Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Gateguard De Aries por AMMU TEIKOKU YUDAINA

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Hola mis terrones de azúcar, hoy es el cumpleaños de Gateguard de Aries, el borrego mas enojón, y algo bueno traicionero, pero bueno... ¿Que cosas no? Jajaajajajajaja es el borrego descarriado de la familia. 

Jajajaja para mi es el papá de Dohko e Itia es el padre, jijijijijiji. 

En fin disfruten este One Shot y posiblemente tendrán mas cositas de él, con... Otro... Personaje?

¿Quien sabe?

Notas del capitulo:

Hola mis terrones de azúcar, hoy es el cumpleaños de Gateguard de Aries, el borrego mas enojón, y algo bueno traicionero, pero bueno... ¿Que cosas no? Jajaajajajajaja es el borrego descarriado de la familia. 

Jajajaja para mi es el papá de Dohko e Itia es el padre, jijijijijiji. 

En fin disfruten este One Shot y posiblemente tendrán mas cositas de él, con... Otro... Personaje?

¿Quien sabe?

-¿Seguro que no estás viendo nada?- Un hombre de cabellos negros, sonríe, mientras guía a un pelirrojo de la mano.

-Itiá, ya te he dicho hasta el cansancio que no- Resopla sonriente, pero a la vez fastidiado, pues no sabía para donde lo está llevando su novio.

-Ja, tengo que estar seguro- Sonríe divirtiéndose por la actitud del pelirrojo.

-¿Ya me dirás a donde estamos yendo?- Sonriendo, pero continua quejándose de ir con los ojos vendados por un largo camino.

-No- La sonrisa burlona del mayor no se puede ocultar.

-Tsk, eres horrible- Le contestó haciendo un puchero.

Esa actitud a veces infantil del pelirrojo, le parece lo más adorable del mundo, solo ese joven hombre logra sacarle un sonrisa genuina, como aquella que hace tiempo no podía dar.

-Gateguard, ¿Recuerdas donde nos conocimos?- La pregunta salió de repente, sin previo aviso, son dejar de sostener esa delicada mano, que prometió jamás soltar.

-¿Cómo olvidarlo?- Rio por lo bajo –Ese día que te conocí, acababa de cumplir dieciocho, y fui a despejarme de los encimosos de mis compañeros- Habla bastante fastidiado de tan solo recordar.

-Cierto- Aprieta con mayor fuerza la mano del pelirrojo –Siempre has tenido muchos admiradores- Baja su mirada, con cierta molestia de pensar en esos momentos pasados.

-¿Qué pasa? ¿Acaso un hombre adulto esta celoso de chicos de veintidós años?- Su tono de burla genuina, divirtiéndose en como actúa Itiá.

-¿Puedes culparme?- Olvidando seguir sosteniendo la mano del pelirrojo, directamente fue a sujetar esa estrecha cintura, para de improviso robarle un beso a esos labios de un tono durazno, con un sabor a frambuesas, que solo Itiá logra identificar –Eres demasiado lindo para tu propio bien-

Los toscos labios del pelinegro, poseen un sabor robusto, como si fuera una infusión de té negro con café, no se entiende, pero es lo que provoca ese contacto.

Puede que por la venda en sus ojos no permita poder ver las mejillas sonrojadas del pelirrojo, pero sí que lo está.

Además que al tener un sentido negado, los demás se intensifican, y eso lo conocen muy bien ambos.

-Eso me lo dices muy seguido, especialmente cuando… Bueno…- Una risita traviesa se dibuja en su rostro, intentando averiguar por donde está su pareja –Estamos en la cama-

-Después de aquí te llevare- Ese tono atrevido, fue lo suficientemente alto para llegar hasta los idos del pelirrojo, pero algo bajo para que nadie más escuche.

-Me parece bien, necesito a mi hombre para divertirme- Rio levemente, atrevido como siempre, pero le agrada tanto poder ser como es en realidad.

Ya no debía fingir estando a lado el pelinegro, pudiendo expresar su verdadero ser, olvidar las convenciones que se le impusieron de niño.

-Pero antes…- Volviendo a reanudar el camino, tomando aquella mano que ha besado incontables veces, y que planea seguir haciendo toda la vida –Vuelve a recordar el día que nos conocimos-

-Itiá… ¿Para qué quieres saber eso?- Habla algo molesto, incluso frunciendo el ceño, parece que no logra comprender a donde quiere llagar su pareja.

