Los sirvientes fueron a varias librerías, pero solo encontraron el libro ilustrado de la fundación del país. También fueron a la biblioteca de la capital pero no pudieron encontrar ninguna cosa sobre lo que hacía o no hacía un dragón. Pero si los datos que necesitaban no estaban en la capital real, intuyó que podían buscarlo en otro país cercano así que Noah planeó enviar a sus sirvientes allí. Sin embargo, cuando estuvo todo listo y fueron al equipo de teletransportación, encontraron otro alboroto porque el procedimiento de repente dejó de funcionar. Nunca había existido ningún problema con el equipo así que ¿Podía decirse que esto era una coincidencia o algo planeado?
"¿Estás bien?"
Christian visitaba la mansión todos los días desde la fiesta, tal vez porque se sentía responsable de quitarle los ojos de encima a Luang y provocar que estuviera en un capullo. Noah se había encerrado en la habitación junto con el niño y estaba absorto en la creación de nuevas herramientas mágicas que pudieran sacarlo de allí. No iba al taller y no se movía de su lado, más que nada, porque sospechaba que había sido uno de los sirvientes quien filtró la información de Luang al exterior y quién arruinó el equipo de teletransportación. Tal vez hasta tuvo algo que ver con los libros. Tenía la intención de despedir a todos para contratar solo a personas confiables, por lo que no apartó los ojos de su lado ni una sola vez. Noah dejó de entrenar todas las mañanas y hasta comía en la sala del capullo.
"Estoy cuidando a mi Lu."
A Noah se le había ocurrido la idea de hacer una herramienta mágica que mirara a través del capullo, pero no tuvo éxito.
"Sí, lo entiendo. ¿Pero no deberías descansar un poco también? Le pregunté a Eldred y dice que no has dormido bien últimamente".
"Pero... ¿Y si Luang está en una situación en la que tengo que actuar lo antes posible? No puedo descansar si él está atrapado allí."
Como dijo Christian, Noah ya no podía dormir por la noche. Su tez, que había mejorado desde que comenzó a dormir junto con Luang, ahora tenía manchas, marcas, estaba pálida y llevaba unos círculos oscuros que le crecían alrededor de los ojos.
"¿Y si sus esfuerzos no funcionan porque está en esta habitación todo el tiempo?"
Noah suspiró y miró todos los círculos mágicos que había dibujado en un intento por sacarlo de allí. Apretó el papel...
Ciertamente había una sensación de derrota impresionante sobre él a últimas fechas así que hasta se preguntaba si estaba actuando como un estúpido. En el pasado, cada vez que hacía una nueva herramienta mágica, las ideas surgían una tras otra hasta hacerle sentir como si el viento lo empujara en la dirección correcta. Pero ahora... Ni siquiera podía recordar como podía resolver problemas como estos antes.
"No creo que esto sea bueno para tu salud. ¿Y qué va a pasar si Luang regresa y ve tu cara?"
Noah se frotó la boca utilizando toda la palma.
"Tienes razón... Ese niño es muy amable así que, estoy seguro de que le dolerá el corazón al verme."
"Si quiere.. Podría invitarlo a venir a mi mansión."
"¿Qué?"
"Bueno, yo... Compré una vieja herramienta mágica en Lawson. Me dijeron que servía para hacer círculos mágico así que tal vez sirva para esta situación. Quiero decir, sería feliz si pudieras verlo por cuenta su Alteza."
Tal vez tenía razón. Si encontraba cómo funcionaban los círculos mágicos que eran completamente diferentes a los actuales, tal vez podía encontrar algunas pistas que le ayudaran con esta situación tan complicada sobre dragones.
"¿Estás seguro de que puedo ir?"
Preguntó Noah, con una sonrisa bastante amplia sobre su rostro. Y ante eso, de repente la habitación se sintió calurosa y terriblemente incómoda. Tanto que Noah, sin saberlo, se aflojó el cuello.
"Por supuesto. ¿Qué tal pasado mañana?"
"Sin embargo, si hay algún cambio en Lu, me gustaría estar aquí para verlo antes que nadie. Es natural darle prioridad así que... Lo siento ¿Puede ser la semana entrante?"
Noah se alejó de Christian, sintiéndose un poco extraño por lo que acababa de pasar.
