Inmediatamente después de regresar a la posada, Rail y Geo se enredaron sobre el colchón.
Rail metió su lengua, aunque sabía que era torpe, y trató de responder a los sentimientos transmitidos por Geo correctamente.
El acto de desechar incluso las palabras, conectar sus mentes y buscar una sensación física placentera, era algo lleno de alegría pero acompañado de una dolorosa punzada en el pecho. Rail se había dado cuenta de que sus palabras y acciones afectaban lo suficiente a Geo como para convertirlo en algo que fácilmente podía herir a los demás. Pero, incluso pese a todo, Rail al menos ya estaba seguro de que amaba a Geo de un modo bastante aterrador.
Con una risa, unas manos que acariciaban su vientre y unos besos repetidos a lo largo de su boca, los dos parecieron bastante involucrados el uno con el otro como para llegar hasta el final.
Geo miró a Rail, trazando con sus dedos las cicatrices de las heridas grandes y pequeñas dejadas en su cuerpo por las batallas y luego comenzó a sonreír al sentir otro besito tímido en su mejilla.
Rail había exhalado un aliento caliente con solo sentir como cubría su piel desnuda con las manos.
"Ah, ah, Geo..."
Su voz, sexualmente coloreada y temblorosa, incitaba al demonio que vivía dentro de Geo.
En su piel, desde su pecho hasta su abdomen, la parte que Geo no había tocado todavía era acariciada cuidadosamente con sus labios o se chupaba con lentitud para luego comenzar a masticarse. Era como si finalmente se estuviera sintiendo seguro para ir explorando la mente y el cuerpo de Rail, que había rechazado a Geo todo este tiempo.
Abrió las piernas y empujó su trasero en su dirección. Suspiró, y luego simplemente se besaron. Por supuesto, Geo creía que la causa del cambio tan marcado de Rail era porque ya no tenía resistencia a la penetración.
"Geo... No me dejes."
Y con esa voz, Geo soportó el impulso de morderle los labios y tirarlo de lleno contra las sábanas. Rail podía decir que no sabía nada sobre magia, pero era un hechicero que convertía a Geo en un monstruo sin razón. Sin embargo, como era de esperar, él era completamente inconsciente de lo que provocaba.
"Rail, no te excedas. No importa lo que yo quiera, si no te gusta entonces..."
"No... Me alegro de estar aquí".
Abrazándolo para bloquear las palabras de Geo, Rail frotó sus mejillas contra las suyas y dijo: "Te deseo... Haz lo que quieras conmigo."
Fue una invitación dada junto con un suspiro. Algo que lo provocaba y que le hacía todavía más difícil controlar su mente.
"Yo también te deseo tanto..."
Llenó el agujero de su ano con los dedos cubiertos de bálsamo. Sin embargo, la carne virgen de Rail era tan tímida que pareció negarse a ser invadido por él tan rápidamente como lo hubiera deseado.
"Ah, ah, ah..."
Agregó más bálsamo, agregó más dedos y lo preparó con ternura, pero sin disminuir la fuerza.
Cuando lo acomodó entre sus brazos, Rail ya goteaba semen así que Geo pareció morir de ganas de llevárselo a la boca y comenzar a chupar. Aunque era evidente que si hacía eso, Rail iba a terminar muchísimo antes de que empezara algo.
Pensó que tal vez debía soltarlo y dejarlo respirar pero, después de verlo actuar de esta manera, la tensión se volvió tan intensa a su alrededor que imaginó que sería más divertido insertarlo de una vez.
"Rail, dime cuando se ponga difícil."
"Hmm... Está bien".
Después de confirmar que no había miedo en la expresión de Rail, Geo dejó escapar ese deseo que había estado anhelando durante mucho tiempo.
Aunque lo hizo despacio, presionó su punta contra las nalgas que estaban completamente mojadas con aceite perfumado. Y en realidad, en ese momento, le estaba teniendo rencor al tamaño tan inmenso de su punta. Es decir, esta parecía la parte difícil.
"Ah, ah, ah..."
Rail gritó. Pareció ser doloroso por un momento pero, poco después, la dulzura de sus jadeos comenzó a salpicar de tal manera que Geo pareció bastante aliviado con el encuentro.
"Um..."
Los pliegues de su carne comenzaron a apretar el pene de Geo, a pegarse a él y a apretarlo como loco. Él apretó los dientes y soportó el dolor.
"¿Estás bien, cariño?"
Cuando lo miro, Rail pareció estar en blanco, con lágrimas en los ojos y su vientre manchado de semen. El cuerpo de Rail, al que se le estaba enseñando un placer muy diferente al del afrodisíaco, recogió el sentimiento que le estaba ofreciendo su pareja muy obedientemente. Su mirada estaba empapada de sensualidad y los suspiros superficiales y obscenos que sacaba de vez en cuando, eran tan seductores como increíblemente tiernos. Geo quería grabar esa figura en su mente por toda la eternidad.
"¿No es doloroso? ¿No duele, bebé?"
Había oído que era difícil que la parte que recibía pudiera moverse cuando estaba a mitad de un orgasmo, pero Rail le sonrió.
"Oye... Bésame".
