Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Querido B. tomo 1 (Traducción finalizada) por yuniwalker

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Pasa el tiempo y puede notar que la oscuridad se está volviendo cada vez más espesa...

Mientras reprimía la sensación de estar abrumado, Félix cerró los ojos e intentó que todos los pensamientos terribles comenzaran a resbalarse por la punta de sus dedos... Hasta que la chillona y extraña voz del GPS le informó que ya había llegado a su destino. Félix inhala otra vez y mira hacia adelante: Había dos personas conocidas, paradas frente al edificio principal que daba al aeropuerto. Contuvo el aliento y finalmente logró que el sedán se detuviera con delicadeza frente a ellos.

Cuando abre la puerta y sale, la cara del hombre que está justo frente a él se vuelve confundida en un instante. Le dolía el corazón cuando veía lo delgado y pálido que se había vuelto en menos de una semana... Pero pronto los ve, esos hermosos ojos negros difíciles y salvajes que siempre le hacen sentir encantado. Es como, si solo lo enfocaran a él. Incluso parecen felices.

"¿Por qué estás...? ¿Por qué tú....?"

Isaac murmuró torpemente, como si no recordara como hablar en inglés. Félix, quien naturalmente se le acercó, solo llevó la mano a su hombro.

"Isaac, dije que te daría un avión privado, pero no mencioné nada sobre dejar que fueras solo."

"No, ¿Vas a ir conmigo?"

"Por supuesto. ¿Cómo iba a estar tranquilo si no?"

Isaac miró a Félix de una manera complicada. Quiere decir algo, pero las palabras solamente no pueden salir... Ese hombre es un tremendo problema. Incluso la forma en la que mueve los labios y lo toca le parece irritante y fascinante así que le da la espalda y comienza a caminar lo más rápido que sus pies se lo permiten. Félix lo agarra entonces del brazo y le obliga a entrar al aeropuerto con él.

"Todavía tenemos mucho tiempo ¿Por qué te estás adelantando?"

"¡Pero...!"

"Te lo dije, ¿No? Nos pertenecemos. Así que definitivamente estaré contigo sin importar lo que pase en el futuro."

Isaac se tragó lo que estaba tratando de refutar. Mientras lo arrastraba, no tuvo más remedio que caminar en silencio.

***

El interior del avión estaba limpio y se veía absolutamente lujoso y espacioso. Era como una pequeña oficina. Un escritorio de madera en el que había todo tipo de computadoras, tabletas electrónicas y otros equipos desconocidos para él. Hay documentos organizados alfabéticamente, un sofá enorme. Tiene un mini bar pegado a la pared y te encuentras con un dormitorio individual cuando entras por la puerta trasera. El avión privado... Más bien era un pequeño hotel que podía volar a cualquier parte.

Isaac se sentó en el sofá y comenzó a mirar todo lo que tenía a su alrededor hasta que se quedó observando a Félix, que se había acomodado justo frente a él. Parecía bastante centrando en alguna especie de trabajo que tenía pendiente, con su computadora portátil extendida sobre la mesa. Mirando el monitor, dando un click cada determinado tiempo y después, tecleando oraciones relativamente cortas.

Cuando salió de la casa, pensó que era sorprendente que lo estuviera enviando solo. Aunque estaba completamente agradecido de que le diera un avión privado sin preguntarle nada al respecto, hubo bastantes veces en las que quería decir: "¿Te sientes bien? ¿De verdad estás enviándome, así como si nada?". Así que, al verlo bajar del automóvil... Se sintió tan terriblemente aliviado que todo su cuerpo se relajó de una manera considerable. ¡Y eso era ridículo! ¡Tenía ganas de golpearse en la cabeza solo de recordarlo!

Isaac, que se había rendido de pensar, enterró la espalda en el sofá y cerró los ojos un momento... Ah, no tenía idea de lo cómodo que podía ser un buen cojín. Incluso tuvo la ilusión de ser absorbido y arrullado.

"Ya que vamos a estar viajando por alrededor de cinco horas, estaría bien si  intentaras  dormir un poco mientras tanto."

Félix, que notó rápidamente que la energía que había guardado estaba saliendo de su cuerpo, murmuró esto sin levantar ni un instante los ojos del monitor...

El destino era Carolina del Norte, en el Este de dónde se encontraban ahora. La base de los JSOC de Cole estaba montada en Fort Bragg, Carolina... Así que tenía razón, era bastante tiempo. Y sería bueno dormir porque podría ayudarlo a controlar su condición física y también mantendría su energía en lo más alto. El problema es que no es nada fácil. Tal vez sea porque está demasiado ansioso o triste o molesto, o preocupado o todo lo anterior... Pero solo cierra los ojos y no logra que algo pase más allá de eso.

