.


—Estábamos en una misión —empezó su mente— una subasta, las hadas de los dientes, la explosión… ¡Hellboy!


Tenía que asegurarse que todos estuvieran a salvo. Liz, Abe, los agentes Marble y Steel. Se levantó de golpe, deteniéndose al sentir su cabeza darle vueltas; no tenía tiempo para esto. Se dirigió a la puerta, ignorando lo que ocurría y al abrirla se encontró frente a frente con un traje idéntico al suyo.


—Agente Myers, despertó —su respuesta era seria, pero había cierto alivio en su voz.


—¿Agente Steel? —John soltó un suspiro de alivio al verlo a salvo— ¿Qué paso?


Steel lo miró de pies a cabeza, cómo si tratara de asegurarse que estuviera bien y prosiguió a contarle lo ocurrido, la explosión, lo que Hellboy había hecho, cómo su organización ya no era un secreto.


—Manning está furioso y las cosas entre Liz, Abe y Hellboy están muy tensas —hizo una pausa, mirando la mirada angustiada que se formaba en el rostro de Myers— pero no es tu culpa. Aún no sabemos que te sucedió, los médicos dijeron que no había nada malo contigo. Deberías seguir descansando hasta que descubran que…


—No puedo —John apartó a Steel con suavidad—, ellos me necesitan. No puedo dejar que las cosas empeoren, si no logramos que se reconcilien tendremos problemas más grandes que qué se revelará nuestro secreto.


—Pero ¡Myers! —Steel lo detuvo de la muñeca—. Mira, salvaste mi vida, incluso cuando pudo costarte la tuya. Te debo una por eso, así que necesitas mi ayuda, para lo que sea, aquí estoy. Si necesitas que sea su niñera, puedo mantenerlos a raya por las buenas o por las malas.


Myers frunció el ceño ante la propuesta, las implicaciones de esta, pero comprendió que en el fondo tenía buenas intenciones.


—Agradezco el ofrecimiento, pero no es necesario. Si mis amigos me necesitan, quiero estar para ellos.


Se dio la vuelta, dirigiéndose a la biblioteca principal para buscar a Abe; si una situación tan complicada había ocurrido, lo más probable es que su grupo estuviera hablando al respecto en su oficina principal.


….


—Es obvio que es un aparato para respirar.


La voz de Abe, acompañada de la risa de Rojo lo guiaron hasta la habitación de Hellboy. Desde la puerta, pudo ver que sus tres amigos se encontraban ahí, mirando los múltiples televisores de la habitación que parecían estar transmitiendo la noticia de la explosión. No importaba que canal fuera, todos parecían informar sobre el buró… ¿Ese era el programa de Jimmy Kimmel?


—Odio que se me queden mirando fijo Rojo ¡No tenías derecho! Tu…


La televisión interrumpió a Liz, la voz del anfitrión del programa de farándula era inconfundible.


—Oigan, y ¿qué me dicen del Bello Durmiente aquí presente? Digo, llamarle “bello” sería un poco demasiado generoso ¿No creen? —las risas programadas no se hicieron esperar, dándole a John la oportunidad de ver la foto que discutían. Una foto suya siendo cargado por el Agente Steel—, y por cierto, no sabía que el Agente Smith había hecho un cambio de carrera.


—Huh, eso último fue algo flojo. Si va a llamar a todos los agentes con traje “Smith”, se le agotaran los chistes rápido. Aunque le doy puntos por la referencia a Matrix.


—¡Despertaste! —Liz se acercó a John, rodeándolo entre sus brazos—, nos tenías preocupados a todos ¿Qué paso? Según los paramédicos no había razón para que estuvieras inconsciente.


—Sí, sobre eso…


John tenía que pensar una manera clara de comprender que no afectara su pequeño secreto. Por suerte Abe lo interrumpió, como sabiendo que quería decir.


—John, necesitamos hablar sobre lo que pasó en medio de la misión, ¿recuerdas? —cómo para esclarecer su punto, abrió su mano frente a él.


Cierto. Abe sabía de la marca, no había razón para seguir disimulándolo.


—Lo sé Abe, pero —John volteó la mirada a Hellboy, quien seguía sentado observando la tele, pero escuchándolos atentamente—, no aquí.


