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Hiperventilación. Volumen 1, 2 y 3 (Traducción finalizada) por yuniwalker

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"Ah, ah, ah, ah...."

Una mano palida, sujetando su hombro, tembló con demasiada fuerza. El muslo, que trataba de cerrar de alguna manera, estaba completamente abierto ahora y apuntando en dirección al pecho del hombre que estaba frente a él. Su cuerpo se sentía demasiado pesado, caliente y duro. Han Seon-ho le sostuvo ambas muñecas hacía arriba para que no pudiera escapar y luego lo dejó completamente inmóvil debajo de su pecho... Todo lo que Myung podía hacer, era aguantar y esperar, pero ni siquiera eso parecía algo fácil.

"Uff, estás tan estrecho ¡Mierda! ¡Ah!"

En el momento en que escuchó el sonido de su voz, un pene rojo oscuro se apretó un poco más entre sus nalgas. Mientras entraba y salía frenéticamente, hubo un fuerte ruido al rozarse la piel y uno más intenso cuando comenzó a masajearlo. Siempre que este hombre, que parecía un experto de las relaciones sexuales prolongadas, lo penetraba, el líquido blanco parecía burbujear de su agujero hacia el interior de sus piernas. Era el fluido corporal de Myung, que Seonho había utilizado en lugar de poner gel.

Su pene hinchado le estiraba las arrugas del ano y empujaba su pared interna constantemente aunque no mostrara señal alguna de ponerse a eyacular. Seon-ho Han seguía estando en una velocidad uniforme y constante. De vez en cuando, la respiración que tocaba sus oídos se volvía increíblemente áspera o le besaba de repente en alguna parte de la cara como para darse tiempo, pero ahora solo insertaba a Myung con tanta fuerza que su cuerpo se sacudió una vez y otra vez y otra vez durante minutos que parecieron eternos.

"Ah, espera. Espera un momento... ¡Ah!"

"Vaya Myung. ¿Quién fue el niño que me suplicó que lo volviera a poner?"

Un susurro bajo golpeó su oído y un aliento caliente le hizo ponerse en guardia. La postura de estar mirándole de frente era vergonzosa así que no podía adaptarse bien al momento. Cuando abrió los ojos, encontró un par de pupilas brillantes mirándole, completamente empapados de deseo y desesperación. Y cuando bajó un poco la mirada, observó un cuello con músculos gruesos, unos brazos llenos de venas y un abdomen que no se dejaba de tensar...
El pene de Myung, empapado de semen, se levantaba en todo su esplendor cada vez que Han Seon-ho aumentaba el ritmo hasta abultarle el vientre. Además, no importaba cuanto aguantara haciendo presión con los dientes o apretando las sábanas con los nudillos, su boca se abría por su cuenta hasta hacerle soltar una voz que sobrepasaba los límites. Por supuesto, no pasó mucho tiempo para que comenzara a sentirse muy avergonzado. Pensó que sería diferente de la primera vez que tuvieron sexo pero, cada vez que Han Seon-ho empujaba, la sensación de romperse y separarse era la misma que la de aquella vez.

Sin un signo de querer considerar la condición de Myung, Seonho levantó la pelvis mientras lo sostenía con fuerza hacia arriba, colocando ambas manos en su cintura temblorosa.
Siempre que Han Seon-ho exhalaba bajo, se le ponía la piel de gallina en la espalda.

"Ah... ¿Puedo preguntar algo?"

"Sí, ah..."

"Anteayer, ¿Por qué hiciste eso?"

Al preguntarle por qué dijo que tenía que irse tan tempranosi tenía un trabajo ocupado o si odiaba dar un paseo con él, Han Seon-ho pegó tanto sus labios a los oídos de Myung que no pudo pensar en nada inteligente que decirle. Escupió lo primero que le vino a la mente:

"¡Ah, ah! Era tarde y... Ah, estaba preocupado de que... Estuvieras cansado."

"No estaba cansado ese día, en absoluto". Han Seon-ho agregó casualmente: "Nunca para ti, Myung". Y puso la lengua entre sus labios antes de decir también: "El hecho es… Que yo quería caminar más contigo".

