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Lucha! Tomo 1, 2, 3, 4 y 5 (Traducción finalizada) por yuniwalker

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Mientras trabajaba a tiempo parcial en el café, se sentía incómodo y extraño, como una persona que tiene preocupaciones todo el tiempo.  Jooheon se paró en el mostrador y se mantuvo fijo en la puerta mientras sentía los efectos del sudor frío cayendo por su espalda. El trato que la dueña del café le ha ofrecido en estos últimos días no era muy bueno que digamos. Aunque Kang era estupendo para hablar y convencer a las personas, apenas había logrado hacer que conservara su puesto. Las horas laborales se le redujeron casi de un modo exagerado y, después de que comenzó a estar saliendo y entrando del apartamento, la cantidad de tiempo que Kang pasaba en el café se vio afectada significativamente hasta el punto en que las ventas se desplomaron. Igual podía decir que tenía muchísimos más clientes que durante el período de exámenes de Kang, pero no los suficientes como para que la dueña le tuviera piedad a un estudiante a tiempo parcial que ya no le gustaba.

Al final, todo fue causado por sus propias fallas, pero igual, desde el punto de vista de Jooheon, había algunas cosas injustas en su trato ¿No era un café casi abandonado en primer lugar? Jooheon estiró sus extremidades y pies, sacó su teléfono móvil y revisó el último mensaje que envió Kang. Por supuesto, parecía que quería que fuera al apartamento para cenar, por lo que le preguntó sobre sus gustos personales para el menú y el postre. Es un mensaje que no le molestaría si fuera un día como cualquier otro, pero curiosamente, desde hace un rato se siente bastante incómodo con todo esto.
Jooheon, que estaba mirando su teléfono celular atentamente, se tocó los labios. Después de morderlos, escribió lentamente una respuesta "Hoy me iré a casa temprano para quedarme con la abuela". Dudó en presionar el botón de enviar, pero lo hizo después de servir rápidamente la bebida "para llevar" al cliente que estaba tras la barra.

Al final, sin planes y a punto de irse a casa como lo había prometido, Jooheon sacó una taza para él. Le puso el jarabe de limón, el agua mineral y una pizca de carbonato... La limonada que nunca le había gustado en su vida, hoy parecía extrañamente deliciosa y lista para él.

"¡Oye!... Yeo Joo-heon".

Jooheon, quien de repente miró hacia atrás al escuchar su nombre, se endureció como lo haría una piedra. No había mucha gente que pudiera pronunciar su nombre correctamente por lo que, Jooheon, que miró hacía atrás con una cara feliz a la espera de encontrarse con el trabajador que lo supliría, rápidamente se oscureció en una mueca distorsionada.

Un rostro que no había visto durante un buen tiempo, estaba justo adelante de él diciendo: "Mucho tiempo sin verte."

"Dijiste que no volverías a venir aquí".

"Por eso no lo he hecho".

Moochan estaba allí, parado en la puerta de la entrada como si fuera el tipo de seguridad. Alrededor del lugar donde estaba, las colillas de cigarro se amontonaron como una pequeña montaña lo que quería decir, que había estado esperando mucho tiempo hasta que tuvo la oportunidad de ver otra vez a Jooheon. Jooheon apretó los dientes. Era más que seguro que si ingresaba al café, Kang
aparecería de golpe y lo insultaría justo como la última vez. No había un CCTV en el rincón donde estaba parado y, dado que decidió no encontrarse con él hoy, Kang seguramente ya habría regresado a su apartamento y cenado o incluso estudiado todos sus libros de matemáticas.

Jooheon dejó su delantal, la taza, y salió fuera del café con toda la intención de ignorarlo.

"¿No vas a casa? ¿Cuál es la dirección? Te llevaré".

Cuando Jooheon lo miró con la boca cerrada, Moochan se encogió de hombros y señaló la bicicleta que estaba detrás de él con un único movimiento de su cabeza. Fue una bondad no deseada. La  bicicleta, con colores fluorescentes superpuestos en forma de llama, iban bastante bien con la personalidad de Moochan... Así que no quería tocar una sola cosa de ella. Las cejas de Moochan se fruncieron gradualmente al ver la reacción de Jooheon y su repentino asco por él, sin embargo, por alguna razón que desconocía, no salieron palabras duras o insultos enojados:

"Voy a tomar el autobús. No soy bueno en eso de las bicicletas. En realidad me dan miedo."

