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Cosecha de cerezas, tomo 1 y 2 (Traducción finalizada) por yuniwalker

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Acostó al niño en la cama, apoyando la cabeza en el hombro de su hermano mientras que las yemas de sus dedos comenzaban a jugar con su trasero. Los fluidos habían comenzado a gotear sobre sus manos así que Hee-seo solo atinó a apretar un poco más las piernas. 

Cuando la verga de su hermano tocó su trasero, Heeseo movió los brazos por las sábanas sin saber exactamente qué hacer.

"¡Ah!"

"¿Cuándo te mojaste tanto, Heeseo? Si acabo de darte un baño hace un momento..."

"Desde que estábamos en la tina..."

"¿En serio lo haces tan rápido? Mamá, ¿Tienes permitido ser tan travieso incluso aunque el bebé pueda enterarse?"

"Oye, no digas eso del bebé."

Hee-gyeom soltó una carcajada.

El hermano mayor había comenzado a frotar suavemente el pequeño cuerpo de su hermano y a presionar los lugares húmedos utilizando toda su verga. Y después de deslizarse unas cuantas veces entre su piel y sus apretados pliegues, pronto explotó en la habitación un sonido bastante parecido al "chapoteo del agua". Hee-seo comenzó a murmurar un montón de palabras incomprensibles pero Hee-gyeom, todavía sosteniendo a su hermano menor, estaba lo suficientemente ocupado en meterse dentro de él como para reparar en ello. El agua que se había estado acumulando dentro de su vagina, se filtró de una sola vez.

"Ah, ah..."

Su hermanito abrazó con fuerza el brazo de Hee-gyeom mientras lloraba.

Gyeom había dejado de insertarse a la fuerza y en su lugar besó y chupó la parte blanca de su cuello. Había tenido mucho cuidado a la hora de manipularlo porque estaba embarazado y la vagina que apenas se estaba adaptando a estos cambios seguramente se llenaría antes de completar la inserción. De hecho, la sensación de éxtasis que no había sentido en meses estaba muy lejos de saciarse, pero no podía moverse como lo necesitaba. Hee-gyeom estaba prestando mucha atención para que la inserción no se hiciera tan profunda, incluso cuando la excitación ya estaba en la punta de su cabeza.

Heeseo, que estaba jadeando, lo miró con un montón de lágrimas brotando de sus pequeños ojos: "Oye, ¿Por qué no te metes más? Hazlo más profundo. Hazlo más fuerte."

La razón a la que se había aferrado todo este tiempo finalmente estaba rota. Hee-gyeom empujó su verga hasta el fondo sin detenerse a pensarlo y clavó las uñas en el antebrazo de Hee-seo:

"¡Ah, ah!"

Con la cabeza inclinada hacia abajo, Heeseo tembló con una fuerza completamente anormal. Su vagina, que ya había alcanzado su propio clímax, se contrajo y se tensó y Hee-gyeom aprovechó entonces este momento para abrazar nuevamente a su hermanito. Había intentado no caer en la tentación de cavar hasta hacer que elevara la cintura, pero definitivamente no había tenido suerte en conseguirlo. Estaba atrapado, sudoroso y sin la más mínima oportunidad de dar marcha atrás.

"¿Deberíamos parar e ir a dormir?"

"No, no... Todavía no estoy satisfecho..."

Hee-seo entrecerró los ojos como si todavía estuviera metido en una neblina que no lo dejaba respirar. Hee-gyeom sonrió y volvió a preguntar si necesitaba un descanso, porque su hermanito menor era tan lindo como para hacer lo que fuera por él. Incluso si parecía imposible:

"¿Páramos?"

"No ¡No! Solo ponlo. Ponlo dentro de mi. ¡Frota mi cuerpo con él!"

"Si eres codicioso, vas a hacerte daño."

"No soy codicioso... Es solo que yo... ¡Ah!"

Hee-gyeom, que molestaba a su hermano menor con palabras sobre detenerse aún y cuando no tenía la intención de hacerlo, empujó lentamente su verga hasta que la vagina apretada del niño se abrió para ofrecerle un disparo de agua. La sensación de estar entrelazado con la pared interior caliente y húmeda de su hermanito fue completamente asombrosa así que incluso comenzó a preguntarse cómo era que había aguantado algo como eso hasta ahora. Hee-gyeom se tragó un suspiro que estaba a punto de estallar en algo parecido a un grito.

"Ah, hermano..."

"Ah, Heeseo."

La inserción no era muy profunda cuando estaban de lado. Ni siquiera podía penetrarlo tanto como lo deseaba por miedo a hacerle daño al bebé. Era angustioso y un poco cansado intentar tener cuidado de no soltar los lazos de la razón más de la cuenta. Y Hee-seo, sin darse cuenta de los problemas internos de su hermano, solo estaba dejando que su propia hambre se descontrolara tanto como le fuera posible.

