Ishizu y Malik se habían encargado de enseñarle a Yami todo lo que sabían sobre el Antiguo Egipto, la vida en el palacio y cómo actuar como un faraón. Sí, Yami ya tenía el comportamiento de un líder y, a veces, el hecho de que era un faraón brillaba, pero los Ishtar insistieron en que aprendiera más. Fue un trabajo agotador con pergaminos aparentemente interminables para leer y horas de práctica. Las lecciones fueron lentas y Yami no vio ni la mitad del propósito en la mayor parte de lo que estaba aprendiendo, pero Ishizu juró que sería útil algún día.
Algo de ese entrenamiento comenzaba a contagiarse a Yugi y empezaba a mostrarse en su vida cotidiana. Yugi generalmente se quedaba callado durante la escuela a menos que fuera tiempo libre, así que afortunadamente nadie fuera de su grupo de amigos tuvo la oportunidad de notar nada. Cuando sus amigos se dieron cuenta, Yami estaba allí para tomar la culpa con la explicación de que los comportamientos e instintos latentes fueron las primeras cosas que se abrieron paso hasta el frente de sus recuerdos y que Yugi se vio afectado por ellos.
Le molestaba a Yugi la facilidad con la que podían mentirles a sus amigos sobre esto ahora y la facilidad con que sus amigos parecían tragarse cualquier historia que se les ocurriera. El hecho de que fuera por su propio bien no ayudó en nada.
-¿Algún otro recuerdo que surja?- Joey preguntó una tarde casi tres semanas después del incidente de la bóveda.
Él, Tristan y Yugi están caminando por el parque, esperando que Tea terminara con la práctica de baile del día. Yugi está permitiendo que Yami pasara un buen rato con sus amigos mientras él pasaba el tiempo descansando en su Habitación del Alma tratando de prepararse lo mejor que podía para cualquier cosa que pudiera suceder esta noche.
Yami acababa de pasar al "modo faraón rey" en lugar del "modo faraón amigo" como lo expresó Yugi. Sus amigos se estaban acostumbrando, pero era fácil darse cuenta cuando Yugi o Yami actuaban 'más reales', especialmente Yugi -¿Crees que tu nombre podría ser el siguiente?-
-No sé mucho, pero sé que mi nombre fue la llave que usé para sellar la oscuridad en Egipto- respondió Yami con calma -si recuerdo algún recuerdo concreto, entonces mi nombre probablemente sea lo último que vuelva-
-No seas tan insensible, Joey- lo regañó Tristan, poniendo a Joey en una llave de cabeza -¿Qué te parecería si perdieras todos tus recuerdos y la gente siguiera molestándote por ellos?-
-¡Como si fueras el Sr. Sensibilidad!- Joey respondió, escapando fácilmente de la agarre y poniendo a Tristan en uno de los suyos.
Yami soltó una risa nerviosa y se alejó de ellos mientras forcejeaban. Normalmente, Tea los separaría, pero dado que ella no estaba disponible... Yami decidió que lo mejor para él era dejar que ellos mismos lo resolvieran; nadie salía lastimado y así era realmente como estos dos se comunicaban entre sí.
El tema de sus recuerdos ausentes era mucho menos doloroso de lo que solía ser ahora que sentía que estaba haciendo algo para recuperarlos en lugar de quedarse sentado esperando "el momento adecuado". El hecho de que Yugi le había dado un nuevo nombre y había ganado recuerdos desde que se reincorporó al mundo ayudó a aliviar algo también. Podía recordar cosas, había construido relaciones y tenía un propósito.
Joey se liberó de Tristan y rápidamente puso distancia entre ellos. Si Yami estaba entre esa distancia, eso fue solo una coincidencia y definitivamente Joey no usándolo como un escudo humano.
-¿Han terminado ustedes dos?- Yami preguntó, ligeramente divertido.
-Por ahora- dijo Tristan.
-¿Cómo está tu brazo?- Joey preguntó abruptamente, empujándolo suavemente -¿Listo para tener un duelo?-
Yami escondió una mueca ante el toque de Joey. Yugi no había sentido dolor por eso en dos semanas, pero a las Sombras todavía les gustaba recordarle a Yami su error, incluso si la herida se había cerrado por completo.
