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Lucha! Tomo 1, 2, 3, 4 y 5 (Traducción finalizada) por yuniwalker

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Jooheon entrecerró los ojos mientras miraba la pared de piedra cubierta con hojas amarillas de ginkgo. Era hermoso a la vista, pero estaba lleno de olores desagradables.
Cuando miró hacia atrás, estaba Kang, observando en la misma dirección con una cara bastante calmada. Era una expresión que gritaba que no le importaba en absoluto ese olor, o el clima.

Jooheon caminó de regreso, ignorando el muro de piedra donde se había asentado el otoño, y se paró frente a él con un rostro increíblemente tembloroso.

Necesitaba espacio para hablar sobre Taeyang, pero la casa no era un buen lugar y ahora que Kang comenzó a ir al hospital nuevamente, él solo tenía tiempo cuando la niña estaba más activa que nunca antes. Hasta ahora siempre lo había citado en el café, pero muchos de los clientes ya reconocían a Jooheon y a Kang por lo que era incómodo hablar de su vida privada en esas mesas. Simplemente lo contactó y quedaron de verse en el estacionamiento. Le había dicho que el horario de atención del hospital estaría más tranquilo a las 3 p.m así que, por supuesto, lo único que tenía que hacer era esperar por él.

Todos los empleados despidieron alegremente al jefe, que se fue más temprano de lo habitual rumbo a un lugar desconocido. Tomó una bolsa y miró el teléfono móvil para llamarle a la niñera y pedirle que se hiciera cargo de la bebé. Cuando Kang dejó el jardín de niños de Taeyang, eligió a un empleado de confianza y le otorgó su completa confianza para cuidar de ella.

Kang seguramente había salido del hospital hace un minuto, pero Jooheon vio de inmediato el auto del hombre, estacionado en el espacio reservado para clientes que estaba justo frente al café. Tan pronto como Jooheon salió por la enorme entrada de cristal, Kang corrió hacia el asiento del pasajero y abrió la puerta del auto. Jooheon se subió rápidamente allí antes de que otros lo vieran y después, simplemente se abrochó el cinturón de seguridad y se hizo más chiquito de lo que ya era. Suspiró mientras observaba cómo Kang se ponía el cinturón con una mirada de pesar y cuando le dijo que tenían que ir a un lugar donde pudiera hablar correctamente, fue entonces que llegaron al otro lado del río Han.

Jooheon avanzó cuidadosamente, paso a paso, para no pisar las hojas: "¿No se te ocurrió otro buen lugar para hablar?"

"Este fue el número uno".

"¿El número uno en la lista de los buenos lugares para hablar?  ¿Clasificas esas cosas?"

Mientras miraba alrededor del río con cara de desconcierto, levantó la mano y se frotó la nariz como si tuviera bastante comezón en ella.

"Es la ruta número uno de Seúl para tener una cita en otoño".

"¿Qué...?"

Había preguntado sobre eso, pero cuando dijo que era un lugar de citas comenzó a sentirse tan nervioso que las palabras ni siquiera lograron salir bien por su garganta. No obstante, eso no quitaba que tuviera una expresión de insatisfacción impresionante ante la idea.

"¿No te gusta? Las hojas de ginkgo son de color amarillo, por lo que me parecen bastante bonitas. ¿No lo crees así?"

"¿Qué importa si es bonita? Huele mal".

"¿Oler? ¿A qué huele aquí?"

Como si nada, Kang miró hacia arriba y miró también a su alrededor. El camino tiene muros de piedra y hay varias personas envueltas en citas de otoño... Pero Kang sobresalía tanto que podía encontrarlo incluso entre una enorme multitud. Y si estaba tan alejado del piso, el olor obviamente no podía llegar a su nariz.

Mientras Jooheon intentó explicarle más o menos el aroma, fue empujado por una considerable masa de gente así que la distancia entre los dos se hizo un poco más grande de lo que hubieran querido.

"Jooheon-ah".

A diferencia de ese tipo, Jooheon no era muy alto así que consiguió mezclarse muy bien con el gentío. Abriéndose paso y empujando un poco a quien se le atravesaba, Kang encontró a Jooheon y lo agarró por la muñeca sin mayor dificultad. Jooheon miró en silencio la palma grande y cálida que sostenía su muñeca así que Kang se rascó la mejilla como si estuviera muy avergonzado con eso, pero no soltó su mano ni una vez.

"Porque hay mucha gente... Puedes caerte si no te agarro."

