Calix estaba muy enojado.
Cuando se bajó del avión, Aster ya estaba esperando por él para revisarlo y de hecho hasta podía decir que lo trató de una manera muy, muy grosera. Poco después, frente a sus sirvientes, él y su hermano se pelearon con palabras terribles y hasta un tanto ofensivas. La habitación de Calix también fue revisada, pero Benjamin no se encontraba por ningún lugar. Aster sin embargo, sin darle una oración de disculpa o dirigirle la palabra, simplemente decidió encerrarse en el estudio y dejar que hiciera lo que quisiera hacer. Pareció trabajar de cerca con los guardaespaldas de la empresa y contrató mercenarios que pudieran buscar en todos los bosques cercanos. Sin embargo, no pudo encontrar a Benjamin. Calix explicó todo esto, diciendo que todo sucedió mientras se escondía.
"Vámonos ya. Pero tenemos que tener cuidado".
"¿Cómo salgo?"
"Vas a salir en esa maleta".
Calix señaló la maleta más grande entre el equipaje, algo que había dejado en la esquina de la habitación. Definitivante podía entrar si se abrazaba las rodillas, pero se preguntaba si estaría bien o si al menos sería seguro.
"¿Y si registra tu equipaje?"
"¿Crees que sea capaz de empezar un alboroto de nuevo solo para revisar mi equipaje? En ese caso, pelearía con él y llamaría a todos mis sirvientes. Fuera como fuera, no pasaría nada importante así que no te tienes que preocupar."
Calix respondió con firmeza, pero Benjamín no estaba del todo convencido. En realidad, sus ojos estaban llenos de una preocupación que parecía completamente increíble. Calix le dio una palmadita en el hombro.
"No te preocupes. Ya revisó mi habitación y toda la mansión. Anoche, todas mis pertenencias estaban en el suelo. ¡Fue un caos! Revisó todo, desde el armario hasta debajo de la cama. Incluso apuñaló mi colchón para ver en su interior."
"¿Entró al pasaje secreto?"
"Obviamente, pero no conoce la entrada de la cabaña. ¡Deberías haber visto a Aster salir de allí! Estaba cubierto de polvo, arañas y tierra. Además, ayer, buscó en todos los rincones del jardín y todavía hoy, está afuera buscándote en el bosque. Es un tonto."
Calix se echó a reír.
Aster había estado buscando en la mansión y sus alrededores cuando Benjamin desapareció. Estuvo vagando por los pasajes estrechos todo el día, en ese espacio oscuro, largo y terriblemente frío. Benjamín se sorprendió por eso. El sitio era tan grande que podía caminar y caminar y todavía existiría mucho campo que recorrer. Seguro estaba loco y enojado. Sucio... Cuando lo pensó, la expresión de Benjamin se puso seria. Estaba decidido a dejar de lado a Aster, pero no quería que se sintiera infeliz. Tampoco deseaba que le pasara nada. Al pensar en todo lo que debería estar sintiendo, Benjamín se deprimió también. Calix de repente dejó la risa.
"¿Estás bien, Benjamín?"
"Ah, sí. Es solo que estoy un poco cansado".
De hecho, todavía se encontraban en la habitación de Calix, por lo que estaba más ansioso que al estar en la cabaña. Es decir, era espacioso y lujoso, pero no sabía cuándo podría entrar Aster o alguno de los sirvientes. Calix dijo que ahora todo estaba bien, que no tenía que preocuparse y lo abrazó como para entregarle algo de confianza. Sin embargo, eso solo le hizo sentir aún más emocional. El lugar al que llegó para escapar de su hijo era la habitación de su otro hijo. Como padre, se sintió tan patético que pensó que iba llorar.
Después de eso, se lavó en el baño de Calix y comió con él. Los criados habían enviado generosas cantidades de alimento para el ofendido Calix, suficiente para que lo disfrutaran los dos. Es decir, para Benjamin era suficiente, pero para el joven, que tenía un buen físico y hacía ejercicio con regularidad, esa comida no debió ser nada. Dijo que comía mucho para intentar tener más masa corporal, por lo que no sospecharían si no dejaba nada. Benjamin odiaba el olor a mantequilla así que arqueó.
"... ¿Dónde estás herido? ¿Te duele algo?"
"No. Estoy nervioso y cansado..."
"Vaya. Me gustaría que durmieras en la cama, pero, por si acaso... Ve al armario y descansa allí. Aster podría llegar de repente, lo siento".
"Está bien. El armario de esta habitación es mucho más lujoso que la casa en la que solía vivir".
Lo llamaba "armario", pero era tan grande como la habitación de Aster. Es más, había tanto espacio como para quedarse a vivir allí eternamente.
Cuando se acomodó, sobre una manta, Benjamin comenzó a acariciar su vientre.
Cuando llegó la mañana siguiente, se duchó y comenzó a desayunar con Calix. Después de eso, volvió al armario y quitó la manta. Eliminó las huellas que lo pudieran delatar y esperó dentro hasta que su hijo le anunció el momento de su partida.
Al cabo de un tiempo, llamó a Benjamín. Había demasiadas maletas en el dormitorio porque no era de extrañar que tuviera muchas pertenencias y además, había dicho que estaba tan enojado con Aster que nunca iba a regresar. O al menos, no en este año.
"Yo me llevaré la bolsa en la que estás porque si lo hace otro sirviente, notará enseguida que es muy pesado".
