Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Amor inocente por Eira Baker

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Hola, it's meee! Bien, como se muere la batería de mi celular sere rapidísima... Con "fic borrador" me refiero a que esté fic no está corregido, mi beta está ocupada y no tiene tiempo, pero subiremos su versión corregida en wattpad, solo eso. 

Notas del capitulo:

Death note no me pertenece... Y sigo sin saber si estoy poniendo bien la advertencia Dx

 

Amor inocente.

 

.

oOo

 

Mi amor por ti no está sujeto al espacio, ni al tiempo: es libre, inmenso y eterno. – María Díaz.

 

oOo

.

 

Un nuevo niño llegó al orfanato Wammy. Ese niño era pequeño, diminuto, de enormes y curiosos ojos grises, cabellos alborotados de suave algodón blanco, de vestimenta ridículamente blanca... y era mudo. Nadie sabía con certeza si podía hablar o no, el pequeño desde que llegó al establecimiento se rehusó a decir una sola palabra; solamente asentía o negaba con la cabeza cuando alguien le preguntaba algo. Había otra cosa que el pequeño albino se negó a hacer desde que llegó, y eso fue… separarse de Mello. 

 

Desde el momento que lo vio, Near se pegó a Mello como una garrapata necesitada. Era imposible separar al pequeño del niño rubio, se negaba a soltarlo; cuando una cuidadora quiso cargarlo, él se aferró con sus pequeñas manitos a la polera del rubio y puso una expresión de desesperación y angustia en su tierna carita infantil que conmovió a todos los presentes. Por ese motivo permitieron que Near hiciera su voluntad, y le pidieron a Mello que tuviera paciencia, que con el tiempo el pequeño albino se adaptaría y tendría confianza para estar con los demás. 

 

A pesar de que transcurrieron seis meses las cosas continuaron igual, Near seguía a Mello como un pollito bebé sigue a su mamá. Cada vez que el mayor iba al baño, Near se quedaba sentado afuera esperándolo. Si Mello iba a la biblioteca a estudiar, Near iba con él y se quedaba hasta altas horas de la noche acompañándolo. Cuando Mello iba a sus clases avanzadas, Near interrumpía en el aula y se quedaba en el suelo junto a su asiento, llevando consigo un avión de juguete para entretenerse. Incluso consiguió que mudaran su cama a la habitación de Mello, desde esa vez que lo descubrieron durmiendo en la puerta del niño mayor, en el duro e incómodo suelo y con un conejo de peluche entre sus brazos. 

 

A muchos profesores, cuidadores y al mismo Roger les resultaba preocupante esa situación, Near se volvió muy dependiente de Mello y temían que se aferrara tanto a él que luego no podría enfrentarse al mundo solo. Era bueno ser codependiente hasta cierto punto, pero posteriormente habría que separarlos. Near necesitaba amor, cariño, ternura; y eso era algo que Mello no podría ofrecerle ni proporcionarle. Él era un chico impulsivo, agresivo, temperamental, hiperactivo, y con cero paciencia para las demás personas. No podía estar siempre al pendiente de Near. 

 

A Mello, por otro lado, al principio no le agradaba que ese niño extraño estuviera cerca de él, invadiendo su espacio personal y nunca dejándolo en paz, ya no podía salir afuera a jugar porque ese niño pálido se aferraba a él y no lo soltaba más, y no podía obligarlo a salir con él porque Near tenía una salud delicada, a causa de sus defensas bajas se enfermaba con facilidad. Y por más que deseo utilizar la fuerza bruta y empujarlo... era imposible, había algo en ese pequeño de cabellos albinos que le impedía ser violento como normalmente lo era con los demás niños que abusaban de su paciencia. Ese niño de grandes ojos grises era el vivo reflejo de la fragilidad. Como si con un simple golpe bastará para matarlo. Y además… le gustaba. Le gustaba más de lo que le gustaría admitirlo. Near era pequeño, adorable, suave y sumamente apretable. Su presencia a su lado se volvió normal para él, le comenzó a gustar su compañía y dormir junto a Near. Porque sí, Near jamás ocupó su propia cama, siempre encontraba el modo de colarse en la cama de Mello y dormir junto a él, abrazándolo como si fuera su peluche. 

 

Y Mello no podía evitar sentirse feliz. Por primera vez en su vida, algo era completamente suyo, y eso le despertaba diversos sentimientos que lo hacían sentir bien. Near era suyo. Nadie más que él podía tocarlo y tenerlo entre sus brazos, solo él. 

 

No estaba mal, Near era un buen amigo y no lloraba como los demás niños pequeños, tampoco era escandaloso o ruidoso. Y además se divertía cuando Near armaba pistas de carrera y ambos hacían correr a sus autos de juguete, viendo cual llegaría primero. 

 

Aunque claro que las burlas de los demás niños en el orfanato no tenían que faltar. 

