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Sobre adolescencia y pendejadas por Katt-chan

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Notas del capitulo:

¡Espero que lo disfruten!

Oliver y Pepe llegaron a la cancha de entrenamiento de la selección japonesa. El chico carioca notó que no había nadie más que ellos en ese lugar.

-Oliver, ¿qué tan temprano me hiciste venir antes de la práctica?- El japonés se rio.

-Como media hora no más.- Oliver siguió caminando y sacó una llave cuando se detuvo en almacén. Una vez que abrió la puerta sacó una pelota de futbol y volvió a cerrar. -¿Quieres jugar un rato en lo que llega el resto?-

-Tú sabes que sí.- El moreno solo siguió al otro hasta la cancha. -Asumo que siempre eres el primero en llegar.- Dijo dejando su bolso en un asiento en el borde.

-Me gusta llegar temprano, estar un rato en la cancha, correr…- Atom explicó mientras controlaba el balón con habilidad, para luego tirarle un pase al otro. Estuvieron así por varios minutos, tirándose pases y demostrando sus habilidades. De a poco ese juego de pases se convirtió en una competencia de acrobacias con el balón. Fue en ese momento que un grupo de los miembros de la selección japonesa se acercó a la cancha y comenzaron a ver como los dos amigos de los Brancos hacían la posición invertida e intentaban caminar con sus manos, hasta que chocaron y ambos cayeron. Los japoneses vieron como su capitán caía sobre el otro, riéndose con ganas y sin aparente intención de moverse pronto. Tom, quien veía el intercambio, sentía como se ahogaba con su rabia.

-Wow, parecen muy cercanos. Me hace sentir algo celoso.- Dijo Bruce ligeramente divertido. Después se volteó a ver al castaño. -Y yo pensaba que Oliver y tú eran cercanos. Te salió competencia, ¿no, Misaki?- Terminó el defensa en broma. Tom ni siquiera lo miró y siguió caminando totalmente serio hacia el camerino, lo que sorprendió al resto de sus compañeros.- ¿Dije algo malo?- Armand, Benji y Andy solo negaron con la cabeza por lo denso que era el ex jugador del Niupi.

-Solo vamos a prepararnos para comenzar la práctica- Johnson anunció. Los dos seleccionados de los Brancos pronto se dieron cuenta que varios futbolistas habían llegado y partieron a preparase para comenzar la práctica. Con rapidez, todos los jugadores comenzaron a reunirse en la cancha, donde también estaba Pepe ligeramente apartado en una posición de espectador. Los jugadores se separaron en dos equipos, uno con uniformes anaranjados y el otro azul.

“¿Y éste se va a quedar?” Pensó Tom mirando al moreno, quien sintió sus ojos sobre él. Ambos se quedaron mirando, uno recriminatoriamente y el otro totalmente confundido.

“Ese es Tom, ¿no?... ¿Por qué me mira así?” Se preguntaba algo asustado Pepe. El castaño japonés rompió el contacto para luego dirigirse a Oliver, con quien tuvo un cambio instantáneo. El carioca veía con interés como se sonreían y congeniaban en la cancha. “Y Oliver cree que no quiere nada con él… Qué idiota…” El pensamiento le hizo lanzar una pequeña risita. Él los veía y fácilmente podría percibir que había algo, un sentimiento mutuo entre ellos. Luego, se acercó a Andy en el borde de la cancha observando el juego de práctica haciendo anotaciones en su libreta de vez en cuando.

-Gracias por dejarme estar aquí.- Comenzó con la intención de romper el hielo. El entrenador le sonrió con cortesía.

-No hay problema.- Y luego volteó para seguir viendo el partido, mientras el otro lo imitaba.

-Tienen un equipo bastante fuerte. Pero creo que la defensa del equipo azul tiene un punto débil en su extremo derecho.- Andy fijó su vista en el grupo de defensas que le mencionaba. -Se adelantan un poco frente a los ataques de Oliver por el centro, y luego dejan desprotegido el lado derecho y es fácil que el número 11 se meta a la zona del arco.-

-Sí…- Coincidió Johnson. -Pero creo que el problema con ese grupo de defensas es que justamente no son capaces de reaccionar rápido, y le temen más a Oliver que a Tom. Es por eso que los dejé juntos: quiero que se den cuenta que deben ser asertivos.-

-Se están frustrando, se les nota en sus movimientos.- Le advirtió el carioca.

-Lo sé.- Andy puso una sonrisa triste. -Pero deben estar preparados para enfrentar un ataque como ese si quieren participar de un mundial. Y no tendría el mismo impacto si solo se los digo, deben vivirlo para que entiendan que no es una exageración.-

-Entiendo perfectamente a lo que te refieres. Fue lo que me pasó cuando hice la prueba para los Brancos y conocí a Oliver.- El entrenador se rio por lo bajo.

-Sí, es la influencia que suele tener en la gente.-

-Y ese número 11 también es bastante bueno…-

-¿Misaki? Sí, él junto con Oliver hacen un gran trabajo. Saben comunicarse, actuar rápido y tienen habilidades físicas que les permiten lograr aquello.-

-Se nota que congenian bastante bien.- Ahora el japonés lo comenzó a mirar con algo de suspicacia.

-Pues, sí. Creo que se conocen de pequeños y desde entonces se entienden muy bien en la cancha.- Pepe asentía mientras seguía mirando el partido.

-Eso explica bastante, pero también es claro que hay mucha confianza entre ellos. Sus pases son bastante asertivos a pesar de ser movimientos rápidos no planificados, y según Oliver ellos hace años no juegan juntos.-

-Ese es nuestro dúo de oro.- Finalizó con una sonrisa Andy. -Hay algo muy especial entre ellos.- Soltó en voz baja.

