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Un Omega parecido a una flor. (Traducción finalizada) por yuniwalker

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El celo terminó en 3 días pero, ya que se había enfermado más gravemente de lo que pensó, planeó regresar a Japón una semana más tarde.


Natsume miró a Harried caminando junto a él, pensando en lo que pasaría cuando llegara el momento de separarse. Después de todo, aparentemente podría regresar ya mañana


"¡Hay que ir a esa tienda, Natsume! Hay artículos muy lujosos hechos por diseñadores que son nativos de esta ciudad".


Harried señaló los aparadores, pero se detuvo cuando notó los ojos de Natsume sobre su cara.


"¿Qué pasó? ¿Quieres descansar?"


"... No. Solo me preguntaba si será necesario comprar tantas cosas".


Mirando hacia atrás, puedo ver a dos de sus sirvientes caminar con bolsas de papel en ambas manos. Eran profesionalmente inexpresivos y tal vez estaban acostumbrados a esto, pero lo lamentaba igual a si les estuviese haciendo una grosería. La bolsa estaba repleta de ropa, accesorios y artículos diversos que había comprado Harried para él.


"¿Por qué? Natsume regresará a Japón mañana ¿No? Escuché que no compraste ningún souvenir y honestamente, es un desperdicio que nunca visitaras los centros comerciales más famosos de la ciudad". Agarró la mano de Natsume y tiró de él. "Además, quiero que veas una cosa. Los relojes de esta tienda son bastante buenos y siempre me han interesado un montón. Son de madera, pero no demasiado simples. Tienen un diseño precioso así que pensé en regalarte uno para que te lo llevaras a Japón. ¡Puedo tener uno para mi habitación para coincidir contigo!"


"Pero..."


"No te preocupes por las compras ¿Bueno? Yo me encargaré de todo."


Cuando lo besó en la frente, Natsume volvió a sentirse tan en problemas que miró para abajo. Además de los sirvientes que había traído para cargar el equipaje, tenía tres escoltas de seguridad vigilando lo que hacía en todo momento. Todos vestían trajes, pero eran de Jashar así que tenían la piel morena similar a la de Harried.


Y fue en la última semana más o menos que se dio cuenta de que nunca estuvieron a favor de Natsume.


Durante el período de celo, mientras pasaba tiempo en la mansión de Harried, todos ellos, incluidos los sirvientes, lo trataron cortésmente y con mucha amabilidad, pero todos los aspectos de su actitud mostraban que no era bienvenido. Por ejemplo, cuando Harried dejaba la habitación, ellos también se iban. Si hablaba, intentaban responder pero nunca igualaban su línea de visión y siempre que estaba junto a ellos era... Completamente incómodo.


"No voy a poder verte por un tiempo así que, por favor, acepta todos mis regalos. No se me ocurre nada más por hacer."


Y comenzó a besar sobre sus labios.


No era raro que los amantes tuvieran momentos tiernos entre los dos pero, cuando sintió los ojos de las otras personas, que pasaban por el centro comercial, Natsume empujó el pecho de Harried para que lo dejara en paz. Incluso sin importarle verse rudo.


"Harried... No me gusta mucho cuando nos ven".


"Oh, ¿Es alguna costumbre de Japón?"


"Creo que es algo más mío..."


Cuando sonrió y lo besó de nuevo, sus labios quedaron tan atrapados que fue inevitable que se pusiera a suspirar. Harried le pasó la mano por la cintura, le acurrucó contra su pecho y volvió a decir: "Por favor, perdóname por esto al menos hoy. Quiero besarte tanto..."


Intentó que pareciera una broma, pero la sonrisa solitaria hizo que le doliera el corazón terriblemente. La expresión facial de Harried siempre era tranquila pero, ahora que estaba con él, a menudo parecía cambiar de emociones de un momento para otro. Sus ojos verdes eran elocuentes y hermosos y se sintió como si fuera imposible mirarlos por mucho tiempo. Natsume ocultó su insatisfacción:


"Lo siento. Por favor, entra a la tienda primero. Voy al baño".


