-¿Así esta bien?- Pregunta dudoso un hombre de cabellos blancos que intenta hacer un curioso arreglo de globos.
Unas preciosas esmeraldas lo miran fijamente, mientras asiente y carga a una pequeña Lemuriana rubia -Si, se ve muy bonito… Abuelo…- Da su afirmativa, para contemplar lo que ha estado haciendo un anterior Aries.
Un suspiró sale de los labios de aquel moreno no tan convencido por el trabajo que ha hecho -Mu, no creo que sea cierto…- Sostiene lo que parece ser una especie de globos amarrados en forma de flor, o esa era la idea principal, ya que parece más solo el concepto de varios de esos plásticos inflables amarrados sin dirección alguna.
El pelilila se había dado cuenta de ello, pero no es capaz de matar la felicidad e ilusión de su abuelo por el lado del patriarca -Es la primera vez que hace algo como esto, es normal que aún le cueste trabajo…- Le intenta animar, mientras sonríe y arrulla a la pequeña que está profundamente dormida en sus brazos.
Cierra sus ojos por un instante, sus claros verdes dejan de ver a su nieto, para después abrirlos y suspirar -He roto varios globos… Es algo muy difícil para mí… Perdón, si no estoy siendo de mucha ayuda…- Un sentimiento de cierta culpa se dibuja en su rostro, cabizbajo, dejando que el arreglo que hizo caiga al suelo.
Junto con otros que se notan mejor elaborados.
La sorpresa en la carita del Lemuriano de veinticuatro años se nota, para rápidamente acercarse al peliblanco y tomarle el hombro con la mano que libero del agarre de la infante en sus brazos -Claro que está haciendo de gran ayuda… Usted y…- Aun le parece muy curioso, raro y hermoso que en este año, ha conocido tantas verdades, que simplemente no podría creer si algún día alguien se las hubiera predicho. Le cuesta ser tan cercano a dos caballeros de antaño, mucho más experimentados que sus padres, no sabe aún si decirles por el título que les corresponde, o por el lazo de familia que tienen. Esto provoca que se sonroje en más de una ocasión al hablar con ellos -El abuelo Hakurei, están ayudando tanto para organizar esta fiesta sorpresa para Kiki- Sonríe para el moreno, indicándole con esto que todo está bien, que no se sienta mal por ello.
La dulce sonrisa del actúa Aries, lo hace recordar tanto a la persona que ama, y que da gracias el haber podido revivir a lado de su Hakurei en esta oportunidad, que sin duda no desaprovechara.
Mu es la viva imagen de su ascendencia tanto Lemuriana como humana, una buena combinación de genes.
Y aunque de su parte, no exista gran relevancia de esta herencia, o bueno es lo que creía de apariencia, pues de actitud y personalidad ambos son similares entre sí.
No lo duda más, acaricia la cabeza del pelilila con delicadeza y ternura, el pensar que este joven, es el hijo de su hijo es maravilloso.
-Lo dices por que eres muy amable…- No puede evitar esbozar una sonrisa, para también sonrojarse levemente, y sentir tantas ganas de volver abrazar a su familia.
Avenir es así de cariñoso, le nace el abraza y demostrarle de todas las formas posibles a su familia que los quiere tanto.
Es difícil para él darse cuenta que tanto la vida fue cambiando, y él no pudo estar en ninguna etapa de su hijo, mucho menos nieto, pero… Ahora que tiene la oportunidad de hacerlo y darles todo ese cariño, tratara de estar siempre con ellos… Todo lo que pueda.
El tacto de esa caricia es tan similar al de su papá, el patriarca, es obvio…
También Mu encuentra similitudes en la sonrisa de su abuelo con Shion… En sí, en todo el rostro salvo por los ojos rosas y las marcas Lemuriana, son iguales y aunque los cabellos esponjosos sean diferentes en cierta forma, también tienen buenas comparaciones…
Sin duda, nadie puede negar que exista gran parentesco en esta hermosa y poderosa familia de dorados en su mayoría regidos por la constelación guardiana de Aries.
