Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El amor imposible de Jason Reyner por HermesA

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Una historia cliché, espero Que disfruten de ella

Notas del capitulo:

No hay mucho que decir, disfruten del capítulo.

HermesA

— ¡Damas y caballeros, la final está aquí y una vez más el talentoso equipo de los Lobos marinos está a punto de llevarse el trofeo a casa!

 

El tumulto de gente estaba eufórico, gritando y alentando al equipo que llevaba la delantera y por suerte, la victoria casi asegurada; quedaba poco tiempo y era casi imposible que la preparatoria rival pudiese quitarles la victoria.

 

— El balón está en manos del número 9, Jason Reyner.

 

— ¡Desde que el joven Reyner tomó su lugar como capitán ha llevado al equipo a sus más épicas victorias tanto que, si ganan el campeonato este año, será su segundo año consecutivo en el que se lleven la victoria, ¿Tu que opinas, Case? 

 

— En efecto Liliana, Jason Reyner llegó a la preparatoria para hacernos campeones a un nivel que jamás se había aspirado a tener.

 

El sudor, la excitación y la energía se podía sentir en el aire de la cancha de baloncesto de "ciudad blanca"; los visitantes, los estudiantes de la preparatoria "Lobos Marinos", estaban dando lo mejor de sí aunque su victoria estaba a 1 minuto de ser segura; desde el primer tiempo habían dejado a sus rivales bastante atrás en el marcador y aún así, Jason Reyner motivaba a su equipo a seguir dando lo mejor de sí mismos y no confiarse del marcador. 

 

Todo apuntaba a su favor, la gente aclamaba, el tiempo se acababa y ellos seguían con una gran ventaja de puntos anotados. Entonces sucedió, la bocina sonó avisando el final del partido y proclamando así, a los lobos marinos victoriosos una vez más en las finales interescolares.

 

— ¡Ganaron, los lobos marinos se llevan el trofeo a casa por segundo año consecutivo! 

 

La gente estaba excitada, gritando de alegría y placer de ver a esos jóvenes ganar y disfrutar su victoria; todo el equipo alzó a Jason en brazos mientras éste sostenía el trofeo en brazos, la alegría se sentía en el aire y era Jason quien se llevaba los reconocimientos aunque éste, de manera modesta, los relegaba hacia el resto del equipo; no era falso, todo lo que decía lo hacía la más profunda sinceridad que su corazón le permitía. Sin duda era un joven ejemplar. 

 

Jason, después de ducharse, se acercó hacia su madre quien lo esperaba con brazos abiertos y una sonrisa orgullosa que el mismo gato sonriente de Alicia, hubiese envidiado. 

 

— ¡Felicidades, hijo mío! 

 

— ¡Gracias mamá! Oye, los chicos quieren ir a celebrar, me preguntaba si me podrías dar permiso.

 

— ¡Claro que sí, hijo! Te lo mereces, todos se lo merecen, no me sorprende que la escuela entera haya venido a verlos jugar. 

 

— ¡Basta mamá, no es la escuela entera!- contestó Jason con una sonrisa avergonzada mientras se preguntaba a si mismo si realmente había venido toda la escuela.

 

— ¡Por supuesto que así es! Hablé con tu director y dijo que habló con el presidente de la sociedad de alumnos para organizar a los autobuses, todos tus compañeros querían venir a verte jugar, ninguno faltó, o dime tú ¿Quien podría faltar?

 

.

.

.

 

A kilómetros de distancia, en la comodidad de un sofá y sumido en la oscuridad de la noche se encontraba un joven adolescente con unos aparentes 16 años de una tez clara y unos ojos verdes, un verde tan claro que casi aparentaba gris, y su cabello, su cabello era de un hermoso color castaño claro y vestía un conjunto de pijama color gris. Este conjunto consistía en unos pants, una sudadera con capucha y unas pantuflas esponjosas, todo esto de color grisáceo.

 

Este joven solo era iluminado por una luz tenue que reposaba en una mesita a un lado del sofá; alumbraba lo suficiente como para que él joven en pijama pudiese leer tranquila y cómodamente su novela romántica. Según el joven nada ni nadie podría interrumpir su lectura especial pues nadie estaba en casa. Papá y mamá fueron a una cena muy importante con los jefes de papá, su hermana mayor, Alice, estaba con su novio Renán en el partido de las finales de su preparatoria al cual por cierto, lo habían invitado y el respondió con un amable y cariñoso "¿Baloncesto? Gracias pero mi novela es muchísimo más interesante que ver a un montón de hombres sin cerebro correr a meter un balón en una canasta", así era Alexiano, o Alex para los amigos, y si algo era seguro es que, todos habían ido a ver la final menos él. Obligada o voluntariamente habían asistido porque daba la casualidad que, el asistir te daría puntos extra en la materia que necesites pero claro, Alex tenía puntos hasta para regalar. 

 

Sin previo aviso, un ruido en la puerta sacó a Álex de su concentración, éste enojado fue a atender el llamado en la puerta. 

 

— ¡Ay hermanito, gracias por abrir! - Alice se hizo presente en la vivienda y, detrás de ella, Renán entró saludando con una palmada en los hombros a su cuñado. 

 

— ¿No sé supondría que estarían en el partido? - se quejó el interrumpido joven ermitaño. 

 

— ¡Y así fue, hombre! Solo que ya acabó y tú hermana quería venir a cambiarse antes de ir a la fiesta.

 

— ¿Fiesta? 

 

— ¡Sí, Erick Vargas dará una fiesta como celebración en su casa! ¿No te gustaría ir? - preguntó Renán con una sonrisa radiante.

