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Lunas de enero por Silence Tsepesh de Lenfet

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Notas del capitulo:

 

 

 

 El lugar es un desastre. No sé cómo le hare para que todo parezca normal por la mañana, ni siquiera sé qué hora es para ver si alcanzare a ordenar todo. Hoy ni siquiera puse música en el cuarto de las operaciones. No sé cuantos más de ellos están aquí, he estado escuchando que entran y salen cada poco tiempo, no son muy sigilosos como pensé.


—  ¿Cómo va todo?


—  si vuelves a preguntarme eso…— me trago lo que sigue. Aun no olvido que ellos son… hombres lobo. Tengo un poco más de confianza en que no van a comerme, y saber que Beau era el lobo que tuve en casa es curiosamente tranquilizante. Es él quien está ayudándome.


—  Rowan, estas interrumpiendo— nadie me impidió ponerle un bozal esta vez al lobo inconsciente, el que se veía peor de los dos que estaban en la entrada. Mi parte lógica solo vio dos animales que necesitan ayuda. No me acerque al otro, solo le di a Beau las mismas pastillas para el dolor y aparte a Rowan para dar indicaciones y traer al otro animal aquí.


—  es importante que ella viva.


—  ella…— dejo de moverme— estaba sufriendo ¿verdad?—  su pedido de ayuda no era mentira. Nadie podría fingir ese dolor.


—  no es momento para decirte eso. Solo… intenta que no muera. A Kalila se le fue un poco la mano.


—  casi le arranca la garganta— dios, estoy tan asustado. Apenas puedo sostener los instrumentos sin temblar, no paro de pensar en que estoy haciendo y en lo fácil que podría terminar en una camilla— no es que me queje mucho por eso, ella intento comerme. Pero como veterinario es un desastre. Necesito luz por aquí— Beau mueve la lámpara. No escucho cuando nos quedamos solos, solo volteo y ya no hay nadie en la puerta.


—  ¿Eddie? ¿Qué pasa?


—  ah.—  exhalo— no hay nada más que pueda hacer. Dame el material para suturarle— suturar me toma tiempo, con la ayuda de Beau incluso vendarle es complicado. No muevo al animal de la mesa, camino a la sala de espera moviendo los hombros para liberar algo de tensión. Además de Rowan y el hombre rubio, hay cuatro humanos más y el otro animal— aún está vivo, pero no es seguro que pase la noche. Tú también estás herida ¿puedo acercarme?—  levanto las cosas que traigo. No quiero que me muerda o que no sea amable.


—  eso estaría bien—   el que responde es Rowan. Ni hablar, hay pequeños charcos de sangre a su alrededor. Me arrodillo para examinar bien las heridas que tiene. Son parecidas a las que tenía Beau cuando llego aquí convertido en lobo ¿realmente han pasado dos semanas? Ella se mantiene inmóvil mientras trabajo, aunque gruñe de vez en cuando y yo no paro de disculparme cuando lo hace.


—  ¿no se supone que se curan rápido? Siempre… pasan eso en las películas. Termine— me levanto. Me siento mareado. Me quito los guantes y me froto la cara.


—  no lo hacemos cuando nos hiere otro como nosotros— el hombre rubio me sonríe, es una sonrisa apenada— lamento esta situación— yo lo lamento más,  pero no digo nada. Me siento en la silla de Gabriela, conteniendo mis ganas de decirles que ahora que termine se pueden ir. No lo hago, en serio es aterrador pensar que cualquiera de ellos podría matarme—  ¿podemos hablar ahora, Rowan?  


—  Ya no hay problemas. No queríamos que clavaras el escalpelo en otro lugar accidentalmente.


—  espera, espera, primero, nunca he clavado un escalpelo accidentalmente en ningún lado. Segundo ¿esperan hablar conmigo ahora? no, lo siento. No creo soportarlo más— agito las manos. De ningún modo podría aguantar una plática sobre lo que paso.


