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Un Omega parecido a una flor. (Traducción finalizada) por yuniwalker

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Había una mujer sosteniendo a Shiri en su regazo. 


"A ver, voy a limpiar tu carita".


La hermana menor de Harried, que a primera vista parecía alguien fría e inexpresiva, era una mujer que tenía el pelo teñido de una forma bastante hermosa. Algo que seguramente era raro en ese país. El azul claro pálido era extraño, y le daba una belleza misteriosa a esa bonita piel morena. Además, estaba vestida toda con una ropa negra que combinaba misteriosamente bien con su personalidad. Tenía un collar alrededor del cuello que le había encantado a Shiri. 


"¿Lo quieres? Es completamente tuyo".


Habló en un buen japonés, aunque claro que no era tan bueno como el de Harried. Shiri tímidamente puso su rostro de un color rojo intenso y lo aceptó.


Natsume, por otro lado, pareció encantado con su hijo, vistiendo un thawb negro y sosteniendo una joya verde alrededor de su cuello. 


"¿Qué tal?"


"Se ve hermoso."


"Es una gema típica de Jashar, sirve para proteger al niño".


"Lo volverá un niño fuerte."


"Hacen que me den ganas de tener más hijos".


Era Ether, el rey de Jashar, que miraba con envidia la forma en la que el niño se movía de un lado para otro. Natsume imaginó que era una persona más aterradora porque Harried había dicho una vez que era un rey nato y digno. Sin embargo, en realidad era bastante lindo


"¿No nacerá pronto tu niño?"


Harried rió y llamó de inmediato a Shiri. El bebé, que bajó corriendo de las rodillas de Lyra, se aferró con fuerza a Harried y se ocultó en su turbante. Luego volteó la cabecita y preguntó: 


"Aka-chan, ¿Tendrás un hermano?"


"Sí. Seré un hermano menor"


"Y eso significa que Shiri tendrá dos primos ahora."


La razón por la que no pareció tener nada de miedo con ellos era probablemente debido a que la familia de Harried había estudiado japonés y ahora podía comunicarse perfectamente con ellos. Además, todo el mundo amaba a Shiri de una forma bastante honesta. Era casi como si todos se turnaran para acariciar la cabeza del bebé. 


"Entonces, ¿Vienes a comer un bocadillo conmigo, Shiri? Puedes escoger el que quieras."


"¿Hoy? ¡Pero Shiri estuvo a cargo de los bocadillos ayer! Hoy, quiero yo".


"Está bien, los dos pueden escoger los platillos y comerlos juntos ¿Está bien, Shiri?"


"Sip."


Shiri agitó las piernas mientras miraba a su primo, a Lyra y a Ether también. Después vio a su mamá y dijo:


"Mami dice que debo compartir con todos, ¿Verdad?"


"Sí. Lo estás haciendo perfecto, bebé".


Solo entonces, los ojos verdes de Harried, que eran muy similares a los de su niño, miraron suavemente a Natsume. 


"¿Qué tal si nos reunimos todos de nuevo para la hora del té? Ya estaremos desocupados para entonces".


"Perfecto, solo me apuraré a terminar mi reunión y ya está."


Harried se puso de pie y abrazó a Natsume. Él le dijo que quedarse aquí por unas semanas era solo una prueba para ver si se acomodaba al ambiente, pero se habían quedado en Jashar más de lo planeado con la intención de hacer que su niño conociera a la familia de su papá. Estaban preparados para verlo confundido y pasar un mal momento, pero el hermano y hermana de Harried los recibieron como si hubieran sido muy íntimos desde el principio. Pensaba que probablemente se debía a que Harried lo trataba a él y a su bebé con tanto cuidado que ni siquiera tuvieron cabeza para poner alguna excusa.


Harried finalmente puso su mano en la cintura de Natsume. 


"Todavía hay un poco de tiempo antes de que nos devuelvan a Shiri ¿Vamos a dar un paseo por el jardín?"


Se podía acceder al jardín directamente desde una puertecita que se podía plegar y abrir, como un biombo. Era un espacio privado al que solo podía entrar la familia así que cuando ponían un pie adentro, el aroma de las flores se sentía muchísimo más fuerte que cuando estaban en el exterior. Las rosas rojas y blancas brillaban intensamente a la luz del sol y la silueta de las fuentes de agua colocadas en las esquinas daban una vista realmente hermosa. 


"El jardín es maravilloso. Me encanta".


"Fue un jardín pensado para recibir a Natsume así que me gusta que te guste, mi amor."


"Dios, no sé cómo reaccionar. Ha pasado más de una semana y todos han sido tan amables que me desconcentran".


Harried se rió.


"Es difícil acostumbrarse."


