Mientras Rail lavaba los platos en la cocina, una chica pelirroja entró corriendo para decir:
"¡Rail! ¡Vamos a ir al teatro esta tarde!"
"Señorita, no puedo ir porque tengo que limpiar todavía más cosas después de esto. Por favor, lleve a alguien más en mi lugar".
"¡No digas eso justo hoy! Uruka, Nono y Picks se quedan dormidos durante las obras y cuando no lo hacen es porque no dejan de hablar ¡No tienes excusa!"
Mientras se aferraba a su brazo y lo jalaba en su dirección, Rail comenzó a sonreír sin querer. Ellos le recordaban mucho a los niños en el orfanato. Sin embargo, en ese lugar eran muchísimo más maduros y rara vez parecían tener actitudes tan malcriadas como las que estaba viendo ahora.
Rail, quien también se crió en un orfanato, no sabía cómo tratar con un niño de 13 años que había comenzado a formarse dentro de una familia tan unida como esa. Mucho menos porque, cuando vio a esta niña, se dio cuenta de que sus dos padres la amaban con locura. Incluso tenía tutores privados.
Era un ambiente tan feliz y sonriente que se entristeció por los pequeños que había dejado atrás.
"Rail, lamento molestarte tanto pero ¿Puedes salir con ella? Siento que contigo no tendría que preocuparme por su horario de llegada".
Dijo el señor de la casa, suspirando.
Habían pasado cinco días desde que Rail fue contratado por este señor en una posada ubicada cerca del centro de una ciudad de provincia. Este lugar no era grande pero si próspero debido a su buena ubicación. Aunque el edificio era un poco viejo, las paredes y los pisos siempre estaban resplandecientes y los empleados eran tan amables como si lo consideraran parte de su familia.
Rail había salido del orfanato casi sin ropa y sin dinero. Quería conseguir un trabajo que le permitiera poder vivir decentemente mientras tanto así que, cuando miró esta posada y preguntó si podían contratarlo, tuve la suerte de que decidieron hacerlo de inmediato.
"¡Entonces está decidido! Nos reuniremos aquí en una hora, me pondré la ropa que compré ayer".
La chica se alejó revoloteando.
"Ya fuimos varias veces seguidas así que ¿Qué la emociona tanto?"
La niña estaba entusiasmada con la obra que se representaba actualmente en el teatro del pueblo, pero Rail ya había asistido a verla dos veces. Sería la tercera vez si iba hoy. Se sentía un poco mal de que le pagaran por ir con ella cuando era posible que otros empleados quisieran ver la obra también pero, por supuesto, nunca tuvo problemas con esto porque la gente en la posada era sencilla y sin pretensiones.
Pensó que los subordinados eran adolescentes, pero sorprendentemente todos parecían ser de la misma edad que Rail. Al parecer ellos trabajaban en la ciudad por un corto período de tiempo para ahorrar dinero, luego buscaban un reemplazo y viajaban a sus pueblos para ayudar a sus respectivas familias. Y por supuesto, debido a que aparentemente eran de la misma generación, se preocupaban todo el tiempo por él y trataban de mostrarle su apoyo tanto como fuera posible. Dijeron que no utilizara honoríficos con ellos y lo trataron como si fueran muy cercanos. Parecía algo fresco. Sintió que era muy diferente de los niños en el orfanato, los que estaban preocupados por sus padres, y muy diferente a los lamentables personajes que no dejaban de verlo mal en el pueblo.
"... Rail, por cierto, ¿Te cortaste el cabello?"
Rail tenía miedo de avanzar debido a lo cerca que ahora estaban de su rostro.
"¿Se nota?"
"¡Muchísimo! Parece que ahora se puede ver mejor tu cara ¿Estás tratando de ligar?"
"Jajaja, no es para nada el caso."
"¡Pero de verdad parece que te estás esforzando para impresionar a alguien! Quiero decir, hasta me impresionó cuando te despertarse de madrugada solo para limpiar frente a la tienda".