—  es justo. Ahora debería ser seguro. No salgas más— no pensaba hacerlo. Se da la vuelta y todos se levantan, hacia la salida. Incluso Beau se dirige a la salida.


—  espera…— Rowan se detiene, me da la impresión de que pone una expresión victoriosa— no creo que deba moverse mucho, las heridas no parecen cerrar el primer día y si camina mucho puede volver a abrirse ¿y qué pasa con la chica de allá?—  señalo la puerta del fondo.


—  ninguno de nosotros puede atenderla. Y Kalila, quédate aquí y mantén todo en orden, ya que no puedes venir con nosotros serás nuestro enlace. Asegúrate de que ella no de problemas ¿hay algún problema con que se quede?


—  ninguno— mientras no intente comerme. Por otro lado, no me hace nada de gracia que la otra se quede aquí también. Ellos se van, el lugar se ve vacío. Me quedo mirando a la nada, demasiado agotado en todos los sentidos— oh, maldición… que desastre— el piso está manchado de sangre. Hay huellas por todos lados— en serio ¿Por qué?—  sigo lamentándome mientras busco una cubeta y el trapeador. No puedo dejar este lugar sucio, si alguien escucho el alboroto podrían venir a preguntar o que se yo. A lo mejor solo soy paranoico ahora. Me toma una hora y poco más dejar el lugar limpio, sin ninguna mancha de sangre, sin rastros de que aquí hubo personas. Todo huele a desinfectante y cloro. El cuarto de las operaciones también necesita limpiarse, y la mujer sigue en la mesa de operación ¡También me olvide de pedir ayuda para meterla en una jaula!


No es un animal muy grande, pero las heridas hacen difícil que maniobre para bajarla y ponerla en la jaula. Cuando lo hago, pongo una intravenosa en su pata y un candando en la reja, aprendí de mi lección con Beau. La mujer que dejaron me mira, aun en el pasillo.  El quirófano aún está llena de sangre, pero no puedo más.


—  no creo que te quieras quedar en una jaula— la puerta que lleva a mi departamento está abierta, y subo los primeros escalones— puedes subir, tomate tu tiempo— me siento tan cansado, apenas puedo arrastrarme a la cama, no tengo la fuerza para preocuparme por que otro lobo este aquí y tenga otro encerrado abajo. Dios, si van a comerme que lo hagan rápido por favor.


—  ¡Eddie!— pego un brinco, casi me caigo de la cama. La luz entra directa en la habitación, porque no cerré la ventana—  ¿estas allá?—  es la voz de Gabriela. Dios, siento que dormí cinco minutos—  ¿Eddie?


—  ¡Si, si! Bajo en… unos minutos— faltan quince minutos para que abramos. El tiempo suficiente para levantarme y correr por al baño. Apenas tendré tiempo para comerme algo rápido, por suerte no creo tener problemas para comer algo mientras espero en el consultorio. Me baño lo más rápido que puedo sin importarme el agua fría, nunca me quedo dormido así. Tengo que ir por mi ropa y…— Ah— me quedo a medio paso en la sala, donde un lobo me está mirando. No se ha movido, con la cabeza entre las patas. Cierto, anoche se quedó, ella. Y yo estoy andando casi desnudo por aquí— l-lo siento, yo no…— sujeto bien la toalla— me olvido que tú eres humana— titubeo con la última palabra. Es vergonzoso pero ella solo me mira y resopla, no parece importarle. Da lo mismo, quiero vestirme. Lo hago muy rápido y regreso a la sala— debo revisar tus heridas. Al otro lobo… a Beau, no le gustaba que lo hiciera. Pero en serio necesito ver que todo va bien antes de bajar— de nuevo solo bosteza, y gira un poco su cuerpo. Lo tomo como que acepta y me acerco, despacio. Ella no gruñe ni me muestra los dientes— bien, está todo bien. No parece haber infección, no se abrió ninguna y no hubo más sangrado.


—  ¿Eddie? ¿Todo está bien?