-No, de verdad…- Avergonzado por ser algo consentido por alguien más que no sea sus padres, esposo o hijos, aún debe hacerse a la idea -Lo está intentando, y ayudando bastante, usted se levantó muy temprano para empezar a preparar muchas cosas, y que Kiki no se diera cuenta- Cualquier cosa que los demás hagan por sus niños es algo tan valioso que jamás lo olvidara.
Retira la mano de aquella cabeza lila, apenado por qué no pudo contener su emoción por este día -Bueno… Es que… Yo no podía esperar por ver la carita de felicidad de Kiki y… Quería empezar temprano… Para… Que todo este hecho y… Lo disfrute- Sin pensarlo mucho, de forma inconsciente empezó a jugar con sus dedos… Una clara evidente para demostrar los nervios en esta familia, una herencia que aún se sigue dando en tres generaciones después, y pude que una cuarta igual.
El actual Aries no puede evitar sentir como su corazón late de emoción, el pensar que vivió sólo durante un tiempo, y luego… Varias cosas más ocurrieron que le dieron a Kiki, que pensó que su vida debía transcurrir en la soledad, con su pequeño… Que jamás volvería a ver a su maestro, quien resultó ser su papá quien le dio a luz, que pudo estar al fin con la persona que ama, y que esta maravillosa unión diera de resultado, no sólo un hijo, sino dos… Y ahora, la familia crece con milagros de la misma Diosa que protegen.
Es increíble y perfecto, que no saben como actuar aun.
-Kiki, estará realmente feliz- Una ligera sonrisa deja escapar el pelilila, acomodando a la pequeña que comienza a estirarse de su postura, pero aun sin abrir sus ojitos -De hecho… Debe estar disfrutando tanto el haber salido con el señor…- Tan solo con pronunciar esa palabra, rápidamente una voz desde la cocina de Aries se escucha como si lo regañara de inmediato.
-¡¡¡TU ABUELO HAKUREI!!!- El patriarca, aunque aún sea algo sorpresivo, y que no lo esperaba del todo, lo ha empezado a aceptar muy bien… Claro que de su cumpleaños al de Kiki solo son dos días de diferencia…. O bueno un día de por medio.
Ambos hombres uno de apariencia joven y otro de edad tal cual, dibujan en sus labios una pequeña sonrisa, dándoles gracia como ha reaccionado el peli verde que prepara los últimos detalles de la comida.
-Cierto… El abuelo Hakurei, mi padre y Shaka, lo llevaron a dar una vuelta por Rodorio…- Baja su mirada apenado, para asentir -Creo que no durmió en toda la noche por la emoción que tenía por salir con ellos- Revela son pena aquello, para de forma rápida termine de colocar los últimos globos en las paredes de Aries con uso de su telequinesis.
Claro que lo hace discreto para que el Patriarca no se entere.
Una ligera sonrisa invade al peliblanco, mirando como su nieto rápidamente termina de decorar, con la habilidad heredada por la raza a la que pertenece, sin importar que su sangre ya esté mezclada y en sí, ya no sea un Lemuriano puro.
Pero eso no le importa a nadie…
Tan solo el hecho de tener las marcas en sus frentes denominadas tikas, lo hacen perteneciente a esa raza, a los reparadores de Jamir, los únicos que nacieron con esa capacidad de utilizar las herramientas celestiales, y poder así dar vida a las armaduras las veces que sea necesario, y con la ayuda de su sangre que en tiempos de guerra los caballeros no pueden darla.
Para Avenir, el haber conocido la historia de los Lemurianos, todo lo relacionado con ellos, saberlo de primera mano de uno de ellos, del cual… Se enamoro por esa forma de ser tan terca y necia de no dejarlo solo, aunque fuera el deseo de ese ariano, el morir en aquella guerra santa.
El pensar que uno de sus deseos se volví realidad con el paso del tiempo… El hecho de que al fin pueda ver la maravillosa familia que hasta donde ambos tienen conocimiento iniciaron.