-Podríamos habernos enfrentado en cualquier momento- respondió Yami, alejándose encubiertamente -Y sabes que los puntos fueron quitados hace un tiempo. Estabas allí cuando los quitaron-
Joey frunció el ceño -Jugar en una mesa no es lo mismo- se quejó -No he tenido un buen duelo contigo en mucho tiempo. Me he vuelto más fuerte desde Battle City-
Ambas declaraciones eran ciertas y, si Yami era honesto consigo mismo, había estado esperando la próxima vez que tuviera un duelo con Joey. No hay vidas en linea, no hay empresas que salvar, solo la emoción del juego. Ante la mención de un duelo, Yugi se agitó en su mente. Yami habría sugerido que se batieran en duelo en ese mismo momento excepto por dos cosas...
-No tengo mi disco de duelo conmigo- dijo Yami -está en casa. Además, ¿realmente quieres batirte en duelo a la mitad del día? Atraeremos a una gran multitud-
-¿Desde cuándo te preocupas por una multitud?- Tristan preguntó -Has luchado en duelo frente a cientos de personas antes-
"Los torneos son diferentes" dijo Yugi indignado.
"Mucho" estuvo de acuerdo Yami antes de expresar el comentario de Yugi.
-Realmente no puedo discutir contigo en eso- estuvo de acuerdo Joey -por lo general, nos hemos centrado en detener a los malos para preocuparnos realmente por las personas que miran. Quisiera probar algunas estrategias nuevas y no necesito a las personas que se burlen de mí si fallo-
-Eso no detendría a nadie- bromeó Tristan, solo para encontrarse esquivando un golpe de Joey.
-Pensé que habían terminado- Yami se apartó rápidamente en caso de que comenzara una nueva pelea. Los chicos retrocedieron ante las palabras de Yami, aunque sus expresiones decían que continuarían con esto más tarde.
-La mañana sería el mejor momento- dijo Tristan, volviendo al duelo pendiente.
-Lo sabemos- dijeron Yami y Joey juntos antes de reírse. El aire era fresco y tranquilo por la mañana con solo unas pocas personas realmente despiertas y activas. Los que se levantaron tan temprano se iban a casa después de un turno de noche o se apresuraban a trabajar, nadie que tuviera tiempo para quedarse y mirar.
"No hay escuela mañana" dijo Yugi con entusiasmo. Sin escuela significaba un horario abierto y sin limitaciones de tiempo en el duelo.
Joey parecía estar pensando lo mismo -¿Mañana por la mañana?- preguntó.
Yami asintió, el desafío brillando juguetonamente en sus ojos -Al amanecer-
-¿Amanecer? ¡Es tan temprano!- Joey se quejó. Era más que nada una fachada y Yami lo sabía. Si se trataba de un duelo, Joey haría casi cualquier cosa para llegar a tiempo.
-Pero no hay nadie alrededor- señaló Yami -Funcionó bien para nosotros la última vez-
-Esperen, esperen, esperen- interrumpió Tristan -¿Tuvieron un duelo y no fuimos invitados? ¡¿Cuándo fue eso?!-
-Después de Battle City- respondió Yami con indiferencia.
-¿Cómo crees que recuperé Ojos rojos en mi mazo?- preguntó Joey.
-¡Nunca pensé en ello!- Tristan se defendió -¿No es casi la hora de recoger a Tea?- cambió de tema.
Yami sacó su celular para ver la hora -Su lección termina en unos 15 minutos- informó -Podríamos comenzar a dirigirnos hacia allí-
Se encontraron con Tea fuera de su estudio de baile y caminaron juntos a cenar. Yugi había vuelto a tener el control, Yami había insistido en ello diciendo que tendría mucho tiempo mañana.
