Un hombre apareció por la noche en un pequeño café cercano al puerto de Pafamudia.Tenía cabello negro azabache y ojos azules increíblemente brillantes. El hombre pedía rutinariamente té de menta y se quedaba en los asientos más alejados de la terraza. Incluso si el propietario, que se dio cuenta de la identidad del hombre, trataba de darle sake, él lo rechazaba cortésmente cada vez, mirando el libro que traía entre las manos mientras prestaba atención al final del callejón que estaba iluminado por las luces de la noche.
Dado que este café también servía como bar, el interior era muy animado y alegre a altas horas de la madrugada. Un lugar para que la gente interactuara sin ponerse límites. Sin embargo, nadie hablaba con el hombre que esperaba en un rincón, con sus largas piernas balanceándose de un lado para otro.
Su cuerpo estaba bien entrenado, era alto y verdaderamente imponente así que incluso mirar un libro provocaba que llamara bastante la atención. Las clientas siempre ocupaban los asientos alrededor del suyo, guiñando un ojo o hablando más fuerte. El hombre no reaccionaba en absoluto, por supuesto. Se quedaba envuelto en un ambiente claro y expresaba una negativa silenciosa a los alrededores. Además, cuando el hombre se sentaba, después de unos 30 minutos, un joven llegaba corriendo desde el otro lado del callejón y se dirigía de inmediato hacia él. Tenía un cuerpo esbelto, pero era un jovencito de apariencia pulcra que tenía pinta de ser un trabajador.
Tan pronto como lo veía, el hombre, que tenía un aspecto similar al de una hermosa estatua, parecía endulzar su rostro. Luego tiraba de la cintura del joven en su dirección y comenzaba a susurrarle algo al oído.
"¿No tienes hambre?"
"No. Comí muy bien... Geo, no tienes que venir a recogerme todos los días ¿Sabes?"
"Quiero hacerlo. ¿Es molesto para ti?"
Dijo Geo, enviando un ligero beso a la mejilla de Rail.
"Ese no es el caso, es solo..."
Al percatarse de la mirada de las personas dentro del café, Rail se sintió completamente avergonzado en un segundo. Geo llamaba demasiado la atención por el puro hecho de estar ahí. Y en consecuencia, Rail siempre se sentía mal porque lo besaba sin importar cómo o cuándo o frente a quién.
Desde el día en que se besaron por primera vez, se sintió como si la línea que Geo había dibujado entre él y Rail hubiera desaparecido.
"La gente está mirando..."
Geo se rió.
"Creo que mostrárselo al mundo lo hace menos problemático".
"Estúpido, no empujes los límites de mi vergüenza".
Golpeó suavemente el pecho de Geo, así que él le acarició el cabello.
"Entiendo, entiendo ¿Te gustaría ir a casa?"
Sonrió, como un animal que intentaba atraer a su presa a la madriguera.
El hombre abrazó el hombro del joven, le puso su abrigo y pronto ambos desaparecieron en la oscuridad de la noche. Los invitados del café lo despidieron con un movimiento de mano, como de costumbre, y comenzaron a hablar sobre que era bastante evidente que se trataba del caballero que cuidaba a la princesa. Después de eso, bebían sake.
Cuando cerraron la puerta de su habitación, en una posada del centro, Geo abrazó a Rail por detrás y comenzó a besar su nuca.
"Geo, estoy sudando".
"Me gusta el olor de tu sudor".
Y que Rail se resistiera cada vez solamente estimulaba el corazón de Geo.
Levantó el dobladillo de su camiseta y comenzó a acariciar su vientre plano y delgado. El cuerpo de Rail tenía músculos muy pequeños y la grasa mínima necesaria para alguien de su edad. Además, debido a que era alto y tenía extremidades largas, la impresión que tenían de Rail era que evidentemente se trataba de un hombre similar a un palo. Aunque también era un hecho que era delgado pero lo suficientemente fuerte de salud como para no resfriarse ni una sola vez. Pero bueno, ahora era así porque era joven. Seguramente a medida que envejeciera iba a tener problemas debido a la desnutrición.