Cuando estudiaron por primera vez en el extranjero, en el Reino Unido, fue difícil acostumbrarse al clima y al nuevo entorno. Era evidente que hacerlo aquí iba a ser igual de pesado. Sin embargo, Natsume siempre decía que no se sentía incómodo o enfermo. Con la ropa de oriente, el aire seco y el calor no eran insoportables, y el agua y la comida eran super deliciosas todo el tiempo. Sobre todo, era alentador tener a Harried a su lado a cada instante, incluso cuando estaba rodeado de sus hermanos. Y claro, gracias a la amabilidad de todos, pensó que no había ningún problema con extender un poco más la estancia.


"Me sorprendió que todos estuvieran estudiando japonés..."


"Cuando regresé de la universidad, les conté sobre mi destinado y, pues ya ves. Parece que realmente se entusiasmaron ¿No?"


"Eso veo."


" Afortunadamente mi hermana estudia lenguas así que supongo que puedo decir que no necesitaron de un maestro especializado." Harried mantuvo su brazo alrededor del cuerpo de Natsume. "Mis hermanos están agradecidos por la llegada de Natsume a nuestro reino. Tal vez pensaron que estaría solo por el resto de mi vida y creo que mi madre estaba preocupada de no poder tener nietos en el futuro."


Natsume sonrió y ocupó su mano para tocarse la parte que tenía su mordida. A diferencia de una herida de costumbre, este era de color rojo claro y parecía un patrón de flores en forma de anillo. Natsume amaba que estuviera tibio siempre.


"Eres realmente mi destino ¿No es verdad?"


"¿Lo dudaste?"


"Porque podría ser un malentendido. No me quería ilusionar".


Como nunca se había enamorado, se preocupaba de arruinarlo o de que fuera muy apresurado. Incluso cuando se marcaron, estaba tan ansioso de que fuera un error que se sintió aliviado cuando las marcas permanecieron intactas en su piel después de tres semanas. Por supuesto, no tenía la intención de cambiar su determinación de vivir con Harried y tener una vida a su lado, pero se alegraba de que cualquiera pudiera ver que Harried y él estaban conectados y marcados.


Harried se burló:


"Natsume es demasiado negativo."


"Jajaja, Kotoku-sama me decía lo mismo".


Natsume se agachó, saludando con su mano al pequeño bebé que lo veía a la distancia. La plantación estaba bien mantenida, llena de tréboles y pequeñas florecitas. Incluso Harried se tomó la molestia de llamar desde Japón para plantar fresas. 


"Me sorprendió que fueras tú quien hablara con Kotoku sobre el matrimonio". Murmuró Harried, que se agachó junto a él. "Kotoku te ama como si fuera tu padre o como a un hermano. Y me hace muy feliz que siempre te haya dado la libertad de decidir tu propio futuro. Siento que no pude agradecerle lo suficiente".


"Yo también".


El día después de regresar a la mansión con Harried, Kotoku llevó a Natsume a cancelar su certificado de matrimonio. Y una vez que los trámites estuvieron listos, rompió el acta frente a el y dijo:


"Creo que fue desde la escuela preparatoria que pensé que nunca tendría mi propia familia. Pero cuando te conocí, pequeño y lastimado y llegaste hasta mis brazos para buscar protección, supe que Natsume iba a ser mi familia por siempre. Eres más importante que nadie en mi vida y no importa quién seas o incluso si estamos separados, Natsume y yo seremos uno para siempre".


Natsume se alegraba de amarlo y de recibir el mismo amor.


"Estoy muy contento de que haya sido justamente él quien te protegiera". 


Harried extendió los brazos cuando vio que el niño venía corriendo hacía él.


"Pero la próxima vez que te encuentres con Kotoku, tienes que verte más feliz que cuando vivías con él".


"Jajaja ¿De qué hablas?"


Y aunque se rió, Harried frunció el ceño con pesar. 


"Siento que todavía estoy perdiendo contra Kotoku. Me gustaría hacerte más feliz de lo que él te hacía".


"Eres un exagerado. Si me hicieras más feliz de lo que ya lo haces ahora, no podría respirar."


Natsume se puso de pie para poder cargar a Shiri. Le encantaba lo suave que era cuando estaba entre sus brazos y cuando finalmente juntó sus mejillas a las suyas y luego comenzó a besarlo, pareció que el niño había logrado sentirse muy tímido.


"¡Mami, me haces cosquillas!"


"¿No te gustan los besos?"


"Me gusta, pero me hace cosquillas. Me hace cosquillas". 


"Pero mami es feliz, por eso quiere besarte".


"¡Entonces yo también voy a besarte!"


Harried sonrió al ver que esa mirada extraña en el rostro de Natsume, la dolorosa y solitaria de hace un tiempo, finalmente había desaparecido hasta no dejar ni un pequeño rastro. Lo abrazó con fuerza y dijo:


"Te amo, Natsume".


Natsume cerró suavemente los ojos cuando escuchó la voz que llegó directamente desde atrás.


"También te amo, Harried."


Suspiró y descubrió que aún así, el jardín era increíblemente brillante delante de él. E incluso en el lugar donde flotaban los aromas de flores y frutas, el propio olorcito de Harried se percibía claramente en su nariz. Era algo que le encantaba desde el fondo de su corazón.


"Gracias por encontrarme".


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