-Yo tampoco pude dormir mucho y Hakurei menos… Ambos estábamos ansiosos por celebrar este cumpleaños…- Un secreto que comparte con su nieto.
Una sonrisa que dedica el pelilila al moreno, agradeciendo este detalle -Muchas gracias abuelo… Yo- No mentira con como se siente, es hermosa la noticia y le alegra pero es mucho que procesar -Aún es algo raro para mí-
La enorme sorpresa en el peliblanco se refleja, aunque entiende perfectamente este sentir, no culpa al Lemuriano delante, es sin duda muy comprensible lo que le ocurre.
-Está bien, sé que lo es… Nadie se lo podría imaginar pero…- Unas traicioneras lagrimas se escapan, no niega que es sensible ante estos temas, no va a negar que la emoción aún se escapa de él, y no importa que siempre haya tenido una apariencia robusta y corpulenta, que lo hiciera parecer alguien que no “Demostraría” sus sentimientos, como antes se podría percibir…
-Sabes Mu, soy muy feliz por que… Todos ustedes, bueno…- Le es difícil aun hablar, no ha tomado tanta confianza pero lo intenta tanto, y más el acercarse a su hijo -Shion, tú, Kiki y… La pequeña Anshin…- No puede evitar acariciar la cabecita de la infante, que aún está durmiendo en brazos de su mamá -Sean Lemurianos… Ya que…- Revelará una información algo vergonzosa que solo su amado caballero de Altar sabe -Cuando… Supimos que yo podía dar vida, que era posible… Yo le dije… A Hakurei, que deseaba tanto que… Nuestro hijo fuera Lemuriano, quería tanto que eso sucediera…- Sonrojado, baja la mirada apenado -Fue un deseo que quería que se realizara, así lo quería y…- Sus mejillas se habían manchado de lágrimas y obviamente su cosmos se notaba algo agitado, le cuesta algo hablar correctamente.
Mu de inmediato nota esto, pero antes de que pudiera decir o hacer algo…
La sensibilidad que la pequeña Lemuriana tiene hacia los cosmos a su alrededor la hace despertar, con un pequeño puchero en su rostro, sollozando levemente, el suave ruido es audible para ambos hombres que se sorprenden de esto.
-Oh, Anshin, tranquila, no llores…- Rápidamente la intenta calmar, entiende cómo es esto, lo vivió cuando crio a su primer hijo.
La pone contra su pecho para acariciar su espalda y de esta forma hacerla que se relaje.
Avenir de inmediato se asusta y sorprende de igual forma, pues el llanto de la pequeña le provocaba deseos de hacer cualquier cosa para evitar que se sintiera mal, recuerdos de cuando su pequeño producía ese sonido y hacía todo para calmarlo…
Cosas que solo duraron poco tiempo.
Y claramente que Shion, al escuchar a su nieta llorar, también decidió despegarse de la cocina para saber que estaba pasando.
Pero todo se arregló al solo arrullar a la más joven integrante de esta familia…
Es curioso como cuatro generaciones están presentes en un solo lugar…
Y eso que aún hacía falta parte de esa preciosa familia.
Sin embargo pasa muchos conflictos aun, ya que…
Aún es demasiado pronto para que la relación de Shion y Avenir pueda evolucionar adecuadamente…
Para estos dos ha sido muy difícil formar un vínculo, no porque no lo desearan en, sino porque no sabían cómo llegar el uno al otro…
Armas que solo habían pasado un día entero de aquel encuentro, y bueno… El patriarca tenía que hacerse aun a la idea… Pero es difícil.
Más este momento no es de su historia, sino la del pequeño niño Lemuriano de cabellos anaranjados que si que está disfrutando su día especial.
Despertó muy temprano, con la energía de siempre…
Hasta se podría decir que mucha más por su cumpleaños… Sus padres y hermanita fueron los primeros en felicitarlo…
Pero eso no duró mucho, cuando sus abuelos y bisabuelos llegaron, ya que por el momento… Y por mejor conveniencia, Libra ha sido el lugar por el momento de esta parte de la familia para poder descansar…
Y allí se prepararon cosas para que Kiki no las viera...
