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Benjamín. Tomo 1 y 2 (Traducción finalizada) por yuniwalker

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Benjamín se quedó en la habitación, mirando para el techo. Quería irse, pero no tenía el dinero suficiente como para mudarse de inmediato y además, también entendía que llevaba mucho tiempo establecerse en una nueva ciudad.
Aún así, incluso con tantos peligros existentes y complicaciones, la verdad es que no podía soportar estar en este tipo de situación ni por otro segundo. Originalmente había llevado una vida bastante mala, pero estos días parecía que todo estaba en su máximo apogeo.

Al principio no tenía la confianza suficiente como para seguir viviendo, pero pensó que podría salir adelante si simplemente continuaba buscando un poco más. ¿Y a dónde lo estaba llevando esa convicción exactamente?

Después de enojarse, comer y vomitar, estaba tan cansado como para ponerse a pelear de nuevo.

"Ya regresé."

"¿Para qué?"

"¿Ya lo olvidaste? Hoy soy tu cliente".

Cuando llegó según lo prometido, Benjamín pareció estar aceptando completamente su presencia.

El hombre era ese tipo de persona que lo trataba siempre como a un prostituto. Tanto que, incluso escuchar la palabra "cliente" provenir de sus labios le hacía poner los ojos automáticamente en blanco. No podía decir que fuera "agresivo"... Pero el hombre lo había llamado con palabras que no deseaba escuchar. Y cuando lo hacía, terminaba llorando.

"Mamá, ¿Sigues intentando mentir?"

Su pene perforó la parte inferior de su cuerpo de una sola vez. Benjamin se tapó la boca cuando notó que estaba a punto de ponerse a gritar. Sin embargo, mientras hacía una mueca y soportaba el dolor, escuchó una risa provenir desde arriba:

"Estoy seguro de que entiendes que soy tu hijo. Lo sé porque ni siquiera parece que intentes escapar."

 Ummm ! ¡Ay!"

"¿Por qué sigues tapándote la boca en lugar de gritar?" El hombre se inclinó, y apartó rápidamente el cabello de Benjamin de la piel mojada de su mejilla. Cuando el rostro lleno de lágrimas de dolor comenzó a aparecer ante sus ojos, bajó la cabeza y presionó esta vez los labios contra su frente: "¿Por qué te sorprendió tanto ver la herida en mi hombro? ¿Sabes algo sobre eso?"

"Ah... Yo..."

Benjamin negó con la cabeza de inmediato. Todavía estaba tapándose la boca por lo que no podía contestar de una manera adecuada. Sin embargo, era cierto que su mirada estaba completamente clavada en el hombro del hombre que lo agredió por lo que el tipo pareció sonreír ante eso.

"¿Tu hijo tiene razón?"

"¡No eres mi hijo!"

"¿Por qué finges no saber que me tuviste?"

Mientras decía esas palabras, el hombre empujó su pene aún más profundo dentro de Benjamín. Él no tuvo más remedio que cubrirse la boca:

"¿Es... Porque mis ojos son del mismo color que los del hombre que te violó, mamá?"

"¡Cállate!"

"¿Me parezco al hombre que te lastimó? Sé... Que durante años, incluso si le rogaste que te dejara, no lo hizo nunca."

Los ojos de Benjamin se agrandaron ante esas palabras. Y mirando las pupilas verdes que se habían vuelto muy similares a los de un gato asustado, el hombre se rió. 

"¿Me equivoco?"

Benjamin jadeó y volvió la cabeza hacia otro lado, pero la parte inferior de sus cuerpos todavía parecían estar bien conectadas entre si. Tan pronto como apartó la mirada, los genitales que lo habían estado apuñalando en una sola dirección parecieron volverse violentamente hacia otro rumbo para ocasionar una inserción todavía más dolorosa.

Sacudiendo su cuerpo, el hombre sonrió y movió la espalda.

"¿Qué pasa? ¿Ya no dices nada? No te preocupes tanto. Lo disfrutarás pronto".

"¡Oh! ¡Alto!"

"Ha sido así antes. Al principio dijiste que no te gustaba, pero luego ya estabas sacudiendo el trasero porque estabas muy feliz".

Benjamin movió la cabeza de inmediato. Negando por las frases tan vulgares que pasaban por sus oídos. Le vinieron a la mente recuerdos que quería olvidar definitivamente, pero que el hombre encima de él pareció querer seguir trayendo a flote. El tipo le dio unas palmaditas en la cintura y cuando empujó suavemente una vez más, el interior que ya se había aflojado de manera diferente a la de hace un momento pareció comenzar a succionar.

"¡Ah! Allí no ¡Ay!"

"¿Es el lugar favorito de mi madre?"

"¡Ah! No, no. Detente."

"Sé que te gustó cuando presioné aquí hace un momento. También cuando entré profundo. Te pusiste tan feliz que me buscaste".