"Ah, ah, ah, lo siento... ¡Lo siento!"

"No te disculpes..."

Los movimientos dentro de él se volvieron cada vez más rápidos y cada vez más difíciles. El sonido de la respiración de Han Seon-ho, que había estado estable hasta ese momento, también se transformó en algo bastante áspero antes de besarle la mejilla y deslizar los labios por todo lo largo de su escote. Podía sentir el calor en sus mejillas y todavía más violento en cada lugar donde le tocaba... Lee Myung lo miró a la cara hasta sentirse completamente extasiado.

"Ah, ah..."

"¡Dios mío! Ah, ah... ¡Dios! Ah..."

Mientras corría hacia la cima, Lee Myung gritó como si suplicara por su vida y terminó por morder el hombro de Han Seon-ho que tenía frente a él. Dondequiera que Myung y la piel de Han se tocaran, hacía calor, dolor y parecía como si fuera a desgarrrarlo así que, en el momento en que no pudo soportarlo más, Lee Myung cerró los ojos con fuerza y gritó y gritó hasta que los movimientos se detuvieron. Han Seon-ho había metido su pene profundamente dentro de Myung y pareció que no se movería por un tiempo largo...

"Ah, ah..."

 Ugh ! ¡Ay!"

Myung gimió como si sollozara y hundió la cara completamente en su pecho. Cuando el placer de una tormenta se desvaneció, una sensación de vergüenza comenzó a aflorar dentro de él...

"Realmente soy un desastre."

La primera relación ya había pasado, así que esta vez quería hacerlo bien en la segunda. Incluso si no podía ser tan competente como Han Seon-ho, quería hacer el amor mirándolo a los ojos con resolución y con calma. Incluso cuando tuvo relaciones sexuales por primera vez, Myung no había estado tan preocupado como lo estaba ahora ¿Por qué frente a Han Seon-ho siempre se comportaba como un principiante?
De repente, le levantaron la espalda y Han Seon-ho lo abrazó para girarlo hacia un lado. Los brazos de Seon-ho cubrieron naturalmente su cuerpo y sus dedos tocaron su estómago como para intentar quitarle algún dolor. Su vientre estaba completamente manchado de semen así que Myung empujó su mano hacia su brazo para evitar que lo tocara.

El pene, que aún no había salido, apretó sus intestinos un poco más hacia arriba por lo que se retorció debido a la incomodidad.

"Ah, ah... Espera... Voy a..."

Se arrastró por la cama hasta lograr incrementar un poco la distancia entre los dos y cuando se corrió, entonces el pene alargado finalmente pudo salir y Myung se permitió respirar correctamente por primera vez en todo el encuentro. Mientras jadeaba, Han Seon-ho, acostado de costado, lo miró fijamente y le acarició la cara igual a si no supiera que más hacer para hacerlo sentir mejor. Incluso en la oscuridad, podía ver su pecho musculoso y como el sudor fluía a través de él.

"Myung, ¿Estás bien?"

Myung asintió sin decir una palabra.  Una vez más e infinitamente avergonzado, levantó la cabeza y lo miró. Se preguntó qué habría pensado Han Seon-ho cuando lo escuchó gritando durante todo el acto. Incluso ahora, comparado con él, que sudaba y que tenía el pecho subiendo y bajando suavemente, Myung se sentía devastado y estirado como una persona que había sido golpeada en todas direcciones. Sin embargo, cuando se acercó y succionó sus labios, el sentimiento de malestar que había permanecido en su corazón por un tiempo considerable desapareció de inmediato.

"Me gustas mucho."

Era vergonzoso, así que no podía decirlo con palabras, pero era toda, absolutamente toda la verdad.