Tea trajo buenas noticias: ¡tuvo una audición con la primera escuela que eligió y enviarían a un par de representantes a Japón para audicionarla en persona! Su instructor de baile iba a trabajar en estrecha colaboración con ella para coreografiar una rutina durante las próximas dos semanas. Yugi se obligó a no reaccionar cuando ella mencionó los nuevos rumores que rodeaban al director.
El resto de la noche se la pasaron en Burger World celebrando las buenas noticias. Tea estuvo absolutamente brillante todo el tiempo y los chicos no iban a estropear su diversión hablando de Duel Monsters. Eventualmente, sin embargo, llegó el momento de que se fueran a casa.
-Todavía estamos para mañana por la mañana, ¿verdad?- Joey comprobó cuando los dos llegaron a la encrucijada donde se separan.
-Por supuesto- respondió Yugi alegremente -no me lo perdería-
-¡Nos vemos luego en el centro de la ciudad! ¡No voy a ser fácil contigo!-
-¡No creo que debas!- Yugi respondió, saludando mientras se dirigía por su propio camino.
Yugi estaba a medio camino de casa cuando su celular comenzó a sonar. Frunciendo el ceño, lo sacó y miró el identificador de llamadas.
-¿Ishizu?- respondió confundido, deteniéndose en medio de la calle desierta. No debían reunirse todos hasta mañana por la noche.
-Esta noche- dijo sin preámbulos, pero era todo lo que necesitaba decir. La sangre de Yugi se heló ante la oracion.
-¿Esta noche? No puede ser- argumentó -¡Hemos prometido un duelo con Joey en la mañana!-
-Tiene que serlo- respondió Ishizu.
Yami se hizo cargo, no complacido con la vaga respuesta -¿Por qué?- el demando.
-Las Sombras están felices y están creciendo en fuerza, Faraón. Habrá un aumento de la Magia de las Sombras mañana- respondió ella -si bien nos sentimos cómodos controlando las Sombras en nuestro nivel actual, el nivel de fuerza al que se elevarán será demasiado fuerte para manejar en la vida cotidiana. La magia incontrolable es lo último que queremos alrededor de aquellos que nos importan-
-¿Crees que no lo sé?- Yami espetó y luego suspiró tratando de calmarse -¿Estás segura de que este es el momento para el que nos hemos estado preparando? ¿Hay alguna forma de que esto sea temporal?-
-Este es el momento, Faraón- respondió Ishizu suavemente -Tomará tiempo recuperar el control total sobre las Sombras, e incluso entonces, no puedo estar segura de que otro evento como este no vuelva a suceder. Para mantener a salvo a todos los que nos importan, debemos irnos-
"¡Nada ha pasado en meses!" argumentó Yugi.
"Hemos empujado nuestra suerte hasta ahora con el control de las Sombras alrededor de nuestros amigos" señaló Yami "Ellos todavía les gusta actuar cuando no estamos prestando atención. Si van a ser más difíciles de controlar, ciertamente no queremos poner a nuestros amigos en ese peligro"
"¿Estás sugiriendo que sigamos adelante con esto esta noche?" Yugi preguntó.
"Nuestras opciones son limitadas en este momento" respondió Yami, "O nos vamos para proteger a nuestros amigos, o nos quedamos y los ponemos en mayor peligro que nunca. No es como si fuera para siempre, ¿verdad? Hemos estado planeando esto y necesitamos poder concentrarnos en el entrenamiento"
"Tal vez no para siempre, pero por la forma en que habla Ishizu, podrían pasar al menos varios años antes de que podamos regresar. Cuanto más nos vayamos, más difícil será de explicar"
Lo sé, pero es por su propia seguridad. Tomaré los sermones y los viajes de culpa cualquier día por ponerlos en cualquier tipo de peligro en el que estarían solo por estar cerca de nosotros"
En el fondo, Yugi sabía que Yami tenía razón, pero estaba en conflicto con el sentimiento de abandonar a sus amigos y querer protegerlos. Yami fue paciente mientras Yugi resolvía lentamente qué deseo era más fuerte.
Finalmente, Yugi dio su respuesta "Está bien..."
-Ishizu- habló Yami, sin molestarse en explicar su largo silencio -¿Cuándo tenemos que irnos esta noche?-
Solo el silencio lo saludó al otro lado de la línea.