—  sí, ya voy— me enderezo— debería estar mejor para esta noche mientras no hagas esfuerzos— estoy por bajar cuando recuerdo algo más, que me hace regresar corriendo la cocina. Lleno una razón con agua y saco toda la carne que encuentro en el refrigerador. Lo pongo en el suelo sin decirle nada.


—  ¿Qué hiciste anoche? Nunca te quedas dormido ¿tienes alguna chica allá arriba?—  comenta, está burlándose de mí,  aunque el chiste no me hace gracia.


—  tengo que revisar a los ingresados de ayer— no solo a los gatitos y el cachorro. Ellos están bien, me da miedo abrir la otra puerta. Por dios, parece que hicieron una película de terror o un ritual satánico, bien pudieron ser las dos cosas.


—  ¿Todo bien, Eddie?


—  Anoche se rompió la tubería aquí, hay un desastre. No entres. Dile a Fabien si llega que no entre— cierro con llave. El lobo, ella, sigue en la jaula. Tiene los ojos abiertos, pero no está levantada ¿murió? Debí venir antes, no quedarme dormido y… ¡Se movió! ah, está viva aún. No tiene fuerza, o quizá sea el sedante, tal vez se me paso un poco con los nervios— lo siento, pero no puedo dejar que estés despierta. Es obvio que te duele, y no sé cómo ayudarte más— busco entre el desorden hasta encontrar más sedante. Pongo menos cantidad en la intravenosa, pronto su respiración se vuelve pesada y me atrevo a abrir la puerta. Sus heridas están un poco mejor que hace unas horas, aunque no con tanta rapidez como lo hicieron Beau y la otra chica. Inflamación, pronto hará infección si no lo atiendo. Hago una limpieza rápida, cambio las vendas y cierro la puerta de nuevo. Añado antibiótico a la intravenosa y suspiro.


—  ¿Qué es eso de que se rompió la tubería?—  Fabien me habla apenas cierro la puerta.


—  solo se rompió. Hay demasiado…. Ya vez, creo que estuvo tapada un tiempo, si lo abres huele fatal.


—  ¿llamaste a alguien para arreglarlo?


—  claro, apenas me levante. Pero no podrán venir hasta mañana, usemos el otro cuarto si lo necesitamos. Si nos vemos en las malas usaremos mi consultorio.


—  esperemos que no ¿quieres café?


—  por favor— el café me ayuda a mantenerme más alerta. Por suerte es una mañana tranquila y solo tenemos algunas revisiones o vacunas, nada serio— voy a ver si no se está empeorando el desastre. Hice algunas cosas para mantener el agua en la tubería.


—  ¿voy contigo?—  Fabien se levanta ¡¿Qué le digo!? Si viene y… ah, llego alguien.


—  encárgate de eso, yo veré como esta todo acá y sacare algunas cosas para que no se dañen— no escucho la respuesta. Llevo la llave de la puerta a todos lados, así que solo meto la mano en mi pantalón. Estoy tan atento en que no vean hacia acá, que cuando cierro la puerta y me giro a la jaula casi grito— maldita sea, no, no…— no me contengo en soltar groserías— no puedes hacer esto— ella está en la jaula, y aun inconsciente, solo que ya no hay un lobo allí, si no una mujer desnuda— no, no  ¿Por qué?—  me apresuro a la jaula. Aún está viva, respirando con dificultad, pero la intravenosa se ha salido y ha lastimado su brazo, dejando un pequeño charco de sangre— no puede ser, no puede ser, escucha, no soy médico, no puedo atenderte en este estado— abro la jaula, aunque solo sea para ver si realmente está viva—   oh, dios, tengo a una mujer desnuda encerrada en una jaula. Esto es una maldita pesadilla— no olvido que ella intento comerme anoche. No está sangrando ya—  ¡Pero yo no sé nada sobre curar humanos!


—  ¿Eddie?


