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Una historia sobre un hombre que se volvió una bestia (Traducción finalizada) por yuniwalker

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La bestia lamió el semen de su cara y resopló diciendo: "Buff". El caballero, que se había quedado atónito al verlo hacer todo eso, finalmente comenzó a pensar hasta hacer que la razón empezara a dar vueltas en su cabeza.

"Rolf, lo siento... Rolf ¿Qué hiciste?"

Cuando logró levantar su cuerpo para separarse de la bestia demoníaca, el lobo puso su pata sobre sus músculos abdominales y frenó su movimiento. Luego, comenzó a lamer el semen que colgaba de su vientre, piernas y en su entrepierna también.

"No, detente ¡¡Rolf, no tienes que hacer eso!! Ah, ¡Ah!"

El cuerpo del caballero, que nunca había experimentado los efectos de un afrodisíaco y que solo estaba temporalmente calmado debido al amor que tenía por el lobo, comenzó a ser dominado por un placer increíblemente poderoso mientras la bestia demoníaca lamía su semen.

"Ah, ah, ah, mierda, uh, Rolf, está bien, ah, está bien... Basta."

El caballero se puso de pie nuevamente... Pero la bestia demoníaca lo estaba lamiendo incluso mientras intentaba decirle que NO. Ya no había semen sobre él, solo estaba la saliva de la bestia demoníaca y su rostro, lamiendo inocentemente como para consolar su pene. Por supuesto, pareció ser terriblemente obsceno a los ojos del caballero cuando comenzó a ahogarse una vez más en tanto placer.

El caballero había enloquecido.

Estaba emocionado por la fascinante expresión de la bestia demoníaca y emocionado por el movimiento de la lengua que lo reconfortaba.

"¡Ah!"

De repente, abandonado y frustrado por la droga, cerró los ojos y trató de aguantar las ganas que tenía por el sexo... Pero por supuesto, su impulso solo aumentó una vez más. Quería empujarlo hacia el suelo y eyacular en él. Quería que continuara eternamente y que lo mordiera con sus colmillos. Su cabeza, afectada por las drogas, no podía reaccionar a la perfección ni reconocer lo que estaba bien de lo que era incorrecto.

Cuando la bestia demoníaca no pudo soportar la frustración y el dolor, abrió los ojos y observó al caballero, respirando hondo... Y entonces, la bestia demoníaca se volvió hacia atrás y giró sus caderas en dirección al caballero. El culo del lobo, que apuntaba al caballero, estaba temblando como si lo invitara a jugar con él. Incluso su cola se movió hacia arriba y de un lado a otro igual a si lo sedujera.

Tragó saliva. El sonido del agua "gulp", comenzó a escucharse en lo más profundo de sus oídos. El caballero se regañó a si mismo por pensar en algo tan ridículo como querer tomar a un animal. No podía ser así, no importaba lo que estuviera pasando con él en ese momento... Pero era un hecho que entendía que el balanceo de su rabo no era nada normal.
Su cabeza estaba revoloteando. Tenía una imaginación obscena con su amigo y no podía sacarlo de su cabeza por más que lo intentara.

"... ¿Rolf?"

Cuando lo llamó, con una voz temblorosa, la bestia demoníaca se inclinó lentamente sobre su patas y empujó sus caderas hacia arriba para mostrarle su ano. La intención era clara. Todavía estaba sorprendido, pero la excitación fue incluso mayor que todo lo demás.

El caballero estaba ansioso por la encantadora tentación que le estaba entregando la bestia.

Había escuchado antes que las bestias demoníacas no tenían género. El caballero recordaba algo así, pero no podía saberlo a ciencia cierta después de tener una cabeza tan necia. Tenían la capacidad de tener hijos, pero poseían genitales masculinos y femeninos por igual.

Rolf no tenía vagina, solo un agujero. Sin embargo, pareció ser más que suficiente para él.