Myung cerró los ojos, sintiendo esos labios calientes lamiendo los suyos para luego tirar de él hasta conseguir abrazarlo. Aunque estaba avergonzado porque el pene que tocaba su muslo todavía estaba duro (Myung ya no tenía el poder de hacer nada en contra de eso), el abrazo se sintió increíblemente bien y confortante. Parecía... Como un perro muy grande. Su gran cuerpo, la temperatura corporal caliente, su amor y, sobre todo, esos ojos llenos de felicidad fueron los que le hicieron más fácil hacer tal asociación. Han Seon-ho era una muestra viviente de lo mucho que podía cambiar un hombre amable en la cama. Obviamente, no era que tuviera un mal hábito sexual o que lo hiciera a propósito. Sin embargo, aparentemente todo lo que estaba bien para sus estándares era una lucha entera para Lee Myung.

De repente, Lee Myung notó que el exterior de la ventana estaba oscuro.  Giró la cabeza, miró el reloj y sus ojos se abrieron más de lo necesario. ¿Cuándo se hicieron las 11 en punto? Lee Myung empujó el hombro de Han Seon-ho. No, más bien lo trató de aventar completamente fuera de la cama, pero fue imposible y tuvo que esperar a que le entendiera por su cuenta.

"¿Qué es?"

"Ya son las 11 en punto. Te tienes que ir."

"... Supongo que todavía te sientes incómodo conmigo. Lo siento".

"¿Qué?"

Fue un mal entendido.

La razón por la que le pedía irse a casa era porque había tenido un exceso de trabajo el miércoles y dijo que tenía muchas horas extra que tomar hasta el viernes. Eso significaba que debía estar en la oficina desde las 5 y no le gustaba que no descansara lo necesario porque no quería que le pasara algo malo. Definitivamente le llevaría mucho tiempo explicarlo correctamente porque no tenía el don de la palabra, así que lo dejó pasar.

"No importa. Puedes usar el baño primero".

"¿Nos lavamos juntos?"

"No. Me lavaré después de que te hayas ido".

Lee Myung habló con firmeza y se escondió debajo de su manta. Han Seon-ho se quedó mirando a Myung durante un buen rato, pero finalmente suspiró un poco y terminó por levantarse de la cama. A diferencia de Myung, él no parecía avergonzarse de su cuerpo ni por un segundo así que le ofreció un espectáculo entero de caderas definidas, una cintura con un surco esculpido y unos músculos que estaban bien trabajado. Como un modelo de los que aparecían en las fotos de las revistas para la salud.

Mientras Seon-ho se duchaba, Lee Myung escuchó el sonido del agua todavía escondido debajo de su manta... Y entonces una pregunta le vino a la mente como un misterio que no podía resolverse con facilidad: "¿Por qué demonios le gusto a Han Seon-ho?" Es decir, su apariencia era sencilla y siempre descuidada. Su personalidad era oscura y no había nada que hiciera que las personas quisieran estar a su alrededor. Incluso ante sus propios ojos, no tenía un solo rincón que pareciera decente o bonito. Cuando el sonido del agua se detuvo, Lee Myung rápidamente sacudió la cabeza y cerró los ojos para fingir dormir. Parecía que si veía a Han Seon-ho, con este sentimiento todavía amarrado en el pecho, solo se sentiría todavía más inseguro de si mismo hasta el punto en que podría llorar.

Poco después, hubo un sonido de pasos y también, el sentimiento de que el colchón comenzaba a hundirse. Myung se acurrucó debajo de la manta y no se movió por un buen tiempo. Pronto, unas cálidas yemas recorrieron su frente y luego, algo suave tocó sus labios y se separó con un fuerte sonido de saliva...

"Te quedaste dormido muy rápido".

Sin embargo, contrario a la expectativa de que abriría la puerta principal y se iría, el colchón volvió a balancearse. Todo tembló, se agitó, la manta se movió... Y descubrió que Han Seon-ho ya estaba acostado a su lado, susurrando en su oído con una voz que le erizó la piel:

"¿Quieres que te bañé?"

"..."

El día después de la reunión de alumnos, despertó y descubrió que todo su cuerpo estaba limpio. Lee Myung pensó que ya estaba arruinado por la sensación de vergüenza pero sorprendentemente, había espacio para todavía más. No pudo evitar abrir los ojos.

