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Lucha! Tomo 1, 2, 3, 4 y 5 (Traducción finalizada) por yuniwalker

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[Hoy, Heeju va a ir por la niña al colegio así que ven al café de inmediato.]

Recordando el mensaje que había recibido durante el día, Kang suspiró sin su conocimiento.

Cuando entró al café con paso ligero, el personal le saludó como de costumbre antes de que comenzara a ver ahora su reloj. A las 5:30 pm era la hora en que los oficinistas salían siempre a comer, pero casi no había nadie. La rutina de Jooheon era pasar por casa durante estos tiempo vacíos, comer con Taeyang y finalmente regresar al café para cumplir con su horario. Era rutina de Kang recoger a Jooheon a tiempo, así que...

"¿A dónde fue Jooheon?"

"El jefe seguramente está en el segundo piso".

Cuando Kang se acercó al mostrador, el personal se puso rígido y respondió en una única y rápida línea. Fue difícil familiarizarse con los empleados de su esposo, tal vez porque la primera imagen que tenían de él era la de un acosador loco con problemas de salud. Sin embargo, el próximo mes adquiriría oficialmente el puesto de jefe y esposo por lo que debería hacer algo para cambiarlo.

Kang fue directamente al segundo piso, con una sonrisa de negocios en la cara. Se arregló la ropa y se detuvo frente a la puerta que se usaba como oficina. Tocó el timbre sin dudarlo y esperó. Por supuesto que conocía la contraseña de la cerradura de la puerta, pero aún le gustaba hacerlo así. Sin embargo, no había ninguna señal dentro del cuarto. Fue cuando volvió a presionar el timbre que las notificaciones de mensajes sonaron en su bolsillo. Era un mensaje de Jooheon.

[Solo entra.]

Parecía demasiado ocupado para abrir la puerta. ¿Pasó algo así en el café alguna vez? Mientras buscaba recuerdos dentro de su cabeza, Kang giró la cerradura de la puerta con un movimiento torpe de su mano derecha y después de abrir y casi empujar la madera, se congeló sin dar un solo paso: Dentro de la oficina estaba oscuro. No estaba lo suficientemente oscuro, pero era lo necesario como para hacer creer que era la última hora de la noche. Había persianas en todas las ventanas y como para iluminar la oscuridad, colocaron velas en medio de la oficina.

Jooheon se paró a un lado.

"..."

"¿Puedes entrar rápido y cerrar la puerta?"

El rostro de Jooheon estaba teñido de rojo así que, a pesar de que no podía entender qué estaba pasando en esta situación, Kang siguió constantemente las palabras de su esposo y entró por la puerta principal antes de cerrar con un fuerte golpe. Cuando se quitó los zapatos y miró hacia abajo, había pétalos de rosa esparcidos desde la puerta principal hasta las velas.

"... ¿Estos no son mis pétalos?"

"¡Porque no tuve tiempo de comprar flores! Muy bien, ven aquí rápido".

Después de eso, Jooheon extendió una mano hacia Kang. El hombre parecía ser muy cuidadoso para no pisar los pétalos así que dio un paso a la vez y, a medida que se acercaba más y más, el rostro rojo brillante de Jooheon se hizo evidentemente más claro. Tenía el cabello bastante bien arreglado y era la primera vez que veía que se ponía un traje nuevo. El labio inferior lo tenía sujeto por sus dientes y sus pestañas no dejaban de revolotear. Los ojos le brillaban con una luz diferente a la habitual, iluminados con la vela parpadeante. Era una distancia que podría alcanzar si extendiera la mano... Y tan pronto como lo pensó, levantó sus dedos hacia Jooheon para acariciarle la mejilla.

Pero Jooheon fue más rápido que Kang.

Jooheon se arrodilló y empujó una caja roja entre sus manos para después proceder a abrir la tapa. Era un reloj...

"Lee Kang, ¿Quieres casarte conmigo?"

"..."

"..."

"..."

"¿... Fue demasiado?"

"¡No! No, no es eso, estoy... Muy sorprendido. Wow."

"¿Entonces tu respuesta es...?'

Un rostro joven se superpuso al rostro de Jooheon, mirándole con un semblante ligeramente nervioso. Tenerlo de frente le hacía pensar en el Jooheon de antes, un chico de 19 años que debió estar mucho más nervioso de lo que estaba ahora. Debió ser muy difícil para él, debió estar avergonzado. Tan pronto como recordó también el rostro que le había dicho que tenían una hija, el interior de sus párpados se calentó como fuego.

"Lee Kang, tú... ¿Estás llorando?"

"No, no. Bueno... Es que me encanta, Jooheon. Gracias. Realmente estoy muy agradecido por esto."

Jooheon dejó el reloj en el suelo y se levantó de un salto. Agarró la cara de Kang con ambas manos y lo besó bajo los párpados húmedos. Sonrió... Los ojos que estaban abiertos gradualmente se doblaron y se doblaron hasta cerrarse y la boca abierta se convirtió en una forma de media luna, curvándose hacía arriba. Una sonrisa impresionante se extendió sin saberlo por la cara del hombre frente a él.

"Si hubiera sabido que te encantaría lo suficiente como para llorar, lo habría hecho desde antes. No había entendido lo querías..."

"¿De qué estás hablando?"