"Y además... No tienes que preocuparte por esto tanto. Tampoco tienes que venir todos los días porque no eres responsable de lo que pasó".
Christian suspiró:
"No, no. Está bien porque quiero venir a verte así que no es molestia. Pero... Supongo que me voy a casa por hoy y, te dejo pensarlo".
Noah estaba mirando fijamente el capullo, así que no le prestó mucha atención a la manera en la que Christian salía del cuarto. Todavía lo extrañaba tanto y de todos modos... No pasaba nada. Solo estaba él y el gatito negro.
"Maldita sea."
Entonces, una semana después, le ordenó a Eldred y Nigel que estuvieran junto al capullo todo el tiempo y se permitió abandonar su puesto junto a Luang muy temprano en la mañana. Era temporada de lluvias así que parecía como que el nivel del lago había aumentado lo suficiente como para que su pequeño botecito fuera inestable y, en el viejo puerto del duque de Blackburn, se encontró con que un sirviente ya esperaba por él sujetándo un paraguas.
"Por favor, por aquí".
Tan pronto como entró en la mansión, la sensación de estar deprimido se volvió un poco más ligera.
"Huele dulce. ¿Están sus jardines en plena floración?"
Pero... ¿Era este el olor de las flores?
Y en el momento en que el sirviente abrió la puerta principal, una rica fragancia se desbordó de tal manera que Noah tuvo que taparse la nariz con el dorso de la mano.
"¿Pero qué...?"
"Te he estado esperando, Noah."
Los ojos de Christian estaban un poco enrojecidos mientras se acercaba con los brazos completamente abiertos hacía él. Y fue obvio que Noah se dio cuenta de lo que pretendía. Este no era el olor de las flores, era su feromona. Noah trató de separarse pero, cuando volvió hacia la puerta y tocó la manija, solo recibió el horrible sonido de una cerradura trabada. El hombre golpeó:
"¡Abran la puerta ahora mismo!"
Pero ya que no pasó nada, Christian aprovechó el momento para tocar su espalda:
"No hagas eso. Solo vas a lastimarte la mano".
Un suspiro aterrador le golpeó el cuello cuando Christian se recargó contra él.
"No me toques."
"Es imposible que no te toque ¿Sabes lo que le pasa a un Omega cuando está en celo?"
La mano de Christian se arrastró por la superficie de su cuerpo. Y solo eso casi le hizo tener una erección. Su mente le decía que lo hiciera pero de todas maneras Noah empujó bruscamente a Christian en otra dirección y gritó:
"¡No, basta! Pensé que eras un buen chico, alguien sin motivos ocultos y alguien en quien podía confiar. Estoy decepcionado ¿Cuándo empezaste a pensar en hacer esto? ¿El alboroto en el equipo de teletransportación fue culpa tuya?"
Christian se rió.
"¿Qué pasa si te digo que sí?"
"¡Voy a arrestarte por traición!"
El rostro de Christian estaba distorsionado.
"No podía hacer nada porque... Fue una orden de mi padre para empezar."
"¿El Barón Blackburn?"
Christian se tambaleó un momento, luego caminó otra vez y extendió las manos para poder abrazarlo con mucha fuerza. Su cuerpo estaba caliente.
"Yo soy el hijo mayor del barón Blackburn. Por supuesto, si hubiera sido un Alfa, hubiese seguido los pasos de mi padre de inmediato. Pero... Un día me vino el celo de repente y me traicionaron los que pensaba que eran mis amigos. Mi padre, que corrió hacia mí, me salvó de eso y de todos modos... De todos modos ni siquiera puede hacer contacto visual conmigo a últimas fechas. Bueno, no se puede evitar ¿Verdad? Vio a su hijo sacudiendo sus caderas contra varios hombres y gritando como una puta. Debió ser un asco. Luego mi hermano tomó el título y desde allí me trataron como si no estuviera presente. Incluso los sirvientes. Ni siquiera hablo con ellos. Soy un fantasma ahora. Pero ese día, cuando estaba encerrado en la habitación pensando que el celo estaba a punto de llegar, mi padre me llamó por primera vez en mucho tiempo."
"..."
"Te vio utilizando el equipo de teletransportación. Armó un plan para emboscar el lugar donde estabas y dijo que comenzara a seducirte."
Noah frunció las cejas.
"Entonces, hablé con la señorita Pearl. Yo le di toda su información."
