En una habitación cerrada, en el refugio para huérfanos dentro del territorio del Hombre Bestia, Geo se enfrentó con uno de ellos por primera vez en mucho tiempo. La única ventana del lugar daba al jardín de rosas así que podía ver perfectamente a Rail jugando con los niños.
Después de que los dos saludaron al director, Rail se dirigió a pasar un rato con los pequeños mientras que Geo era enviado a esta habitación vacía para hablar con un sujeto que parecía haber estado esperando por él durante horas.
El Hombre bestia miró por la ventana y dijo con una sonrisa:
"Es una reunión conmovedora ¿No? Rail está sosteniendo al hijo de un hombre bestia así que es pictóricamente lindo, ¿No? Pienso que nuestro territorio siempre a sido un lugar realmente agradable de visitar".
Geo miró al Hombre Bestia y dijo:
"Hola, Lutwald".
"Hola."
"Estoy en deuda contigo. Fue realmente útil que me ayudaras a proteger a los pequeños a pesar de que podrías meterte en conflicto con la familia real. Te lo agradezco de corazón".
"Creo que es más complicado que eso."
Geo agudizó la vista hacia Lutwald, quien se estaba riendo.
"Lo supe desde que llegué ¿Qué estás planeando?"
"No puedo decir que sea un plan."
Geo cruzó los brazos.
"Me siento raro porque le estás dando bastante prioridad a Rail. Quiero decir, todavía servimos a la princesa ¿Sabes? Estás arriesgando mucho y se siente como estar un poco en problemas."
"No veo por qué. No te estoy pidiendo que arriesgues nada por mi."
"Bueno... La princesa me pagó mucho dinero por encargarme de los que la humillaron. Ya sabes."
"¿Y tú vas a hacerle caso?"
"Es difícil no escuchar a la gente que te paga".
Lutwald hizo una voz débil. Entonces, de repente, volvió la mirada hacia la parte inferior de la ventana y habló sin mirar a Geo.
"... Yo te aprecio mucho. La batalla con el Rey Demonio fue realmente dura. El viaje fue largo, la magia era difícil y muchos murieron. Pero creo que mentalmente fue peor porque acabamos por matar a muchos que podían ser inocentes. Y todo por el bien del país".
El tono de Lutwald era sencillo, no había maldad. Entonces, gracias a eso Geo no podía adivinar lo que estaba tratando de decirle.
"Pero si, por ejemplo, se tratara de un trabajo para convertir una ciudad vecina en un mar de fuego, no habríamos sido elegidos. Somos ejecutores de justicia."
Entonces, ¿Qué pasa?, Pensó Geo. A él no le gustaban ese tipo de juego de palabras. No le gustaban las historias indirectas o las palmaditas en la cabeza ocasionales.
"Pero tú tomaste la iniciativa de arrodillarte frente a Rail. Tú básicamente dividiste la zona".
Geo reflexionó sobre la manera en la que decía que se había arrodillado.
"Pienso que debe ser algo profundo para que te haga actuar así."
"Es solo que no puedo quedarme callado si sé que Rail está en problemas".
El Hombre Bestia se rió de Geo, quien parecía bastante nervioso por sus palabras. Luego volvió a hablar:
"Como sea. Creo que he encontrado la manera de sacarte de problemas. Verás, conocí a Su Alteza Real, el Príncipe Heredero, el otro día. Él no es nada parecido a su hermana y... Bueno, el punto es que te he recomendado como el nuevo monarca del Nortede este país".
Geo frunció el ceño.
A él ya no le preocupaba convertirse en aristócrata o tener un territorio. Solo deseaba poder tomar la mejor decisión para vivir junto con su amado Rail el resto de su vida. Y Lutwald debió saber lo que Geo pensaba de todo ese asunto así que, honestamente, no podía entender por qué creyó que estaría feliz con esta maldita desición.
"Yo no quiero ser un monarca."
Lutwald suspiró profundamente y comenzó a hablar sobre las circunstancias del territorio de los hombre Bestia:
"El señor actual ya es un viejo. Y aunque está pensando en retirarse, no encuentra un sucesor que esté a su altura."
"Yo pensaba que el territorio fronterizo tenía que heredarse a los mismos miembros de la familia."