 

—¡Tal vez Near piensa que eres su mamá! —se burló Kevin, uno de los niños mayores del orfanato.

 

—¡Con ese peinado de niña es muy posible, Mello! —le siguió el amigo, riéndose a carcajadas. Pero la risa no le duró tanto tiempo porque Mello lo golpeó fuertemente en el estómago, tumbandolo al suelo. Mello no perdió tiempo y se subió encima, jalando sus cabellos sucios con una mano. 

 

—¡Repite eso de nuevo si te atreves, imbécil! —grito Mello, golpeando la cara de ese niño. Near solo observaba desde una distancia segura el enfrentamiento, moviéndose inquieto en su sitio, no quería que golpearan a su Mello. 

 

Roger pronto llegó en escena y castigó a Mello, trasladandolo temporalmente a una habitación privada del piso de abajo, luego de un severo regaño y un sermón sobre la disciplina y que la violencia nunca es la solución a los problemas. Lo que más le molestó a Mello no fue el castigo, sino que no podría ver a su amiguito albino en lo que durará la sanción. 

 

.

 

Near estaba triste. 

 

Acababan de informarle que Mello se quedaría en los cuartos de abajo por dos semanas por haber golpeado a esos dos niños. 

 

Lo cual no era justo. Esos niños habían comenzado. 

 

Y ahora a Near le tocaba estar solo en esa habitación tan grande y fría, sin la compañía y el calor de Mello. Realmente no le gustaba ni un poco la situación y se sentía molesto, llegando al punto en el cual rompió dos de sus juguetes. 

 

Near suspiro suavemente, abrazando una de las poleras de Mello contra su pecho, era extraño lo mucho que quería al niño de cabellos dorados, pero si, realmente lo quería y lo necesitaba. Mello era la única persona a quien Near no le molestaba que invadiera su espacio o que lo tocará. Si otras personas lo llegarán a intentar, Near estaba seguro de que los mordería. 

 

Mello era la única persona a la cual le permitía todo eso porque se sentía cómodo junto a él. Mello era especial para Near. Y Near no podía dormir a menos que Mello estuviera a su lado y le cantará una canción, acariciando sus cabellos y prometiendole que siempre estaría junto a él. 

 

Necesito estar con Mello. 

 

Quitándose las mantas de encima e incorporándose de la cama, se decidió a buscar a la única persona que quería en el mundo entero. 

 

.

 

Ya era la medianoche y Mello estaba durmiendo profundamente hasta que sintió un peso extra subir a su cama temporal. Se hubiera asustado si no hubiera sentido el toque de unos pequeños y suaves dedos acariciando sus mejillas. Unas caricias que solo le permitía a una sola persona. 

 

—Near, te van a regañar si no te ven en tu habitación... —habló suavemente, medio dormido mientras dejaba que el diminuto albino jugará con sus mejillas. 

 

Near no hizo ningún movimiento que le diera a entender a Mello de que se iría, así que Mello suspiro y simplemente cubrió el cuerpo de Near con su manta, dejando que el pequeño se aferrara a sus ropas. No quiso insistirle a marcharse porque sabía que Near no lo haría, era demasiado obstinado y terco.

 

El sueño lo abandonó cuando unos labios cálidos y dulces chocaron contra su nariz. 

 

—¡Near! ¿Pero qué haces? —preguntó alarmado, saliendo de la cama de un salto y cayendo torpemente al suelo. 

 

Near solo le respondió con una tierna sonrisa desde la cama.

 

—Ah, da igual… no lo hagas tan de repente, tonto —Mello se levantó molesto del suelo y volvió a acostarse en la cama, con un Near que no dejaba de besar su rostro —. Eres muy fastidioso… —dijo, pero su expresión no se veía para nada molesta, más bien se le notaba relajado, con un rosa pálido adornando sus mejillas. 

 

.

 

Habían pasado nueve años y las cosas no cambiaron. Near se detuvo un poco de perseguir a Mello pero continuó queriendo solo estar a su lado. En cuanto a lo académico, a Near no le gustaba hacer trabajos grupales a menos que su compañero fuera Mello, más allá de su cariño hacia él, era porque el chico mayor podía seguirle el ritmo y siempre llegaban a la misma conclusión. Eran un gran equipo. Lo que sí fue un completo logro fue que Near finalmente pudo hablar, y sucedió cuando el detective L pidió la colaboración de Mello para un caso. Mello estaba por irse a Estados Unidos para reunirse con L, y Near lloró mucho, corriendo detrás de Mello mientras gritaba su nombre entre fuertes sollozos; pidiéndole que no se vaya. Todos quedaron sorprendidos al escuchar su voz y Mello decidió no ir, en serio le rompió el corazón ver a Near en un estado de desesperación total, llorando y gimiendo en su hombro, abrazándolo fuertemente. Desde ese día Near comenzó a decir más palabras porque eso ponía feliz a Mello. Ahora, con catorce años recién cumplidos, estaba soplando las velas de un pequeño pastel que le preparó el joven de brillantes ojos azules. 