Liz tomó la iniciativa. —Bien, de todos modos ya me había hartado de oír la misma noticia una y otra vez. Vamos —tomó su chaqueta que estaba en uno de los sofás y se dirigió a la salida, en espera de que la siguieran.


—Liz, lo que John iba a decirme era algo... —Abe trató de detenerla, no queriendo incomodar a su amigo más de lo que ya estaba, pero John le interrumpió.


—Está bien. Ella puede acompañarnos, no importa —les debo la verdad, incluso si eso provoca que deseen que me marche después.


Una vez aceptado esto, el grupo se dirigió a la puerta para buscar un lugar donde hablar en privado, pero topándose cara a cara con Manning. En ese instante, John pudo presentir que sería el fin de su carrera mientras Liz se colocaba frente suyo de manera defensiva pero sin decir ni una palabra, mirando desafiante al hombre frente a ellos y que, en teoría, era su jefe.


—Agente Myers, me alegra sabes que está despierto. Lo espero en mi oficina con su reporte de la misión en una hora y para poder discutir su futuro aquí. —Miro a Liz que parecía querer asesinarlo con la mirada, y desvió la propia, nervioso—, si me disculpan, necesito hablar con el agente Hellboy, ¿Confío que sigue en su habitación? —Esperó a que asintieran y prosiguió con su camino.


Myers sintió angustia ante la posibilidad de tener que marcharse del buró, pero rápidamente fue superada por el miedo de saber que, cuando sus amigos se enteraran de lo que pasó, lo más probable es que no querrían volver a verlo. Tal vez debería haber confirmado su transferencia con Manning en esta oportunidad, pero sabía que Liz lo hubiera detenido… si tan solo ella supiera.


Bueno, pronto lo sabría. Ella y Abe. Pero era lo menos que les debía. Solo esperaba que no lo odiaran demasiado.



—¿Entonces?


John los había llevado a su habitación. La biblioteca era un lugar demasiado público, desde lo ocurrido con el profesor, había cámaras por todos lados. Al menos en su habitación podría sentir cierta ilusión de control.


—Bien John, ya estamos muy lejos de Rojo. ¿Me dirás cómo es que ustedes dos son mates?


Por supuesto que Abe preguntaría directamente, no sabía porque pensó que sería distinto.


—¿Qué quieres decir con mates? No estoy siguiéndolos, y antes de que alguno se haga el sabelotodo, si sé que quiere decir la palabra, pero algo me dice que no la están usando con ese sentido.


—Los mates son parte del mundo de las creaturas mágicas o en este caso, del mundo demoniaco —Abe respondió—. Cuando alguna de estas creaturas encuentra una pareja adecuada, que crean que sea su complemento perfecto, se encargan de formar un vínculo de por vida con ella, marcándola para que nadie más trate de acercársele y quitársela. Una vez hecho el vínculo los, ahora mates, comparten poder, emociones y en algunas ocasiones, hasta pensamientos. Todo depende de la fuerza del vínculo.


—Todo eso suena muy profundo. —Liz miraba a Abe, procesando la información hasta que finalmente cayó en cuenta y volteó a mirar a John con sorpresa. —¿¡Cómo es que tú y Rojo son todo eso?! Después de lo que ha pasado, de cómo se ha comportado esta semana, ¡todo lo que te ha hecho!


—¡Fue un accidente! Además, todo esto del vínculo ocurrió antes de esta semana —dudó si seguir, pero sabía que tenía que hacerlo—, es probable que sea la razón por la cual haya pasado todo esto.


—¿A qué te refieres con “accidente”? —interrumpió Abe—. Esta no es la clase de cosas que ocurren por accidente. ¿Cuándo ocurrió?


