Ese día, el palacio real estaba esperando la visita del héroe.
Era un joven llamado Geo Lufter, un plebeyo, quien tomó el título de héroe, obtuvo la espada secreta entregada a la familia real y selló al antiguo mal del mundo llamado "rey demonio".
Geo era un joven de cabello negro azabache y ojos azules. Se había convertido en un héroe con un cuerpo heroico y el poder mágico necesario para controlar las armas sagradas.El público vitoreó y felicitó la especulación de que el "salvador plebeyo" pronto se casaría con la segunda princesa del país porque, después de todo, ya había recibido la aprobación del rey y de su hermano. Y exactamente hoy, el hombre que había sido reconocido oficialmente por su trabajo, iba a unirse a las filas de los aristócratas, iba a tener un título y también un enorme territorio.
Su anhelado deseo.
"Oye, ¿No está llegando tarde hoy? ¿Qué está haciendo? Es un momento importante."
"Me dijeron que iba al orfanato, así que estoy seguro de que llegará en el último momento".
"¿Otra vez? A menudo hace todo lo posible por deshacerse del dinero".
"Entiendo los amables sentimientos de Geo, pero ¿Cuánto tiempo piensa seguir haciendo esto?"
Aquellos que participaron en la subyugación del Rey Demonio, hablaron sobre el hombre que era su líder mientras esperaban que se llevara a cabo la ceremonia de entrega de recompensas.
Todos estaban riendo.
"Los sentimientos de los seres humanos a veces parecen ser problemáticos".
Dijo el único hombre bestia entre los miembros.
Pero cuando un compañero intentó hablar sobre ello para saber a lo que se refería, se abrió la puerta de la sala de espera y finalmente apareció el héroe.
"¡Ya llegaste!"
El espadachín gritó, pero Geo no respondió. Sus ojos azules estaban estancados y miraban fijamente a la puerta donde estaba la princesa.
"¿Estás bien?"
"Oye ¿Te pasa algo?"
"Estabas de buen humor estos días".
"¿Estás nervioso?"
Todos sonrieron ante las palabras del sanador. Era porque parecía imposible que eso fuera a pasar alguna vez.
Se abrió la puerta.
Los héroes que derrotaron al Rey Demonio procedieron a mostrar sus respetos y entonces, cuando agacharon la cabeza para esperar a la familia real, aparecieron el príncipe heredero y la segunda princesa del reino. Desde el año pasado, el rey había tendido a permanecer acostado debido a su enfermedad y el príncipe heredero se había ocupado cada vez más de los asuntos públicos. Se podía decir que al príncipe le gustaba mucho la naturaleza de Geo, quien no dudaba en decir lo que quería sin tener miedo a lo que dijeran. Estaba cerca de su edad, así que lo conocía más como un amigo. Y estaba claro para todos que la segunda princesa tenía un sentimiento especial por él.
El hecho de que los dos aparecieran aquí significa una pequeña pedida de mano.
"Geo, ¿Realmente vas a casarte con la princesa?"
"Parece que los rumores eran ciertos".
El hombre bestia pareció incómodo así que estaba moviendo la cola mientras escuchaba a sus compañeros. Luego, la familia habló:
"Geo, te ves elegante"
No dijo nada.
"Bueno, Geo Luffter, en honor a tu gran logro, de parte de mi familia real quiero..."
"Por favor, perdóneme su alteza".
Todos en el lugar se congelaron por la rudeza de Geo. Incluso si se trataba de una fiesta privada, era un comportamiento horrible ese de bloquear las palabras de la familia real. Sin embargo, el príncipe heredero le sonrió:
"... Está bien. Geo, dime lo que pasa".
"Gracias. Tengo algo que preguntarle a la segunda princesa así que ¿Me permite un minuto a solas con ella?"
"¿A la princesa? ¿Por qué? ¿Qué es tan importante como para que no se pueda hablar aquí?"
"No me importa hablar de eso aquí, pero su alteza puede sentirse incómoda".
La mirada de Geo se centró en la princesa. Era una mirada terriblemente fría, sin dulzura ni romance. La princesa pareció aceptarlo con calma, pero su hermano, el príncipe, descubrió que algo no estaba bien allí.
El príncipe meditó por un momento, luego volvió a mirar a Geo y le ordenó:
"Sí, deberías hacerlo aquí."
Cuando el príncipe heredero dijo eso, el hombre bestia olió más cambios en el estado de humor de Geo.
"Entonces."
Los ojos de Geo miraron a la princesa de una manera bastante aterradora. La intimidación abierta hizo que incluso los compañeros que habían peleado con él instintivamente se asustaran y sudaran.
"Antes de decirme lo que gané, déjame hablar contigo sobre lo que me robaste".
Geo sacó algo de su pecho y lo arrojó a los pies de la princesa, esparciendo las monedas de oro.
"¿Qué es esto?"