-¿Ah, sí?- El carioca lo miró de reojo y notó como el entrenador abrió mucho los ojos antes de hablar nuevamente.

-En la cancha, me refiero.- Aclaró rápidamente.

-Por supuesto, ¿de qué otra cosa estaríamos hablando?- Pepe dijo divertido. -Bueno, me iré a sentar y te dejaré tranquilo. Nuevamente, muchas gracias.- Y con eso se alejó para volver a la banca donde se encontraba antes.

“Entonces sí hay algo ahí… ¡lo sabía! Aunque es tan pero tan obvio” Pensaba el carioca.

El partido de práctica terminó rápidamente, y Oliver felicitó a sus compañeros para luego ir en dirección del brasileño.

-Qué gran honor poder ver al dúo de oro de Japón en acción.- Lo recibió con una sonrisa.

-¿No estás aburrido?- Preguntó el pelinegro con algo de desconfianza mientras se sentaba a su lado.

-Nahh, ustedes son divertidos de ver. Tienen un gran equipo ahí.-

-Sí…- Sonrió de forma soñadora el capitán japonés en tanto miraba al cielo. Pepe lo miraba contento, hasta que notó que cierto castaño volvía a clavar sobre él una mirada de casi de odio.

“¿Pero qué fue lo que le hice a ése para que me quiera matar con la mirada?” Siendo honesto, ese chico le comenzaba a dar algo de miedo. “Ni siquiera me conoce y ya..” Algo se le vino a la mente, algo totalmente estúpido, total y absolutamente ridículo. “No estará… naaaahhhhhh” Ese solo pensamiento le provocaba un ataque de risa que no pudo controlar.

-¿Qué te pasa?- Le preguntó curioso el pelinegro.

-Nada, pensé en algo muy tonto y me dio risa.- Oliver sonrió frunciendo el ceño, algo confundido.

-…¿Ok?-

El carioca pensaba que era algo demasiado tonto, pero debía verificarlo. Así que se acercó al pelinegro y puso su cabeza en sobre su hombro.

-Oliiii, ¿sabes qué? En realidad sí me gustaría jugar un poco.- Dijo con una melosa voz tristona. Oliver se rio un poco y luego puso su mano sobre la cabeza del otro, revolviéndole sus rulos.

-Después jugaremos, lo prometo.-

Pepe fijó su atención en Tom para confirmar su teoría. El castaño se veía aun más molesto de lo que estaba antes mientras los miraba, tanto que incluso comenzó a captar las miradas de sus compañeros que intentaban ver que era lo que lo tenía así.

“Síp… está celoso” Concluyó orgulloso el carioca. Pero pronto se sintió molesto. “Y si le molesta tanto que otra persona se le acerque, ¿por qué se hace tanto de rogar?”

-Ya, creo que debo volver al entrenamiento.- Informó Oliver mientras se levantaba y le daba tiempo al otro para quitar su cabeza de su hombro.

-Mucho éxito, capitán.- El carioca exclamó mientras hacía un saludo militar. El otro solo se rio y partió a la cancha.

Mientras, no muy lejos de ahí, los jugadores japoneses seguían viendo con cuidado a su compañero que lucía inusualmente amargo.

-Misaki, ¿estás bien?- Preguntó temeroso Bruce.

-Sí…- Le respondió en un tono bajo y peligroso.

-Es que… es que no se te nota…-

Los demás, al ver a su compañero, intentaron seguir su mirada y se encontraron con la escena de Oliver con su amigo brasileño, entendiendo el problema. Benji miraba a Tom, y se preguntaba si eso sería simple mala suerte o karma. Luego el portero miró a Armand, quien le dijo en voz baja un ‘te lo dije’. Pronto vieron como su capitán se acercaba a ellos trotando.

-¿Estamos listos para continuar?- Preguntó sonriendo, hasta que se fijó en Misaki y su rostro se tornó preocupado. -¿Estás bien, Tom?- El pelinegro hizo el ademán de poner su mano sobre el hombro del otro en señal de apoyo, pero para sorpresa de los presentes, el castaño se volteó antes de que pudiese tocarlo.

-Vamos a jugar.- Dijo desanimado y siguió caminando al centro de la cancha. Sin embargo, el capitán de la selección japonesa no pensaba dejar las cosas así y lo alcanzó rápidamente, posicionándose frente a él mientras sujetaba sus hombros.

-Si pasa algo me puedes decir… o tal vez si te sientes enfermo, Andy puede…- Y el otro lo interrumpió.

-Estoy bien.- Señaló con intensidad.

-Eso es obviamente una mentira.- Tom se rehusaba ver como el chico lo miraba con una mezcla de incredulidad y preocupación.

-¿Me dejas de molestar, por favor?- Oliver aligeró el agarre y lo miró tristeza.

-Lo siento.- Y dicho eso se alejó para ir donde estaba Andy. Misaki se sintió culpable al instante.

“¿Por qué le dije eso?” Pensó con vergüenza. De pronto, otra persona se puso frente a él.

-Oye, ¿qué te está pasando?- Preguntó algo frustrado Armand en un volumen bajo. -¿Te diste cuenta de como le contestaste? Tú no eres así.-

-No sé, de verdad no sé.- Le respondió exasperado mientras susurraba también. -Pero verlo con ese tipo me molesta. Oportunidad que tiene para toquetearlo, lo hace, y Oliver no le dice nada.-

-Estás celoso.- Tom miró hacia el suelo. -Solo… habla con él y aclara las cosas después de la práctica. Si sigues con esta actitud terminarás no solo perdiendo una oportunidad con él sino también su amistad.- Armand terminó para luego partir donde Andy.

Notas finales:

Agradezco cualquier comentario o retroalimentación para poder mejorar ¡Muchas gracias!


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