No era su culpa. Ciertamente el lobo quería que lo cogiera.

Estaba mojado.

Quería que entrara.

El caballero, en su estado actual, solo podía ver eso. Era inevitable que su cabeza, teñida solo por la codicia, perdiera ante tanta tentación. Era algo que tenía que pasar.

El hombre entonces agarró el culo de la bestia demoníaca.

"Rolf..."

Ni siquiera preguntó si estaba bien. No dijo que "no debería hacer esto" ni trató de marcharse. El caballero no tenía motivos para hablar sobre eso cuando lo deseaba tanto. Es decir, quería ponerlo justo en su trasero. Deseaba meter su pene y saborear el endurecimiento que tendría su carne. Deseaba empujarse hacia arriba una y otra vez y cometer un montón de locuras.

Eso era lo único que importaba.

Sin embargo, aparte de la razón que no le funcionaba bien, entendió que esta existencia que lo invitaba era... Una existencia importante para él. Estaba tan conmovido por el animal que no quería lastimarlo. Instintivamente movió su cuerpo deseando no solo tener sexo con él, sino hacer que se sintiera bien. Era un impulso con el mismo peso de querer adorar a un amante.

Puso su dedo sobre él para abrir el agujero.

El espíritu del caballero se vio apresurado por la sensación espesa y húmeda de su carne suave bajo sus yemas.

Su cabeza estaba llena con las ganas de meterse en él.

El caballero pareció increíblemente absorto en la sensación interna de sus dedos siendo fácilmente invitados a la parte interna de su culo y apretados de una manera más que deliciosa... Lo estaba aceptando, y estaba feliz por lo lindo que eso era. Podía escuchar la voz de la bestia demoníaca, sus aullidos y gemidos y su baba goteando mientras se metía más y más y MÁS dentro de él. Insertó dos de sus dedos, insertó tres y lo aflojó mientras hacía pequeños circulitos desde dentro. 

Ese fue su límite. Pensó: "Quiero ponerlo, quiero ponerlo, quiero ponerlo." Y finalmente sintió que la punta de su verga estaba lista para entrar dentro de él. El cuerpo tembloroso de la bestia demoníaca soportó y lo aceptó sin mostrar ningún signo de querer escapar.

Sintió deseo.

Te amo, quiero amarte, quiero penetrarte. Quiero entrar en ti todo el tiempo. Quiero invadir este lindo culo con mi verga. Pensaba cosas como esas. Era una mezcla de amor y consideración pero también de mucha locura.

"Rolf, mi Rolf..."

Sin poder detener su cuerpo, el caballero se llenó de lujuria y se enterró hasta el fondo en la bestia demoníaca. El caballero exhaló y gimió con fuerza ante el placer de estarlo aceptando incluso mientras aullaba. Luchando constantemente entre el deseo de hacerlo disfrutar y el impulso de empujarlo violentamente hacia el suelo. La frustración hizo que el caballero se emocionara aún más.

"Kuu..."

La bestia demoníaca gritó dolorosamente debajo del caballero. Sin embargo, mientras temblaba, demostró aguantar a la perfección cada uno de los movimientos del caballero y mantener sus caderas bien erguidas. El caballero tembló ante el impresionante consuelo que le estaba dando al dejarle poner cada parte dentro de él. Después de todo, al contrario de la entrada que se sentía un poco apretada, la suavidad de sus órganos internos lo hizo sentir como si se estuviera entregando a un amante.

El cabello negro del lobo, mezclado con gris, se balanceó de atrás para adelante con cada estocada. La apariencia de tratar de satisfacer a su amo estimuló el amor y las terribles ganas que tenía de seguir haciéndolo llorar.
El sonido de la voz de su "ser más importante", llenó la cabeza del caballero con un deseo desesperado de posesión.

Lindo, lindo, lindo... 

Quiero abrazarte, quiero verte llorar, quiero entrar en ti, quiero que recuerdes que me perteneces.