 

—¡Feliz cumpleaños, Near! —Mello se tiró encima del niño albino, abrazándolo.

 

—Gracias —Near sintió sus mejillas enrojecer cuando Mello beso su mejilla. 

 

—Cielos… —el chico mayor se quitó de encima, ayudando a Near a incorporarse y sonriéndole amistosamente —. ¡Catorce años! Muy pronto te saldrá acné y te crecerán pelos por todos lados. 

 

—Eso no me parece algo agradable —se quejó el menor, golpeando débilmente el hombro del rubio. 

 

—A nadie, pero es lo que nos toca soportar —Mello suspiro pesadamente y revolvió los cabellos de Near —. Mejor dime, ¿qué pediste? —preguntó mientras comenzaba a cortar cuidadosamente la torta, colocando una porción en un pequeño plato. 

 

Near miró con atención como Mello lamía uno de sus dedos porque se manchó con crema, relamiéndose sus labios con su rosada lengua. 

 

—A ti. 

 

—… ¿Qué? —Mello volteo a ver a Near, sorprendido. Vió como Near agarraba su mano y la besaba. Mello fue frunciendo levemente el ceño —. Ey, para de jugar… no es divertido. 

 

—Es la verdad. Te quiero a ti… —Near fue cerrando sus brillantes ojos grisáceos a medida que se inclinaba más hacia el rostro de Mello, posando tímidamente sus labios contra los del mayor, disfrutando de la sensación que le otorgaba sentirse cerca de Mello, disfrutando de su aroma y de la suavidad de sus labios. Quería que Mello supiera lo mucho que lo amaba, que fuera consciente de sus sentimientos. 

 

Estuvieron con los labios juntos por mucho tiempo. Cuando Near finalmente se apartó, sonrojado por su atrevimiento y pensando en cómo disculparse con Mello, se vio sorpresivamente empujado hacia la cama por el cuerpo del rubio, quien volvió a conectar sus labios, besándolo apasionadamente mientras buscaba introducir su lengua en la boca del más joven. Near abrió los ojos sorprendido, pero luego terminó correspondiendo el beso, entreabriendo los labios, dejando que Mello jugará con su lengua en una danza mojada y erótica.

 

—M-Mello… —llamo Near en medio del beso, deteniéndolo —. ¿Tú también me quieres? —preguntó con un cierto temor notándose en su voz. 

 

—Near… —susurro Mello, depositando un corto beso en los labios rosados del menor —. No solamente te quiero… el sentimiento que siento por ti es mucho más grande que eso. 

 

Near sonrió y acarició los cabellos rubios de Mello. 

 

—Demuestramelo…

 

Mello esbozó una pequeña sonrisa y volvió a besarlo. 

 

—Lo haré. 

 

Las mejillas de Near se pusieron más coloradas al sentir un bulto duro contra su muslo, frotándose contra él. Miro a Mello y se sintió con la mente nublaba al ver las orbes azules brillando de deseo y amor. 

 

—¿Me dejaras continuar? —preguntó suavemente Mello, acariciando los labios de Near con los suyos en un roce débil. 

 

Near tímidamente asintió y Mello fue quitándole la ropa, arrojándola al suelo y apropiándose de sus labios, besándolo con ternura y pasión, acariciando los costados de su cuerpo desnudo. Mello se alejo un poco del caliente cuerpo del menor para quitarse sus propias ropas, luego volvió a asaltar la boca de Near, besándolo mientras deslizaba las manos por su cuerpo hasta atrapar su trasero, apretandolo suavemente y haciéndolo levantar la cadera para que su erección pudiera frotarse contra la suya. 

 

En ese momento, en ese lugar, en ese soleado día, en la cama de Mello, con la ventana abierta que dejaba pasar una brisa que olía a hierba y sol, a puerta cerrada… 

 

Hicieron el amor. 

 

Prometiendose mutuamente que siempre permanecerian juntos. 

 

.

 

.

 

.

 

The end.

Notas finales:

Espero que lo hayan disfrutado y... Eso es lo más cercano a un lemon que obtendrán de mi... nah, mentira xD la verdad solo me gusta escribir cosas tiernas y adorables pero... Con Mello y Near... Necesito leer fics de ellos con lemon incluído jsjsjsjs ufff por cierto! Siempre recuerden poner de que pareja es su fic, por acá siempre me terminan engañando y resulta que no eran de la pareja que yo quería :'c es un timoooo!! ò.ó caigo como boba :c y no se, yo no puedo leer fics en dónde por ejemplo... L este con Matsuda :c yo a L lo quiero con Light :c y paso un mal rato... En fin, gracias por leer y llegar hasta aquí :'3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).