Guió al lobo blanco a una casa en las afueras de la ciudad. Algo que se podía llamar más bien, una choza. Era un lugar feo, pero era barato de alquilar y también resultaba ser increíblemente conveniente cuando quería esconderse de todos los curiosos. Sobre todo, era un lugar ideal para un hombre que tenía la misma fuerza y energía que un lobo.
Elías, ahora en forma de bestia, estaba terriblemente sorprendido de que el hombre corriera tan rápido como él, más aún siendo de noche. David dijo:
"Es una secuela que quedó después de regresar a ser un humano. Espero con ansias ver lo que vas a poder hacer tú después".
El lobo ladró en señal de que estaba de buen humor.
Al regresar, el hombre comió con la bestia y preparó agua limpia para limpiarle el cuerpo.
"Bueno, no tengo un baño como el del palacio. Solo voy a lavarte con el agua del lavabo así que, espero puedas perdonarme si llegas a tener frío".
Cuando vivía con el caballero, recordaba perfectamente que lo bañaba y lo limpiaba con agua muy caliente y en un lugar de verdad hermoso. Esto solo era una cubeta y un cuenco en la tierra.
Al mojarle la cara, el lobo blanco cerró los ojos e hizo que sus orejas se inclinaran por completo para atrás. Las mejillas del hombre se aflojaron involuntariamente ante la apariencia de ese enorme y digno perro blanco:
"No podrás bañarte como lo hacías antes, pero ten paciencia".
"Guau".
Estaba moviendo la cola de un lado para otro así que pareció que los movimientos torpes del hombre con el agua no eran tan terribles para él. Limpió su cuerpo, (fingiendo no ver lo que estaba en su entrepierna), y enjuagó rápidamente hasta llegar al final.
Y cuando fue la hora de que David se bañara, entonces se dio cuenta de que el lobo blanco estaba mirando la situación muy atentamente.
El lobo blanco y el hombre se encogieron un poco de hombros.
"¿Qué? ¿Soy muy raro? Soy un mercenario, así que me conviene ser musculoso. Mis armas son este puño y un hacha de batalla así que es algo normal. Ustedes necesitan de habilidad pero yo necesito ser ancho. El grosor de mi brazo es necesario para sobrevivir en un combate, ya sabes. Aunque tengo que decir que, cuando volví a este cuerpo, lo primero que me sorprendió fue que nada hubiera disminuido o cambiado de lugar".
El hombre se sintió extrañamente avergonzado así que decidió limpiar su cuerpo y cambiar de tema. Pero ahora, de espaldas a él. Sin embargo, cuando comenzó a limpiarse la parte inferior del cuerpo, el lobo blanco saltó repentinamente y gritó:
"¡Guau!"
"¿Qué?"
El hombre estaba desnudo.
Pensó que era una tontería avergonzarse de algo como eso para estas alturas del partido así que había estado actuando como lo hacía de costumbre. Incluso cuando el hombre había sido una bestia demoníaca, el caballero se bañaba junto a él como si fuera lo más normal del mundo. ¿Por qué no habría de hacerlo también?
Hasta pensó que estaba bien porque era imposible que un caballero pudiera ponerse lujurioso con un hombre tan grande y de mediana edad.
Por tanto, el comportamiento del lobo blanco fue inesperado.
"Bueno, tú ¿Qué estás...? ¡Detente! ¿Por qué me estás oliendo así?"
Cuando metió la nariz en su entrepierna y luego pareció cavar más profundo, el lobo estaba tan emocionado que incluso se puso a bufar. Sin embargo, el hombre estaba molesto. No tenía la suficiente estabilidad mental como para aceptar todo lo que había pasado en el día y mucho menos para procesar algo así.
"¿¡Por qué eres así!? ¡Ya no hay afrodisíaco!"
Pero al intentar cubrirse la entrepierna con una toalla y moverse de lugar, arrastró al lobo entre sus pies, se enredaron y terminaron por caer juntos hacia el suelo.
"¡Auch!"
El lobo, que levantó sus patas delanteras, acercó su rostro hacia el pecho del hombre.
"Oye, ¿Qué estás haciendo?"
El lobo blanco había optado por chupar sus mejillas. Y claro, esto significaba que se estaba disculpando o que estaba tratando de ponerle de buen humor.
Sonrió:
"Todo está bien, no estoy enojado".
Cuando el hombre acarició el cuello del lobo blanco, Elías gritó "¡Kyu!" y volvió a chuparle la cara.
La sensación esponjosa del pelaje del animal contra su cara había hecho que el hombre se olvidara de la confusión inicial y comenzara a jugar con sus orejas. Y después de ser acariciado por un rato, el lobo blanco se alejó de la mano del hombre, olió su cabeza como si estuviera preocupado por la parte golpeada y lamió para aliviar su palma roja.
"¡Oh, mis manos están bien! No hagas eso. Toqué el suelo y está muy sucio."
Cuando empujó al lobo lejos de él, el animal gruñó y le mostró un montón de arrugas entre sus cejas y su frente.
"¿Y ahora por qué estás enojado?"
Alzando ambas manos y mostrando su intención de rendirse, el lobo gruñó una vez más y lo lamió:
"¡Vaya, Elías! ¿Qué estás haciendo? Detente ¡Ugh!"
La lengua del lobo, lamiendo y lamiendo sobre su boca, le cortó la respiración y le hizo comenzar a temblar con muchísima fuerza. La lengua de una bestia era mucho más larga y más grande que la de un humano normal, así que lo había invadido casi hasta llegar a su garganta.
