Era extraño.
Había pasado un tiempo desde que Rail entró al baño y sin embargo, no había señales de que fuera a salir. A Rail le gustaba el alcohol, pero no bebía con frecuencia. Incluso se preguntaba si se había enfermado después de emocionarse con el sake.
Geo gritó, a través de la puerta del baño:
"Rail, ¿Estás bien? ¿Puedo entrar?"
No hubo respuesta pero había una señal extraña desde el interior. Luego escuchó una pequeña voz llorando así que Geo inmediatamente abrió la puerta sin preguntar: Rail estaba apoyado contra la pared, con una cara bastante enrojecida. La pequeña habitación tenía un olor peculiar y parecía que no podía enfocar correctamente un solo punto. Incluso era como si estuviera a nada de comenzar a gritar cuando dijo:
"Geo..."
"¡¿Qué te pasa, Rail?!"
Geo rápidamente tomó a Rail entre sus manos y lo ayudó a moverse hasta la cama.
"No sé, me siento un poco raro... Mi cuerpo... Está caliente".
Abrazando a Geo, Rail se quejó de su condición con los ojos húmedos y la boca temblorosa. Normalmente, el desarrollo del deseo sexual dentro de Rail sería absolutamente bienvenido por Geo, pero la anomalía de su comportamiento estaba haciendo que se pusiera nervioso.
De repente, miró a su alrededor y notó el vial sobre la mesa.
Al darse cuenta de que se trataba de un recipiente de "poción de amor", que era un regalo del mago sanador, Geo gritó internamente. Lamentaba no haberlo desechado al pensar que podría tener la oportunidad de usarlo alguna vez y sin embargo, también estaba extrañado porque esta forma de reacción pareció ser un poco exagerada.
Según el mago sanador, esta poción de amor no era muy efectiva. Algo así como "la versión noble de la versión real." Incluso si bebía lo suficiente como para dos personas, ¿Por qué pareció estar tan fuerte?
Geo se puso de pie para inspeccionar el vial mientras Rail lloraba a sus espaldas. La etiqueta decía lo siguiente:
[Para una noche de pasión ♡ Solo ahora, llévese esta poción que tiene 3 veces más de capacidad]
"Puta madre."
Se escuchó un chasquido en las manos de Geo. El vial pareció ser la víctima de todo su resentimiento.
Al regresar rápidamente a la cama, descubrió que Rail se había acurrucado en las sábanas aunque todavía estaba llorando y retorciéndose como un animal. Y a juzgar por la cantidad de semen que manchaba sus manos y su ropa, era posible que ya hubiera intentado controlarse varias veces, aunque sin éxito.
Mientras hacía un análisis de la situación en su cabeza, los ojos de Geo se clavaron en la piel que se le había puesto completamente bermellón.
"Geo, mi pene..."
La voz de Rail, que estaba entrecortada, hizo que un temblor aterrador le subiera por la espalda. Sostuvo la mano de Rail y la apretó diciendo:
"Rail, no puedes frotarlo más. Se está poniendo rojo".
Aunque siempre había tenido un inocente color pálido, su pene se había vuelto rojizo debido a la intensa fricción de sus dedos.
"Pero tengo calor... Tengo calor, estoy aterrorizado. De alguna manera, de repente se siente como si fuera demasiado para mí".
Geo envolvió las mejillas de Rail para tranquilizarlo, explicando lo que estaba pasando en un tono que no le hiciera tener miedo.
"Rail, lo siento. Bebiste un afrodisíaco, no alcohol".
"... ¿Qué me va a pasar?"
Rail puso una voz ansiosa como si no pudiera entender el significado del afrodisíaco.
"Está bien. Haré algo al respecto".
Cuando se inclinó y trató de chuparle el pene con la boca, Rail se retorció como si estuviera bastante sorprendido con él.
"¡Geo! Detente..."
Intentó desesperadamente cerrar las piernas, pero su poder era débil. Lo desvistió e incluso le abrió los muslos.
"Si lo frotas con las manos, te dolerá, ¿Verdad?"
Su lengua, pegajosa y caliente, lamió con lentitud la punta de su pene. Lo succionó profundamente, utilizando toda la saliva que pudo juntar en sus mejillas, y luego lo chupó haciendo un ruido asqueroso. Era un placer aterrador estar encima de su carne blanda y viscosa y sin embargo, la lengua de Geo siguió entrelazándose con movimientos inesperados y hasta un tanto expertos. Quizá tenía una abrasión, porque el glande le dolía un poco y sin embargo, este pequeño estímulo alimentó el placer hasta un punto en el que todo comenzó a sentirse intenso.
Rail olvidó su resistencia y quedó a merced de la boca de Geo.
"Ah, ah, ah ¡Dios!"
Una mano débil cayó en la cabeza de Geo. Y manteniendo presionadas sus caderas, el hombre llegó todavía más profundo que la primera vez.
"Ah..."
A pesar de que Rail estaba gritando, Geo nunca lo soltó. Succionaba con cuidado su pene, de arriba para abajo, haciendo que la lengua se arrastrara nuevamente hasta la base, sobre su pelvis, en su ombligo y todo el camino de regreso.
"Geo, Geo... Hace mucho calor".
Rail se sacudió como tratando de escapar incluso aunque seguía estando muy erecto. Sin embargo, para este momento la cantidad de semen que estaba fluyendo de la boca de Geo era extremadamente pequeña.