Este niño ha sido quien siempre demuestra que posee una mayor madurez que los demás, pues en vez de tener más de mil preguntas, que si bien las hizo, todo le pareció hermoso y se sentía mega afortunado.
Conocer el amor de sus padres, el de sus abuelos y ahora bisabuelos, si que es un niño afortunado.
Tal vez por eso… Y mas, la idea de pasar tiempo con su bisabuelo, y su abuelo le hace tanta ilusión.
Aunque hasta donde él sabe, no sean por completo de sangre, eso no significa que no sea feliz con ellos…
Almorzar momos dulces que son sus favoritos… Que su padre le diera un fuerte abrazo, el salir también con él, y ese tiempo sea solo para lo que el niño deseara.
Si que estos hombres harían lo que sea por el Lemuriano menor.
Dohko haciéndolo reír con sus payasadas y ocurrencias, le propone ir a todos los puestos de dulces para comprarle lo que quisiera… Claro que es uno de los mejores regalos para un niño.
Hakurei no se quedó atrás, como si esto fuera una especie de competencia, le propuso igual a Kiki que le compraría los juguetes o peluches que quisiera…
El niño encantando, aunque el padre de esté simplemente le pidió que no abusara de esto… Ya que tampoco sería educado hacerlo.
El futuro Aries sabe cómo comportarse, ha sido bien educado por sus padres, así que obedecerá, aunque sea su día especial…
Shaka nota esa competencia, pero no se metería mucho en sí, puede que también sea su familia política, pero son temas bastantes delicados, mientras no perjudiquen a su familia nuclear, todo bien por él.
Los tres debían hacer que el peli naranja no volviera a casa hasta la hora de la comida, para que pudiera divertirse toda la tarde con toda la familia del santuario, los de bronce que por nada del mundo se perderían el felicitar a este niño que quieren tanto, incluso algunos más que se van integrando a todos ellos y sin olvidar a su Diosa.
El aprendiz de Aries, el cual encierra un pequeño secreto que ni él mismo conoce, es tan afortunado de tener a tantas personas que lo quieran tanto, lo consientan con regalos y detalles que él quiera o lo mimen de vez en cuando…
Disfruta estos momentos, no por que antes no los tuviera…
Su bella infancia que ha vivido antes de que cumpliera los nueve años, no la desearía cambiar por nada…
Si bien, antes era solo su maestro o mejor dicho, su mamá y él…
Los días de sus cumpleaños, Mu se esmeraba en prepararle su comida preferida, un pequeño pastel para ambos, y una felicitación a distancia siempre de parte de Dohko…
No pensaba que algún día sería mucho más feliz y afortunado, hasta que conoció a los de bronce, y poco a poco su vida en el santuario fue más activa, y positiva claro…
El hecho de antes no tener más que una pequeña familia, y ahora que tiene una muy grande, que ni él mismo se lo puede creer a veces, pero la disfruta tanto.
Claro que a Hakurei y Dohko no discutieron tanto…. Principalmente por qué si eso pasaba, harían que Kiki se enojara o llorara, y no quería eso… Aunque bueno el Lemuriano caballero de Altar aun no conocía las actitudes de Kiki, por eso no haría eso.
Ya que de seguro les diría, que no está para nada bien que estén peleando.
El pequeño Lemuriano sí que había aprendido muy bien a poner orden cuando era requerido.
Algún tipo de herencia por parte de su abuelo Shion y su mamá, ya que ellos tiendan a ser la voz de la razón entre los demás dorados.
En fin, varias cosas disfruto el pequeño niño, que es sumamente consentido en su cumpleaños número diez, que todo para él ya era perfecto… Solo deseaba llegar al primer templo y encontrarse con su mamá, abuelo y bisabuelo que hacían falta.
Tenía la idea que posiblemente le estaría preparando algo especial, una sorpresa, pues conoce como son los adultos
Pero eso no quita que este emocionado.