La carita de Benjamín siempre aparece allí, llorando. Los gritos de su madre le llegan de todas direcciones.

"Bebe esto entonces..."

Los ojos de Isaac se abren de golpe... Ni siquiera se había dado cuenta de cómo o cuándo lo había traído.

"Gracias."

Isaac miró el vaso con hielo y licor e inmediatamente después tomó un sorbo que se sintió bastante frío. Lo pasó por toda su boca y luego intentó que se deslizara por su garganta de la manera más lenta posible. Sí, eso puede ser de mucha ayuda cuando quieres curar un ardor que no se quita.

"Deberías comer algo también. ¿Está bien? Yo lo haré contigo si así te sientes más animado."

Félix, que cuidaba de Isaac como si fuera una hierba seca y crujiente, le indicó a Tony que trajera algo de comer de inmediato.

Había olvidado que llevaba días sin hacerlo. Antes de regresar a San Diego, comió en un pequeño pueblo en la frontera, entre California y Arizona. ¿Eso ya tiene una semana o algo así? En realidad, ahora ni siquiera puede sentir hambre. No siente hambre, o sueño... Ni siquiera ganas de hablar. Era como, si todas las cosas dentro de él hubieran muerto.

Con una cara extraña, Isaac apartó la vista y miró por la pequeña ventanilla. Había un cielo nocturno, extendiéndose completamente fuera del cristal. Es negro, todo negro. Era como un vasto mar abandonado... El mar es un espejo del cielo. El mar no tiene color, siempre se trata del cielo pintando todo lo que tiene abajo. Y, si se mira el tiempo necesario, te das cuenta de que no hay nada. No hay luz, ni el reflejo de la luna, o de las estrellas... Y pronto incluso deja de haber sonido.

Tan pronto como recordó eso, surgió una extraña sensación en Isaac que rápidamente le obligó a extender la mano para cerrar la ventana. Es tan terrible, como el cuerpo se empeña en recordar cada pequeña cosa solamente por la idea de un color... La oscuridad le daba miedo.

"Isaac, ¿qué pasa, cariño? ¿Te sientes mal?"

Félix, que juntó un poco más la cara con la suya, preguntó mientras barría el sudor frío de su frente con las yemas de los dedos. Isaac estaba temblando, así que la pupila azul del hombre pareció ponerse un poco oscura.

Era muy hermoso de todas maneras, ojos azules que parecían todo lo contrario a lo que le temía.

"... Un día, crucé el mar solo."

Esa fue la primera información importante de una historia que no le había logrado contar.

"¿Solo?"

"Monté un bote de goma a través del mar."

Félix frunció el ceño.

"Pudiste morir."

Isaac se rió amargamente y asintió.

"Y desde entonces, he tenido mucho miedo a la oscuridad y al mar. Es tan severo que hay días que siento que no puedo soportarlo. Y, cada vez que viene a mi mente... Incluso creo que podría morir." Isaac, con una mirada a la ventana cerrada, movió su dedo para hacer que la cortina volviera a subirse. "Pero sé que es tonto y, que debo superarlo rápidamente..."

"No es tonto... Si te sientas mal, deja la ventana cerrada hasta que amanezca. Incluso puedo hacer que las luces sean más brillantes si quieres."

La voz de Félix era fuerte, pero su sugerencia fue muy amable. La cabeza de Isaac dice que no.

"Esto es suficiente... ¿Sabes? Cuando mi hijo estaba cerca, nunca tuve miedo de nada. Por oscuro que estuviera todo, si Benjamín estaba en mis brazos,  sosteniéndome ... No había espacio para tener temor."

"Lo entiendo..."

"Era asombroso... Tal vez se debía a la idea de que tenía que protegerlo o, quizá solo fue el hecho de que Benjamín estaba allí. Sonriendo con mucha fuerza. Eso siempre... Me hacía sentir mejor."

Era un niño que cabía perfectamente entre sus brazos. Un bebé dorado que olía a talco perfumado y a leche. Si enterraba la nariz en su cabello, olvidaba todas las situaciones de mareo y sonreía. Sonreía de verdad. Era lindo y completamente suyo, así que siempre pensaba y actuaba pensando primero en lo que era mejor para él. Se convirtió en todo su mundo así que... La vida sin Benjamín...

Ni siquiera podía imaginar una vida sin Benjamín.