-¿Ishizu?- Yami preguntó, la preocupación comenzaba a crecer -¿Sigues ahí?-
Más silencio.
-¡Ishizu, respóndeme!- demandó, preguntándose si algo terrible había sucedido.
Finalmente hubo un sonido de ligero movimiento en el otro extremo, pero la voz que continuaba la conversación no era la de Ishizu -¿Faraón?- La voz de Malik se unió a la conversación -Ishizu está atrapada en una visión en este momento. ¿Alguna idea de si hubo un desencadenante?-
Bueno, al menos una visión explicó el repentino silencio y Yami se calmó un poco -Ella solo nos estaba diciendo que aparentemente tenemos que irnos esta noche-
-Sí- confirmó Malik -tuvo esa visión en medio de la noche-
Hubo más movimiento y Yami pudo escuchar a Malik hablando en voz baja con Ishizu. Aparentemente la visión terminó. De repente, la conversación sonó más como una discusión que como una conversación.
-¡No le voy a decir eso! ¡Díselo tú!- Malik insistió.
-Tengo que decírselo a todos los demás- siseó Ishizu -¡Ya estás hablando por teléfono con él!-
-¡Maldita sea, hazlo tu! ¡Practica un poco con el que da miedo!-
Todo era tan vago, pero estaba claro que lo que Ishizu vio traía malas noticias para todos ellos. Su corazón comenzó a latir con fuerza mientras sus pensamientos se volvían locos, tratando de averiguar sobre qué podrían estar discutiendo los hermanos. Trató de mantener sus pensamientos bajo control por el bien de Yugi, pero la expresión en el rostro del hikari le dijo que él también esta imaginando el peor de los casos.
-¿Que está pasando?- finalmente rompió su discusión.
Hubo un latido de silencio y luego el sonido de un teléfono siendo arrojado a la mano de otra persona -Mi faraón- comenzó Ishizu -Parece que las Sombras…-
-Solo dime qué es- dijo Yami, tratando de no gruñir. No quería cortesia, quería respuestas.
-... No vamos a volver...-
No vamos a volver.
La declaración pasó por la mente de Yugi mientras empacaba aturdido todo lo que poseía. Yami lo está ayudando a reunir cosas y llevarlas a Egipto a través de las Sombras. Por la mañana, sería como si Yugi Muto nunca hubiera vivido aquí, o incluso vivido. No sería capaz de explicarles a sus amigos que dejarlos no fue su elección, sino que el destino lo había obligado a hacerlo. No quería pensar en lo que le haría a su abuelo cuando despertara en una casa completamente vacía.
Cogió una foto enmarcada de su escritorio y la miró. Fue tomada justo después de la debacle de Orichalcos, solo él, Joey, Tristan y Tea sonriendo como si no hubiera nada malo en el mundo. Para ser justos, acababan de derrotar a Dartz, por lo que en ese momento era casi cierto. Oculta detrás de esa imagen había una similar tomada después de Battle City, y detrás de eso, una tomada después de Duelist Kingdom. Con cuidado, colocó la imagen y el marco encima de una de las cajas; se negó a olvidar a sus amigos, incluso si básicamente estaba obligando a sus amigos a olvidarlo.
Finalmente, el último de sus articulos personales fue guardado en una caja y Yami se lo llevó en silencio a Egipto, dándole a Yugi su tiempo para despedirse de su hogar. Su habitación esta sorprendentemente desnuda y vacía. Yugi nunca había visto su habitación así. La cama está perfectamente hecha, el escritorio está despejado, la cómoda y los armarios están completamente vacíos, no había nada en las paredes. Era solo una habitación vacía con algunos muebles, nada que la hiciera parecer acogedora o habitada. Desde que podía recordar, esta era su habitación, se sentía extraño incluso pararse en ella cuando había sido desnudada hasta los huesos.