Sus sonrisas claro que son muy sinceras, que esta disfrutando tanto estos instantes, pero ya no puede esperar por volver.
-Vamos, papá- El Lemuriano peli naranja entusiasmado, caminando por delante de los adultos.
Claro que no había problemas, ya había pasado algún tiempo fuera con parte de su familia, ya es adecuado volver.
-Camina con cuidado, Kiki- A Virgo serio como él mismo, vigila con cuidado a su hijo mayor, aunque lo deja ser un poco en este día, pues usualmente le pediría que fuera mas calmado en su andar.
Hoy será permisivo, aunque tampoco ayuda mucho que el abuelo se esté comportando casi igual.
-¡¡¡VAMOS PEQUEÑO NIETECITO!!!- Se pone a su par, para correr a la velocidad del pequeño sin romper las reglas o ir muy rápido -¡¡¡UNAS CARRERAS, A VER QUIÉN LLEGA PRIMERO!!!- Se apresuró a proponer aquello Libra.
-¡¡¡SI!!!- No le tiene que decir dos veces al pequeño niño, que ya está partiendo para llegar lo antes posible a Aries.
La mirada rosa algo molesta del Lemuriano mayor se hace presente, como le desgarrada ese entusiasmo desmedido por parte del castaño.
No lo pude negar, Hakurei no es para nada partidario de como resultaron las cosas con respecto a la persona que su único hijo escogió como pareja eterna.
Dohko no era santo de su devoción en sí, no por cómo era o se comportaba, si no de su proceder… Es algo malo que lo vea así, pero tiene sus dudas en sí con todo lo referente a Libra, es difícil de explicar.
-Se comporta como un niño- Agrega molesto el anterior caballero de Altar.
-¿Disculpe?- El Hindú se gira para escuchar mejor a contrario, pues el comentario le llama la atención.
-Dohko, parece un niño chiquito… En Kiki eso es algo adorable y tierno, pero en él…- Aunque los veían desde lejos, les parece molesto -Para nada…-
Es curioso para Virgo notar que ciertas expresiones y palabras como comportamientos caen en evidencia con el patriarca también.
No hace mucho también era, y tal vez aún es criticado de esta forma por el peliverde, aunque ya a estas alturas se ha acostumbrado bastante, y realmente le da igual, pues mientras este con su familia, está todo bien para él.
-El viejo maestro siempre ha sido así desde que tengo memoria- Habla serio y bastante respetuoso el sexto caballero dorado, a como se dirige hacia el Lemuriano mayor.
-¡¡¡QUE SOY TU SUEGRO!!!- Habla desde lo lejos, pero de forma potente, sí que es sorprendente la capacidad auditiva que posee el caballero de Libra.
Virgo no reacciona más allá de poner una cara sería, y algo avergonzada, que apenas se refleja.
-Mmmh ya lo entenderás cuando intrusos quieran alejar a tus hijos de tu lado- Altar solo habla serio, hasta se puede decir que una pequeña sensación de nostalgia se apodera de él de golpe.
El sexto dorado al escuchar esto se queda bastante serio, como si esas palabras ya le hicieran eco en su mente, augurándole una posibilidad inminente
Mas allá de palabras intercambiada, y preocupaciones influenciadas, continúan su andar.
Como buen padre que ha tomado su papel muy enserio, lleva los pequeños regalos que los abuelos de Kiki le han dado, y unos que no pudo resistir a darle en su día.
El rubio sí que también desea consentirlo mucho, aunque siempre con su manera seria y calmada lo representa.
Hasta que el pequeño Lemuriano junto a su abuelo llegan a Aries…
Ya no podía esperar más, quería ver el pastel y la deliciosa comida que le han preparado. Como más abrazos que desea recibir de su familia, tan linda y única hasta el momento.
Para Kiki este día no podía ser más perfecto.
Ha tenido también grandes sorpresas desde días antes, donde descubre más de lo que pensaba.