"¿Miedo? Entonces tomaré el autobús contigo. ¿Dónde está la parada?"

La cara de Jooheon estaba distorsionada, como si hubiera masticado algo agrio y no le hubiese dado tiempo de manejar su expresión. No habría sido posible no verlo, por supuesto, pero Moochan parecía bastante empeñado en seguir con el plan de acompañarlo hasta su casa.

Jooheon dio un paso en dirección a la parada del autobús. Quería sacar el teléfono celular de su bolsillo de inmediato, pero no pudo hacerlo así que simplemente se conformó con frotarlo con los dedos sudorosos.

"Oh, no tengo una tarjeta de autobús. ¿Puedo servirme de la tuya?"

"..."

Aunque estaba muy molesto, no dijo nada más ni discutió con él. Parecía que una vez más estaba pensando demasiado negativamente aunque solo fuera por el hecho de pagar el autobús de alguien más. Más aún, porque la otra persona era Hwang Moo-chan. Jooheon se mordió los labios y pagó la tarifa del autobús del chico.

"Oye… ¿Por qué estás sentado allá? Vamos hasta atrás."

Extrañamente, como si estuviera soportando bien su temperamento explosivo, Moochan habló suavemente con Jooheon, que estaba sentado en silencio en el único asiento que no tenía un acompañante. Al final, Moochan se levantó de su lugar como si hubiera decidido que ya no le gustaba estar en la parte de atrás, y se sentó en el asiento junto a Jooheon hasta provocar que casi tuviera que ir pegado a la pared interior del autobús para evitar tocarlo. Lo miró de reojo: Con una capucha negra y sentado en el autobús, Moo-chan se veía inofensivo a pesar de que estaba frunciendo el ceño y movía los dedos desesperadamente. Para una persona que no conociera nada de su lado áspero, seguramente solo vería a un estudiante masculino con una apariencia hermosa de líneas finas. Sin embargo, Jooheon sabía muy bien lo mal que estaba su interior. Como una fruta podrida.

Mientras las piernas de Moochan estaban abiertas de par en par, Jooheon cerró los muslos y miró por la ventana del autobús.

"Voy a bajar".

"Pues baja."

La casa de Jooheon no estaba lejos del café por lo que incluso a veces se iba caminando. Sin embargo, puede que el chico no supiera que la palabra "Voy a bajar" no era para decirle donde debían de bajarse, sino que significaba "sal de mi camino de una buena vez". Pero Moochan todavía estaba sentado allí, con los muslos bien separados y la cabeza mirando al techo. Inevitablemente, tuvo que levantarse del asiento, frotando su pierna contra la pierna de Moochan hasta que logró salir al pasillo. Estaba casi listo para sujetarse al asiento y tocar el timbre cuando Moochan lo alcanzó y se levantó como para ver donde estaba la casa. ¡Esto era lo más incómodo de la vida! Ni siquiera quería decirle algo sobre el lugar o la ubicación así que bajó rápidamente, volvió a revisar su mochila y se quedó allí, parado y con el hombre pegado a sus espaldas. No podía dar un paso más por lo que, lentamente, miró hacia atrás. Moochan todavía estaba frunciendo el ceño, como si no le gustara algo o estuviera enojado.

¿Por qué tuvo que seguirlo? ¿Por qué tiene que estar preocupado por él también cuándo ciertamente ya ha tenido suficiente?

"Si tienes algo que decir, hazlo".

"¿Algo que decir?"

"No creo que me hayas seguido hasta aquí por nada. No quiero ir a casa juntos. Habla aquí."

"No existe tal cosa como algo que quiera decir."

Jooheon, que tenía tensión hasta en la punta de los dedos de los pies, logró escuchar incluso el sonido de los latidos que golpeaban su cabeza. Moochan arrugó la cara... Pero como si fuera muy sincero y no tuviera nada que decir, se dio la vuelta y caminó sin remordimientos, lejos de él.

Jooheon lo miró fijamente durante mucho tiempo.


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