-Oh vamos, solo dímelo por favor- Su voz suplicante algo fingida pero que sirve para disuadir al pelirrojo.

Resopla, posiblemente giro los ojos, por debajo de la tela.

-Llegue a ese parque, creo que había flores moradas, rosas y rojas en su esplendor- Frunciendo el ceño –Estaba molesto por que mis padres me obligaban a escoger una carrera que no quería, pero no podía decirles que no- Sonrió burlescamente –Sin embargo ahora lo hago demasiado, pero ya soy un adulto-

-Siempre has sido algo enojón, lindo borreguito- Decirle ciertos cariños que solo funciona con Gateguard es una de sus pasiones actuales.

-Pero… ¿Así me amas no?- Sonrió triunfante, porque el pelinegro no lo puede negar.

-¿Aun lo dudas?- Alzo su ceja, mirando detalladamente al otro.

-No, ya no, ja, ja, ja-

-Por favor continua- Vuelve ahora como suplicando.

-Estas muy empecinado en recordar eso- Suspiro derrotado, pues no puede decirle que no –Iba caminando por ese puente de madera, me recargue en ese barandal viejo- Hacia una mueca de desagrado –Eso no era para nada seguro, pero estaba tan enojado que me dio igual-

-Lo recuerdo muy bien-

-¿Entonces para que yo debo decirlo?- Alzo la voz, ahora si molesto.

-Solo es un pequeño favor para mi ¿Si?- Haciendo uso de su voz para rogarle con ese tema.

-Ay… Está bien…- Aprieta sus dientes, detesta sentir que se está perdiendo de algo importante –El olor a cigarro me dio en la cara, pues un tonto estaba fumando, suficiente para colmar mi paciencia-

-Uy, ¿Quién habrá sido ese tonto?- Pregunto como si no supiera la respuesta.

-Ese tonto hombre, de cabellos negros, mirada marrón, tan desinteresado en la vida y bastante misterioso-

-Que arrojaste al pequeño lago que pasa por ese parque-

-¡¡¡Yo no te arroje!!!- Le respondió replicando a sus palabras –Ambos nos caímos, cuando fui a reclamarte que dejaras de fumar en mi cara y todavía me ignoraste-

-Ja, ja, ja, eras algo bajo, debía huir de una belleza que pensaba no era legal- Rio divirtiéndose por esa actitud infantil.

Sorprendiéndose de manera fingida -¿No me digas que tan solo al verme deseabas hacerme cosas sucias?- Rio, posiblemente para avergonzar al otro.

-Puede ser que sí, pero no podía…-

-Yo solo, di fuertes pisotones y me recargue en ese barandal viejo, y se rompió, yo iba a caerme al agua, pero alguien tenía que seguirme-

-Intente salvarte, pero lo único que logre fue irme contigo al agua- Sonrió, mirando hacia el suelo, observar bien por donde pisa, para así guiar al otro –Cuidado, da pasos pequeños Gateguard-

-Nunca te pedí que me salvaras- Alzo su cabeza, indignado por esas palabras –Si, si, te estoy siguiendo, ¿Qué no ves que no veo nada?- Habla sin duda molestó, pero sonríe, como que es su forma de actuar continuamente.

Verlo de esa forma, le hace latir el corazón demasiado acelerado, sigue siendo igual de hermoso como ese primer encuentro, en el cual nunca olvidaran en toda su vida.

-¿Puedes continuar por favor?-

-¿Puedo quitarme esta cosa de la cara?-

-No, pero deseo que digas lo último por favor- Sonríe, para dedicar un beso a esa tersa mano.

-Después de caer y que todos estuvieran viéndonos como un espectáculo… Me preguntaste si estaba bien, yo respondí que estaba mojado, y enojado- Negó con la cabeza –Después… Tu cara de bobo… Sonreíste y preguntaste mi nombre-

-Desde ese día Gateguard ha quedado grabado en mi corazón- Suspira como un adolescente enamorado.

-Te ofreciste llevarme en tu auto hasta mi casa, y si, pregunte tu nombre ya hasta el final- Ríe casi a carcajadas -Solo te llamaba tonto fumador-

-Y ahora me dices otras cosas- Sonrió de manera lasciva.

-Te gustan ¿No?- Cuestionó divirtiéndose por como la conversación tiene sus momentos atrevidos.

