Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Un Omega parecido a una flor. (Traducción finalizada) por yuniwalker

[Reviews - 8]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Cuando regresó del jardín, tomando la manita de un niño que amaba jugar en el columpio, Kotoku apareció desde la sala de estar y lo llamó:

"¿Puedes venir un rato aquí con Shiri?"

"Sí".

Era completamente diferente del ambiente animado que había dejado la fiesta la otra vez.

Desde anoche, Natsume estuvo tratando de comportarse como si nada hubiera pasado. No quería preocuparse de más por el hombre o por el niño ahora que había decidido que no volvería a ver a Harried nunca más. Y sin embargo, mientras pensaba eso, jalando la mano de Shiri y entrando a la sala de estar... Descubrió que era Harried quien se estaba levantando del sillón. Era más informal que ayer, por supuesto, pero llevaba traje. No usaba capucha, así que podía ver su cabello alisado y atado detrás de la cabeza. Con una expresión muy seria, extendió su mano y dijo: 

"Lo siento por lo de ayer. Yo... Mi nombre es Harried Heil Sariya".

No lo tocó, pero pensaba que era porque estaba frente a Kotoku. A regañadientes, Natsume hizo una reverencia. 

"Soy el esposo de Kotoku... Ah, estaba dejando que mi hijo jugara en el jardín así que me lavaré las manos primero". 

Cuando entró al corredor, Kotoku lo persiguió.

"No quería sorprenderte. Acaba de llegar y pidió hablar conmigo. Lo siento tanto es solo que, pienso que tiene derecho a saber." 

"No quiero verlo, en serio. Y no creo que tenga derecho a saber nada".

Kotoku suspiró.

"Es inusual que digas algo así... ¿Recuerdas algo? ¿Te hizo alguna cosa desagradable? Si es así, llamaré a la policía".

Aunque pareció muy decidido, era una voz que parecía creada para no dejarlo escapar. Kotoku era una persona que solía ser muy bueno adivinando. 

"¡No! Pero no me acuerdo. Parece que estuvimos en la misma universidad así que puede ser alguien que tuvo una relación conmigo. Me preocupa que se lleve al niño..."

"Para nada, haré todo lo posible para detenerlo en caso de que haga una locura." Luego agregó. "Natsu, puede que te sientas en problemas por todo lo que a pasado a tu alrededor, pero creo que es cierto que Harried te ama".

"¿Qué?"

"Hablé con él. Conozco a muchas personas debido a mi trabajo y confío en que soy bueno leyendo personalidades. Al menos entiendo que no es alguien que disfrute lastimando intencionalmente a los demás".

"Parece que tienes razón."

"Yo estaré muy cerca ¿De acuerdo? Estaré aquí junto. Solo... Inténtalo."

"Claro."

"¡Shiri, ve con tu mami! El hombre de ayer te trajo algunos regalos."

Cuando miró hacia atrás, mientras Kotoku llevaba a su hijo para la otra puerta, observó a Harried todavía junto al sillón, con un rostro misterioso y una cesta de frutas en la mano. Era problemático. Y como había dicho, era mejor hablar para acabar con esto de una vez por todo.

Cuando entró, Harried pareció levantarse para seguirlo pero Shiri se apresuró a alcanzar la canasta. 

"¡Lo quiero!"

"Es un poco pesado. ¿Está bien que lo cargues solito?"

Los ojos de Harried se entrecerraron. 

"¡Sí!"

La forma en la que había acariciado a Shiri con la mano resultó un tanto incómoda, incluso aunque era obvio que estaba lleno de cariño para él. 

"Oh, eres bueno en eso".

"¡Hmm!"

Shiri, quien resopló con orgullo, comenzó a caminar a su habitación con la canasta entre las manos. Sin embargo, cuando vio a Natsume, se sorprendió tanto que hasta pareció como si estuviera en problemas. Al final, terminó por tomar la canasta con su manita izquierda mientras sostenía a mamá con la derecha. Ya había entrado en ese momento de querer hacerlo todo por su cuenta, incluso si le llevaba mucho más tiempo y esfuerzo. Sin embargo, al mismo tiempo en que hacía eso, el niño también pareció volverse muy amable y obediente. Incluso en la guardería eran de esos pequeños que trataba de ayudar a sus amigos y a sus maestros tanto como le fuera posible.

"¡Allí! Lo de allí".

El niño, agazapado en el patio, pareció apuntar ahora a una pequeña hormiga junto al césped.

"Parece que tú mismo estás cuidando tu jardín."

Mientras esperaba una respuesta, Natsume miró un poco en su dirección. 

"Es un lugar con muchísimas flores, parece hecho con calidez y amabilidad. Me alegra estar en el jardín de Natsume por fin".

"No es mío como tal."

Pero Shiri se puso de pie y señaló el patio interior. 

"¡Allí, allí! ¡Esa parte es genial! También hay aritas".

"¿Margaritas?"

"¡Aritas!"

Y como corrió al patio desde el camino que estaba en el extremo opuesto, Natsume no tuvo más remedio que perseguir al niño para que no se fuera a caer o a lastimarse. Harried también lo estaba siguiendo por detrás, pero habló de todas formas.

"Escuché de Kotoku que... Que no tienes memoria". 

"Kotoku tiene la razón. Tuve un accidente hace un tiempo."

"No sé cómo disculparme por eso, lo siento mucho."

"... ¿Por qué te disculpas? No es algo que tenga que ver contigo".

"Hay una relación. El accidente fue culpa mía."

Aunque había decidido no mirarlo directamente, Natsume volteó la cara sin querer. Harried hizo temblar la voz y dijo:

"Te hice sentir tanto dolor... Sé quién fue el cerebro detrás de todo esto. Quiero decir, ya había hablado contigo de mi tío pero, posiblemente ya no lo recuerdas. Él había estado planeando recuperar el poder casándome con su hija así que, no lo sé... Él debió descubrir que yo estaba apuntando a algo más."