Entonces Christian fue quien filtró la información sobre el capullo. No había nadie dentro de la mansión.
"¿Por qué obedeciste una orden tan estúpida?"
"¡Porque la gente como yo solo sirve para eso! Así que... Abrázame. Si puedes tener sexo conmigo, si puedes amarme, mi padre estará feliz y me verá verdaderamente ¡Puedo volver de un fantasma a un humano!"
"Yo... Siento mucho lo que te pasó. Siento mucho que tengas un mal padre."
"Su alteza, por favor..."
Christian se estiró y trató de unir sus labios con los suyos. Sin embargo, Noah se dio la vuelta y escapó del beso.
"¿Su Alteza?"
"Lo siento, pero no tengo intención de tratar con nadie más que con Lu".
La mitad inferior de su cuerpo le dolía horriblemente y aún así, no tenía ganas de traicionar a ese pequeño cachorro de dragón que esperaba por él en casa todos los días. Noah agarró el hombro de Christian y se lo quitó de encima.
"¿Qué...? ¿Quieres decir que esa cosita es tu destino?"
"¿Mi destino?"
Se decía que un Alfa y un Omega podían tener un compañero destinado. Los niños dragón, en el cuento, también tenían un compañero destinado que resultaron ser los hijos de ese anciano. Y aunque Noah no creía en el destino, ciertamente pensó que cuando lo conoció, había creído que era increíblemente perfecto. La razón por la que le propuso matrimonio, aún siendo tan pequeño, fue porque era tan compasivo que pensó que no tendría problema en vivir para él eternamente y ahora, estaba horriblemente destrozado por la manera en la que se había ido de su lado. Era por eso que Noah podía asegurarlo en voz alta:
"Así es. Lu es mi destino".
Y cuando finalmente lo puso en su lengua, las palabras encajaron en su pecho a la perfección. Christian tenía una expresión que solo podía describirse como triste.
La puerta se abrió:
"¿Cuánto tiempo han estado hablando? ¿¡Cómo no puedes atrapar a un Alfa a pesar de que el período de celo te ha llegado en el momento adecuado!?"
Estaba vestido como un villano, así que supuso que era su padre.
"Barón, hacer esto con su propio hijo es algo completamente equivocado. Tiene que parar."
"¿Por qué el príncipe no se vuelve loco con el olor de mi hijo? ¿Eres un Alfa, no? ¡Responde! Es el hermano del rey un Alfa ¿Si o no?"
"... En realidad soy un beta. Así que, no siento nada con su hijo. Lo siento mucho".
Noah dijo una mentira para tratar de quitárselo de encima. Pero era evidente que las cosas no iban a ser tan fáciles.
"Entonces... Te haré firmar un contrato mágico con él".
"¿Un contrato mágico?"
Si firmaba tal cosa, significaba que era lo mismo que enlazarse. Estarían atados hasta que murieran.
"Me niego."
Noah trató de usar magia en su contra pero fracasó de inmediato, probablemente porque estaba bajo la influencia de las feromonas de Christian. Incapaz de concentrarse, el poder mágico solo... Rebotó de nuevo.
"Entonces no tengo alternativa."
Uno de los hombres levantó un gran espejo. En la superficie, se había dibujado un capullo enorme y también la habitación de su casa. La cara de Noah estaba increíblemente pálida gracias a esto. Esta era una herramienta mágica clásica. Un par de espejos que se conectaban para proyectar lo que se reflejaba en ellos. En otras palabras, ahora había un espejo en la mansión de Noah que tenía un par de círculos mágicos.
"Por eso entraste ¿Cierto, Christian? Para poner el maldito espejo."
"Bingo."
Noah se mordió los labios cuando vio a Eldred y Nigel inconscientes y tirados en el suelo junto con el gato.
"¿Entiendes la situación? Fírmalo, su Alteza. O vamos a encargarnos del niño también."
El contrato mágico se colocó sobre la mesa. Sintiendo latidos en toda su cabeza, Noah se apretó sus sienes con la base del pulgar y luego intentó respirar hondo ¿Qué tenía que hacer? ¿Cómo podía deshacerse de está trampa?
"¿Qué dice el contrato?"
"No es gran cosa. Solo que vas a tener a Christian como tu esposo, que no dirás nada sobre lo de hoy y que el trono y el poder será para la familia Blackburn de ahora en adelante."
