Tora regreso hasta su casa tomando el último tren, el trayecto había sido un tanto tumultos, el aire parecía confundirlo cada vez más, se preguntaba constantemente qué haría en ese momento, puesto que cuanto más tiempo estaba cerca de su doctor, cuanto más conocía de él, mas parecía gustarle. Incluso sí pensaba en lo de su ex, lo podía entender. Por su parte no estaba enamorado de su ex, por lo que el divorcio había sido bastante liberador, pero sí había estado enamorado y le habían roto el corazón, por lo que ese dolor era bastante conocido y por esa razón, le dolía ver a su doctor pasando por aquella situación. Pero sus preguntas terminaban en si estaba bien o no seguir al lado de Sakamoto o sí era mejor alejarse, puesto que quizás jamás seria correspondido y no era bueno continuar con aquello.
Al pasar el portal de su departamento, se encontró con el abrigo de Shou colgado a un costado de la puerta, frunció el entrecejo puesto que el mismo ni siquiera le había avisado de la visita, pero más le sorprendía, debido a que ya era bastante tarde. Camino hasta la cocina, pero no lo encontró allí y tampoco lo hizo en el living comedor, por lo que se dirigió directamente hasta su cuarto de juegos, encontrando al mismo sentado y disfrutando de una partida. Tora lo saludo como de costumbre, ambos chocaron sus manos, antes de que Shou terminara la partida, dejando a un costado el mando.
- Ya me has olvidado Tigre…Te espere toda la maldita noche, pero tu ni siquiera apareciste. — reclamó, mientras se cruzaba de brazos en un gesto enojado.
- No soy tu novio para aguantar reclamos. — Bromeo el más alto, mientras se encaminaba a la cocina, en busca de agua. Shou lo persiguió, sentándose en la mesa de la cocina, como quien espera que le comente exactamente de donde venia. Más por curiosidad que otra cosa.
- ¿Y? Acaso mi mejor amigo ya está saliendo con alguien y no me lo ha contado. Eres el peor. — Volvió Shou a mencionar, intentando persuadirlo para que al menos el otro soltara algo.
- ¿Qué? El día en que yo vuelva a intentar algo con alguien, tú vendrás a frenarme y me dirás “no te metas en más líos Tora” y te daré la razón, aun estoy pagando el divorcio-. renegó desganadamente.
- Es cierto para la próxima averiguaré un mejor abogado. Ya… pero en serio, no me contaras a dónde has ido. Digo, es nuestro día de juegos y por un momento creí que te encontraría durmiendo como un verdadero gato, pero ni siquiera te he encontrado.
- Salí con... — Tora dudo unos segundos, antes de responder. — Salí con el doctor. — Shou abrió sus ojos grandes, mientras arqueaba sus cejas de forma sorprendida. Pero no mencionó palabra alguna — Él quería ir a un bar con banda en vivo y simplemente me ofrecí a acompañarle. Pero no fue una buena idea.
- ¿Por qué?...La banda era aburrida o el tipo es realmente un aburrido. — preguntó, mientras jugaba con sus dedos sobre el mantel de la mesa.
- Kazumasa puedo confesarte algo…pero esto muere acá ¿Si?— inquirió, mientras soltaba un gran suspiro. — Acepté salir con él, porque el doctor me está gustando. No te rías. — Shou había dibujado una mueca de sonrisa y casi una risotada se había escapado de su garganta. — pero es imposible, Sakamoto está enamorado de su ex. Lo deje en su casa, luego de que casi se lloró todo.
- Oh… ya veo. — pensó unos segundos antes de responder algo lógico. — Voy a saltear que ni siquiera me habías mencionado lo del doctor y no fuiste ni siquiera capaz de avisarme de esta salida, para decirte… soy un brujo. Te adivine que estabas enamorado. — Shou comenzó a reír, incrementando la molestia opuesta, pero pronto recupero la compostura y exclamó. — Tora…esa persona ya no está en su vida, si ya no está, tienes oportunidad. Nada más… que deberás conquistarlo de algún modo, hacer que se olvide de su ex y que se fije en ti. Tú tienes mucho para dar…
- ¿De qué hablas? Soy sólo un viejo amargado, su ex ha de ser la persona más dulce y preciosa del mundo, si pudieras ver su cara, cuando hablaba de esa persona, está realmente prendido.
- Mhm pero se termino, Tora. Sí se termino es por algo…No pienses con tu cabeza de viejo amargado, piensa que puedes intentarlo. Inténtalo, si sientes algo fuerte por él, hazlo. No te desanimes, estaré para ayudarte, incluso si me dejas de lado. — dibujó un pequeño puchero. — Quiero verte feliz.
- Esto creo que sólo acabara por ponerme más canoso. — exclamó, rascándose la cabeza, mientras terminaba de un solo sorbo su agua.— Supongo que te quedaras a dormir…
- Sí me dejas, claro que sí.
- Por cierto, tu no me has contado nada… ¿En qué andas?
- Oh…No voy a hablar de mi vida privada. No jodas Amano, ahora sólo quiero dormir. — añadió emitiendo un largo bostezo fingido, dirigiéndose a la habitación con futón que solía usar cuando se quedaba a dormir en lo de su amigo, evadiendo por completo aquella pregunta.
Tora no insistió, su cabeza giraba en torno al ex que había roto el corazón de su médico y entendía que posiblemente esa persona seria difícil de reemplazar dada todas las ilusiones, que al parecer, Sakamoto había creado con su presencia. Emitiendo un largo suspiro se dirigió hasta su dormitorio para buscar su ropa de cama y tomarse una ducha antes de poder dormirse.
Por su parte Shou reviso su teléfono celular, encontrándose con la foto que tanto había deseado tener. La cita con Hiroto dio como fruto una secuencia de fotos divertidas, en donde el rubio había llegado a tomar el teléfono celular de Kazumasa para hacer una breve secuencia de fotos de su salida, sonriendo ampliamente y mostrándose gustoso con aquella salida. Shou sólo podía sentir su pecho hincharse de alegría, mientras no podía dejar de mirar la figura del más bajo, sus achinados ojos lo hacían ver incluso más tierno de lo que ya era. Pero más aun le era difícil olvidar la promesa, Hiroto le menciono la intensión de hacer un breve tour por sus locales favoritos de ropa, porque ambos descubrieron que aquella afición era algo que los unía. Para Shou seria no sólo satisfacer aquellas salidas que tanto amaba hacer (pero que no lograba concretar con su amigo, porque a Tora esas cosas no le gustaban) pero aun más, en compañía de aquel dulce chico que lo había conquistado completamente.
Pensó que por el momento todo era muy repentino y temía que sólo ellos terminaran en una buena amistad, por lo que prefirió mantenerlo en secreto a Tora, ya llegaría el momento de comentarle o incluso presentárselo, pero todo tiempo al tiempo.