-Sí, y a ti… ¿Las que te digo?-

-Mucho- Rio de nueva cuenta –Mis padres casi se infartan cuando te presente con ellos, no podían creer que un hombre de veintiocho años estuviera con su pequeño hijo de dieciocho años-

-Me odiaron con tan solo verme- Suspiró recordando ese primer encuentro con sus futuros suegros.

-Te hicieron tantas preguntas, si no fuera porque era mayo de edad, te metían preso a la cárcel-

-Qué bueno que soy abogado-

-¿Eso que tiene que ver?- Pregunto sin comprender.

-Bueno… Solo que estoy graduado y tengo un trabajo estable, lo suficiente para poder hacer más que un chiquillo que apenas salió de la universidad-

-¿Así?- Desafiante desde un inicio y así será -¿Cómo que cosas?-

Esa pregunta, sin duda salió mejor de lo que esperaba, justamente acaba de llegar a su destino, parece por andar recordando un poco, como se conocieron y como a grandes rasgo que ha sido su relación desde hace cuatro años, ha hecho que Gateguard no note donde se encuentran.

-Es una buena pregunta- Sonríe –Quítate la venda de tus ojos-

-¿Qué?- Se sorprendió e indigno algo al escuchar eso -¿No se supone que si tú me pusiste la venda, tú me la debes quitar?-

-Por favor borreguito…- Su tono suplicante, es de lo poco que hace flaquear al pelirrojo.

-Ay eres algo molesto- Sonríe –Pero está bien, porque quiero comer algo de pastel- Sin más, suelta la mano del pelinegro, para dirigir las suyas hacia la parte trasera de su cabeza, y desatar ese nudo doble que posee la tela.

Apenas quito la venda de sus ojos, abrió sus ojos notando que existe cierto brillo en el lugar, sin duda haciendo referencia que se encuentran a fuera.

Parpadeando varias veces para acostumbrarse a la claridad del lugar.

Sus ojos verdes brillantes, se abren de golpe, apenas visualizando lo que esta delante de él.

-¿Itiá? ¿Qué… Que haces?- Tartamudea porque esta sin poder creer lo que está delante.

Ese pelinegro, diez años mayor que el pelirrojo, esta con una rodilla doblada y otra apoyada en el suelo, sosteniendo entre sus manos una pequeña cajita de un tono café, y un anillo de color plata, con una pequeña piedra preciosa del mismo tono que esos hermosos cabellos del más joven.

-¿Te casarías conmigo Gateguard?- Haciendo una propuesta bastante adorable, aunque eso no quita el miedo de ser rechazado.

Ese pelirrojo, no podía creerlo, el lugar en donde estaban, el mismo que cuatro año atrás se conocieron, casi todo igual, menos el barandal del puente, que ahora si era de cemento y mucho más nuevo.

Llevo sus manos directamente a su boca, cubriéndola por que no sabe que responder por la sorpresa, sus ojos comenzaron a inundarse de lágrimas, cerrándolos por que no puede retener la gran cantidad que sale.

-Gate… ¿Estas bien?- Preocupado de inmediato creyendo que la sorpresa en realidad no le agrado a su amado borreguito rojo.

-Si… Si… ¡¡¡SI QUIERO CASARME CONTIGO!!!- Su voz apenas si salía al principio, hasta que se animó a gritar, sin importar que las personas escucharan.

-¿De verdad?- Esa voz ronca del mayor, sonando de verdad satisfecho, como deseaba haberlo  pedido desde años atrás, pero sabía que el pelirrojo debía terminar sus estudios para este gran compromiso.

-¡¡¡CLARO QUE SI TONTO!!!- Le grito, sonriente aun llorando por la emoción, sus manos temblorosas por la gran sorpresa.

Ladeo su cabeza, enternecido por eso comportamiento tan adorable de su borreguito como siempre le ha dicho, por esa carita enojona, pero demasiado lindo

Sacando ese anillo de la cajita, toma la mano izquierda de Gate, para depositar un beso en el dorso de la mano, y en el dedo anular, para hacer encajar otro tierno gesto de amor.

-Entonces es oficial, eres mi prometido ahora- Se levantó del suelo, para seguir sosteniendo esa delicada mano.

-Es demasiado hermoso esto- Sonrojado, baja la mirada, admirando el anillo, más que nada por lo que simboliza que cualquier otra cosa.

-Tu eres quien lo hace hermoso, solo adorna tu belleza- Sin pensarlo más, toma posesión de esos labios que planea hacerlos solo suyos.