Y esa era la preocupación actual de Geo.
Tomó la barbilla de Rail, le obligó a darse la vuelta y comenzó a lamerle los labios. Insertó la lengua mientras abría su boca y empezó a hacerle cosquillas utilizando las manos. La vergüenza siempre estaba allí cuando hacía eso pero, cuando Geo se concentraba en chuparlo suavemente, entonces la mandíbula y el cuerpo de Rail se relajaba hasta parecer que podía comenzar a caerse.
Le gustaba este momento en que Rail se confiaba de él, entrelazaban las bocas y bebían la saliva del otro.
Y para cuando se reflejó en los ojos dorados de Rail, el instinto masculino de Geo ardió ferozmente.
"Si estás cansado, me detendré".
Hace unos días quedó demostrado que Geo nunca iba a obligarlo a hacer algo que no quisiera. Después de decir que tenía sueño y que deseaba recostarse, el hombre realmente no hizo nada más. Solo lo besó dulcemente, lo abrazó y apagó la luz para poder dormir.
Pero para el Rail de ese día estuvo lejos de ser una buena noche de sueño.
A Geo le gustaba abrazar a Rail por detrás y dormir. Y su ENORME pene estaba apretando constantemente contra sus caderas. Aunque de verdad había intentado ignorarlo para descansar al menos un poco, no podía concentrarse y terminó teniendo momentos de completa agonía. En primer lugar, querer irse a la cama era solo una excusa por ser tímido.
Rail decidió ya no engañarlo para dejar de experimentar karmas tan jodidos como esos.
"... No estoy cansado".
Fue una señal para que Geo hiciera travesuras.
"¡Um!"
Cuando lo levantó contra su cuerpo, Rail pareció aferrarse apresuradamente al cuello de Geo.
"No... Soy pesado".
"Si pesaras más, estaría aliviado".
Con una sonrisa, Geo llevó a Rail a la cama.
"¿Te lastimaste en algún lugar hoy?"
"No..."
Rail, que acababa de regresar de su trabajo en la posada, tenía una leve quemadura en la mano cuando lo vio el día anterior. Dijo que accidentalmente había tocado la placa superior del horno en la cocina pensando que estaba fría. Tenía la piel rojiza, y cuando Geo aplicó cuidadosamente un gel, Rail suspiró y luego dijo: "Es una exageración".
¿Qué era exagerado de cuidarlo?
Geo quería decirle que no tenía que hacer algún trabajo que pudiera lastimarlo en el futuro. Si era dinero lo que quería, el podía seguir ofreciéndole todo lo que tenía en el banco e incluso más. Pero no deseaba forzarlo. La experiencia de Rail de disfrutar de una obra de teatro con una chica, estar en una posada y trabajar duro mientras se acercaba a sus compañeros y hacia amigos, no podía estropearse solo por sus sentimientos tan egoístas. No tenía sentido a menos que Rail lo quisiera así.
"Ah... Hmm."
Lo recostó y comenzó a darle un beso bastante profundo. Lamió su mandíbula, trazó sus pequeños pechos con las yemas de los dedos y lo estimuló bajo el ombligo. Rail gritó, se avergonzó de su voz y luego se mordió los labios.
Geo expresó francamente su deseo.
"Rail, déjame oírte. Por eso elegí esta posada... Nadie sabe quienes somos o que estamos aquí."
"Ah, ah, mierda. Solo... Sé gentil conmigo."
Cuando agarró la punta de su pezón con la punta de los dedos, una nueva maldición salió de su boca. Geo sonrió:
"Me gusta que te pongas así".
Lo besó de nuevo y comenzó a apretar su lengua contra la suya sin dejar de aplastar sus pezones. Fue tan suave y placentero que no pudo soportarlo y soltó uno de esos bonitos jadeos que Geo tanto quería escuchar.