Natsume sostuvo su nuca, preguntándose si realmente había decidido atacarlo porque Harried comentó que no se casaría con su prima. Aunque claro, de alguna manera, podía imaginarlo perfectamente bien. Lo que lo motivo fue que Harried y Natsume estuvieran atados por el destino.

"Escuché que estudiabas en la misma universidad que yo, en Inglaterra. No puedo recordarte así que ¿Nos convertimos en novios? Supongo que por eso las personas no pudieron aceptarlo."

"Mi país todavía es un lugar un tanto complicado. Tenemos un sistema de poligamia así que creo que mi tío hubiera aceptado si solo hubiese dicho que podía tenerlos a los dos como pareja. El problema es, que mencioné que no deseaba otra esposa. Les dije a todos que Natsume era mi destino. Sin embargo, lo único que quería era meterme a su hija a la fuerza para poder volver al centro de la política nuevamente. Es mi familia, pero también es un tonto cegado por el poder y el dinero."

"Entiendo..."

"Pero no te preocupes, ha sido juzgado y está en prisión ahora. Esto no volverá a suceder jamás. Aunque puede que no te importe porque perdiste la memoria".

"No, si me importa".

Natsume se atrevió a sonreír. 

"Entiendo la situación, aunque ya no tiene nada que ver conmigo".

"... Natsume."

"Me casé con Kotoku-sama, así que no importa con quién haya estado en el pasado o que tipo de relación tuviera contigo. No lo voy a dejar."

Hablando de eso, estaba preparado para que le preguntara por qué o si amaba a Kotoku. Por supuesto, podía decir que sí. Si le pedía que lo recordara o que lo perdonara, se iba a negar rotundamente y si le preguntaba por el niño, solo iba a decir que no era un tema de interés. Sin embargo, Harried solo asintió. 

"Solías elogiar mucho a tu benefactor. Dijiste que era una persona respetable, así que siempre tuve muchas ganas de conocerlo. Tenías razón, como decías, es una persona maravillosa. Es justo, tranquilo y compasivo. Es natural que lo ames."

¿Eso significaba que iba a renunciar a él? Pero cuando intentó hablar, Harried de repente se arrodilló. El niño había venido corriendo desde el patio trasero. 

"¡No llegaste para jugar!"

"Lo siento, estaba hablando con tu mamá. Por cierto, aún no me he presentado adecuadamente. Soy Harried".

El niño le mostró una sonrisa.

"Me llamo Utari. Shiri Utari".

"Utari... Es un nombre muy bonito. En el idioma de mi país, es así como llamamos a un planeta."

Mercurio, pensó Natsume.

"... No conozco ese planeta."

"Algún día te lo mostra... No, espero que Kotoku y Natsume te lo muestren. Es una estrella brillante y muy hermosa". 

Sin embargo, cuando esa suave sonrisa apareció ante sus ojos, su pecho se apretó. Era la misma voz suave que Natsume conocía.

"¿Harried no?"

"No lo sé. No prometo que pueda hacerlo pero estaría muy feliz si pudiera verlo al lado de Utari. Me haría la persona más afortunada del mundo así que, nunca pienses que es por ti ¿Bueno?"

Harried se dio la vuelta y miró a Natsume.

"¿Qué significa su nombre en Japón?"

"... Significa "Hermoso poema"."

"El significado de los caracteres japoneses es precioso... Estoy feliz porque pusiste un poema en el nombre de mi hijo. Tan perfecto."

Natsume miró su perfil un momento, pero no dijo nada.

"Solo me preocupaba que estuvieras a salvo, era lo único en lo que podía pensar mientras perseguía tu paradero durante los últimos tres años. Sabía que era un abuso de autoridad, pero lo confirmé de fuentes diplomáticas y a través de documentos de registro. Obviamente no obtuve una respuesta clara. Estaba frustrado. Me sentí decepcionado de que parecieras estar huyendo de mí porque, no sabía que mi tío..."

"..."

"Luego pensé que si no querías encontrarte conmigo, lo mejor era aceptarlo. En lugar de buscar a la fuerza, pensé que podría volver a encontrarme contigo alguna vez en el futuro así que aumenté mi trabajo en Japón. Cuando encontré que Saito estaba familiarizado con la familia Kamiyoshi, fui infinitamente feliz porque seguía convencido de que Natsume y yo estábamos conectados por el destino. Por supuesto, cuando escuché que la fiesta a la que me invitaron era una celebración entre Kotoku y su esposo... Bueno, se volvió horriblemente doloroso."

Su angustia se reflejó en sus palabras sin darse cuenta y su perfil, que debería haber sido sonriente, estaba destrozado.

"Te amo... Pero no tengo derecho a romper la vida de Natsume aquí. Natsume y yo pasamos solo dos semanas juntos en Inglaterra. Me enamoré de un vistazo, pero estabas confundido. Si Natsume eligió Kotoku, es lo natural... Y todo lo que puedo hacer es desear la felicidad de Natsume y de Shiri."

"Harried..."

Sus ojos verdes miraron a Natsume. 

"¿Pero puedes darme un poco de tiempo? ¿Un mes? Solamente eso te pido. Quiero un momento para pasarlo con ustedes antes de partir".

El dolor lo atravesó desde la garganta hasta el abdomen. Harried ni siquiera dijo que deseaba hacer algo con respecto al niño y pareció no querer tocar el tema de los dos. Estaba seguro de que estaba experimentando el mismo dolor que sentía Natsume y de todas maneras, todavía había dicho "Deseo tu felicidad."

"Está bien."

No pudo negarse, pensando que solo sería un mes.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).