"... Está bien, ten mucho cuidado."


Besó su cabello y lo dejó ir, notando que había mandado a una escolta en su dirección. ¡Ese hombre era más grande y más aterrador que cualquier otra persona que hubiera visto en toda su vida!


"Yo… Solo voy al baño."


"Harried me dijo que lo vigilara."


La respuesta, sin mirarlo, fue completamente fría. 


"De acuerdo."


Natsume aceleró. Ir al baño había sido una excusa para estar solo así que lamentaba que se hubiera tomado la molestia de mandarlo a él a seguirlo. Sin embargo, cuando trató de pasar por la entrada, la escolta bloqueó repentinamente el frente y lo sujetó utilizando una sola de sus manos. El hombre no esperó mucho para abrir la boca y decir:


"Lamento esto, pero tiene que saber que la posición de un Omega no es alta en Jashar. Incluso si la familia de Harried te da la bienvenida, no creo que el pueblo quiera hacerlo."


Natsume apretó sus labios con fuerza.  Después de todo, era cierto que su existencia no era aceptada ahora por lo que pareció tonto pensar que lo sería después. Levantó la barbilla y asintió para evitar verse tímido. 


"Lo sé".


"Parece que no". El hombre, que se dio la vuelta antes de que Natsume terminara de hablar, lo agarró del brazo de nuevo y lo llevó al baño para meterlo a un cubículo: "Ser "no bienvenido" significa ser acosado constantemente."


"..."


"Así que si no eres lo suficientemente valiente como para enfrentar este problema, no vuelvas a aparecer frente a Harried nunca más. Olvida todo esto y no vuelvas a intentar hablar con él."


"..."


Luego fue empujado hacia uno de los lavabos privados, se tambaleó y lo hizo chocar contra la pared. Mirando hacia atrás, observó al hombre alejándose de nuevo hacía el centro comercial así que Natsume finalmente cerró la puerta y puso el seguro. Sus manos temblaban y sus piernas parecían no poder sujetarlo más. El guardia era beta y el celo de Natsume había terminado desde hace mucho tiempo pero, aún así, no podía competir contra esta disparidad física que existía entre los dos. Estaba tan asustado y arrepentido que dejó la espalda en la pared y frotó sus brazos.


(Debería haberme ido de inmediato antes de llegar a esto.)


Cuando regresara con Harried, tendría que decirle que estaba cansado, terminar la cita de hoy y regresar al dormitorio. Harried lo había estado acompañando a enviar su equipaje a la estación, a acomodar sus efectos personales y sus papeles y al final, terminó quedándose en su casa de nuevo simplemente para charlar y tomar el té. Y evidentemente eso había sido una falta. Ahora estaba tratando de calmar su respiración y poner en orden sus pensamientos y sin embargo, incluso después de unos minutos, los pequeños temblores no disminuyeron ni se calmaron una sola vez. Su piel estaba sensible y sentía todo el tiempo que quería ponerse a gritar. Y no fue hasta que enterró sus uñas en la palma de su mano que escuchó pasos afuera y finalmente, un pequeño golpecito en el metal. La voz de Harried estaba haciendo eco con la palabra "Natsume". 


"Estoy preocupado porque tardas mucho... ¿Estás enfermo?" 


Natsume, después de un poco de vacilación, abrió la puerta. No estaba la escolta. 


"... Lo siento. Estoy un poco mareado."


"Eso veo, tu tez está pálida. Ven aquí".


Tan pronto como el brazo de Harried giró alrededor de su hombro, su olor ligeramente dulce se elevó hasta su nariz para provocar que Natsume cerrara los párpados. Por supuesto, fue sin querer.


"Parece que no tienes fiebre, pero ¿Tal vez es porque caminamos demasiado? Te dije que teníamos que tomar un descanso en algún lugar". 