—  todo está bien—   mi voz hace que la mujer respire hondo y parpadee, levanta la cabeza, pero eso es demasiado para ella y vuelve a quedar inconsciente ¿tengo que llamar a un médico? Ahora es una mujer, no un lobo y yo no puedo hacer nada. Lo que es peor, si alguien entra aquí y ve esto me verá como un loco asesino serial—  ¿Qué hago contigo? sería más fácil si volvieras a ser un lobo. Ay, dios, escúchenme hablando de esto como si fuera normal que los humanos se conviertan en animales— llegue a tomar algunos cursos de primeros auxilios para obtener más créditos en la universidad, no será suficiente, pero al menos será algo.


Quisiera decirles a Gabriela y Fabien que se marchen temprano hoy, pero eso me hará parecer raro. Así que soporto toda la tarde fingiendo que todo está bien y que no tengo a una mujer encerrada ¿Qué voy a hacer si muere? Tendré un cadáver aquí. La policía, una cárcel. Seré noticia y me meterán en un centro psiquiátrico. Como sin ganas, me rio forzadamente y respondo que todo está bien hasta que casi es la hora de cerrar. No ha venido ninguno de ellos en todo el día. Aprovecho un rato en que Fabien está en su última consulta y que Gabriela está respondiendo una llamada para volver a escabullirme a la habitación.


—  no— es un pequeño gemido, pero la voz viene de la jaula, enciendo la luz. La chica sigue dentro, apretujada en el fondo. Me quedo indeciso entre salir y acercarme. Ella… ¿está asustada? ¿De mí?


 —  oh, no, estas… tu no…— suspiro, y me acerco un poco— lo siento, no quería asustarte— levanto las manos, para que vea que no tengo nada— estuve curando tus heridas ¿recuerdas? Tuviste muchas heridas serias. Estás débil— ella está muy pálida, tiene unas heridas grandes en el cuello, no entiendo nada de esto—  ¿estás bien?


—  sácame. Sácame…— su voz es muy baja, un susurro ronco y aterrado que me asusta también a mí.


—  no puedo. Anoche me atacaste— ella gime— tengo miedo de sacarte estando solo. Soy Eddie ¿Cómo te llamas?


—  Rita.


—  no te dejare allí, tampoco voy a experimentar contigo si es lo que piensas, solo estaba atendiéndote como lobo. Soy veterinario. Pero te convertiste en mujer, y ya no sé qué hacer. Si pudieras volver a ser un animal, podría ayudarte mejor.


—  no sé cómo— ella suena desesperada. Ah, no puedo creerlo. También estoy desesperado.


—  entiendo, calma, cálmate ¿sí? esto no luce nada bien, y estoy demasiado asustado también pero me alegra que no murieras— hay algunas botellas de agua en los muebles, así que voy por una y se la paso entre los barrotes— no puedo traer comida ahora, pero mis compañeros casi se marchan. Te traeré comida, solo espera ¿sí? esto se resolverá— quiero creerlo. Rita se bebe el agua, derramándola por su cuerpo. Me quito la bata y también se la paso, apartando la mirada. Esta desnuda, y tendrá frio estando metida allí— vendré rápido.


—  Eddie— me dan ganas de hacerle shh al escucharla— yo ¿mate a alguien? ¿Herí a alguien?—  otra vez parece desesperada.


—  no… no lo sé. Cuando llegaste aquí estabas pidiendo ayuda y te convertiste— recordarlo me hace sentir mejor al tenerla encerrada— pero no me hiciste daño. Oh, heriste a otra como tú, pero sus heridas no son graves y está arriba. Ah, la traeré cuando estemos solos— claro,  Rita no es mi responsabilidad. La escucho suspirar. Apago la luz para salir.


—  gracias— solo veo sus ojos brillando en la oscuridad.


—  ¿Qué estabas haciendo?


—  revisando. No quiero que se estropee todo.


—  ojalá mañana quede arreglado— ah ¿Qué hare? No hay nada que arreglar, y si no viene nadie ¡no puedo abrir mágicamente la puerta y que todo esté bien!—  ¿estás seguro de que estas bien? Estás… diferente. No te esfuerces mucho si no estas cómodo aquí. Todos entenderán si quieres tomarte unos días.