Como no quería estar en su habitación por más tiempo, caminó por el pasillo hasta la habitación de su abuelo, usando las Sombras para atravesar la puerta y así no perturbar su sueño. Solomon se tumbó en su cama, roncando felizmente, sin sospechar nunca que nunca volvería a ver a su nieto. Yugi estuvo tentado de tirar el Rompecabezas en ese momento, ignorar el destino y quedarse aquí felizmente con sus amigos y familiares... excepto que sabía que no sería feliz sin Yami.
Yugi no saltó cuando una mano aterrizó en su hombro, había sentido la presencia de Yami acercándose desde hace un tiempo. Los dos se quedaron en silencio, escuchando las campanadas del reloj de abajo sonar suavemente tres veces.
-Todavía los protegeremos- Yami rompió el silencio en voz baja -Simplemente no pueden saberlo-
-Van a estar tan lastimados- susurró Yugi, las lágrimas amenazaban con formarse en sus ojos -¿Por qué tenemos que lastimarlos para protegerlos?-
-No lo sé- admitió Yami -pero tal vez esta sea una prueba para todos nosotros. ¿Qué estamos dispuestos a sacrificar para proteger lo que amamos?-
-Seguramente las Sombras ya lo saben- respondió Yugi.
-Tal vez si. Tal vez quieran mostrarte lo que estás dispuesto a hacer-
Yugi se quedó en silencio. Se sacrificaría para salvar y proteger a sus amigos y familiares, ya lo había demostrado en Estados Unidos, ¿no?
Es fácil para ti sacrificarte, sisearon las Sombras, El sacrificio debe ser difícil, o no tiene sentido. Por el bien del mundo, ¿renunciarás a tus amigos?
Yugi no respondió. Estaba claro que eso era exactamente lo que estaba haciendo, pero no estaba sorprendido de que las Sombras sintieran su corazón vacilante. Esto fue sin duda lo más difícil que había tenido que hacer y querían estar seguros de que estaba verdaderamente dedicado a la Corte. Reencarnación del Faraón o no, todavía estaba sujeto al juicio de las Sombras.
Puso una mano sobre el cubierta y le susurró a la persona dormida frente a él -Gracias por todo, abuelo. Espero poder honrar todo lo que me has enseñado-
Yami apretó el hombro de su hikari y lo guio fuera de la habitación -¿Quieres despedirte de tus amigos? Puedo esperarte si lo prefieres-
Yugi negó con la cabeza -No creo que deba. No duermen tan profundamente como el abuelo. Vamos... vamos a Egipto-
-Si estás seguro- Yami se rindió fácilmente, abriendo el camino -Bakura está colocando las protecciones finales alrededor de todas las entradas. Conociéndolo, no serán dóciles-
-Lo que significa que le harán cosas horribles a la gente- concluyó Yugi, logrando mantener el desdén fuera de su voz, pero no de su vínculo con Yami.
-Yo tampoco estoy contento con eso- le dijo Yami -pero en realidad es por nuestra seguridad y la de las personas que estamos tratando de mantener alejadas-
-¿Cómo?-
-Bakura e Ishizu tienen la intención de permitir que se propaguen rumores, rumores peligrosos, para mantener a la gente fuera del desierto en nuestra dirección- explicó Yami -es mejor que tener que engañar a todos los que nos encontraron y ciertamente mejor que los testigos presenciales que nos informan-
-Supongo…-
-Vamos- dijo Yami -Ishizu estaba cocinando una cena tardía cuando me presente por última vez, no queramos decepcionarla, ¿verdad?-
Los dos salieron juntos de las Sombras, los primeros pasos en sus nuevas vidas. Unos con giros y vueltas que ni siquiera Ishizu podría predecir.
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Extra:
-¡Tea! ¡Tea! ¡Abre!-
Tea se sentó al oír el golpe de su puerta y se frotó los ojos nublados mirando su despertador. Eran las 7 de la mañana. ¿Quién estaba tratando de derribar su puerta tan temprano? Al darse cuenta de que no iba a detenerse, se levantó y rápidamente la abrió para revelar a un Joey despeinado.
-¿Joey?- ella preguntó adormilada -¿Qué estás haciendo aquí?-
-Yugi ha desaparecido dijo sin preámbulos.
