"Geo, ahora sí te excediste."
Abrazando a la princesa colapsada, el príncipe le mostró una cara bastante amarga cuando habló con él.
"Oh, lo siento por eso, su alteza. Trataré de ser más amable la próxima vez que atente contra mi vida. Es más, ¡Le agradeceré cada vez que arruine algo!"
Y como le había contestado con sarcasmo, el joven heredero pareció no poder hacer otra cosa más que elevarse de hombros.
El príncipe llamó a la escolta de su hermana, que se había quedado fuera de la habitación, y ordenó que la llevaran a su dormitorio de inmediato. Solo el Heredero, Geo y sus amigos más cercanos permanecieron en la habitación.
Geo todavía estaba enojado, pero se sentó en el sofá obedientemente tal vez porque quería hablar o porque había decidido que el príncipe era una mejor compañía que la princesa.
"Cuando me uní a la orden, siempre me decían que un caballero debía ser justo y bueno. Que debía empuñar una espada de justicia con un alma limpia y un cuerpo sano, y que nunca tenía que abusar de mi poder. Parece que la familia real no tiene ese tipo de enseñanza".
Geo dijo que no quería el té que le ofreció e incluso rechazó completamente que lo tocara. No sabía qué tan cercano era su amigo o que tan desagradable había sentido sus acciones como para identificarlos ahora como enemigos. Sin embargo, podía decirse que estaba cansado pero no enojado con él. Ciertamente, esta vez su hermana había cometido un error enorme y como resultado de eso, provocó que los lazos que tenían con el hombre más valiente de la historia nacional se quebraran hasta volverse pequeños hilitos. Y desafortunadamente, el príncipe era el único que podía limpiar su desorden.
"Su hermana es todavía una niña. Sufrió mucho con la muerte de su madre así que supongo que es algo que tiene que ver con su actitud tan mimada."
El príncipe no dijo nada. Geo había declarado que era una niña pero la verdad era que la princesa ya tenía los diecisiete años. Era hora de ponerla en el lugar adecuado para el Reino y tener un esposo era parte importante de este plan. Había personas tanto a nivel nacional como internacional que deseaban casarse con ella así que, en primer lugar, el príncipe pensaba que si la otra parte no fuera precisamente "el héroe Geo", la historia no habría sido tan complicada como estaba siendo ahora. Es decir, la princesa era buena para moverse entre la gente y no era tan egoísta como la estaba pintando. Estaba dentro del rango. Geo odiaba a la princesa por ser sabia, por su capacidad para controlar la situación en su propio beneficio y por ser lo suficientemente inteligente como para eliminar los obstáculos que no lo favorecían. Era una habilidad que debía elogiarse en algunos casos porque el mismo príncipe evaluó que la forma de encerrarlo para casarse con él fue bastante inteligente. En su mayor parte, pensaba que no había un hombre que no se sintiera inspirado por la mirada adorable de la bella princesa y que incluso sería raro no elegir casarse con ella.
No había un solo hombre en el país que tuviera el derecho a tener a la princesa entre sus brazos y como ella en si mismo era un símbolo de poder y fama, opinaba que ciertamente la reacción de Geo era muy, muy extraña.
"Entonces, ¿Qué quieres hacer? ¿Regresar a la ceremonia?"
"Quiero un tiempo para arreglar mis propios asuntos".
Cuando Geo dijo eso, el príncipe suspiró profundamente. Todavía tenía ese fuerte dolor de cabeza.
"... ¿Vas a casa?"
"Todavía no lo sé. Pero entiendo que mi futuro no es ser un aristócrata. No quiero dar más problemas de los que ya he ocasionado ahora así que he pensado que seguramente debería irme a un país donde nadie me conozca y comenzar de nuevo junto con..."
"¡Oye, oye, oye, espera un minuto, Geo!" Un compañero espadachín gritó como si estuviera a punto de caer en pánico. "¡Siempre quisiste ser un aristócrata! No estás diciendo estupideces por culpa de ese amigo tuyo, ¿Verdad?"
"... ¿A qué te refieres con eso? Este es mi problema. No hables".
Dijo Geo.