"Rolf..."

Temblando, el caballero empujó impulsivamente su pene una vez más.

"¡Kuu!"

La bestia demoníaca gritó.

El impulso de buscar placer hizo que sacudiera sus caderas.

"Kyu, kyu, kyu."

Pero aunque era evidente que la situación pareció ser muy dolorosa, el caballero no estaba lo suficientemente consciente como para sentir pena por ello. Simplemente, sintió que la bestia demoníaca era muy, muy linda. La bestia era sacudida por él y lo soportaba temblando. Pareció adorable y eso solo hizo que se alimentara aún más la codicia del caballero.

La voz adolorida de la bestia demoníaca comenzó a cambiar gradualmente de tono mientras continuaba balanceándose de atrás para adelante. Tenía un color dulce y algo de debilidad en su semblante. Al mismo tiempo, la pared interior que apretaba al caballero hasta hace unos segundos, también había cambiado de un endurecimiento rígido a un movimiento un poco más sencillo.

"Eres impresionante, Rolf..."

Pero pronto sus pequeños movimientos no fueron suficientes. quería más estimulación y también deseaba sentirse más cómodo. El caballero se estaba moviendo como si estuviera flotando en el ambiente y después, sacó un fuerte suspiro junto con una enorme respiración. 
Retiró su pene y lo empujó dentro de él una vez más:

"¡Kun!"

La bestia demoníaca gritó. El caballero se estremeció ante su reacción solo para retirarse de nuevo y empujar.

El agujero de la bestia demoníaca estaba empapada con un fluido corporal transparente, provocando un ruido de agua increíblemente obsceno cada vez que el caballero se comenzaba a mover. Lo sacó y lo empujó. Frotó el interior de la bestia demoníaca una y otra vez y provocó una fricción muy parecida a la de una correa sobre su piel. El fluido corporal altamente viscoso se derramó contra el suelo y se frotó en él hasta que el cabello del lobo se vio envuelto en un líquido blanco y espumoso. Su pelaje brilló y se pegó a la cintura del caballero. Por supuesto, la obscenidad detrás de eso hizo que el caballero se sintiera emocionado e incluso más feliz que al inicio.

La bestia demoníaca se frotó la cara contra el suelo. Cada vez que golpeaba sus caderas, sus orejas se levantaban y temblaban haciendo que pareciera como si su cabeza rebotara hacía adelante y golpeara contra el suelo. En general, todos sus movimientos fueron lindos e irresistibles y se podía ver que mientras soportaba, la apariencia de ser perturbado por el placer aumentaba gradualmente.

"Eres muy lindo."

El caballero murmuró esto entre suspiros ásperos y jadeos, palmeando la cola de la bestia demoníaca cada vez.

"Kyu ..."

El cuerpo de la bestia demoníaca tembló. Sintiéndose bien por eso, el caballero pegó en sus caderas una vez más.

"Jaja eres lindo. Rolf, me encanta cuando chillas y te quejas. Rolf, eres hermoso mientras lo haces".

Cuando presionó sus caderas y estimuló su interior una vez más, la bestia demoníaca gritó "Kyaun", y la pared interior apretó todavía más la verga del caballero.

"Buen chico. Buen chico."

El caballero se movió dentro de la bestia demoníaca mientras hacía un chirrido aterrador.

"Kyauu, Kyaun, Kyun..."

La bestia demoníaca gritó por tercera vez.

Si hubiera estado tranquilo, ¿En qué habría pensado con respecto a la bestia demoníaca? Seguramente no lo abría tomado. Pero ahora, los pensamientos del caballero eran casi irracionales. Solo podía pensar en lo que quería para liberar su deseo y en que su bestia demoníaca era linda e irresistible.

Escupió su semen en la bestia una y otra vez. E impulsado por una codicia que no encajaba con él, continuó gritando y penetrando al animal.


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