Era una excusa plausible, por lo que Jooheon no dijo nada más y simplemente volvió la cabeza hacia el lado opuesto de la muñeca que tenía atrapada.

Era difícil escuchar a la multitud que tenía a su alrededor debido a lo desorganizado del ambiente así que, incluso Kang y Joo-heon, que tenían una diferencia de un paso, no podían escucharse en absoluto ni tener una conversación mientras andaban. En otras palabras, era un lugar que iba completamente en contra del propósito inicial... Aún así, la sonrisa no desapareció del rostro de Kang. Tampoco parecía hacerlo su buen humor. No lo había entendido bien, pero a primera vista parecía que estaba tarareando una canción de pop por lo que Jooheon lo miró todo el tiempo, inclinando la cabeza para no perderse nada.

"Hay un dicho que dice que la parejas que caminan juntas en el muro de piedra se separan. O al menos que provoca que vayan al tribunal familiar."

En ese momento, las voces de las personas que pasaban se escucharon tan claramente que parecía como si estuvieran gritando justo al lado de ellos. Tal vez, querían comunicarles que no era una lugar con leyendas románticas sino, de desamor. En un instante, la sonrisa desapareció del rostro de Kang e inclinó la cabeza hacia Jooheon con el rostro helado:

"... Creo que tenemos que ir a un lugar más tranquilo para hablar. No me gusta estar aquí después de lo que dijeron".

Jooheon asintió en silencio, ya que parecía que de alguna manera la risa estallaría, y luego puso mucha fuerza en sus labios para lograr que ni una pequeña sonrisa se escapara. La superstición que tenía su abuelo parecía ser muy similar a la que tenía él también.

Terminaron entrando en un café que parecía apropiado y pequeño y se sentaron en los asientos vacíos. Un empleado le dijo a Kang que debía ordenar en el mostrador y mientras tanto, Jooheon capturó cuidadosamente cada rincón de la cafetería: No podía darse el lujo de echar un vistazo a otras tendencias de locales en estos días porque su trabajo era una locura así que, como tal, había pasado mucho tiempo desde que estuvo tranquilamente en un lugar como ese. Jooheon tarareaba sin siquiera saberlo mientras examinaba el interior de la cafetería y también, mientras le echaba un ojo a las bebidas que bebían estos clientes. Poco después, Kang regresó con dos tazas...

Mientras Jooheon tomaba un café con leche caliente, Kang tocó la taza fría que tenía café. Lo estaba mirando sin hacer ningún ademán por probarlo hasta que de repente, saltó de su asiento y se dirigió de nuevo al mostrador. En su mano, de regreso, sostenía una bandeja llena de waffles y pasteles.

"Me gusta comer esos en el almuerzo".

"Lo sé. Con sopa de helado".

"¿Cómo sabes eso?"

Pero incluso antes la pregunta de Jooheon, el rostro de Kang seguía tranquilo, sin cambiar su expresión facial ni una sola vez. Pero Jooheon observó claramente que los movimientos de la mano que había tocado la taza se detuvieron por un instante. Sus dedos dejaron el café y en su lugar comenzaron a picar los waffles con un cuchillo que habían colocado en la bandeja. Él suspiró, y dijo que los waffles de ese lugar eran famoso por saber muy ricos, pero Jooheon no olvidó que su pregunta no fue respondida.

Puso helado en el waffle que había partido en trozos pequeños, se lo entregó a Jooheon y dijo:

"Taeyang, ¿Cómo está?"

"¿Qué? Pues... Se hizo amiga de la nueva niñera. Ya sabes, esa es su personalidad."

"¿No dijo nada de mí?"

"Pues... Taeyang dijo..."

Así que por eso son famosos. Los waffles eran crujientes por fuera y suaves por dentro, así que se derritieron tan pronto como se los metió en la boca. Un montón de pedacitos desaparecieron en medio de unas pocas palabras y después, Jooheon lo pensó por un momento y movió el tenedor hacia el pastel. Él, quien hábilmente cortó una rebanada de zanahoria cubierto con queso crema espeso en una hoja suave y se lo puso en la boca, dijo que definitivamente debería poner un pastel de zanahoria en el nuevo menú para la temporada de invierno. Kang sonrió.

"Ese día... Hiciste una confesión un poco rara. Dijiste que habías cometido un crimen, por lo que Taeyang tuvo algunos malentendidos".

"¿Qué entendió mal?"

"Preguntó si habías estado en la cárcel".

La boca de Kang se apretó y luego gimió sin hacer ruido. Todo fue después de que Jooheon se comiera todos los pasteles de zanahoria.