—Fue… —John empezó a juguetear con su collar, nervioso—, hace una semana después de ese ataque de Wendigo, cuando me dieron de alta de la enfermería. Al anochecer, cuando ya había regresado a mi habitación, él vino a buscarme. Creí que quería asegurarse de que estuviera bien después de todo eso, pero algo se veía diferente. Sus ojos —se detuvo, recordando la escena vívidamente mientras la contaba—, eran indudablemente los suyos, esos ojos amarillos; pero algo faltaba, como si estuviera ausentes. Y entonces, me besó, pero sabía que algo estaba mal, que no era él mismo. Yo sabía, sé, que él no haría eso por su propia voluntad, pero no pude… ustedes saben lo que siento por él, que ya me había resignado a solo ser su amigo; pero cuando llegó esta oportunidad yo… Sabía que estaba mal y que debería haberlo detenido pero parte de mí deseaba poder estar con él, aunque sea una vez. Esa fue la noche que me marcó.


Un silencio incómodo lleno la habitación. Abe y Liz intentaban comprender lo que John les estaba contando.


—Déjame aclarar esto —Liz rompió el silencio—, entonces ¿Te acostaste con Hellboy? ¿Y ahora formaron ese vínculo inquebrantable y profundo? ¡¿Y aun así trató de hacer que te transfirieran?! Necesito tener una seria conversación con él ahora mismo.


—No fue así Liz, tienes que escucharme —John respondió—. Al día siguiente, él no recordaba nada de lo que ocurrió y si no fuera por la marca en mi hombro, hubiera creído que todo fue un sueño también. Así que investigué por mi cuenta que pudo haber pasado y descubrí los ritos de mating demoníaco. Al parecer si un demonio encuentra a su mate ideal y no lo marca, su inconsciente, su parte primitiva lo hará por él. Por eso no recuerda nada, no fue él en realidad, fue su parte demoniaca… o al menos yo creía que no recordaba nada. Pero la forma en la que se ha comportado conmigo esta semana, ¿quizás empezó a recordar lo que pasó? ¿Quizás está enfadado conmigo, por dejar que esto pasara? Por culpa de mi egoísmo el me odia y tiene toda la razón para hacerlo.


—Él no te odia —Abe dijo instintivamente, tratando de tranquilizarlo—, y puedo asegurarte que Rojo no recuerda nada. Yo lo sabría —levantó su mano, para probar su punto. —Además por lo que nos dices puedo asegurarte que no fue tu culpa John, no hay nada que pudieras hacer hecho para evitarlo. Incluso si te resistías o tratabas de detenerlo de algún modo, eres solo humano… no hay modo que pudieras luchar contra él.


—Abe tiene razón —Liz interrumpió—, no quiero ni imaginar que haría Rojo si descubriera que hizo algo así sin tu consentimiento.


—¿Y qué hay de su consentimiento? —de algún modo, sus amigos habían retorcido esto para que el fuera la víctima —¡Él estaba fuera de sí y yo me aproveché de eso! Él nunca hubiera querido que esto pasara… nunca me hubiera querido como su mate. Solo fue su demonio que buscó a quien estuviera más cerca para ocupar ese lugar.


Liz y Abe se miraron, Liz girando los ojos. ¿En serio? Ninguno de los dos podía entender cómo es que ni John ni Hellboy se habían percatado de lo que sentían por el otro. Incluso cuando Abe no podía leer las emociones de John como antes, tenía ojos. Varias veces estuvo tentado a simplemente ir y decírselos, pero si algo había aprendido de sus habilidades empáticas es que a nadie le gustaba que les dijeran sus verdades a la cara, incluso si eran obvias. Y de algún modo había convencido a Liz de que tampoco dijera nada pero podía ver la paciencia agotarse en su rostro…


—Míralo desde este ángulo, si no sintieras lo que sientes por él y te hubieras resistido, y él hubiera ignorado tu rechazo… ¿De quién sería la culpa? Tu no provocaste esto John solo… dejaste que ocurriera. Y creo que ese es el mejor resultado posible en esta situación, incluso si no es uno bueno —si John hubiera peleado… quien sabe cómo hubiera reaccionado la parte demoniaca de Hellboy—. Al menos eso explica cómo pudiste lanzar ese hechizo de protección sin tanto problema.


—¿Lo notaste? —fue una pregunta estúpida. Aun no era lo suficiente fuerte o sabio para saber lanzar hechizos de manera disimulada—. Creí que sería suficiente con la sangre en mis manos, sé que es un ingrediente valioso en muchos hechizos y pociones pero…


—No era suficiente para el hechizo que tú lanzaste —no fue una pregunta, fue un hecho. —Lo más probable es que prestaras un poco del poder de Hellboy sin darte cuenta. Aunque eso no explica porque te desmayarse después de usarlo, las mates comparten su poder sin ninguna necesidad de sacrificio… quizás el hecho de lo poco ortodoxo de su vínculo los esté afectando más de lo que podemos ver.