"Um, um, ah..."
Pero no era hábil en eso. Era solo, un movimiento torpe pensado para saborear el interior de su boca. Sin embargo, el cuerpo del hombre sintió un placer que podía describir como "escalofriante." Era como si el lobo estuviera tratando de comérselo justo allí.
Los ojos azules del lobo blanco miraron los oscuros de David.
El cuerpo de un demonio era desagradablemente obediente a sus instintos. Incluso si la razón humana permanecía, se perdía esa pequeña voz en la cabeza que controlaba los impulsos. Es decir, podía controlarlo hasta cierto punto después de convertirse en adulto, pero aún así, era muy, muy difícil. Casi hasta doloroso.
El acto de lamer era un sentimiento de cariño. Una forma de decir "me gustas." La sensación que tuvo cuando era un lobo todavía estaba dentro de él así que sabía mejor que nadie que el comportamiento de este lobo era tierno, pero increíblemente sexual.
El hombre abrazó el cuello del lobo.
Con una vaga sensación de placer y asfixia, aceptó el acto de Elías hasta un punto en el que terminó por tenderse sobre el suelo. El lobo levantó la cabeza mientras gritaba, todavía con la mano del hombre sujetando su cuello y la punta de su lengua haciendo círculos en él.
Elías frotó su hocico contra las mejillas y el cuello del hombre y continuó chupando su cara por un rato más.
"¿Qué quieres hacer?"
El lobo blanco movió la cabeza. Miraba al hombre y también miraba sus piernas. Al final, Elías colocó su pie sobre el pecho del mercenario y empezó a lamer y lamer y lamer como si estuviera probando su comida. Chupaba su clavícula, los músculos de su pecho, los pezones y sus aureolas hasta volverlas completamente puntiagudas y regordetas.
Fue una lujuria increíble mostrada por un lobo poderoso.
"... Mi cuerpo todavía no está limpio".
El hombre murmuró esto como si se hubiera rendido, y finalmente terminó por dejarle espacio junto a él. No creía que a este caballero lobo le importara, pero igual quería decirlo. Al menos, cuando el hombre era una bestia demoníaca, el cuerpo del caballero estaba cubierto de barro todo el tiempo después de sus misiones y, de todas maneras, lo lamía de arriba para abajo como si fuera un caramelo. Nunca lo sintió sucio, y tampoco sintió asco de limpiarlo con su boca.
Aunque la conciencia era la misma, había algunas sensaciones fundamentalmente diferentes cuando estaba en el cuerpo de una bestia demoníaca a cuando era un humano.
Ahora, por ejemplo, a pesar de que su cuerpo era lamido por un animal, por supuesto que su cuerpo comenzó a ponerse caliente. Estaba enamorado de él después de todo.
"... No creo que sea divertido lamerme."
El lobo le rugió al hombre, que se estaba riendo.
"Pero no tienes que gruñir todo el tiempo, por Dios."
Cuando el hombre sonrió, el lobo, que se había vuelto aún más temperamental conforme pasaba el tiempo, comenzó a gemir. David pareció poder entenderle:
"No te estoy rechazando, es solo que estoy enojado por emocionarme con esto. Es decir, me sentí bien cuando lo hicimos aún siendo yo un lobo así que..."
El hombre se rió, extendió la mano y acarició la cabeza del lobo.
"Woo."
El lobo blanco volvió a lamer todo su cuerpo.
"Además, me siento mejor al saber que esto no es nada en comparación con lo que hiciste conmigo. Estuviste jugando con el agujero trasero de un perro así que eso te vuelve mil veces más pervertido."
Cuando el hombre se burló de él, el lobo blanco gritó con una voz bastante lastimera, como si realmente hubiera logrado hacer que estuviera avergonzado. Sin embargo, incluso así, pareció no tener intención alguna de dejar de jugar.
El lobo había lamido su pecho, lamió la nuca y la piel del hombre y lo hizo agitarse ante una sensación completamente espeluznante de placer. Después de exhalar un suspiro caliente, el hombre tembló, gritó y lo tomó de los hombros cuando sintió como lamía ahora sobre su oreja.
"... Wow, espera. Por favor espera".
El lobo blanco se inclinó contra el hombre que estaba intentando huir y luego su entrepierna se frotó contra el muslo de David.
Oh, estaba muy emocionado por esto.
No podía detener su impulso porque lo quería. Lo quería, y deseaba ser uno con él. Incluso sin importar su forma actual. El instinto de una bestia era incontrolable después de todo.
"¿Está bien hacer esto conmigo?"
El hombre se había atrevido a agregar la palabra "conmigo" porque quería que Elías aceptara lo loco que estaba por él.
No podía estar mal intentar sentirse querido.
"Guau".
"¿Me quieres?"
"¡Guau, guau, guau!"
"No sé qué estás diciendo".
Cuando el hombre se rió, el lobo ladró con la misma voz entusiasmada de siempre. Frotó su rostro contra el hombre una y otra vez sin aburrirse nunca y luego lo besó. Tenía ganas de decir lo mucho que lo amaba, aunque eso hubiera sido muy arriesgado para el momento.
David dijo: "Espera. A diferencia del cuerpo de un demonio, yo soy un hombre y no me mojo por mi cuenta. Probablemente eres demasiado grande así que, necesito un ungüento".
Cuando trató de levantarse, el lobo movió obedientemente su cola.