-¡¿Qué?!- Ella espetó completamente despierta -¿Estás seguro? ¿No estará solo vagando por algún lado?-
-Se suponía que íbamos a batirnos en duelo esta mañana, mientras la ciudad aún estaba tranquila, pero él nunca apareció- explicó Joey agravado -Fui a la tienda de juegos para ver qué pasaba, solo para encontrar que se había ido. Llamé a su teléfono y el servicio ha sido desconectado. Casi no hay señales de que haya vivido allí. El abuelo está igual de confundido. Dijo que Yug se fue a la cama como de costumbre anoche y nada parecía fuera de lugar-
-Entra- dijo Tea, manteniendo la puerta abierta -Déjame vestirme y te ayudaré a buscarlo. Sigue hablando -dijo mientras desaparecía en su habitación.
-No es propio de Yugi desaparecer de repente- Joey se dejó caer en su sofá, agotado por su búsqueda matutina –Bueno- corrigió -No es propio de él tomar todas sus cosas y desaparecer-
-¿Crees que ha sido secuestrado?- Tea llamó, rebuscando en su armario, tratando de encontrar ropa apropiada.
-Es posible- admitió Joey -pero ¿por qué se llevarían todo lo que posee?-
-¿Desde cuándo los secuestradores o los malos en general tienen sentido?- Tea respondió.
-Buen punto- Joey soltó una risita seca.
-¿Dónde has buscado hasta ahora?-
-En todas partes donde pueda pensar. Los muelles, el parque, la escuela, sus restaurantes favoritos. También fui con Tristan. El también está buscándolo ahora-
-¿Qué hay de Bakura o Kaiba?- Preguntó Teas, saliendo de su habitación.
-No me apetecía despertar al Chico Rico tan temprano en la mañana. Disfruto de mis extremidades donde están- respondió Joey -En cuanto a Bakura... no crees que el Espíritu Maligno tenga algo que ver con esto, ¿verdad? –
-No- admitió Tea -Pero Bakura tiene el Anillo, que puede encontrar otros Objetos ¿Recuerdas?-
-¡Bien pensado, Tea!- Joey se levantó de un salto -Déjame llamar a Tristan y pedirle que se reúna con nosotros allí-
Diez minutos después, todos estaban parados fuera del apartamento de Bakura. Tristan había estado bastante cerca cuando Joey llamó. Tea y Joey corrieron tan rápido como pudieron. Joey llamó a la puerta -¡Bakura! ¡Somos nosotros! ¡Abre!-
Después de unos minutos de llamar y golpear, intento abrir la puerta y la encontró abierta -¿Bakura?- Joey llamó -¿Estás en casa?-
El trío entró y se detuvo. El apartamento fue despojado de todas las pertenencias personales, dejando lo esencial -¿Qué pasó?- Tristan preguntó, mirando a su alrededor.
-Esta como la habitación de Yugi- comentó Joey en voz baja. El grupo se separó y registró el pequeño apartamento.
-Ni siquiera comida en la cocina- informó Tristan.
-Nada en el baño- dijo Joey.
-Todo su diorama del Mundo de Monstruos se ha ido- comentó Tea desde el dormitorio.
-No es sorprendente considerando el estado de este lugar- dijo Joey mientras se reunían en la sala de estar -¿Sin nota, sin nada?-
-Nada- confirmó Tea.
-Creo que es hora de hacerle una visita a Kaiba- dijo Tristan -Temprano o no-
-Estoy de acuerdo- dijo Tea -Puede usar sus satélites para encontrarlos, ya que se llevaron sus discos de duelo-
-Vamos- dijo Joey, saliendo del apartamento.
El viaje a la mansión de Kaiba fue tranquilo. Todos se preguntaban porque dos de sus amigos habían hecho las maletas y se habían ido sin decir una palabra. Ayer habían estado juntos, riendo y jugando juntos en la sala de juegos. Nada parecía fuera de lugar.
-Tocas el timbre- Tristan empujó a Joey hacia adelante cuando llegaron a la puerta principal.