El cuerpo inocente de Rail, que incluso nunca había experimentado algo como la masturbación, era sorprendentemente vulnerable y sensible a la lujuria... Y Geo tenía que ser honesto y decir que ese hecho le producía una profunda alegría.
"Ah... Mmm."
Pasó su lengua mojada por su pecho y comenzó a utilizar ahora toda la palma de su mano para amasarlo. Cada vez que eso pasaba, Rail mostraba un humor encantador y Geo comenzaba a darse cuenta de que sus deseos eran dolorosamente tensos bajo su ropa.
Después de desnudarlo y ponerlo boca arriba, Rail, que había estado pasivo hasta ese momento, rodeó la espalda de Geo con el brazo y frotó su piel.
"... Geo, puedes poner más peso sobre mi".
"Tengo miedo de romperte".
Le tomó varios intentos darse cuenta de que sus palabras no eran una sugerencia, sino una súplica.
A Rail de alguna manera le gustaba ser aplastado bajo el cuerpo de Geo.
"No soy fácil de romper".
"Eres muy delgado."
A medida que colocaba su peso sobre su cuerpo, Rail exhalaba tan encantadoramente que a Geo ya no le importaba si era doloroso o no.
Los dos estaban en estrecho contacto entre si, sin espacios, con el calor de sus vientres mezclándose y creando una sensación de entumecimiento bastante insoportable.
"... Geo, es increíble".
Geo resistió el rugiente impulso que estaba creciendo dentro de él y se conformó con acariciarle el cabello.
"Rail, quiero besarte de nuevo."
"Mmm…"
Cuando Geo dijo eso, Rail aflojó el brazo que se aferraba a su cuerpo y lo miró a los ojos por un momento que pareció especialmente largo. Era como si sus pupilas doradas brillaran en la penumbra solamente para él. Algo completamente hermoso.
Geo repitió el beso, lamentando que se le cayeran los párpados al acercarse.
"Huh, hmm..."
"Eres tan lindo... No, Rail, no escondas tu cara".
Manteniendo los labios juntos, sacudió su cuerpo de arriba para abajo, frotándose los penes que estaban entre sus vientres en un intento por aumentar un poco más el placer. Hizo un sonido descuidado, algo parecido a un chasquido y luego, el silencio se tiñó con la voz de Rail.
Rail lloraba, estaba mojado y continuaba llamando el nombre de Geo una y otra vez.
"Ah... Geo, Geo..."
"Estoy aquí, estoy aquí Rail."
Aceleró el ritmo y empujó sus caderas aún más hacia arriba
"¡Hmm!"
Cuando presionó su cara contra la suya y entrelazaron la lengua, Rail alcanzó el orgasmo de un modo que pareció bastante "favorable". Después le chupó la lengua como si quisiera darle una recompensa por haberse portado bien, le sostuvo de los muslos y dijo:
"¿Puedes cerrar un poco las piernas?"
"Sí..."
Y entonces Geo empujó toda su lujuria entre sus muslos, sacudió las caderas y miró la cara de Rail igual a si deseara comenzar a comerle la boca a mordidas.
"Geo, si me miras así..."
Sostuvo el cuerpo de Rail mientras trataba de escapar de su mirada descarada, le apretó los muslos para abajo y golpeó sus caderas contra las suyas con mucha más fuerza que al inicio.
En lugar de una relación sexual tan casual como esta, quería meterse a escondidas dentro de su cuerpo, sentir como su ano lo envolvía y llenarlo de su semen una vez y otra vez hasta que no pudiera respirar. Era un sentimiento que se hacía cada día más fuerte y sin embargo, para hacerlo era necesario eliminar la ansiedad de Rail y atraer el interés de una conexión profunda lentamente.
Debía esperarlo.
"Rail..."
Su semen manchó sus estómagos.
Rail miró a Geo con una cara completamente perturbada:
"No lo resisto…"
Un murmullo secreto y la yema de un dedo turbio se deslizaron sobre un vientre húmedo y brillante de sudor. Rail pareció sentirse terriblemente caliente con los fluidos corporales de Geo porque después de todo, dentro de él vivía el enorme poder mágico del fuego.