—  ¿Qué?


—  sobre el robo que sufriste— ah.


—  debe ser eso, pero estoy bien— obviamente no puedo contarle la verdad. Estoy seguro que no sería difícil convencer a Fabien sobre lo que está pasando pero ¿no es siempre una mala idea contarles cosas como estas a otros? Veo muchas películas, si, y también es de sentido común. Aun no sé qué es lo que pasara— iré a comer a tu casa el fin de semana ¿Qué te parece? Si no tienen planes. Me encanta el balcón que tiene tu departamento para comer.  


—  es una buena idea— hablamos un poco más hasta que escuchamos el claxon de un auto— Gabriela ¿quieres que te llevemos?


—  eso sería estupendo— los dos toman sus cosas, los acompaño a la entrada y apenas me despido, regreso corriendo. La mujer está mirándome, pero ahora respira agitada. Me siento como un secuestrador.


—  ¿estas mejor?


—  no. Puedo sentirlo, otra vez—  ¿Esta gruñendo?


—  si te transformas de nuevo tus heridas van a abrirse otra vez—  ¿Por qué estuve pensando que era mejor que volviera a ser un animal? No es mejor, y no creo que me escuche— Rita, escúchame ¿Dónde vives? ¿Tú casa está cerca de aquí?


—  no… no sé dónde estoy. Rento… casa de estudiantes.


—  mierda… entonces, estudias ¿Qué es lo que estudias? ¿Cuántos años tienes?—  otro gruñido— Rita. No es tan difícil, sé que sabes eso ¿tienes alguna comida favorita? Yo apenas tengo tiempo para comer, no soy especial con lo que como, pero me gustan mucho los pasteles de chocolate.


—  leyes. Estudio leyes— balbucea una dirección que no ubico muy bien, pero debe ser su domicilio—   me queda un año. Tan solo… la fiesta de graduación. Cocinar, yo cocino. Se me da bien. Pero odio las verduras. Y la playa, me gusta la playa— la dejo hablando, porque parece que se ha calmado un poco. Busco en la mesa hasta que doy con el sedante. No estoy seguro de que deba usarlo más, pero si ella es una mujer lobo no le hará mucho daño. Por favor, que sea verdad eso, que sea verdad. No nota que busco su mano, aunque es difícil entre los barrotes, pero finalmente la alcanzo e inyecto un poco. He usado la cantidad más pequeña en caso de que siendo humana pase algo. Solo la voy a adormecer.


—  necesita a Rowan— ay, maldición. Termino tirando algunas cosas en mi prisa por voltear. La otra mujer está de pie en la entrada, mirándonos. Trae puesta una de mis camisas, le queda larga y apenas le cubre lo que sea que se haya puesto por pantalones— no controla su transformación, si no hacemos algo volverá a convertirse y atacara a cualquiera. 


—  oh… ¿tú no puedes ayudarla?—  ella niega con la cabeza. Rita se ha quedado callada, pero la escucho respirar con muchísima más tranquilidad— pero…


—  Rowan vendrá. Lo has hecho muy bien— me sonríe, yo no puedo devolverle la sonrisa— soy Kalila— inclino la cabeza para darle a entender que la escuche. Creo que Rita no morirá ya, aunque está muy herida y debería comenzar a comer pronto, sería más sencillo si volviera a ser una loba. Le doy un último vistazo a Rita, no parece que se vaya a convertir de nuevo y estará adormilada un rato. Camino hasta el escritorio de Gabriela y dejo caer la cabeza. Abro los ojos al escuchar ruido, me quede dormido y no lo note. No puedo aguantarme un bostezo.  Kalila está sentada y con ropa nueva, junto al hombre rubio.  


—  ¿Rita?


—  Rowan esta con ella— ya casi ni me importa, he estado tan asustado estos días que ya no puedo sentir más miedo. El hombre rubio me mira un largo rato, me pone incómodo. Todo esta tan silencioso que podemos escuchar los pasos de Rowan cuando viene.