"Tú también querías recibir una propuesta. ¿No es verdad? Así que, es mi manera de demostrarte que te amo mucho también."

"... No quise decir eso".

"¿Eh?"

Un momento de silencio fluyó entre las dos personas que se abrazaban con fuerza.

"Entonces... ¿Por qué seguiste dándome un anillo?"

"Porque ninguno te gustaba. Traté de hacerlo hasta que pudieras sentirte cómodo con alguno".

"¿No lo usé? ¡Me los puse! No, ha sido varias veces que me he puesto hasta 3 en una sola mano."

"Cuando vas a la cafetería, no te los pones..."

"... Lee Kang, ¿Cuál crees que es mi trabajo?"

La mirada, cargada de cariño honesto, llegó hasta su cara. Jooheon era el dueño de un gran café que siempre tenía muchos clientes. Cuando estaba ocupado, preparaba el café y servía los postres así que, por supuesto, no debería tener accesorios en sus manos para manipular nada de esto.

Kang volvió a poner los ojos en blanco hacia el otro lado: "... Ni siquiera los utilizas el fin de semana".

"El café está más concurrido el fin de semana".

"Cuando condujimos juntos la semana pasada..."

"Primero pasé por el café".

"Te lo quitas todo el tiempo."

Antes de que terminara de hablar, las cejas de Jooheon se pusieron todas arrugadas.

"Kang, el anillo vale lo de una casa ¿Estás diciendo que tengo que llevarlo siempre?"

"No es lo suficiente para una casa, aproximadamente es para... ¿Una oficina?"

A diferencia de Kang, que nació en una cuna de diamantes, Jooheon era una persona que sufría por perder incluso una pieza por valor de 5.000 wones. Cuando Jooheon levantó los ojos con fiereza, Kang fingió que no podía verlo y en silencio apoyó la cabeza en el hombro de Jooheon. Como si un gato se acercara y se frotara la cabeza contra él. Entonces, Jooheon lo abrazó y comenzó a acariciarlo. Kang envolvió sus brazos detrás de la espalda de Jooheon y lo abrazó también para que no pudiera alejarse... Mientras sentía la suave sensación de la chaqueta del traje con las yemas de los dedos, levantó suavemente el dobladillo y se adentro para tocar también su camisa.

"Lee Kang".

"¿Eh?"

"¿Qué estás haciendo?"

Sin darle una respuesta, volvió la cabeza y besó donde se conectaban sus orejas y sus mejillas. Luego agarró suavemente la barbilla de Jooheon con la otra mano y lo levantó para morderle ligeramente el labio superior y luego el labio inferior también. El aliento que brotó de su boca fue tan dulce que sintió como si su garganta se quemara. Kang rápidamente invadió su interior y envolvió por completo su lengua:

"Espera, espera un segundo..."

Jooheon giró la cabeza para evitarlo y golpeó ligeramente el pecho de Kang. Luego dejó que le agarrara las manos y lo aproximó hasta que pegaron nariz con nariz... Jooheon suspiró al ver que los ojos de Kang se profundizaban gradualmente y se llenaban de calor.

"Espera ¡Las velas! ¡Deberíamos apagar las velas primero!"

Ante ese grito urgente, Kang dejó de moverse y volteó hacía la mesa. Jooheon rápidamente se soltó de sus brazos y comenzó a apagar las velas para no provocar un accidente.

"Tienes que hacerlo así, es mejor tener cuidado."

"..."

Luego Jooheon, quien miró a su esposo, se rascó la mejilla por un momento y murmuró con una voz que pareció ser increíblemente chiquita.

"Y pues... Tengo un sofá aquí y, cuando lo abres, se convierte en una cama. Ya sabes. Podemos..."

Kang se detuvo un momento y luego, silenciosamente comenzó a apagar las velas que también estaban detrás de los dos. Jooheon se rascó la barbilla con una cara confundida, preguntándose si tal vez no lo había oído ¿Pero no se acelera gradualmente la mano de Kang mientras las apaga? En un instante, Kang, que apagó todo ante la mirada atenta de Jooheon, se acercó a su nariz y se rió con ganas. De alguna manera, la saliva se le fue sin su conocimiento y, debido a que el sonido de tragar fue más fuerte de lo esperado, Jooheon se sonrojó. Kang besó la mejilla caliente de Jooheon y murmuró, con sus labios tocándose:

"Usemos el sofá más tarde. Ahora estoy un poco desesperado."

Después, intentó abrazar la espalda de Jooheon así que lo levantó, lo puso en el piso y subió su ropa hasta descubrirle el estómago... Jooheon recordó sin pensarlo una escena que vio en el National Geographic Channel. Un puma, que había trepado a un árbol para cazar un perezoso. Si es así, ¿¡¡Eso lo convierte en el maldito perezoso!!? Cuando Kang se inclinó, una sombra oscura cayó sobre su cara. Mordió ligeramente el lóbulo de la oreja de Jooheon...

"Primero tengo que hacerme cargo de esto, mi amado señor Joo-heon Yeo".

"¿Sabes que a veces te escuchas como un pervertido? Porque lo haces."

"Soy un pervertido, te casaste con un pervertido."

Jooheon se rió y apretó profundamente los labios de Kang con los suyos. Cuando soltó todos los botones de su camisa, sus manos lo tocaron tanto que el calor le hizo dar un brinco.


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