Aunque sí bien, esto podría ser en algún momento triste y desolador, pues… Descubrió que su maestro tiene más familiares de sangre, que tiene padres y abuelos, aunque él sea su hijo de nombre y crianza, no está relacionado con ellos de esa forma, hasta donde sabe.
No es algo que lo haya pensado mucho en sí, para ese pequeño eso sale sobrando ahora, es su familia, porque lo cuidan y quiere tanto, no siente diferencias entre Anshin y él… Salvo por que la cuídense un poco más por ser una bebé, sin embargo y fuera de eso, es el mismo trato
Además que sabe perfectamente que este día es para él, y solo él será el festejado, estará feliz y sonriente de vivir este hermoso día con los que quiere.
Ya no puedo esperar más y en cuanto sus pies dieron la marcha para correr los pocos metros de distancia para llegar a la entrada del primer templo… Sabía que encontraría muchas sorpresas esperándolo.
Dohko solo sonrió, dejaría que su nieto disfrute el día por completo, al fin de cuentas ya era tiempo.
Obviamente tanto Hakurei como a Shaka llegaron a un momento, para ver la carita de felicidad del niño al solo ver…
Lo que le esperaba…
Entrar a Aries, agitado por el correr tan rápido… Sus pies se detienen al ver algo en una enorme manta colgada en ese templo que ama tanto.
-Feliz cumpleaños, Kiki- Le entusiasmado la leyenda que ahí en ese cartel, sonríe por la emoción que esto le genera.
Sin embargo antes de que pudiera decir o hacer otra cosa.
El sonido de tantas voces a la vez y diciendo una cosa al unísono, lo sorprendieron.
-¡¡¡FELIZ A CUMPLEAÑOS KIKI!!!-
Dio un pequeño salto hacia atrás, al ver cómo su familia que se quedó en Aries, como los caballeros de oro restantes, los de bronce, dos de plata, civiles, como la misma Diosa, salieron de su escondite para sorprenderlo.
Un ligero susto se deja ver en su rostro, sin duda no noto los cosmos ajenos que se escondían en el templo del carnero dorado, pero se fue para dejar paso a una sonrisa, con unos ojos brillantes por ver lo que esto significa.
-¿Una fiesta sorpresa para mi?- La pregunta inocente sobra, pero es su gran felices hablando.
-Claro que si- Mu es quien primero se acerca a su pequeño, para darle otro fuerte abrazo que no puede tener suficiente de ellos -Toda esta fiesta es para ti, espero que te guste…-
-¡¡¡GRACIAS, MAMÁ!!!- Sonríe entusiasmado, evidenciando una sonrisa, mientras grita con fuerza.
Claro que las felicitaciones no se dejan esperar, y demás abrazos que primero la familia le vuelve a dedicar, que son los de mayor derecho.
Para este punto Shion junto con Avenir están encargados de cuidar de Anshin, que igual está divirtiéndose con los globos del evento… Y jugando con los bebés que ya existen en el santuario.
Shaka, que si ben, sigue siendo bastante ajeno a las fiestas, por su familia hace lo que sea… Incluso si eso significa que deba realizar alguno de los juego que los de bronce prepararon para el festejado.
Y claro que Kiki incluirá a su bisabuelo, que es alguien que ya quiere tanto.
Los dorados sí que les parece curiosa esta situación, y aunque la explicación de la Diosa apenas si les da algo de iluminación, era como si algo se estuviera ocultando aun.
O mejor dicho otra cosa que se está ocultando…
-Si que ese está divirtiendo tanto-
-Sí, todos fueron muy amables en ayudar a organizar la fiesta sorpresa, y Kiki la está disfrutando tanto- No pude evitar sentir una enorme alegría de ver esa sonrisa, que provoca que su corazón lata con tal fuerza.
-Mu, hijo… ¿No crees que deberías aprovechar para también contarle…?- Calla un momento, pues es un tema que se ha guardado por mucho tiempo -Ya sabes…-
Un suspiro sale de aquellos labios rosas, y una mirada triste se refleja, como una llena de angustia.
