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Corazón Puro por Erzsebeth

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Notas del capitulo:

Pues fueron 15 días, espero que lo disfruten.

 

—Así que, nueva niñera ¿no? —Liz llegó al puente de descenso, donde todos los agentes se habían reunido para recibir al nuevo agente a cargo de Hellboy. Buscó a John entre la multitud, pensando que sin importar lo que pasará, John siempre sería su mejor amigo, la persona a quien acudiría si algo pasará. No había forma que este nuevo agente lo reemplazara. —Al menos tus rabietas no causaron que transfirieran a Myers de aquí.


 —No necesito una niñera —bufó—, además oí el nombre que Manning dijo y sonaba alemán… no confío en los alemanes.


La plataforma empezó a descender y todos los agentes presentes la miraron fijamente. Cuando el agente descendió fue imposible quitarle la mirada.


John estaba impactado, probablemente por razones distintas al resto de los agentes con excepción de, quizás, Abe. Nunca antes había visto una entidad de ectoplasma consciente tan de cerca. En las notas del profesor había una sección dedicada al potencial de esta energía y sobre el mayor experto que conocía al respecto… sin embargo la sección al respecto parecía terminar muy abruptamente, como si no quisiera volver a tocar el tema. Ese experto…


—Doctor Johann Kraus, a su servicio —El hombre frente a ellos, contenido en un traje especial, estaba compuesto de ectoplasma puro.


Para John era como estar frente a una celebridad, había tantas cosas que quería preguntar; pero si algo había aprendido en el buró era a no ser grosero con las particularidades de sus miembros.


Al menos esto era un alivio. Johann era como Abe, Hellboy y Liz, eso le facilitaría las cosas para integrarse en el grupo, seguro habría cosas que él podría comprender sobre cómo se sentían… a diferencia de él.


—Bueno, creo que hemos perdido demasiado tiempo con estas formalidades. Me mandaron a resolver un caso importante y mientras menos tiempo desperdiciemos, más eficiente será nuestro trabajo. —Una vez Johann se acercó a su equipo designado compuesto de Abe, Liz, Hellboy, John e incluso Manning, el resto de los agentes se dirigió a sus tareas correspondientes.


—No sé quién te crees que eres, pero no tienes ningún derecho a darnos órdenes. ¿Planeas ser nuestro líder? —Hellboy interrumpió, poniéndose a la defensiva. —Además, no sé qué cual sea tu especialidad o porque te crees superior a nosotros, pero ya tenemos un experto en lo paranormal así que no necesitamos tus “conocimientos” aquí.


—¿Su “experto” que lleva solo unos meses en el puesto y que se enteró de la existencia de lo paranormal hace apenas un año? No dudo de su capacidad, pero aún tiene mucho que aprender y mientras es un riesgo. Como pudieron observar en su última misión.


John desvió la mirada, sabiendo que tenía razón. Él era solo un novato que había llegado ahí por pura casualidad, por accidente. Y por su parte, Hellboy no dijo nada. Sabía que lo ocurrido en la misión había sido su culpa, no de John. Pero no podía aceptarlo en voz alta, no podía rendirse ante ese recién llegado y mostrar debilidad.


—Tiene razón —Abe exclamó—, no del todo sobre John —tuvo que aclarar ante la mirada inquisidora de Liz y la mirada deprimida de John—, pero sí sobre la importancia del caso. El sello que encontramos en la escena me parece de suma importancia. —Le pidió a Manning la carpeta que sostenía, buscando una de las fotografías tomadas en la escena y presentándolas ante el grupo.


—El sello real de Bethmora, los hijos de la tierra —exclamó John al reconocer el sello en las fotografías.


—Oh, ¿lo reconoces? Tu entrenamiento es más avanzado de lo que pensé —Johann respondió, tomando las fotografías para verlas más de cerca. —Y no es cualquier sello, es un sello de guerra. Pero el clan de Bethmora lleva extinto por siglos, así que debemos tratar esto con cuidado. Si de verdad se trata de ellos, si están declarando la guerra contra la humanidad, nuestra prioridad será encontrarlos y negociar. Pero lo más probable es que esto se trate de una distracción, que el verdadero culpable trate de mandarnos en la decisión equivocada. —Devolviendo las fotografías a manos de John, se dirigió a Manning—. Preciso hablar con una de las criaturas presentes al momento del ataque.


—Creo que la memoria se vuelve algo borrosa cuando te queman vivo —Hellboy interrumpió, lanzando una mirada a Liz—, pero creo que con una ayudadita de San Malaquías podríamos llegar a un acuerdo.


—Nada de amuletos, yo me haré cargo. Ahora, ¿Dónde está su laboratorio?