"Muchísimas gracias, Calix".
"Ya me han enviado el permiso para aterrizar. He llamado al sirviente así que, podemos irnos ahora".
Benjamin entró en la maleta de la que habían estado hablando. Fue incómodo, pero pudo doblar su cuerpo a la perfección para no levantar sospechas. Se alegraba de no ser tan grande en primer lugar.
Mientras contenía la respiración por dentro, escuchó los pasos de varias personas y luego, la voz de Calix pidiendo ayuda para mover su equipaje. Podía sentir la forma en la que se lo estaba llevando.
Benjamin, incluso cuando temblaba, tomó fuerza y se puso muy duro para evitar que su cuerpo se moviera sin control. Luego, escuchó la voz de Calix quejándose desde arriba:
"¡Aster está loco! No puedo quedarme con alguien así."
"Es verdad que el maestro fue un poco descortés con usted. Sin embargo, si el señorito se va ahora, será un verdadero problema después. Debería apoyarlo."
Probablemente era el sirviente de Calix.
"Deje eso por allí y regrese a su cuarto, piénselo un poco más."
"No, estoy harto. Me voy a ir de vacaciones al resort de mi padre y luego directamente a Central. Es posible que no nos veamos durante años".
"Oh mi señor. Debe dejar atrás el enojo. El joven Aster estaba pasando por un mal momento."
El sirviente consoló a Calix, pero Calix respondió como si hubiera tomado una decisión final. Por supuesto, Benjamin volvió a sentir pena porque pareció que se habían distanciado.
Sin embargo, mientras estaba deprimido, la sensación en el suelo cambió. Se sintió moverse y luego, escuchó el sonido distintivo de cuando entraba en el ascensor. Era un castillo antiguo, pero durante la remodelación también construyeron este cubículo. Benjamin lo sabía, pero no le tomaba importancia porque usualmente utilizaba las escaleras.
Después de eso, volvió a sentir que rodaba y también que se estaba resbalando. Sintió como si estuviera yendo sobre un piso duro y luego, oficialmente dejó la mansión y se dirigió al lugar donde abordarían su avión. Calix hablaba a menudo con sus sirvientes, luego gruñía y decía cosas como: "Te lo encargo."
Como era un avión privado, no había un maletero separado, por lo que las maletas se apilaban en un cuarto de la entrada. Benjamin estaba perplejo, pero se forzó a permanecer lo más tranquilo posible. Afortunadamente, la maleta seguía estando de pie.
"Tu hermano te ha permitido irte." Dijo una nueva voz "Pero ¿Realmente no vas a decirle adiós?"
"Aster está completamente loco. Tú lo viste. No quiero hablar con él, al menos por un tiempo".
"Entonces, ten cuidado. Joven maestro, espero pueda volver antes de lo que dice."
"Hasta luego. Hoy fue difícil".
"Lo voy a extrañar."
La voz brillante del sirviente se desvaneció gradualmente así que Benjamín dejó escapar el pequeño suspiro que había estado conteniendo. Pronto se escuchó un sonido ahogado y después, comenzó a salir un ruido muy fuerte. Estaba claro que se estaba preparando para el despegue e incluso sintió que su cuerpo comenzaba a inclinarse por completo para atrás. Benjamin ahogó un grito en medio de la conmoción, luego cerró los ojos y, al cabo de unas dos horas, llegó hasta algún lugar...
Esta vez estaba acostado de lado.
El suelo siguió traqueteando y el cuerpo dentro de la maleta tembló. Benjamin se sintió entumecido por todos lados y cuando estaba a punto de quejarse, escuchó que se abría la puerta y a la vez, la tapa de la maleta.
"Gracias por tu esfuerzo."
Una luz brillante se derramó junto con una bocanada de aire limpio. Fue entonces cuando Benjamín, que estaba encerrado en un lugar oscuro, sintió que finalmente le regresaba el aliento. Estaban en un garaje. Había coches que parecían caros y Calix, con ropa nueva, estaba arrastrando a Benjamin en un carrito para llevarlo al edificio que estaba conectado a ese lugar. Era muy espacioso y cómodo por dentro así que Benjamin abrió completamente la boca sin darse cuenta:
"Oh, Dios mío… "
Lo que vio ante sus ojos fue el interminable mar azul. Además, estaba repleto de palmeras y bungalows.
"Vine al resort porque pensé que sería mejor ir lo más lejos posible. ¿Es esta tu primera vez aquí?"
"Sí pero he... He oído sobre esto."
Esta era una isla de ensueño para los ricos que vivían en la ciudad. Solo se podía llegar en avión así que los pobres no podrían ni imaginar un solo pie allí.
"Es el resort de mi padre, pero esta es la cabaña de un amigo. Nadie vendrá por un tiempo así que, tómatelo con calma durante unos días".
"Sí. Muchas gracias, Calix".
"Sufriste mucho por Aster. Ahora estás decidiendo lentamente una nueva dirección". Calix fue a la cocina, sacó dos bebidas frías de la nevera y abrió la tapa. Le entregó uno a Benjamin y sonrió: "Salud por tu nuevo futuro".
Era una expresión refrescante que parecía no tener preocupaciones ni ansiedades. Era diferente de Aster. Miró a su hijo, brillantemente hermoso, y sonrió como si estuviera a punto de llorar.