"Lo odio… Dije que me lavaría después de que te fueras."

"¿Por qué sigues diciéndome que me vaya?"

"Eso es..."

"En tus ojos dice: Quédate conmigo ".

Sus ojos parecían haberlo traicionado en este momento importante en que tenía que enviar a Han Seon-ho directamente a casa, así que estaba muy enojado con ellos. Lee Myung ignoró las palabras del hombre y lo miró con toda la seriedad que podía juntar... Entonces Han Seon-ho finalmente se levantó de la cama con un suspiro.

"Ya, ya... Voy a vestirme entonces."

Susurró de inmediato y luego regresó con el traje blanco que llevaba hace una hora, cuando empujó a Myung directamente sobre la cama... 

Lee Myung miró a Han Seon-ho por algunos segundos, parado muy lejos de él como si no supiera como expresar lo que quería decirle así que, tal vez muy tardíamente, Myung despegó los labios y dijo:

"Ven aquí."

Tan pronto como hizo una seña, Han Seon-ho caminó hasta el colchón... Lee Myung sacó sus brazos de la manta, los estiró, agarró el cuello de su traje y tiró de él hacia abajo para darle su beso de despedida. Han Seon-ho se sostuvo de la almohada con una mano y envolvió las mejillas de Myung utilizando la otra. No quería ser sacudido por cada una de sus acciones como si fuera un colegial pero fue cierto que el dulce beso de Seonho dejó su cabeza terriblemente vacía. Lee Myung tiró del cuello de Seon-ho un poquito más y mezcló su lengua con la suya tanto tiempo como se lo permitió...

Seon-ho Han miró directamente a los ojos de Myung.

"¿Ves lo que te digo? No me quieres dejar ir."

"... No es eso."

Pero aparentemente las mentiras también requerían de mucha habilidad. Lee Myung no había aprendido tal técnica cuando era un niño porque estaba muy ocupado jugando Baduk. Han Seon-ho se dio la vuelta con una expresión que decía que no podía engañarlo. Miró a su alrededor, puso la silla que había apartado en su lugar junto a la mesa, recogió un chal que se había caído al suelo y luego preguntó:

"¿Puedo quedarme a dormir los fines de semana?"

"¿Eh?"

"De esa manera, tendré una motivación para llegar vivo al sábado".

Han Seon-ho murmuró una broma. Lee Myung, queriendo ver detenidamente su expresión, se puso de pie, vestido con una manta a modo de capa. Aun así, podía decirse que se cubrió lo suficiente como para que no pudiera ver su cuerpo. Las piernas le temblaban terriblemente pero cuando se apoyó contra la pared, mejoró tanto que los estragos del sexo fueron invisibles.

"Si puedes..."

Han Seon-ho, que estaba parado frente a la entrada, se rió cuando lo vio. De repente se acercó de nuevo y sorprendió a Myung al abrazarlo utilizando toda su fuerza...

"Supongo que esta es una prueba para mi paciencia..."

Y regresó a la puerta principal.

"Buenas noches, Myung."

"Tú también, duerme bien".

Y solo después de que Han Seon-ho desapareció y la puerta se cerró, Lee Myung cayó con fuerza sobre la cama. Su corazón latía tan fuerte como cuando lo estaban penetrando.

"Es tan loco..."

Sus mejillas se encendieron cuando recordó la repentina llamada telefónica y la aparición de Han Seon-ho, quien silenciosamente empujó la silla y derramó un beso increíblemente ardiente sobre sus labios al llegar. ¿Cómo puede describir esta relación? ¿Hasta dónde podía soportar esto cuando su corazón temblaba así día a día? Numerosas preguntas fueron escritas en su cabeza y luego borradas y lo último que quedó, fue una de las interrogantes más profundas e incómodas que podía tener. Esas que hacían que Myung se sintiera deprimido y desagradable, pero que no se podían eliminarse fácilmente sin una respuesta concreta:

¿Por qué a Han Seon -ho le gustaba Lee Myung?

Myung salió de la manta, deprimido, y abrió la puerta del baño...


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