Abe se ofreció a dirigir al grupo a ese lugar, con John siguiéndolos de cerca.


Manning se dio la vuelta, deteniéndolo al instante. —Agente Myers, le recuerdo que usted ya no es parte de esta misión, ni de este equipo. Le recomiendo que se concentre en su nueva posición y se dedique a aprender lo más que pueda de este mumbo jumbo.


John se quedó congelado unos segundos, pero su boca se movió por cuenta propia. —Señor Manning, el agente Kraus es una eminencia en el ámbito del ectoplasma, por lo que mi presencia en este demostración me resultaría de lo más beneficiosa.


—Tiene razón —Kraus, dijo dirigiéndose a Manning, para luego dirigirse a John—. No puedo sino aplaudir su entusiasmo joven… aunque creo que no nos hemos presentado formalmente.


—Oh, mis disculpas. John Myers —extendió su mano, tratando de ser amable—, sé que aún tengo mucho que aprender, por lo cual agradezco mucho su ayuda.


Kraus correspondió su saludo, estrechando su mano y mirándolo (o por lo menos eso suponía, era difícil de descifrar debido a la naturaleza de su rostro) fijamente. —Agente Myers… ha sido elegido personalmente por el propio Broom así que espero grandes cosas de usted.


Claro, más presión. Justo lo que necesitaba. Pero por lo menos, ahora podría permanecer en el caso, aunque sea un poco más.



—Sr. Manning, tiene que permitir que los ayude, yo puedo…


—No más excepciones, agente. Suficiente ha tenido con participar en esta sesión, las misiones de campo le están prohibidas. Le he dicho que este ya no es su caso, y si me disculpa tengo cosas más importantes que resolver que su rabieta.


John se quedó inmóvil ante la acusación, sin poder presentar su caso. Buscaban el mercado troll, eso había salido de la investigación de Kraus. Si hubiera gritado lo que sabía, lo hubieran llevado sin dudarlo ¿no? Pero había hecho una promesa a Broom, o por lo menos a su memoria.


¿Y si ellos lo hallaban por cuenta propia? ¿Sabrían que esperar, a lo que se enfrentarían? Si ellos lo encontraban y el casualmente estaba en el grupo, sin darles ni una pista… No contaría como romper su promesa ¿cierto?


Suspiro, bajando la mirada hacía su antebrazo. Si no tuviera la chaqueta puesta, podría ver un par de piquetes en su piel, ¿hacía cuanto había sacado sangre por última vez? Había sido antes del asunto del Wendigo, pero ahí también había perdido algo de sangre… Pero aún debería tener suficiente ¿no?


Tampoco tenía opción. Si planeaban ir al mercado troll, era su mejor moneda de intercambio. Y si podía ser útil, después de su último gran fracaso, no desperdiciaría la oportunidad.



Hellboy no podía mantener la concentración, era la primera misión a la que irían sin Myers en mucho tiempo y todo era su culpa; no estaba satisfecho con cómo habían ocurrido las cosas…


Además, la presencia de Kraus solo empeoraba su ánimo. ¿Ese sabelotodo creía que sería mejor para ellos? ¿Mejor que Myers? No había nadie que pudiera tratarlos mejor que Myers, nadie más noble que él.


—Y ¿cómo es que estás de acuerdo con esto? —Hellboy se dirigió a Liz. Estaban en Brooklyn, plantando varias cámaras en los barrios aledaños al puente, para mantener la zona vigilada. —De Abe lo entiendo, prácticamente cayo enamorado de él con solo verlo, pero ¿Tú? ¿Después de cómo trato a Myers? ¿Lo vas a abandonar solo así?


—No lo estoy abandonando —colocó la última cámara en un poste, dirigiéndose a su camión de vigilancia—. Mientras mejor nos comportemos, más rápido podrá volver a misiones con nosotros. Kraus solo es temporal, lo más probable es que solo este durante esta misión. Si la terminamos pronto, Myers podrá volver con nosotros. Además ¿En serio vas a reclamarme eso? ¿De quién es la culpa que esto pasara en primer lugar? Si no hubieras pedido que lo transfirieran y armado un escándalo en la misión, ¡John seguiría aquí con nosotros!


—No es así, ¡te dije que tenía una buena razón para pedir su transferencia!


—Entonces dime tu “buena razón” —Liz empezó a subirse al camión, buscando a Abe y Kraus con la mirada, pero dándose cuenta que aún no habían regresado. Se dio la vuelta para enfrentarse a Hellboy —O mejor aún, dísela a él. Se ha estado sintiendo peor que la mierda por culpa de todo lo que paso, por cómo lo has tratado, ¡y tú sigues siendo un cobarde que no puede solo decir la verdad y disculparse!