"Es verdad. Y como te digo, podría haber sido diferente si al menos tuviera un nombre competente en la lista pero, desafortunadamente no es así. Y tú, Geo... Hablemos con la verdad y pongamos sobre la mesa todo lo que ya lograste. Eres popular, no tienes problemas de personalidad ni problemas de habilidad y estoy seguro de que eres adecuado para manejar esta situación".
Lutwald tocó la venta.
"Y quieres... Irte al extranjero ¿No?"
"Sí, pero... No lo sé..."
"Eres ideal como monarca del territorio de las bestias. No tienes ningún vínculo con los aristócratas y no te dejas influir por las ideas de los monarcas de este país. Eres indiferente a los demás, en el buen sentido. Puedes pensar teóricamente y no priorizas las emociones negativas. No tienes sentimientos discriminatorios ni maliciosos sobre los hombre bestia. Eres valiente y justo..."
Lutwald separó las palabras y sonrió.
"Mira, algunos humanos son sorprendentemente arrogantes. Asumen que su sentido común es absoluto y que aquellos que no se adhieren a él son estúpidos o bárbaros. Es natural que las bestias no cumplan con los estándares humanos porque valoramos la información sobre olores y sonidos y tenemos otras prioridades en mente."
"Entiendo la mayor parte de la historia, pero... Es solo que tú deberías ser el señor, no yo. Eres un hombre bestia ¿Verdad? Eso me quita puntos."
Lutwald respondió con una sonrisa amarga al reclamo de Geo:
"Tienes razón, pero las reglas van a cambiar cuando el Príncipe Heredero sea coronado."
Era realmente confuso así que Lutwald se rió.
"Cualquiera que quiera vivir en armonía con las bestias y los humanos será aceptado por el pueblo. Es lo que quiero que entiendas."
"Pero que el Príncipe heredero me ayudé no solucionará nada. Van a oponerse."
"Sí, por supuesto que algunos lo harán. Pero no debes preocuparte demasiado por eso porque los otros candidatos son muy inferiores. Y un Hombre Bestia prefiere a los fuertes. Creo que el Príncipe Heredero manejará muy bien la oposición del lado aristocrático. Y, Geo, debes recordar que esto no es malo para ti ni para lo que quieres en tu futuro."
Lutwald dijo esto con una cara firme, como si estuviera mostrando una información especial.
"Y... Te voy a decir algo que te va a hacer decir "acepto" de inmediato. Nuestras leyes permiten el matrimonio entre personas del mismo sexo".
Geo parpadeó involuntariamente.
"¿En serio?"
"Oh sí. No es muy conocido, pero no hay restricciones en esa área. Y eso significa que incluso si mueres, puedes heredar tu propiedad a Rail. Vas a protegerlo."
"... Es una manipulación muy cruel".
"No creo que lo sea. Solo digo que sería mejor que tengas más aliados para proteger a tus personas importantes. ¿Sabes? Si tu única debilidad es Rail, en cualquier sentido, entonces los que apuntan hacía ti van a saber por dónde herirte ¿No?"
Los dos se quedaron en silencio por un rato. Eventualmente, Geo se acercó:
"... ¿Desde cuándo planeaste esto?"
Lutwald exhaló profundamente y luego elevó los hombros.
"Es extraño. La posición y personalidad de Geo, la bondad de Rail, la personalidad del Principe... Cada parte encaja muy bien y siento que solo estoy dando un pequeño empujoncito para las partes que faltan. Es una distribución celestial".
Lutwald elevó la mano para pedirle a Geo que lo escuchara.
"Por supuesto, todo esto no es una orden. Es una sugerencia para que podamos unir nuestras manos para el beneficio mutuo. Eres el monarca ideal".
Colocando su mano sobre su pecho, Lutwald le guiñó un ojo.
"Y teniéndome a mi, entonces vas a estar muchísimo más cerca de la perfección. Puedo cubrir tus debilidades y también tus puntos fuertes. Y si algo te pasa, bueno, entonces yo protegeré a Rail con mi vida".
Lutwald miró a Geo justo antes de irse.
"No me apresuraré a pedirte una respuesta, así que me gustaría que lo discutas con Rail y decidas con cuidado. Por supuesto, espero algo favorable".
Y finalmente, la puerta de la habitación se cerró.
Desde la ventana abierta, escuchó la risa de Rail y de los niños así que Geo estuvo mirando en silencio durante un rato.