—¿Desde cuándo practicas magia John? Digo, te he visto estudiar los libros y hacer pociones para ayudarnos pero esta es la primera vez que te veo lanzar un hechizo —hizo una pausa— ¿No necesitas hacer alguna clase de trato para obtener el poder necesario para hacer hechizos?


—No exactamente. Verás, todas las criaturas y objetos de la naturaleza tienen cierto tipo de energías en su interior, algunas más que otras. Dependiendo del tipo de energía es la clase de hechizos que se pueden realizar. La mayoría de los humanos tiene una energía limitada, que no les permite acceder a hechizos poderosos. En tu caso Liz, tu energía es mayor que el resto de los humanos y se centra en el fuego, pero como tu cuerpo no está hecho para trabajar con ese tipo energía te es más difícil controlarla. Aquellos que quieren dedicarse a la magia deben aprender no solo a controlar estas energías, sino de donde obtener los diversos tipos de energía para el hechizo en cuestión. Desde plantas, diversos minerales y, cómo John mencionó, sangre humana, pueden potenciar los diversos hechizos y las pociones funcionan de manera similar. Requiere de un gran esfuerzo y muchos años de estudio el aprender a extraer la energía de los objetos, aprender que combinación de objetos sirven para cada hechizo. La sangre, por ejemplo, nunca serviría para un hechizo de protección…


—¡Lo sé! —John salió a la defensiva, no quería que pensarán que su arduo trabajo había sido en vano, que sus conocimientos no les serían útiles para el equipo... —pero en ese momento, algo me dijo que funcionaría, que debería intentarlo.


—Probablemente fuera la energía demoniaca. La energía de los demonios puede ser usada para casi cualquier hechizo, por eso muchos hechiceros deciden hacer tratos, es un camino más fácil. Lo mismo ocurre con todas las historias de tratos con hadas, duendes y otras criaturas.


—¿Tal vez esa es la razón por la que John se desmayó? ¿Su cuerpo no es capaz de soportar energía demoníaca aún?


—Quizá… —Abe no quería decirlo en voz alta para no asustar más a John, pero la realidad era que el poder de la energía demoníaca provenía de la violencia y la agresividad. Nunca antes había oído que alguien la usara para un hechizo de protección… Además estaba el hecho de que si un novato en la magia como John usará ese tipo de energía sería una destrucción segura, no un simple desmayo. —Mientras tanto lo mejor es que no vuelvas a usar esa energía, no más hechizos para ti.


—Nunca fue mi intención usar el poder de Rojo, ni siquiera sabía que podía hacerlo… solo le doy más razones para enojarse conmigo ¿No?


—Vamos John, él no está enojado contigo. Su actitud se debe a… otras cosas. Pero si de verdad quieres arreglar las cosas deberías hablar con él en lugar de lamentarte.


—¿Y cuándo hablaría con él? No quiere ni verme. Tal vez debí haberme resignado y aceptar la transferencia.


—Nunca vuelvas a decir algo así ¿Me oyes? —Liz interrumpió—. Eres fundamental para el equipo y mereces más que ir a congelarte el trasero a una base abandonada en Antártica.


—No creo tener otra opción —contestó John ante la mirada confundida del resto —Después del fracaso en la última misión… Bueno, Manning me pidió ir a su oficina y no puede ser nada bueno. —John se arregló su traje lo mejor posible y se preparó para salir. —Les avisaré la decisión final de Manning al respecto y pase lo que pase… los quiero mucho chicos, gracias por oírme.


Cuando John se marchó, Abe compartió sus dudas con Liz, como John no debería seguir vivo si había usado esa clase de poder sin ningún entrenamiento.


—Pero John es especial Abe, el profesor lo sabía y por eso lo escogió. Deberíamos está felices de que está a salvo en lugar de cuestionarlo.