"Bueno, pero... Dijiste que no. ¿No es así?"

Mientras chupaba la nata con el tenedor y evitaba su mirada, los ojos de Kang, que estaban muy pequeños, se tiñeron de tristeza y resentimiento. Claro. Si hubiera dicho que no allí mismo, tendría que explicar de inmediato el por qué Kang no había estado en 7 años. Cuando Jooheon dijo que en realidad no sabía qué decirle, Kang asintió lentamente para demostrarle que lo entendía, pero su rostro estaba más que muerto. Jooheon, que estaba comiendo los waffles sobrantes con un tenedor, no estaba feliz por como habían resultado las cosas y rápidamente sintió pena por él. Entonces, de repente Kang lo miró con los ojos bien abiertos y extendió las manos como si intentara controlar su ansiedad haciendo cualquier cosa. La taza de café con leche, que ya se había vaciado, comenzó a danzar de un lado para otro entre sus dedos...

"Está bien... Tengo que explicarlo. Era algo que debería haber dicho desde el inicio en primer lugar. Yo no fuí lo suficientemente inteligente y me equivoqué en decir... Tenía confianza en que... No, no. Debería haber hablado correctamente".

Kang, sujetándose ahora la cabeza con ambas manos y murmurando para él mismo, levantó tardíamente la mirada cuando encontró el tenedor de Jooheon inmóvil.

"¿Por qué no comes más? ¿Está muy grande? ¿Quieres que los corte para ti?"

"No, ya es suficiente. Vine después del almuerzo".

La comida de la bandeja estaba casi vacía, así que era extraño que igual hiciera preguntas sobre eso. Aunque quedaban la mitad de los waffles, Kang no tocó nada y todo lo había comido solo, así que definitivamente ya había tenido bastante por un día. Pero de todos modos Kang volvió a abrir la boca:

"¿Estás seguro? ¿Qué tal comer bollos? ¿O quieres unas galletas?"

"Está bien así..."

Jooheon negó con la cabeza, con un rostro ligeramente enrojecido y los labios en curva. Era un hombre que se había mantenido tan inalterado en el pasado que ahora parecía extraño verlo hablar insistentemente sobre poner algo más en su boca. ¿Alguien se ha preocupado por sus comidas desde que falleció su abuela? Jooheon miró a Kang, con una nueva mirada brillante.

"No te tortures demasiado, simplemente hazlo como antes. Acércate primero y muéstrale que la quieres mucho. No puedo confirmarlo, pero siento que no tomará tanto tiempo. Porque Taeyang ya se abrió contigo".

"Sería muy afortunado entonces..."

"E incluso si lleva mucho tiempo, sigue intentándolo... Eres su papá después de todo".

"¡Por supuesto! ¡Yo nunca me rindo!" Su gran cuerpo se sacudió al levantarse de su asiento y su habla aumentó como si gritara. Cuando Jooheon, sorprendido, miró a su alrededor, Kang carraspeó la garganta y cambio su postura diciendo: "Ups."

Jooheon, que lo estaba mirando, trató de no soltar una risa y finalmente habló.

"No te preocupes. De todos modos, los niños no se quedan enterrados en las cosas malas. No existe tal cosa como, nunca mirar atrás una vez que han sido heridos. Ellos, son muy inocentes y perdonan. Por eso los adultos lo lamentamos bastante. Porque no somos así".

"Bueno, entonces… ¿Puedes prometerme eso?"

"¿Qué?"

"Si te lastimo de nuevo, mira hacia atrás y perdóname."

La voz se detuvo y sus ojos se encontraron. Jooheon parpadeó sin responder... No era una pregunta difícil y en realidad, no hace mucho, era una pregunta que hubiera respondido clara y cruelmente.

"Depende de qué tipo de herida sea".

Dio una respuesta ambigua y mantuvo la boca cerrada después, pero Kang simplemente asintió.

La conversación se detuvo por un momento y la música que sonaba en el café llenó el espacio vacío... Jooheon desvió la mirada por la ventana junto a Kang: Los árboles de la calle teñidos de los colores de otoño eran hermosos. Ahora que lo piensa, Kang y él estuvieron juntos en su adolescencia desde principios de la primavera hasta el verano. También fue por esa época cuando se volvieron a encontrar así que era la primera vez que estaba juntos en otoño. Se sentía... bien, en realidad.

Jooheon no pudo apartar los ojos de las hojas amarillas de ginkgo que se agitaban con el viento.


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