 

— ¡Paso, gracias! - con desagrado, rechazó Alex 

 

Renán solo observó cómo su cuñado recogía el libro que con tanto empeño se dedicaba a leer, hasta que reparó en algo que lo dejó confundido... ¡Ese libro no era el mismo que el de la semana pasada! ¿Cómo puede leer tan rápido? Él no era un neandertal, él leía de vez en cuando pero tardaba cerca de 6 meses para terminar de leer un libro. 

 

— ¡Estoy lista!- Alice vestía un vestido negro, con detalles plata y su cabellera rubia iba suelta para deleitarse con el pasar del viento entre los cabellos. 

 

— ¡Te ves hermosa, nena! - contestó Renán.

 

Alice se dirigió a los brazos de Renán y pasó los suyos por detrás del cuello de su novio para después, fundirse en un mágico beso... O así pudo haber sido, si no fuera por la presencia de un tercer y amargado adolescente.

 

— ¡Las demostraciones de amor no son en público! - gritó Alex.

 

— ¡Enciérrate en tu novela, hipócrita! - Contestó Alice, para después tomar por la muñeca a su novio y sacarlo de la casa. 

 

Lo cierto era que Alex se sentía celoso, celoso de que su hermana haya podido encontrar a una persona que la haga feliz y él no. Él no era considerado alguien raro o alguien a quien nadie debería hablarle, simplemente no era considerado y punto. Alex era invisible en la escuela y en todos lados a dónde iba. 

 

Álex se sentía sólo ya que siempre se le había dificultado hacer amigos y ahora que se había rendido, decidió encerrarse en sus libros, y en su celular por supuesto; tenía un mejor amigo a distancia, uno que conoció por un grupo de nerds, como dirían algunas personas. Era un año mayor que Alex y nunca se habían visto más que por Skype, vivía en otra ciudad. 

 

— ¡Mi libro me da todo lo que necesito! - suspiró Álex y se encerró en su libro. 

 

Alex era invisible a decir verdad, nadie reparaba en su presencia y mucho menos Dante Frey, aquel chico con el apodo del badboy de la escuela, y por supuesto, el amor platónico de Alex. 

 

Alex daría todo por qué Dante pudiese voltear a verlo, pero claro que Dante no era gay... O por lo menos eso creía Alex. 

 

Aunque ni Dante ni nadie supiese de la existencia de Alex, había alguien que claro que reparaba en la presencia del pequeño. 

Había alguien para quien Alex, no era invisible.

 

.

.

.

 

La música inundaba el lugar, el olor a alcohol y tabaco, aunque indebido, era palpable. Aquella casa se encontraba repleta de jóvenes que se encontraban en la delgada línea de edad de tener y no tener permitido consumir sustancias nocivas para la salud. Aunque por supuesto que estos no reparaban en si era bueno o no, ellos solo lo disfrutaban y así pasaban la noche. 

 

Jason Reyner se encontraba en la planta alta de aquella casa observando cómo todos sus compañeros de escuela, y uno que otro colado, se sumía en los placeres carnales del alcohol y sepa quien, que otras sustancias. 

A decir verdad, Jason se encontraba bastante serio como para estar festejando un triunfo. Su cuerpo estaba en la fiesta, literalmente, pero su mente se encontraba en otro lado. 

 

— ¡Jason, amigo! ¿Por que esa cara tan larga? - un borracho Vargas se hizo presente al costado del capitán de baloncesto. 

 

— ¿Ah? No, nada amigo, estoy bien.

 

— ¡Anímate, hombre! Esta fiesta es por y para ti, tu eres el que nos llevó a la victoria, además mira cuánta gente ha venido hoy aquí para intentar que tú...- la voz de Erick dejó de escucharse dentro de la cabeza de Jason, en el momento en que la puerta se abrió y dejó ver una cabellera rubia y larga, un vestido negro con detalles plata y un cuerpo que la misma Afrodita envidiaria, y a su lado, un joven poco más bajo que Jason, con una chaqueta de cuero café y unos guantes de motociclista, y con un cabello castaño oscuro- ... solo por ti.

 

— Grandioso amigo ¿Te importa si te dejo un segundo? - Jason se separó del barandal y se encaminó a las escaleras, intentando no perder de vista aquella cabellera rubia. 

 

— ¿A dónde vas...? ¿Vas con Alice Mason? ¡Olvídala amigo, ella jamás te hará caso...! - la voz de Erick se perdió entre la música y la multitud. 

 

Jason se apresuraba para alcanzar a aquella pareja recién llegada que, se adentraba cada vez más y más en el cúmulo de gente y sudor que decían estar en la pista de baile.

 

— ¡Alice! - su voz se perdía.

 

— ¡Alice! - la música era demasiado fuerte. Jason empezó a empujar a la gente para llegar hasta su objetivo y cuando estuvo junto a ella...- ¡Alice! - la tomó del brazo

 

— ¡Ah, Jason! Eres tú... - la rubia le sonrió con cordialidad - Felicidades por la victoria.

 

— ¡Gracias ehm...! ¿Pudiste...?

 

— ¿Otra vez? ¡Escucha Jason, lo siento pero jamás lograrás que venga a un lugar así! ¿De acuerdo? En serio lo siento - Alice  le dedicó una mirada compasiva al deportista antes de tomar a su novio del brazo y alejarse de ahí.

 

Jason se quedó observando fijamente a la pareja alejarse mientras suspiraba y decidía que ya había tenido suficiente de esta celebración.

Notas finales:

Espero que hayan disfrutado mucho del capitulo, nos estamos leyendo


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).