-No se si pueda… Se que es su derecho, después de todo… Estos días han sido de esa clase de sorpresa, pero…- Duda en siquiera hacerlo… Temeroso de esta realidad que se le presenta.
-Shaka, ya lo sabe… Y no reaccionó nada mal, al contrario… Sé que estaba feliz por ello- Libra pone sus manos en los hombros del actual Aries, aunque la altura sea algo diferente -Kiki será mucho más feliz que cualquier otro, en saber que eres de verdad su mamá- La sonrisa de confidencialidad, y dándole ánimos para que entienda que ya es tiempo.
Sonríe tenuemente, pero su duda crece, había pasado tanto tiempo haciéndolo pasar por su alumno, pues en las circunstancias en que todo sucedió, fue demasiado pronto, apenas adolescentes ambos… Y dieron paso a una pequeña vida.
Mu lo callo para que Shaka no se viera en peligro, pero no pudo guardarlo por siempre, al ser tan joven, decidió contarle a la única persona en quien confiaba, y lo apoyo en guardar su secreto.
-Quisiera hacerlo, padre, pero… No se si Kiki reaccione como yo lo hice, o como mi… Papá…- Las dudas en su corazón, entendió el sentir del patriarca, por eso no pudo sentir o expresar enojo, ya que fue una la maravillosa noticia, pero no por eso pude pensar que Kiki haría lo mismo.
Baja su mirada, mordiéndose el labio inferior, haciendo su mejor esfuerzo para no llorar, pues si lo hacía esto podría levantar sospechas.
-Cada quien reacciona de diferentes formas, nadie es igual a otro en cómo toma las sorpresas, pero…- Le dedica una sonrisa a su único hijo, para tomar sus manos que están posicionadas en el pecho -Confía en cómo lo has educado, en que pase lo que pase… Suceda cualquier cosa, los seguirá amando a ambos, a todos los demás y si Shaka no tuvo una mala reacción, puede que Kiki tampoco…- Le da ánimos, a como puede pues como sea no lo puede asegurar del todo.
-No lo se padre… Las cosas ahora están muy confusas, y delicadas en cierta forma- Lanza Un suspiro -Ni siquiera le he podido decir a mi… Mamá, sobre eso y ahora… No se si pueda… Yo…- Esta hecho un caos, lo ha estado pensando detenidamente desde siempre, pero ahora mismo sería muy difícil hablar.
-Mu, escucha… Aquí lo único importante es como lo tome Kiki, independientemente si mi amado borreguito se enoje conmigo por no decirle, o te regaña, eso no interesa ahora…- Le intenta dar un concejo que le ayude a calmarse -Sé que todo marchara bien, y terminara bien… Sera difícil hijo, pero ya no estas solo lidiando con ese pequeño secreto que…- Dirige su vista hacia el Lemuriano de cabellos anaranjados.
Verlo sonreír y jugar con todos los demás, divirtiéndose como lo que es, un niño… Es algo que muchos allí no tuvieron oportunidad -Va creciendo de a poco…-
-Solo no quiero que me desprecie al final, no lo soportaría… Dolería mucho…- No importa las circunstancias, él como todo se dio, Mu tuvo ya dos hijos, y ambos son con el hombre que ama, solo que… No espero que el primero fuera a una edad tan temprana…
Y la segunda, fue de cuando al fin ambos jóvenes hombres pudieron estar juntos, sin dificultad alguna… Ya sabiendo una verdad que no han podido contar.
De hecho nadie más que el padre y el esposo del Aries actual lo saben, y ha pedido de esté, nadie más debe conocer, no hasta que Kiki lo haga.
Tiene mucho en que pensar, la situación no es nada fácil…
Sería mejor dejar todo así por ahora, ya que… Arruinarle el día tan especial a Kiki no es siquiera concebido en sus mentes.
Solo queda esperar, a cuando sea el momento adecuado, y que no existan terribles resultados…
Ya que no todos reaccionan de la misma forma a noticias tan hermosas, reveladoras y sorprendentes.