"¡Es mi problema también, amigo! No entiendo nada. Si te casas, el trono, el territorio y la princesa serán tuyos. ¡Tendrás una conexión con la familia real! ¡Tomarías todo el control! ¿Hay algo mejor para un caballero común como nosotros? Puedes darle sueños a los niños de todo el país que se balancean y fingen ser caballeros en los barrios pobres ¿Por qué luchaste contra esto si no, joder?"
"Si tú lo quieres tanto, ve y cásate con ella."
"¡La princesa no me quiere a mi!"
"Geo, solo deseamos que seas feliz. Somos tus amigos y luchamos juntos en el campo de batalla. No creo que tu elección de ahora sea la mejor".
El mago apeló sinceramente a Geo, tratando de hacerlo entrar en razón.
"Estoy feliz de seguir mi corazón. ¿Ustedes juzgan mi felicidad?"
"No es así, solo que..."
"Nos preocupa que Geo esté siendo utilizado o amenazado por ese amigo".
"... ¿Ah?"
Geo dejó la boca abierta.
El muchacho, que era el alumno más joven de la Real Academia y que había recibido el título de "sabio del reino" a los 16 años, continuó diciendo:
"¡Porque es extraño! Has vivido una vida simple durante años y ahora le estás dando la mayor parte de tu salario a esa persona. Todo el mundo se siente mal al respecto."
"Vaya, pienso lo mismo. No siento ninguna gratitud hacia Geo de parte de ese hombre. Obtuvo el dinero como algo natural y lo ocupó para su propio beneficio. Como que se aprovecha."
Los magos curanderos estaban diciendo que empatizaban con la princesa como mujer y que pensaban, como ella, que le estaban viendo la cara.
"... Oigan, en serio basta. No saben nada. Y no quiero que ustedes comiencen a hablar de Rail de esa forma".
"Geo no nos dice nada ¿Qué quieres que pensemos?"
La gente que rodeaba a Geo sabía que había un problema. Aunque estaba bien vestido, no gastaba dinero en él, las comidas siempre las tomaba en una cantina horrible y no iba ni siquiera a las tiendas de moda. No consumía alcohol, no compraba mujeres y tampoco parecía tener ganas de comenzar algún negocio.
Geo no había cambiado su vida, incluso si lo justificaban con cosas como haber crecido en la pobreza, o no saber cómo gastar el dinero, o incluso por ser tacaño. Había algo a su alrededor que simplemente no se sentía normal.
Y fue en el momento en que el Rey Demonio resucitó que sus amigos finalmente supieron a dónde iba todo el dinero.
Un día, Geo le pidió al mago que hiciera una "teletransportación mágica" para él. Cuando se le preguntó por qué, solo dijo: "Voy a entregarle el dinero a alguien". Así que el mago temió que estuviera realmente endeudado. Accedió con la condición de acompañarlo y así, en el orfanato del pueblo rural, el mago vio a Geo entregar una enorme bolsa con oro a un hombrecito que estaba vestido como un indigente. Lo peor fue que cuando lo recibió, no se sintió mal, no dijo gracias y ni siquiera comentó que no se molestara o algo así
El hombre, enfermizo e inflexible, se dirigió a algún lugar después de hacer una breve reverencia al mago.
"Voy a entrar con él un momento."
Después de eso, el mago mostró una magia simple a los niños del orfanato y pasó un tiempo conmovedor enseñando sobre las historias de su pueblo.
Aproximadamente una hora después y cuando ya estaban a punto de irse, una niña mayor se acercó a Geo y le dijo:
"¡Geo! ¡Rail dice que traigas muchas papas la próxima vez!"
"¡Y mantas!"
Dijo otra.
Y finalmente Geo respondió: "Dile que está bien. Y que anote todo lo que haga falta en una carta."
El mago no sabía que decir.
Se sintió como si no hubiera respeto por Geo, que visitaba un lugar así durante misiones estrictas, le daba mucho dinero y trataba con niños pobres para darles comida. Ahora que Geo se estaba convirtiendo en un caballero muy conocido, no se sentía como si esto fuera adecuado incluso aunque él pareciera tan acostumbrado a dar lo que tenía.
El mago se compadeció de él.