Mientras Benjamín lloraba y temblaba con fuerza, el hombre pareció volver a presionar fuertemente dentro de él para penetrarlo de una manera más estable pero también muchísimo más profunda. Benjamin se estremeció de nuevo y se cerró la boca por tercera vez. Sin embargo, un coro mezclado por sonidos nasales y jadeos desesperados se filtró por sus labios.

"Ah, ah, ah, ah..."

"¿Ves? Te gusta."

El hombre sonrió y se inclinó como si supiera que esto era algo que pasaría desde el inicio.

Su trozo de carne entró precipitadamente. 

Benjamin torció su cuerpo ante la sensación de estarle barriendo la pared interior hasta mojarlo e incluso en ese momento, sintió como si su pene estuviera saliendo por la cicatriz de su vientre. La pared interior se le llenó, la cadera se le abrió y al momento en que bajó la cabeza, desconcertado por la sensación de soltura, su propio pene pareció liberarse con un estallido de dolor:

 Aahh !"

Benjamin se estremeció con fuerza y gritó de una manera un tanto escandalosa. A diferencia de hace un momento, su voz estaba tan excitada que el hombre frente a él comenzó a reír.

"¿Se siente bien?"

"No me gusta... ¡Ah! De verdad no..."

Antes de que pudiera terminar de responder, el hombre volvió a hundirse profundamente dentro de él de la misma manera salvaje y fuerte. Benjamin sollozó, con una mirada completamente angustiada mientras el pene parecía ponerse a chocar contra sus intestinos.

"Ah, ah, por favor... ¡Ah! ¡Alto!"

"Pero si me estás chupando tan bien".

Aunque Benjamin volvió a negar con la cabeza, debajo, como decía, su ano había comenzado a chuparle el pene tan desesperadamente que pareció como si lo hubiera estado pidiendo desde el principio. Ya estaba acostumbrado a recibir a un hombre después de todo, así que el tipo se atrevió a señalarlo:

"Estoy tan feliz de que mi verga entrara dentro de mi madre".

"No hables, ya no hables ¡Ahhh!"

Cuando golpeaba su interior, su pared interior se alegraba y temblaba tanto que parecía una locura ¡Estaba siendo violado por un hombre que decía ser su hijo!

Benjamin se sacudió violentamente ante el comportamiento cada vez más agresivo de su acompañante así que, sin tener más remedio, dejó caer la cabeza hacia un lado de la cama y suspiró. La piel blanca y dura del hombre tenía una cicatriz increíblemente fea encima. Los ojos de Benjamin comenzaron a nublarse por lo que al parecer, había sido alguna vez una puñalada profunda.

"Concéntrate mamá."

El hombre le agarró de la barbilla para hacer que lo mirara a la cara. Sus ojos lo inspeccionaban tan profundamente que Benjamín se asustó y trató de evitarlo a toda costa, pero ya que lo estaba perforando por debajo y que tenía las piernas bien abiertas para él, pareció tan imposible que Benjamin soltó un fuerte gemido de frustración en su lugar.

"¡Aaah! ¡Ya no!"

Sin embargo, el hombre estaba hurgando tan tenazmente en su interior que no podía escucharlo. El sujeto era rudo y poderoso así que, cada vez que entraba y salía, se escuchaba un fuerte chirrido que hacía que hasta sus entrañas se estremecieran. Era un instinto inevitable. Su pared interior, a diferencia de otros hombres, era propensa a mojarse y a abrirse para recibirlo.

Y al hombre le gustaba mucho que fuera así.

"Tu interior está tan caliente y húmedo".

"¡Ah!"

"Incluso si entro solo un poco, se moja tan rápidamente que hasta parece un tanto irreal. Es como si hubieras nacido para recibir a los hombres ."

"Oye, no lo hagas. Ya no lo hagas ¡Ah!"

"Dices que no te gusta, pero estás apretando. Tan mojado y tan rico..."

"Ah… ¡Ya por favor! ¡Umm! Vas demasiado profundo, ¡Aah!"

"¿Es buena la verga de tu hijo?"

El hombre golpeó su húmeda pared interior como para mostrarle su punto. La sensación de que su interior ya estaba muy abierto hizo que Benjamín se aferrara de inmediato al tipo que lo atacó:

"Ah, Aster. Aster, detente..."

Sus ojos borrosos ahora estaban desenfocados. Temblaba y jadeaba para intentar tener oxígeno que respirar y los dedos de sus pies, que se habían contraido hasta el extremo, estaban agitados y en garra. Parecía que estaba perdiendo la cabeza por el continuo placer que le hacía tener. El hombre sonrió alegremente, como si hubiera esperado que lo llamara desde que empezó.

"Por favor mamá, da a luz a tus nietos."

Tan pronto como terminaron sus palabras, el pene de Aster volvió a entrar en él de tal manera que Benjamin se desvaneció.


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