"Todavía está haciendo efecto el afrodisíaco. Rail, sé que no te gusta, pero ten paciencia".
Geo se separó, preparó rápidamente sus dedos con saliva, y comenzó a meterlos en el ano de Rail.
"Espera..."
Y por supuesto, Rail comenzó a asustarse por la sensación de un cuerpo extraño muy dentro de él.
"No, no hagas eso. Eso está..."
"Está bien. Tomé un curso como oficial de higiene el año pasado. Aprendí técnicas mágicas de limpieza".
Tenía un tono muy firme mientras lo decía.
Rail, que había perdido la compostura, apenas podía entender lo que decía Geo y sin embargo, comprendía que esto significaba que no iba a rendirse.
"¡Um!"
Se sintió como si lo estuviera acariciando por dentro.
Ardiendo...
En momentos como estos deseaba sentir el peso de Geo sobre su cuerpo, como de costumbre, pero él estaba ocupado acariciando, palpando y pegando con sus dedos como para tan siquiera tener el tiempo de mirarle a los ojos. Rail pensó que era terrible que Geo, quien normalmente no miraba hacia otro lado durante el sexo hasta el punto de hacerlo sentir avergonzado, no lo estuviera haciendo hoy.
"Geo..."
Él limpió la cara de Rail, que estaba llena de lágrimas y sudor, con las mangas de su camisa, peinó su cabello para atrás y sostuvo su hermoso rostro hacia adelante.
"Rail, mi amor, no llores. No tengas miedo."
Una voz baja y amable comenzó a salir al mismo tiempo en que sus labios se chupaban dulcemente. Fue un beso lleno de lágrimas. Pero durante todo ese tiempo, los dedos que lo penetraban no salieron de él ni una sola vez.
"Hmm... Mmm..."
Si frotaba su interior mientras lo besaba de una manera así de suave, la tensión pareció irse liberando gradualmente hasta un punto en que ya ni siquiera era incómodo.
"Geo..."
"¿Todavía te sientes mal?"
Rail negó con la cabeza ante esa voz tan cariñosa. Pero era verdad que el lugar donde Geo había estado acariciando desde hace un momento esperaba algo con un poco más de calor.
"... No me dejes".
"No lo haré."
"¡Umm!"
Las manos de Geo se empujaron hacia arriba en un movimiento completamente agresivo. Luego, aumentó el número de sus dedos y frotó el lugar que estaba reaccionando de manera completamente diferente de antes.
"Oh, oh, ahí, no... ¡Um!"
Eventualmente, el rugido de Rail pareció volverse dulce y alto, y sus ojos comenzaron a derretirse como miel.
Cuando lo frotó y al mismo tiempo le chupó la lengua, la pared interna se le hinchó y pareció casi enredarse en los dedos de Geo. Se movió, comenzó a tener un montón de espasmos y luego simplemente suspiró mientras mencionaba que estaba a punto de llegar.
"¡¡...!!"
El grito que se elevó de su garganta fue tragado por la boca de Geo.
Estaba sobre él, besándole, acariciando el pelo de Rail, y masajeando sin llegar a sobreestimularlo. En realidad, Geo también había sentido una profunda satisfacción con él y su clímax ¿Cuántas veces más tenían que hacer esto para eliminar el afrodisíaco lo suficiente como para no hacerlo sufrir?
Después de todo, Rail tenía trabajo mañana.
La mano de Rail se estiró sobre su muslo mientras Geo calculaba el tiempo que lograría dormir si se acostaba temprano. Luego dijo algo sorprendente:
"Geo también está duro... ¿No quieres penetrarme?"
Los húmedos ojos dorados de Rail, aún medio borrosos, lo estaban mirando muy atentamente. Y fue demasiado sensual escuchar eso de alguien tan inocente como él.
"No digas eso en este momento."
Dijo Geo desde el fondo de su corazón.
Rail seguramente no sabría lo que significaba esa palabra en un escenario como este. Es decir, nunca hubo un solo instante en el que no quisiera estar conectado con él de la forma más profunda posible y sin embargo, no tenía intención de hacerlo ahora que estaba loco por los efectos de los afrodisíacos.
Y estaba tratando de superar el instinto feroz que lo instaba a aprovecharse de él.
"No podemos... Tienes que ir a trabajar para juntar dinero para el viaje".
Geo pensaba que no deseaba irse porque extrañaría a la chica que lo llevaba al teatro y a sus colegas en el trabajo. Sin embargo, al mismo tiempo comenzó a querer escuchar sobre los niños que estaban en el territorio del Hombre Bestia e incluso empezó a hablar sobre querer ir a verlos más de cerca.
Geo no sabía qué pretendía hacer en el futuro y estaba seguro de que el propio Rail estaba igual. Sin embargo, sugirieron ir a la capital real por el momento porque a fin de cuentas, lo importante era estar juntos.
Por supuesto, si ahora ya estaba así de mal, iba a recomendarle tomar un descanso incluso si Rail actuara necio.
"Todavía queda un poco de afrodisíaco en tu sistema. ¿Está bien que siga?"
Rail estaba ya un poco más flácido para este momento pero Geo lo instó a continuar, diciendo que sería más fácil deshacerse de los efectos ahora que mañana.
Y ya que hizo un pequeño asentimiento con la cabeza, este servicio realmente continuó hasta que Rail, exhausto, terminó por desmayarse sobre la cama.