—Pero hay algo extraño en todo esto. ¿Por qué no soy capaz de descubrir que es? Desde ese primer mes que John llegó no he podido volver a leerlo como antes.


—Puede ser una coincidencia, tal vez algo en esa biblioteca lo haya afectado. Si mal no recuerdo, también tenías dificultades para leer al profesor a menos que hicieras contacto directo... No pienses mucho en ello.


Por un segundo Abe se quedó en silencio, pensando. No creía en coincidencias, pero tampoco había mucho que pudiera hacer más que quedarse junto a John y observar.


—Por cierto Liz, es porque eres bonita —dijo Abe de la nada y Liz lo miró extrañado—, me refiero a lo que pasó en la habitación de Rojo. No te miran fijo por que seas un fenómeno como nosotros, es solo que no lo pueden evitar. Eres hermosa.


Liz no supo cómo responder, pero no tuvo que. Abe se despidió con rapidez y se marchó del lugar, dejándola confundida. Abe siempre era difícil de leer… ¿Era este su intento de coquetear con ella?... De seguro solo se imaginaba cosas. Abe nunca había mostrado esa clase de interés por ella… por nadie realmente. Debía estar sobre interpretando las cosas.


Salió de la habitación, tratando de volver a concentrarse en lo importante, en la situación de John.



La charla con Manning había sido… bueno, no había sido lo que esperaba. No lo transfirieron a la Antártica, eso había sido algo bueno, pero parecía que su trabajo como el enlace de Hellboy había terminado… parecía que había terminado mucho antes de lo que creía.


—No podemos perderte, el profesor te eligió personalmente como su sucesor y ya has aprendido lo suficiente como para desperdiciar ese entrenamiento… Lo pensé cuidadosamente y hace una semana solicité a la oficina central un reemplazo para que nos ayudará a mantener al agente Hellboy a raya. Si bien la oficina central ignoró mi petición inicial, después de este incidente han decidido mandar a un agente, llegará mañana a primera hora, así que tu papel será ponerlo al tanto de todo lo que ocurre, Y para ayudar a su acoplamiento, el acompañará al equipo en misiones de campo mientras tú te concentraras en seguir estudiando todo este asunto de la magia. ¿Entendido? Bien.


Por una parte se sentía aliviado al poder quedarse en el buró, pero por otro ya no podría acompañar a sus amigos en las próximas misiones, no podría asegurarse que estuvieran a salvo… Quizá era lo mejor, alejarse un tiempo de Hellboy para que ambos pudieran aclarar sus mentes, para poder hablar claro de lo que los preocupaba.


Aunque también la cuestión de su reemplazo.


Manning no le había dado más detalles sobre la persona que vendría a reemplazarlo. Solo podía esperar que fuera bueno en lo que hacía, lo suficientemente paciente para tratar con Hellboy, inteligente para poder mantener discusiones con Abe y con la suficiente empatía para comprender a Liz. John estaba seguro que cualquier clase de “disciplina” que intentaran forzar en Hellboy sería en vano… pasará lo que pasará solo deseaba que fuera lo mejor para su equipo y para él.


Ahora que todo había pasado y por fin había podido quitarse el peso de su secreto de sus hombros (no del todo, aún faltaba contarle a Hellboy pero ya era un gran paso), se recostó en su cama, buscando descansar. Inconscientemente levanto su brazo y se sujetó del hombro, recordando la marca que descansaba en su omóplato. Esa marca… significaba que le pertenecía a Hellboy, incluso si él no tenía idea. Fue un accidente y aun así… se sentía bien saber que alguna parte de Hellboy sentía algo por él, lo suficiente para hacerlo su mate. Aunque no fuera cierto y solo lo hubiera hecho por ser la persona más cercana cuando se despertó su demonio, se valía soñar. ——Soy un idiota por ilusionarme ¿No es así?


Lanzó la pregunta al aire, no queriendo pensar en la respuesta. Se cubrió con su sábana, sabiendo que sería otra larga noche en la que no podría evitar que su mente divagara.

Notas finales:

Este capitulo llegó a 3k+ palabras, me enorgullezco de mi mismx. Espero les haya gustado, capitulo nuevo en un mes o 15 días depende de cuanto logre avanzar lol


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