Cuando se sentaron en un banquito cercano, le acarició la cara muchas veces y luego jugó con sus dedos como si esta fuera su táctica preferida para hacerlo sentir mejor.


Natsume todavía estaba preocupado por lo que acababa de pasar así que comenzó a voltear la cabeza para la derecha y para la izquierda también. Sin embargo, la escolta aún no aparecía y los otros dos guardias estaban de pie muy, muy, MUY lejos de donde se encontraban ellos dos. El pasaje que conducía al baño estaba despejado así que fue fácil hacer que la tensión finalmente saliera de su cuerpo. 


"Natsume me dijo que no sabía si seguir comprando así que, supongo que debería haber notado que estabas cansado. De verdad lo siento mucho."


Ya que era un Alfa promedio, era claramente un hombre heroico ante quien podías postrarte con mucha facilidad. Pero su expresión ahora, mirándolo de una manera extrañamente fija, era como la de un perro esperando ser perdonado por su dueño. Natsume negó con la cabeza y pensó que en realidad no era culpa suya.


"No estoy enojado. Tampoco me siento mal... Es solo que me pone en conflictos recibir tantos regalos".


"... Yo estuve investigando, y leí que a los Omegas parece gustarles mucho dormir con las cosas que le gustan a su alrededor. Pensé que podría hacerte sentir bien tener esta ropa y algunas prendas que te recuerden a mi".


No pudo cambiar su expresión sorprendida. 


"Pero compraste todo hoy, no va a oler a ti".


Harried sonrió.


"Quiero que Natsume se ponga lo que compré hoy porque eso va a hacerme sentir importante... Y te daré la ropa con la que dormí toda esta semana para que puedas sentir que estoy junto a ti incluso cuando no sea verdad."


Harried estaba de buen humor y también parecía estar extremadamente feliz por su pequeña cita. Por otro lado, era como si la cara de Natsume se hubiera puesto caliente de la nada. Pensó que era un problema que le regalara ropa, pero pareció estar satisfecho con la simple idea de tener esas prendas que tenían su aroma. Cuando miró hacia abajo, Harried terminó por levantarle la barbilla en su dirección:


"Me gusta el olor a flores que sale de ti. ¿Puedes darme tu camisa a cambio de la mía?"


"Es que yo... No soy bueno para estas cosas".


"Siento que voy a morir solo de pensar en dejarte ir así que... Por favor. Hazlo como un favor a mi."


"... Harried".


Debido al tono inesperadamente serio, Natsume olvidó su vergüenza y volvió a mirarlo a la cara. Había una fuerza terrible y sincera en el fondo de sus ojos y un brillo que parecía estarse apagando cada vez más. Harried definitivamente estaba sintiendo mucho eso de estarse separado de Natsume así que se preguntó si también le dolía el corazón. Cuando pensó que él tampoco quería dejarlo ir, no pudo hablar y terminó por suspirar de un modo terriblemente pesado. Luego, Harried lo besó en silencio...


"Tu expresión ha mejorado muchísimo ¿Estás disponible para un paseo más?"


"... ¿Hay algún lugar al que quieras ir?"


"No. En realidad, quiero que Natsume me lleve a ese lugar donde pueda sentir que es libre." Con una sonrisa, Harried volvió a hablar: "Aunque hubieras estado muy ocupado estudiando, estoy seguro de que alguna vez te escapaste para dar un paseo alejado de los demás. Quiero decir, también deseo tener un recuerdo de las cosas que te hacían muy feliz estando en Inglaterra."


Era una petición demasiado modesta, algo que dirían en una película romántica. Y estando con Harried, se sentía como si no hubiera nada que no pudiera darle con tal de hacerlo sonreír.


"¿Está bien que sea simple? Solía ​​ir al jardín botánico de la universidad todo el tiempo."


"Por supuesto que está bien. Me alegro de acompañarte en esto, Natsume". 


El beso, que fue tan ligero como un pétalo, le dio una misteriosa sensación de que las profundidades de su cuerpo habían comenzado a reventar.


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