En el pasado, cuando supo por primera vez sobre su embarazo, estaba tan angustiado que pensó mil veces sobre la idea de abortar y luego, sobre tenerlo, pero dárselo a personas que supieran exactamente lo que se tenía que hacer para hacerlo feliz... Sin embargo, desde el momento en que lo dio a luz y lo sostuvo contra su pecho, tuvo pensamientos y sentimientos totalmente diferentes a los primeros. Nunca se arrepintió de tenerlo y luego, pensó que tal vez era un regalo. Que las cosas debieron ser así desde el principio... Estaba convencido de que, si no hubiese completado el embarazo, entonces hubiera vivido una vida que no sería diferente de cuando estaba solo en medio del oscuro mar. Seguramente se hubiera muerto, porque Benjamín era la única luz que iluminaba su vida.

¿Qué va a pasar si… nunca puede tenerlo con él de nuevo? ¿Y si algo sale mal y no logra lo que está planeando...?

Solo por imaginar que Benjamín iba a desaparecer de su lado, las manos de Isaac se balancearon debido a los escalofríos y tuvo que frotar sus brazos para quitar la piel que ya se le había vuelto de gallina... No, eso no va a suceder. No va a perder a su hijo, solo no puede.

Isaac se rascó la cabeza con fuerza, y luego levantó la vista. En un momento, sus ojos se enredaron con los de Félix. Azul Prusia...

"Después de que Cole te traicionó... ¿Cuándo fue que te hiciste padre? ¿Justo después? ¿De quién? ¿Una mujer?... ¿Un hombre?" Sin volver su mirada, Félix soltó un suspiro inmenso. "Sin ningún registro de matrimonio o compromiso, solo trabajando..."

Solo entonces Isaac respiró brevemente. Tal vez Félix sabía más sobre él de lo que aparentaba.

"¿Cuánto sabes de mí? Di la verdad."

Isaac lo miró de un modo ansioso, reduciendo la distancia mientras preguntaba bruscamente en busca de una respuesta que lo convenciera. Félix se encogió de hombros. ¿Debería decir que sabía lo suficiente? Su otra identidad era Capitán de la armada, Casey Patricks, de los DevGru. Sabía que era familia adoptiva de Cole, con un padre muerto, asesinado. Y, hace cuatro años... En la isla del Sur...

"¿Qué podría saber yo si no me lo cuentas tú? Nos conocemos, según tu historia... Pero en estos negocios todos lo hacemos, por algunos segundos al menos."

Isaac apretó el puño. Se movió en su asiento y lo miró.

"¿Eso es todo?"

"Sí."

No parecía haber mentira en la forma en la que respondió así que Isaac solo suspiró de nuevo... Félix podía descubrir incluso la verdad oculta más profunda, si tuviera un poco más de determinación en ello.

Sus músculos estaban tensos y escuchaba el sonido constante de los golpes en su cabeza. Su corazón está latiendo muy, muy rápido... Isaac, hundiéndose en el sillón, se lamió los labios que ya sentía completamente secos.

"Entonces deberías hacérmelo saber, ¿No crees?"

"¿Qué?"

"Acerca de lo que sucedió hace cuatro años."

"¿Ah...?"

"¡Cualquier cosa, por Dios! Solo quiero ser un hombre más culto."

Afortunadamente, Félix respondió arrogantemente. Sin pedir por algo en concreto. Isaac recordó entonces algunas cosas por las que podría sentir curiosidad. Después de todo, desde hace mucho tiempo, Cole y Félix tenían una relación difícil en la que habían intentado matarse entre ellos. El traficante de armas Félix y el comandante de la Armada Cole, era una historia conocida.

"Cole también tiene un negocio de armas ilegales... Era algo inimaginable para mí, hace 4 años. Antes de ser arrojado lejos de él."

"Bien."

"Se metió hasta el fondo en demasiadas acciones ilegales. Pero aquellos que no tenían ni idea de que el tráfico de armas se relacionaba directamente con un oficial naval, pensaban que eran productos de tu empresa y te culpaban por ello... Así se escondía."

Tan pronto como cuenta la historia de Cole, Félix se pone a sonreír. Bueno, suponía que esto era mejor a no tener nada de su parte.

"No fue eso simplemente... Cole no solo vende armas, sino que también recibe sobornos de varias compañías militares. No fueron solo uno o dos oficiales involucrados sino cientos y cientos. Incluso decoró su arsenal como una base del FBI y de la CIA y puso una fuerza especial a custodiarlo."

"Bueno... Sé de eso mejor de lo que piensas, cariño. Porque en un inicio yo lo ayudé a lograrlo."


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).