Rail se despertó con el sonido de la leña explotando.
Se relajó suavemente entre los brazos de Geo, que aún lo abrazaba por detrás, y se levantó hasta sentir como el semen comenzaba a escurrir lentamente de su ano. Nunca iba a acostumbrarse a esta sensación de excreción, para ser honesto.
Durante los últimos meses, Geo había estado fuera de casa para proteger la frontera de la invasión de los países vecinos. El hombre bestia, Lutwald, le había dicho a Rail que desde que Geo se convirtió en el nuevo señor del territorio fronterizo del norte, los soldados de los países vecinos habían iniciado escaramuzas solo para probar sus habilidades mágicas. Esta vez, con el fin de dar un fuerte "látigazo" a esas personas groseras, el mismo Geo dirigió la unidad y reprimió a fondo todos los ataques pequeños, uno tras otro.
Regresó esta noche.
Geo corrió al baño, sin comer, se arregló e inmediatamente llevó a Rail directo a la cama.
Geo, que devoró el cuerpo de Rail muchas veces como para llenar su barriga hambrienta, se negó a dejarlo ir incluso cuando las cosas terminaron. Lo atrapó en sus brazos y se durmió profundamente a su lado, oliendo su cabello y diciendo muchas veces lo mucho que lo amaba y lo horrible que lo había extrañado. Por supuesto, fue inusual que Geo se quedara dormido sin darse cuenta cuando Rail se despertó. Tal vez si estaba muy cansado.
Pobrecito.
Rail acarició suavemente el cabello negro de Geo y besó sus mejillas sin afeitar un montón de veces. Salió de la cama, fue al baño y se limpió rápidamente los muslos utilizando un rollo de papel.
Los sirvientes, que llegaron a la mansión con el patrocinio de Lutwald y Milvanne, eran personas talentosas e ingeniosas. Anticipándose a lo que había ocurrido con los maestros esta noche, pusieron piedras mágicas en el baño para que pudieran usar el agua caliente en cualquier momento. Además, el jabón que Geo compró como recuerdo de la capital real tenía un dulce aroma afrutado que le recordaba al agua caliente perfumada que se utilizaba en el baño de la posada en esa ciudad portuaria con vista al mar.
Deslizó el jabón sobre su piel, que tenía un patrón de dientes oscuros y marcas rojas de succión, y aunque comenzó a sentir como la cara se le ponía roja de vergüenza, intentó no darle tanta importancia al asunto mientras se duchaba. En el momento del sexo, Geo, que era terriblemente amable con Rail, golpeaba sus deseos sin detenerse justo como un animal salvaje. Todo dolía, pero también era un placer para Rail aceptar al Geo que no se frenaba y que aparentemente nadie conocía.
Enjuagó la espuma, se limpió, drenó el agua caliente de su cabello en el lavabo y volvió a la cama. Y mientras apretaba la toalla para limpiar también la piel sudada de Geo, Geo se relajó y se tumbó un poquito más boca arriba. Creyó que lo había despertado, pero en realidad comenzó a roncar otra vez.
Rail respiró hondo y volvió a limpiar la piel de Geo. Luego trazó suavemente el patrón del tatuaje en su pecho con los dedos y dejó caer los labios a un lado de su pezón.
El mismo patrón que el de Geo estaba grabado en el pecho de Rail.
Se decía que cuando los hombres bestia se casaban, grababan un tatuaje en un lugar donde la piel fuera visible. Era algo así como una prueba de matrimonio.
Hace dos años, Geo y Rail se convirtieron en los nuevos señores del territorio fronterizo del norte y, al mismo tiempo, se casaron en una pequeña ceremonia privada. Esta era la primera vez que dos humanos se casaban en las tierras de los hombre bestia así que, fue casi igual a un evento histórico. Y este año, los dos celebraron una ceremonia para revelar su matrimonio a la sociedad, a la que asistieron el Rey y su hermosa esposa. Por supuesto, el hecho de que el Rey se hubiera tomado la molestia de visitar la frontera y felicitar oficialmente al señor del Norte, que se había casado con alguien de su mismo sexo, algo que no se reconocía en territorio humano, era el hecho evidente de que la familia real tenía un apoyo increíble a la cultura de las bestias.
Rail todavía se sentía extraño por vivir en una mansión tan magnífica después de casarse con Geo y también, la verdad era que todavía se sentía extraño al llamarlo "Su esposo."
El día que le propusieron matrimonio, Rail quedó atónito y se quedó sin hablar por todo el día. Sin embargo, con el fuerte deseo de Geo de hacer de Rail un compañero formal, la persuasión sincera de Lutwald y el fuerte apoyo de Milvanne, se dio cuenta de que era realmente algo muy adorable y aceptó la propuesta de matrimonio de Geo antes de la noche siguiente.
Después, al convertirse en el compañero del monarca del Norte, Rail absorbió varios conocimientos y pasó días y días luchando para poder apoyar a su esposo. Geo y Lutwald hablaron repetidamente con él para que no fuera a exagerar pero, para Rail, que nunca había tenido la oportunidad de aprender lo suficiente, fue divertido adquirir tanto conocimiento y cultura. Y cuando se dio cuenta de que sus enseñanzas y la experiencia que había obtenido podrían ayudar a Geo a no cansarse tanto, se motivó completamente a seguir así.
Rail actualmente estaba compilando un libro de cuidado de niños para las familias de plebeyos. Recientemente, ya había finalizado con la sección de ideas para la educación así que la mayor esperanza de Rail ahora era proporcionar un lugar para enseñar un mínimo de alfabetización y matemáticas a los pequeños que no tenían los recursos para ir la escuela, no solo para los huérfanos.
Los dos, que evidentemente nunca tuvieron sus propios hijos, veían a los niños del territorio como si fueran parte de su familia y estaban pensando en hacer lo que pudieran por proporcionarles un futuro brillante.
Rail se paró junto a la ventana y miró hacia afuera: Había todo un mundo de plata allí. Los copos de nieve reflejaban la luz de la luna y comenzaban a emitir un destello que resonaba con las estrellas en el cielo nocturno. Ya había escuchado antes que el invierno en el norte era duro, pero en realidad, era completa y absolutamente hermoso.
¿Cómo sería el mar en invierno? Rail pensó en esto de repente.
Cuando Geo regresó de la frontera, decidieron tomar un breve descanso y visitar la primera ciudad portuaria en la que descansaron hace tiempo. La respuesta de la niña de la posada, a la carta que le informaba que iba a llegar muy pronto para verla, decía: "Estoy guardando la mejor habitación para ti, porque esa está insonorizada".
Rail finalmente se deslizó junto a Geo, que estaba dormido. Besó sus hombros fríos y levantó un poquito la manta para meterse allí también. Después, tocando esa hermosa piedra azul y dorada que colgaba de su pecho, Rail comenzó a rezar para terminar el día.
"Un fuego rojo brillante arde en medio de nuestro corazón.
Es un hermoso fuego que enciende nuestra alma.
No importa cuán hambriento esté este cuerpo.
No importa cuánto se dañe este cuerpo.
Mientras este fuego arda, estaré vivo.
Y después de que este fuego se apague, me convertiré en una estrella en el cielo que velará por todos.
Dios del fuego, Saracine, derrama amor inmutable a los hermanos que te veneran y cuida siempre a la sangre de mi corazón."
Fin.
(Comienzan los extras)