-¿Por qué este día?- Le pregunta, ya que no se había arreglado tan bien como lo hubiera hecho si sabía que era un día importante.

-Borreguito… Hoy hace veintidós años nació el dueño de mi corazón, y el de mi vida- Le sonríe, tomando esas cálidas mejillas para unir sus frentes.

Parece que el propio pelirrojo ni siquiera recordaba ese día en exactitud, había estado tan agobiado por sus exámenes finales, que ni le importaba.

-Cierto es hoy…- Abre sus ojos con mayor sorpresa, para luego dedicar una sonrisa sínica –Con razón andabas muy misterioso-

-Tengo varias cosas preparadas- Sonríe, para abrazar a ese pelirrojo, que aunque sea diez años menor, cautivo su corazón en todos los sentidos posibles.

Itiá no puede negar que ha estado con otras personas, ha conocido otros cuerpos y corazones, pero ninguno ha sido como el de Gateguard, que con solo su mirada logra alejar cualquier incertidumbre, su risa es la música que necesita para seguir adelante, sus sedosos cabellos rojos es lo que logra hacer sentir que su vida tiene un mayor sentido que solo el trabajo y cumplir sus metas.

Incluso ese amor logro ayudarlo a dejar ese feo vicio.

-¿Qué cosas has preparado?- Ladeo su cabeza, para sujetarlo de la corbata y robarle un beso ahora.

-Primero, iremos con tus padres- Suspiró molestó –Debo pedirles su consentimiento-

-Ja, ¿Cómo si eso nos detuviera?-

-Aun así es necesario, quiero hacer las cosas bien- Acaricia esa mejilla tibia, mirar a ese dulce borreguito es un gran deleité.

-Como quieras, sabes que lo van a prohibir- Eleva sus hombros, dándole cero importancia a la opinión de sus progenitores.

-¿Qué día te gustaría casarte?- Le soltó la pegunta, mientras continúan caminando por ese puente en donde fue su primer encuentro.

Pensativo un poco, mirando alrededor, como si pudiera encontrar esa respuesta –Octubre-

-Como desees- Rodeando ese cuerpo que varias noches ha explorado sin ningún pudor, seguirá caminado y cumpliendo cada capricho que se le ocurra al más joven.

-Ahora vamos a comer pastel, que tengo muchas ganas- Sonríe emocionado, dejando escapar algunos suspiros.

-Gate… ¿No me digas que…?- Le mira algo intrigado.

-No, tranquilo- Niega con la cabeza, cerrando sus ojos –Me he cuidado muy bien y no seremos padres…- Una pequeña risita de parte de este pelirrojo se puede escuchar –Aun-

-Quiero serlo rápido en todo caso- Besando esos labios, intentando convencerlo -¿Puedes quedar embazado desde la primera noche?-

Sin pensarlo, sonriente le da un fuerte pellizco en el brazo al pelinegro –Ni creas que me embarcaré de inmediato, quiero disfrutar sin hijos contigo primero- Sentencio su deseo.

Esa actitud tan dominante que posee el pelirrojo es solo una de las cualidades que ha logrado robar el juicio del pelinegro, y está dispuesto a hacer cualquier locura solo por permanecer a lado de Gateguard.

Notas finales:

Buenos días, tardes, noches, ¿Que hora es? ¿Quien me ha robado el reloj? ¿Como están mis terrones de azúcar?

Aquí tenemos el regalo para nuestro borrego descarriado de la familia, jajajajaja si tan solo los aries vieran al aries mas antiguo hasta el momento que sabemos, jajajaj 

Solo vengo rapidito, ando de ocupada a desocupada, así que por favor, disfruten mucho y vamos a cantarle la canción oficial de la familia terrón de azúcar al borrego rojito.

Un día feliz para ti, hoy es tu cumpleaños si que si, felicidades Gateguard tu cumpleaños si que si.

Un día feliz para ti, hoy es tu cumpleaños si que si, felicidades Gateguard tu cumpleaños si que si.

Wow, entonces este libro dedicado a cositas para este carnero descarriado, pero que digamos esta bonito y es de los poco que no tienen tikkas, jajajajaja amor de dos personajes, bueno me gusta pensar que es así... Jajajajajajaja no me juzguen. 

Ademas que este es como un Spin Off de "Mi Rayo De Luz", así que disfruten y lean ese fic también. 

Sin mas por el momento me despido.

Cuídense muco, hagan caso a las medidas de higiene y no se expongan. 

Los quiero. 

Ammu se va. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).