—  voy a sacarla de allí— no le dice a nadie en particular, pero yo tengo la llave del candado. Se la paso, porque no quiero abrir yo la puerta de esa jaula. Rita esta vestida cuando aparece con Rowan. Aun se ve muy mal.


—  Deben vigilarle bien, si se pone mal podría requerir una trasfusión sanguínea… tiene que comer, y tener líquidos— ah, me siento ridículo hablando así— si pierde el conocimiento deben venir de inmediato. Y no tiene que hacer esfuerzos. Si pudieran cargarla…


—  Baruch la llevara. Llévenla con los otros, Kalila ¿puedes encargarte de que no se salga de control?—  la chica mueve la cabeza. Yo me siento un poco mareado, y quizá por eso no noto que los únicos que se van son el hombre rubio, Baruch,  con Rita y Kalila.


—  ¿Qué pasara con ella?


—  intentaremos integrarla—  ¿integrarla? ¿Cómo un centro de rehabilitación? Oh, ya entendí— no nos hemos presentado adecuadamente, soy Rowan.


—  lo se… bueno, no dejaron de preguntarme por ti aquella vez. Y debes saber mi nombre también— Rowan sonríe. Sonríe bastante, si no mal recuerdo—  ¿eso ha sido todo? ¿Ella no va a intentar comerme o a alguien más?


—  no debería. Si no puede adaptarse…— su sonrisa desaparece, y comprendo cómo terminara esa frase aunque él no la termine.


—  ella tiene familia, estudia leyes y tiene compañeros de piso ¿era necesario hacerle eso? ¿Por qué la convertiste? Espera ¿¡Lo harás conmigo también!? ¿Por eso me dejaron ver y hacer todo eso?—  el pánico vuelve. 


—  ¿Qué? ¡No! ya te dije que tener un recién convertido es difícil. No pensaba quedarme con ella pero no hay otra opción, es peligroso dejarla sola. Yo no lo hice. Ni nadie de los demás— casi suspiro.


—  alguien debió hacerlo, si tu no lo hiciste.    


—  eres listo, doc. Si, alguien lo hizo pero no sabemos quién. Nunca podemos saberlo. Tenemos este problema y las otras manadas piensan que somos nosotros—  ¿otras manadas? ¿Más?—  por eso te llevaron esa vez, solo querían hablar conmigo sobre eso.


—  no era una charla amistosa. Como sea, termino ¿no? todo está bien ahora— él hace un gesto, medio sonrisa medio dudando—  ¿Qué? juro que no diré nada.


—  sé que no lo harás, Kalila estuvo aquí y me dijo que tus compañeros no parecían saber y estuviste ocultando a la mujer— pues sí, tenía a una mujer encerrada en una jaula, no iba estar presumiendo por eso— deberías tener un poco de cuidado un tiempo, estar por aquí podría atraer a otros.


—  ¿Qué?—  mi voz es un chillido.


—  no es seguro, nunca sabemos dónde van a aparecer, solo es una advertencia pequeña, no tienes que temer. Estaré pendiente de que no pase nada por aquí, pero no te pongas en riesgo innecesariamente. 


—  ustedes me ponen en riesgo innecesariamente— suspiro— no quería decirlo así. Me pone muy nervioso todo eso. Siento que en cualquier momento tendré una crisis de ansiedad o que se yo. Gracias por salvarme anoche. Y la otra vez.


—  gracias a ti por ayudar a Beau y a la mujer. No tenías que hacerlo y aun así lo hiciste.


—  solo hice lo que debía— él sonríe otra vez.


—  también nosotros. Bien, entonces… me voy. No salgas a menos que seamos nosotros— dice, saliendo. Me quedo mirando la puerta


—  pero como voy a reconocer…— ah, olvídalo. No es que vaya a salir en la noche otra vez aunque alguien llame pidiendo ayuda. Aprendí la lección.

Notas finales:

Espero que les guste, el próximo capitulo estara el 4 de septiembre, Gracias por leer!!


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