Geo abrazó su cuerpo de una manera aplastante, como quería Rail, y devoró aún más sus labios hasta dejarlos rojos e hinchados. Y cuando Geo trató de permitirle el paso a la respiración de Rail, que se estaba volviendo superficial debido al peso, el brazo de Rail lo bloqueó con una fuerza sorprendentemente salvaje y le obligó a permanecer allí. El día que notó por primera vez el hábito de Rail, cuando Geo le preguntó si no le dolía y Rail sonrió un poco diciendo que le hacía feliz, Geo sintió ganas de llorar.
Saliendo de un momento de pura lujuria, los besos de los dos se convirtieron gradualmente en algo así como un juego. Y mientras Geo lanzaba un beso rápido contra su cara, Rail miraba para otro lado y trataba de no verlo.
A este hombre no le gustaba mucho su cara.
Geo estaba enamorado de ella.
"Rail tiene muchos problemas con eso. Bueno, siento que tiene alguna clase de complejo porque no deja de compararse contigo. Eres muy guapo."
Willy señaló esto una vez.
A medida que su nombre se hizo conocido en el mundo, Geo, que tenía más oportunidades de ser cortejado tanto por hombres como por mujeres, pensó que su apariencia era una de las causas de todos sus problemas. Pero bueno, si había atraído la atención de Rail aunque fuera un poco, entonces podía decir que la historia era completamente diferente.
Geo le sonrió a Rail, consciente de como se reflejaba en sus pupilas.
"Rail, te amo. Quiero que seas completamente mío."
Pero sus palabras no parecieron ser muy importantes para él. Después del hecho, Rail estaba lleno de placer y pareció que su cabeza no estaba funcionando mucho que digamos.
Geo se arrodilló a un lado de la cama, extendió los brazos, tomó a Rail descuidada entre sus manos y se dirigió al baño. Rail ya no estaba viviendo en la posada. Geo no iba a permitir que Rail se despertara en una habitación compartida con otros empleados. Cuando sugirió que se quedara en la habitación que había tomado, Rail argumentó de inmediato que "Sería vergonzoso si los escucharan." Porque aunque pareciera ingenuo, Rail era un hombre adulto que sabía exactamente lo que quería hacer con el.
Además, con los héroes montados en un carruaje tirado por caballos, la posada donde trabajaba Rail era ahora un lugar de moda en la ciudad. Se decía que se había duplicado el número de clientes y que se estaba incrementando la cantidad de personas que querían contratar para vacaciones. Después decidió trabajar solo cuando había poca mano de obra.
Esta nueva posada, en donde Geo lo metía todo el tiempo, era para aristócratas y gente importante y por eso estaba tan elaboradamente construida. Decidió este lugar porque la habitación era grande, las paredes gruesas y había un baño particular. Pero el agua estaba completamente fría así que Geo utilizaba magia de fuego para elevar la temperatura hasta el punto en que pudieran sumergirse los dos dentro de la tina. Limpió a Rail con el champú de color rosa lechoso que olía a fruta dulce y luego lo recostó para lavarle el cabello. Le dio un beso en la mejilla, le puso una toalla esponjosa y volvió a ponerlo en la cama.
Después de eyacular, Rail había quedado tan muerto que pareció dejar que le hiciera lo que quisiera. No podía evitar pensar que Rail, quien había estado priorizando las demandas inocentes de los niños durante muchos años hasta descuidar su propio descanso, le tenía la suficiente confianza como para lograr hacer que bajara la guardia solamente frente a él.
Geo besó su frente.
"Un fuego rojo brillante arde en medio de nuestro corazón.
Y después de que este fuego se apague, me convertiré en una estrella en el cielo que velará por ti."
La oración, que se le inculcó brillantemente desde que era joven, se convirtió gradualmente en un pensamiento que ahora estaba dedicada completamente a Rail.
Y sosteniendo el cuerpo de su amado entre sus brazos, Geo también se durmió profundamente muy pronto.