"Ah, ah, ah, hermano. Ah, es tan bueno... Me encanta, me encanta que metas tu pene dentro de mi"

"El bebé está escuchando, ¿Está bien usar palabras tan obscenas?"

"Deja de intentar... Utilizar al bebé para burlarte de mi"

Los dedos de sus pies se curvaron.  Pensando que el bebé en su útero lo estaba escuchando a él y a las palabras sucias de su hermano, tuvo miedo de emitir un nuevo sonido que se escuchara todavía peor. Era una idea en la que odiaba pensar, pero que Gyeom puso casualmente en su boca para burlarse de él utilizándola.

Hee-seo, que estaba conteniendo la respiración mientras se mordía el labio inferior, finalmente estalló de nuevo: "Ah, no quiero.... No quiero que mi bebé lo escuché."

"Ah, ¿Tanto te preocupa que el bebé escuche a mamá y a papá tener sexo?"

"Ah, espera ¡Espera!"

Hee-seo sintió que sus ojos estaban dando vueltas debido a que su hermano mayor estaba presionando en un lugar completamente agradable. No podía controlar la sensación de flotar o de derretirse en sus manos, así que, por supuesto, no puedo controlar el sonido que salió de su boca. Tampoco podía morderse porque su hermano sostenía sus brazos con fuerza hacia los lados. El bebé no debería de escuchar pero, mientras pensaba así, Hee-seo soltó un grito que sonó honestamente desgarrador.

"Ah, ah, ah, ah."

Cuanto más se esforzaba Hee-seo por contener sus gritos, más estimulaba Hee-gyeom su capacidad sexual.

Movió su cintura lentamente mientras pasaba sus labios por el escote blanco de su hermano, entendiendo con exactitud dónde le gustaba a Hee-seo y de qué manera le hacía sentir bien. Cuando frotaba la parte blanda de su cuerpo con su punta, Heeseo gritaba o provocaba ruidos que salían al aire incluso con los labios cerrados.

"Ah, ah, de nuevo... Ah. Una vez más..."

"¿Quieres que lo haga de nuevo?"

"Ah, sí... Yo quiero... Hermano, continúa metiendo tu pene. Allí, quiero tu pene justo allí. ¡Ah!"

"El bebé está escuchando ¿Sabes eso? ¿Qué va a pasar si sigues utilizando palabras tan obscenas?"

Hee-seo apretó el interior de su cuerpo mientras murmuraba, y buscaba a tientas un lugar desconocido de su cuerpo.

"Es porque soy una mamá traviesa."

Hee-seo sollozó de repente, como si estuviera muy avergonzado por eso, incluso mientras coqueteaba en la oscuridad y se permitía seguir la corriente. Hee-gyeom se echó a reír. Suavemente, comenzó a morder el lóbulo de la oreja de Heeseo con los dientes y apuñaló tenazmente la parte que lo volvía tan loco. Hee-seo no sabía qué hacer o para donde moverse, así que solo se quedó muy quietecito. Podía sentir la impaciencia antes del clímax así como la extraña urgencia justo antes de la eyaculación. Las lágrimas corrieron por sus mejillas mientras gritaba:

"Ahhh… Hermano, hermano espera. Tengo que ir al baño."

"¿Estás listo para tomar un descanso?"

Hee-seo rápidamente asintió con la cabeza. A medida que la casita del bebé crecía, le oprimía la vejiga y le hacía doler la cadera también, por lo que últimamente Hee-seo iba y venía del baño varias veces. No esperaba que también afectara al sexo, así que su cara excitada también se llenó de un montón de vergüenza. Pareció descabellado que Hee-seo pudiera contener la orina estando tan embarazado así que Hee-gyeom solo bajó la mano que tocaba su estómago y agarró su pene erecto.

Y mientras lo estaba haciendo, la bata comenzó a mojarse como si su uretra estuviera abriéndose de pronto.

"Ah, hermano ¡Realmente necesito ir al baño! No me toques, yo ya...."

"Está bien. Puedes descansar."

"No, no. Aquí no. Aquí ¡Ah!"

Su pene penetró a través de la vagina caliente y apretada del niño. Los ojos de Hee-seo brillaron intensamente como si ya no le interesara orinar y luego Hee-seo sollozó y lloró por el clímax que se acercaba hasta su punto más alto. Un escalofrío vertiginoso recorrió su cuerpo.

"¡Hermano!"

Trató de forzar la parte inferior de su abdomen y contener la orina, pero fue en vano. Hee-seo cayó en un clímax poderoso en el momento justo en que se dio cuenta de que había comenzado a mojar la mano de su hermano. Por supuesto, el placer de aliviar las ganas de orinar y el placer de aliviar la sensación sexual de hace semanas comenzaron a entrelazarse hasta que su cuerpecito se estremeció. Fue la culminación perfecta para unos meses sin tener nada.