Luego, otra persona se unió a la conversación:
"Es cierto. Además ¿Qué tendría de malo que buscaras una jovencita por aquí? Eres inteligente y guapo y además te pones a hacer todo el trabajo duro incluso cuando tienes un cuerpo así de delgado."
"Sería mejor si utilizaras siempre la ropa que te llevas para el teatro".
"Es verdad, es sorprendente lo mucho que pueden cambiar los seres humanos con solo mejor su peinado y su ropa".
Ayer Rail también había sido llevado al teatro. Bajo las instrucciones de la niña, el cabello del joven se peinaba de una manera bastante ordenada e incluso se le daba un conjunto que había sido confeccionada especialmente para él en una tienda de ropa cercana. Se había negado en un principio porque no tenía el dinero suficiente como para pagar por todo este "cambio de imagen", pero ella le tomó de la mano y le dijo: "¡Mi padre te lo dará! ¡El aseo de los empleados que viven aquí es su responsabilidad después de todo!"
Y de hecho, cuando terminaron con él, pareció que la niña y la gente de la tienda estaban increíblemente complacidos.
"Pienso que si está corto, el cabello se vuelve más fácil de lavar y de secar".
Y ciertamente eso fue lo que más le agradaba a Rail de todo este asunto. Normalmente era de los que llevaba el cabello hasta los hombros.
"¿Pediste ese corte inspirado en un modelo de algún periódico?"
"No, solo lo dejé todo en manos de la peluquera".
"¿Qué edad tenía esa peluquera?"
"Bueno... Es como una anciana."
"¡Con razón estaba pensando que era un tanto afeminado!"
"¡No digas eso Uruka! No te preocupes, Rail. Yo digo que te ves muy guapo justo así".
"¿Pero si estamos de acuerdo con el hecho de que se tiene que vestir mejor, verdad?"
Rail se sorprendió cuando señaló la camisa que llevaba puesta. ¿Acaso estaba tan mal? No lo sabía. O mejor dicho, no le importaba. En primer lugar, nunca tuvo la necesidad de preocuparse por ese tipo de cosas cuando tenía en mente problemas más importantes que resolver en el orfanato. Estaba medio forzado a usar camisas grandes porque no tenía dinero para comprar algo más y además, se podía decir que era un problema ser lo suficientemente esbelto como para no poder llenarlas.
"Tal vez en serio debería comprar más ropa..."
"Oh, ¿Te gustaría ir conmigo al mercado el próximo día de paga? Si lo que te preocupa es que sea caro, hay algunas tiendas de segunda mano que seguramente te van a encantar".
"¿En serio? Sería de mucha ayuda porque nunca elegí la ropa yo mismo".
Cuando él era un niño, el antiguo director siempre le llevaba lo que necesitaba para poder vestirse y cuando murió y Rail se convirtió en el director, descubrió que en realidad tener ropa era más "obra de la caridad" que de sus propios méritos.
"¿Entonces es un acuerdo?"
"¿Mmm? Oh, sí. Claro."
Después de mirarlo fijamente, uno de los jóvenes se dio la vuelta y tocó el hombro de Rail:
"Bueno, entonces comamos de una vez. De lo contrario no llegarás a tiempo para ver la obra."
El joven, llamado Urka, tenía cabello negro y ojos increíblemente grises. Rail pensaba que era un poco como estar viendo a Geo. Alguien con una mirada aguda pero con quien podía hablar de todo porque se comportaba muy amable.
Y hablando de Geo, seguro estaba COMPLETAMENTE enojado con lo que había hecho. Después de todo, salió en silencio y dejó el dinero en una caja fuerte. Aunque bueno, podía decir que a menudo no entendía el por qué de sus horribles cambios de humor. Pensaba que sabían mucho el uno del otro en el pasado pero, ahora mismo, solo entendía menos de la mitad de lo que pasaba por su cabeza. En otras palabras, Rail y Geo eran personas diferentes, con pensamientos diferentes y formas de ser que no combinaban en lo más mínimo.
Sin embargo, con las manos en el pecho y en un movimiento completamente adictivo, Rail tomo el colgante escondido debajo de su camisa, el que le había regalado Geo, y comenzó a pensar un momento más en él.