"¡Es que no puedo hacer eso, maldición!"
"¡Firma! ¿O debo mostrarte como un cuchillo puede entrar hasta el fondo del capullo? Dime ¿Quieres ver de qué color es la sangre de un cachorro de dragón?"
Noah tuvo una visión de algo como un líquido derretido que salía del capullo. Los ojos entreabiertos de Alexander miraban a Noah a través del espejo y esto a su vez hizo que el vello de todo su cuerpo estuviera erizado.
"Bueno... Pero quiero que Luang esté a salvo de todo daño."
Después de todo, si Luang estaba a salvo, la humillación de seguir a esta gente y el matrimonio con Christian podían soportarse.
"Agrega un apartado que diga que no le harán ningún daño a Luang. Tampoco a mi hermano o a mi mansión. Luego firmaré".
El Barón gruñó, pero luego uno de los hombres que estaban en la parte de atrás se acercó hasta ellos. Él pareció ser el mago que había creado este contrato mágico para empezar. Le tomó la mano y se la pinchó para hacer que su sangre se mezclara con el contenido que habían preparado en una tapa de tinta.
Pero cuando suspiró, también vino el sonido de algo rompiéndose. Pensó que era por su imaginación y sin embargo, levantó la cabeza cuando vio la reacción asustada de las otras personas. Al volver la mirada hacía el sonido, entonces ¡Plack! El espejo se hizo añicos con un estruendo verdaderamente aterrador.
"¡Demonios!"
"¿Qué pasó? ¿¡Qué hiciste!?"
Pero aunque no había sido él, decidió aprovechar la oportunidad para escapar de su lado. Sin el espejo, las órdenes del barón no llegarían al hombre que seguramente estaba en la mansión de Noah así que inmediatamente golpeó con el codo el vientre del hombre que estaba de pie a su derecha. Intentó sacudir su brazo izquierdo para hacer lo mismo con el otro y sin embargo, esto no funcionó tan bien como esperaba y por el contrario, resultó en un herida que le hizo tener el brazo completamente torcido y presionado sobre la mesa.
"Si no quieres que te rompa el brazo, firma ya ¡Ahora mismo!"
El barón golpeó la mesa con el puño. Sin embargo, sin los rehenes, no había forma de que llegara a firmar. Noah ignoró las órdenes del barón y se esforzó para escapar de las restricciones. Como resultado, su brazo quedó todavía más torcido y con un dolor intenso que parecía hacer que sus huesos se desprendieran.
"Voy a romper tu brazo y después de eso cada uno de tus dedos. ¡No me hagas mostrarte como!"
Noah apretó los dientes posteriores para prepararse contra el dolor que se vendría. Debería estar bien. No podía morir solo por un brazo.
Sin embargo, pronto escuchó otro sonido.
"¿Qué?"
Algo se acercaba desde el otro lado así que se preguntó si los hombres también lo habían notado. Paso, paso y entonces una gran cantidad de agua comenzó a fluir por la puerta abierta y atacó a los hombres como si fuera una criatura viva gigantesca. Los arrastró hacia la esquina de la habitación, les hizo levantar la parte superior de sus pesados cuerpos y los estampó contra la pared mientras el agua se hinchaba a su alrededor como si fuera una serpiente. Noah notó que el movimiento estaba claramente manipulado por un tipo de magia impresionante ¿Pero cómo? ¿Cómo podía alguien manipular el agua con tanta sensibilidad?
Entonces, cuando volvió la cara, encontró que había un hermoso hombre que estaba medio envuelto en escamas color perla. Sus dulces ojos de coral miraban ansiosamente su cara y el color de su cabello, que solo podía describirse como nacarado, pareció comenzar a ondear al compás del agua.
"¿... Lu?"
Cuando preguntó, con una voz temblorosa, sus labios color cereza se separaron. Tenía una escama brillando intensamente en la frente.
"Sí... Soy yo, Noah."
"Vaya..."
Estaba llorando sin saberlo, así que las lágrimas pronto se derramaron contra él.
"Lu, me alegro. Pensé... Pensé que ya no podría verte nunca más".
Noah no creía en el destino. Pero en ese momento le vino a la mente la palabra "pareja destinada" que mencionaron antes.
Estaba seguro de que esta persona era su destino.