Hee-seo, que había estado confuso mientras rociaban semen en su trasero y limpiaban su frente húmedo a la vez, comenzó a llorar después de un rato:

"Ah, hermano. Hermano. Hermano..."

"¿Por qué lloras? ¿Qué es lo que te hizo sentir mal, Heeseo?"

Hee-seo hipó tristemente ante su amistosa pregunta.

"Ahora soy madre y...  Um, ni siquiera puedo controlar mi orina. ¿Qué clase de persona soy? El bebé va a... Avergonzarse de mi."

Hee-gyeom se vio obligado a abrazar a Hee-seo, porque después de todo había sido culpa suya que no pudiera entrar al baño. Sin embargo, al parecer el objeto de su resentimiento fue completamente equivocado porque Hee-seo se estaba culpando a si mismo. Gyeom se acercó cariñosamente a Hee-gyeom, beso sus mejillas y orejas y acarició suavemente su vientre hinchado hasta que Heeseo pareció dejar de llorar.

Hee-seo, que todavía estaba tratando de fingir ser una madre perfecta, fue consolado por alguien que todavía lo miraba como si fuera su hermano menor.

"Lo mantendré en secreto. El bebé no va a enterarse de lo que pasó aquí."

"¿De verdad…? No te burles de mi más tarde porque si no..."

"No me burlaré de ti, mi amor. Es una promesa ¿De acuerdo?"

Heeseo suspiró y le tendió la mano.  Hee-gyeom hizo entonces una promesa con él, utilizando su dedo meñique y un par de palabras amistosas.

"Ah, espera."

En ese momento, su estómago hinchado comenzó a retorcerse con fuerza. Hee-seo, que todavía no estaba del todo familiarizado con el movimiento fetal, se sobresaltó por las patadas del bebé hasta un punto en que incluso tembló. Hee-gyeom le dio unas palmaditas a su sorprendido hermanito.

"Veo que el bebé está enojado. Quiere dormir y no dejamos de hacer ruido. Mamá, ¿Te vas a dormir con hyung y con el niño?

En estos días, mientras le leía libros a Heeseo, su voz había aprendido a volverse más suave. Heeseo, que ya había dejado de llorar, asintió levemente con la cabeza y dejó que Hee-gyeom limpiara sus mejillas empapadas de lágrimas hasta que se volvieron de un rojo brillante. Susurró sobre su oído:

"Hoy, te leeré un libro para niños de esos que a Heeseo le gustan tanto".

Pareció estar muy concentrado en elegir la historia que quería contar mientras acariciaba todavía al niño en su estómago. Le avergonzaba la consideración que le mostraba todos los días y le maravillaba que lo tratara de tal manera que su corazón y alma comenzaban a ahogarse. Hee-seo, que no dejaba de imaginarse a su hermano mayor en su papel de padre, estaba muy preocupado de que se convirtiera realmente en un "papá perfecto." Temía que la atención y el afecto que se derramaban sobre él se cortaran cuando naciera el bebé.
Hee-seo se deprimió un poco cuando se dio cuenta de que todavía quería ser tratado como su pequeño hermanito. Deseaba quitarse de encima esa etiqueta, pero no era algo que pudiera olvidar tan fácilmente. Simplemente estaba sintiéndose infantil de estar celoso de un bebé por nacer después de pedirle a su hermano mayor un hijo tan desesperadamente.

"Si te sientes mejor y estás de acuerdo con el plan para hoy, besa a tu hyung, Heeseo."

"..."

Hee-seo cerró los ojos con fuerza y ​​le besó en la mejilla, avergonzado de haber estado pensado en un montón de estupideces segundos atrás. Hee-gyeom agarró entonces al niño y lo besó también en la mejilla, en el puente de la nariz y en sus pequeños labios. Finalmente, el sentimiento de tristeza desapareció hasta dejar solo la sensación de un cosquilleo emocionante.
Hee-seo lo abrazó y se apoyó en su mano para dejar que limpiara suavemente la suciedad de sus fluidos. El hermano mayor seguía siendo la única familia de Heeseo. Y hasta que la familia creciera hasta volverse de 3, Hee-seo decidió que se entregaría por completo a los mimos de su hermano mayor. Su mirada regresó a él mientras tiraba de la mano de Gyeom, que estaba limpiando su entrepierna.

"Hermano...."

"¿Quieres besarme?"

Todavía no había dicho nada, pero al parecer lo había entendido de inmediato. Heeseo parpadeó, abrió los ojos y asintió con la cabeza. Había llorado tanto que había un montón de manchas rojas por todas direcciones y también, estaba lo suficientemente mojado como para adivinar a lo que sabría su piel. Hee-gyeom rió en voz baja, inclinándose y cubriéndole los labios con los suyos. Calientes y completamente suyos.

Fue uno de esos días normales, nada especial.

//Recuerden que este es solo un extra. La continuación de la historia está en el tomo 2//


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