-¿Por qué yo?-
-Nosotros votamos y tu perdiste-
-¡Oh vamos!- Joey se quejó.
-Solo hazlo- siseó Tea. El hecho de que dos de sus amigas hubieran desaparecido le estaba agotando la paciencia.
Joey pareció sentir esto y abandonó la pelea y tocó el timbre. El mayordomo abrió la puerta, luciendo tan esnob como un mayordomo debe -¿Sí?-
-Queremos hablar con Kaiba- dijo Joey -Dile que Yugi Muto no está y que necesitamos su ayuda para encontrarlo-
-Por supuesto. Por aquí, por favor- el mayordomo les mostró una sala de estar para esperar.
Cinco minutos después, apareció Mokuba, con los ojos hinchados y aspecto miserable -¿Chicos?-
-¿Mokuba?- Tea preguntó, sin esperar ver al Kaiba más joven con este aspecto -¿Qué pasa?-
-Seto no está aquí- resopló -dejó esto junto a mi cama- les entregó una nota corta.
Moki-
Dejo a Kaiba Corp. bajo tu control.Los abogados saben que ahora es presidente de Kaiba Corp., así que no tiene que preocuparse por eso.Roland puede ayudarte con la transición hasta que te acostumbres.Él también se encargará de la prensa para que tu no sea el centro de atención.Sé que puedes llevar la empresa a nuevas alturas, hermanito.Elija sabiamente a tu personal.
Te quire,
Seto
-Así que Chico Rico también desapareció- dijo Joey abatido -y parece que no volverá-
-¿Que está pasando?- Mokuba preguntó desesperadamente -¿Por qué mi hermano se fue así?-
-No lo sé- admitió Joey -Pero Yugi y Bakura también han desaparecido. Se llevaron todo con ellos-
-Tres de los mejores duelistas del mundo han desaparecido de la noche a la mañana- observó Tristan -Esto no puede ser una coincidencia-
-¿Tu crees?- Joey le espetó –Y yo obtuve una clasificación más alta que Bakura en el último torneo, así que ese no puede ser el factor decisivo-
-Bueno ¿qué más los conecta a los tres sino las clasificaciones de duelistas?- Preguntó Mokuba. Nadie tenía una respuesta para eso, así que se quedaron en silencio, sintiéndose molestos y frustrados porque sus amigos se habían ido sin decírseles a nadie y obviamente no querían ser encontrados. La pregunta "¿Por qué?" se sentó en todas sus mentes.
-¿Deberíamos ir a la policía?- Tristan finalmente preguntó.
-¡No podemos dejar que se sepa que mi hermano no está!- Mokuba argumentó: -¡Causaría un caos para la empresa!-
-Bueno, ¿y si les dijéramos que Yugi y Bakura desaparecieron?- Tea sugirió: -Quizás estén todos juntos, y si pueden encontrar a Yugi y Bakura, quizás también encuentren a Kaiba-
Joey asintió con la cabeza a esa lógica -Buen plan. Vamos ¿Quieres venir con nosotros, Mokuba?-
Mokuba negó con la cabeza -Me quedaré aquí- dijo -Ustedes son bienvenidos en cualquier momento- invitó -Se pone muy solitario en esta casa grande y agradecería la compañía-
-Te visitaremos tan a menudo como podamos- prometió Tea, y ellos se dirigieron a la estación de policía.
Me tomó un tiempo convencer a la policía de que Yugi y Bakura realmente estaban desaparecidos. Pero una vez que ellos lo hicieron, la fuerza se activó -No se preocupen- les dijo el jefe -tenemos tantos oficiales disponibles que los buscamos. Los encontraremos. Si no los podemos encontrar en una semana, ampliaremos nuestra búsqueda a todo Japón y luego solicitare una búsqueda internacional. Los mantendremos informados-
Pasaron las semanas sin ni siquiera una pista. Tea, Joey y Tristan visitaban a Mokuba todos los días, y finalmente se mudaron a la mansión con él y lo ayudaron a dirigir Kaiba Corp una vez que se graduaron.