Rogar por un beso fue una de las cosas que siempre provocaba que Geo se sintiera mejor. Suavemente lo sostuvo un poquito más contra su pecho y entrelazó su lengua profundamente con la suya. Rail, que aceptó sus atenciones y Geo, que lo envolvió, se abrazaron y permanecieron allí durante un rato bastante largo. Además, no podía moverse porque era probable que lo hiciera eyacular si actuaba como un descuidado.
Cuando la emoción de la sangre hirviendo en todo su cuerpo finalmente se calmó, Geo miró a Rail una vez más:
"¿No es doloroso?"
"No... Está bien"
Geo lo acomodó con cuidado y le sonrió a Rail, quien lo estaba sujetándo con todos los dedos sin darse cuenta.
"¿Está bien que me mueva?"
"Um... Ujum..."
Y mientras empujaba sus caderas hacia adentro, Rail gritó dulcemente:
"Ah... ¡Geo!"
Al escuchar eso, Geo decidió meterlo y sacarlo un poco más... Insistentemente.
"Aaah... ¡Ah!"
Pensando que era lindo cuando lo miraba a la cara y lo besaba sin detenerse, le chupó la lengua una vez más y comenzó a mostrarle sus propios deseos.
"Rail ¿Te sientes bien aquí?"
"Sí, si se siente bien... ¡Ah!"
Pero Rail se inquietó en un momento y se aferró a la espalda de Geo mientras argumentaba que no le gustaba "demasiado violento". Sin embargo, cuando vio los ojos húmedos y el rostro de Rail, disfrutando del placer en toda su extensión, no pudo evitar sentir como si le hubiese dado permiso de movimiento. Por supuesto, gradualmente la velocidad con la que lo penetraba se volvió más rápida y el borde angosto del ano de Rail lo apretó con fuerza.
"Ah, voy a..."
"Yo también..."
Geo de repente se alejó.
Las manos de Rail envolvieron las mejillas de Geo y la lengua le lamió los labios. Geo sacudió sus caderas otra vez.
"Hmmm..."
En un movimiento particularmente apretado, Geo trató de tirar de sus caderas rápidamente y, como era de esperar, le movió las piernas para agarrarle de las caderas e impidirle el movimiento. Y al final, toda la pasión que se exhaló se derramó en el vientre de Rail hasta gotear contra las sábanas y hacerle sentir honestamente fascinado. Cuando Geo eyaculó también, sintió que el poder mágico del fuego llenaba su estómago y se extendía por todos los rincones hasta hacerle arder también el pecho.
"Hace calor... Hace calor, Geo".
Geo comenzó a sentirse todavía más feliz con su voz que al inicio. El deseo de Geo por Rail era interminable así que, aunque generalmente acortaba el tiempo para hacer que respirara, pensaba que no iba a permitir que se marchara ahora que finalmente lo tenía. Era un hecho que lo había vuelto débil desde que se enamoró de él.
Y mientras disfruta de la sensación de satisfacción que había ocasionado en su cuerpo, dejó caer un beso en las mejillas y la frente de Rail mientras mantenían sus cuerpos todavía conectados. Rail rió, dijo que tenía cosquillas, pero de vez en cuando besaba a Geo.
"Geo... Geo... Pensé... Antes pensé que podría celebrar contigo incluso si decidías casarte con la princesa. Yo solo quería que fueras feliz".
Geo lo instó en silencio a seguir.
"Pero ahora, odio solo pensar en verte con alguien más. No creo que pueda celebrar tu vida con otra persona".
Rail parecía estar buscando palabras para seguir hablando.
"Eso significa que realmente me gustas, ¿Verdad? Pero para ti... No sé, a veces creo que yo no soy tu estilo."
Geo distorsionó su rostro dolorosamente, por lo que Rail inclinó la cabeza y murmuró un "¿O no?"
Las chispas revoloteaban detrás de sus párpados.
Cuando era niño, Geo solía sacar chispas cuando se emocionaba. Pero claro, a medida que crecía, tenía un mejor control sobre sus poderes mágicos y ya no chisporroteaba por allí.
Esto de ahora era extraño.
Geo agarró la mano de Rail, besó sus palmas e inclinó sus mejillas.
"Rail, siempre has sido la única persona a la que le he dedicado mi amor y mi lealtad. Has... Sido la sangre de mi corazón desde que era un niño."
Geo, que lanzaba chispas de sus ojos, era tan hermoso que Rail estaba fascinado por esa hermosa apariencia iluminada por la miríada de luces de color rojo y anaranjado.
Si la sangre del corazón de Geo era Rail, entonces la sangre del corazón de Rail probablemente era Geo.
"Te amo."
Rail estaba llorando sin saberlo.
El mundo estaba lleno de irracionalidad, la vida era injusta y la ansiedad por un nuevo día era constante. Pero a veces, había momentos de alegría que provocaban un temblor del alma y un rayo de luz que brillaba entre las nubes.
"Ge..."
Juntaron los labios de la nada y conectaron los pensamientos que no se podían expresar correctamente.
Los niños, que una vez cargaron con el dolor del abandono, ahora estaban felices y riendo.