—¡Lo hice para protegerlo! ¿Okay? —Hellboy exclamó como respuesta—, tú viste cómo quedó después del ataque del Wendigo, estaba tan herido. Había tanta sangre… ¡y se rompió su brazo!


—No se lo rompió, solo se dislocó el hombro. Y no fue tan malo, tú viste que se recuperó rápido…


—Pero que se recuperara rápido no quita el hecho que hubiera estado herido antes, de que tuvo que sufrir por mi culpa. Él no es como nosotros Liz, es frágil… es solo un humano común y corriente. Si se hubiera ido a la Antártica, no tendría que ir a misiones, no perdería su sueldo y estaría a salvo, lejos de todo este desastre. Soy un peligro Liz, no debería estar cerca de él.


Liz lo miró con incredulidad, esperando que dijera más al respecto —¿Esa es tu “buena razón”? ¿Acaso eres estúpido? No me contestes, creo que me hago una idea. Rojo, de todos nosotros tu deberías saber que estos son gajes del oficio, que esto es para lo que hemos sido entrenados. Todos hemos salido heridos alguna vez, incluso tú. ¿Te atreves a llamar a Myers “frágil”? ¿Acaso crees que es un debilucho? Es uno de los mejores agentes del FBI de su generación, el profesor mismo lo eligió. Solo lleva un año aquí y creo que ha participado en aún más misiones que cualquiera de los demás agentes de campo. Eso sin contar que ha sido el único que no solo se ha quedado con trabajo de campo, que genuinamente quiere aprender más de lo sobrenatural por nuestro bien. ¿Tan poco piensas de él? ¿De el hombre que salvo tu trasero en Rusia? ¡Myers no es una damisela en peligro!


—Si lo sé, sé lo fuerte que es. Aun así… Solo no quería verlo herido.


—Y… ¿por qué no decirle eso? ¿Por qué hacer todo esto a sus espaldas? Solo estabas preocupado por él. Si lo que querías era protegerlo, creo que había maneras más prácticas de hacerlo.


—Si le hubiera dicho, él hubiera reaccionado como tú, le hubiera restado importancia como tú. La única manera de asegurarme de que nada le pasara era hacer que se alejará de mi… por eso se me ocurrió está idea. Si se iba a la Antártica y se enteraba que fue por mi culpa, entonces me odiaría y no querría volver ¿No es así? Pero Manning tuvo que arruinarlo todo. Ahora no solo sigue en peligro, también me odia en vano.


Liz empezó a reírse —¿En serio creíste que Manning cumpliría alguno de tus caprichos? Sobre todo sabiendo lo importante que el trabajo de John es para el buró. No todo gira alrededor de ti Rojo, ni siquiera John. Él tiene muchas otras cosas de las cuales encargarse.


Hellboy trató de replicar, pero se detuvo. Liz tenía razón, fue un tonto en no pensarlo. John se había hecho esencial para el buró, no solo para él; siempre se encargaba de asegurarse que todos estuvieran a salvo, no solo él. John no era solo suyo… Ese repentino descubrimiento le hizo sentirse aún peor. ¿Por qué le importaba si no era suyo? ¿Por qué le importaba tanto lo que John sintiera hacia él? ¿Por qué le importaba tanto que lo odiara?


—Mira Rojo, si sirve de algún consuelo, John no te odia —dijo Liz, como leyendo su mente—, ojalá lo hiciera, con la estupidez que hiciste, pero creo que él es incapaz. Mira tú… solo habla con él, ¿Sí? Él se está culpando por todo, se está haciendo ideas equivocadas en la cabeza. Solo necesitan hablar y aclarar todo esto, y tú necesitar armarte de valor para decirle lo que sientes de una vez.


—¿Lo que siento? Que quieres dec… —antes de terminar la frase fue interrumpido por el comunicador.


—¿Agente Hellboy? Lo necesitamos en la 45 con 5. Detectamos a una troll, es una pista que no podemos perder. Agente Liz, vuelva al camión e inicié el protocolo de vigilancia en esa zona.


 —El deber llama de nuevo —Liz se sentó en el centro de mando del camión, buscando a su sospechosa. Cuando notó la cara confundida de Hellboy, el efecto que sus palabras habían tenido en él. —Mira Rojo, sólo habla con él. No entierres en esa cabezota todo lo que te está molestando.


Hellboy la miró sin decir nada. Salió y preparó su arma, tendría que dejar todo esto para después. Ahora tenía trabajo que hacer.

Notas finales:

Puede que no tenga un alcance tan grande, pero incluso en esta pequeña plataforma mía, tengo que decirlo:
¡FUERZA A COLOMBIA! Lo que ocurre es un crimen horrible y desde aquí les mando resistencia y fuerza.


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