"¡Aaah!"
Luang estaba a punto de perder el conocimiento. Y cuando lo pellizcó y lo acarició, casi tan irresistiblemente como la primera vez, terminó por frotar el lugar donde sentía a Noah más incrustado a su cuerpo. Incluso fue como si el placer que se había acumulado alrededor de su cintura explotara. La cabeza se le volvió blanca y el semen que había subido por el pene que estaba dolorosamente tenso, se esparció sobre la cama hasta que incluso se escuchó el goteo. Su membrana mucosa se había vuelto sensible después de haberlo golpeado tanto.
"Respira, cariño. Respira..."
Después de mover sus caderas hacia adelante y hacia atrás varias veces y verter todo dentro del cuerpo de Luang, Noah levantó su cadera para sacarlo lentamente.
"Hmm, Noah..."
"Shhh..."
Luang había crecido hasta tener la edad de Noah, pero cuando se trataba del sexo, todavía se sentía como si fuera un niño pequeño.
Noah se acomodó junto a la cintura de Luang para acariciarlo e incluso hasta se dio el lujo de darle un pequeño besito. Y aunque estaba feliz por esto, de alguna manera también pareció triste de sentir vacío su estómago. Sabía que ahora estaba a punto de decir algo que no deseaba que supiera. Pero no lo podía evitar.
"No te detengas... Ah, por favor, por
favor, quiero hacerlo otra vez".
Apartando la mirada por la vergüenza y rogando mientras se apretaba el dobladillo de la camisa que todavía no se había quitado, Noah lo observó dejar de moverse mientras sacaba el trasero un poquito más en su dirección.
"Siempre es difícil la primera vez, así que pensé en darte un poco de descanso."
Luang negó. Estiró ambos brazos, que ahora estaba sintiendo terriblemente pesados, y sujetó el cuello de Noah.
"Te necesito tanto..."
"También yo a ti."
Noah hizo lo que le pidió por tres días. Y durante ese tiempo, alguien salía de la mansión constantemente para entregarles comida y ropa limpia que pudieran utilizar. Cuando las piernas de Luang finalmente se calmaron lo suficiente como para moverse y regresar a la mansión, era igual que un cervatillo recién nacido, probablemente porque se entregó a sus deseos sin pensar demasiado en las consecuencias que le traería después. Gracias a esto, Noah se vio obligado a llevarlo entre sus brazos la mayor parte del camino y Luang agradeció por primera vez tener esa disparidad física tan marcada. Se dieron un baño, porque no tenían ducha en la casita de seguridad, y limpiaron todos los rincones pegajosos de sus cuerpos. Comieron una comida caliente y finalmente fueron al dormitorio de Noah.
Luang se durmió como un muerto. Pero incluso después de despertarse, no salía de la cama y siempre pedía que le llevaran la comida hasta su lugar.
"Lu, ¿Estás despierto? Tengo tu comida aquí, cariño. Abre la boca."
Cuando ese olor le hizo gruñir el estómago y finalmente abrió los ojos, Luang notó que Noah estaba empujando un carrito lleno de varios tipos de platillos deliciosos para él. Después de regresar a la mansión, Noah se negó completamente a permitirle la entrada a cualquier otra persona, incluso a Viola. El propio Noah era quien se encargaba tanto de ser su camarero como de ser la ayuda para la hora del baño. Era difícil pero no podía evitarlo porque Luang seguía débil e incómodo gracias a que el período de celo no había terminado bien. Todavía estaba caliente...
"Quiero comer pero, no puedo levantarme."
Noah levantó la parte superior del cuerpo de Luang y rellenó su espalda con un montón de pequeñas almohaditas. Luego, una bandeja con un buen plato de puré de papa y tortillas se colocó en frente de él. Pero probablemente por su posición, el olor de Noah le hizo cosquillas en la nariz antes que la comida.
"¿Lu?"
Agarró la ropa de Lu entre sus manos y frotó su cara contra el pecho que estaba frente a él. Noah le dio un besito en su cuello:
"¿Lo quieres de nuevo, mi amor?"
Pero cuando trató de perseguir la boca de Noah, porque quería que lo besara de nuevo, fue bloqueado por un dedo índice:
"Vale. Si comes esto, entonces haré lo que tú quieras después. Abre la boca."
Cuando el plato de papa se movió del carrito a la parte superior de la bandeja, Noah lo tomó con una cuchara redonda y la acercó de inmediato para que pudiera abrir la boca. Al tragarlo, fue como si el sabor se extendiera desde su estómago hasta todo su cuerpo así que finalmente hizo que el hambre se le despertara.
"Está rico. ¿Puedo hacerlo yo mismo?"
"Claro".
Tomó la cuchara y se concentró en tomar el puré de papa. Sin embargo, sus manos temblaban como cuando era un niño chiquito y sus brazos perdieron el poder muchas veces antes de terminar. Noah sonrió y le presentó entonces pan con abundante mantequilla. Encima le pusieron frutas secas y un poquito de mermelada.
"Vi a Nigel."
La expresión de Noah se volvió un poco oscura.
"¿Vino aquí?"
"Sí. Lo vi a través de la ventana. Quería hablar con él, pero se fue antes de que pudiera abrir la boca."
Cuando le pasó un plato de ensalada, comenzó a seleccionar solo sus verduras favoritas. No le gustaban las que eran completamente verdes así que, aunque Noah trató de alimentarlo con la lechuga, Luang cerró la boca y se hizo para atrás. Fue un error pensar que cuando creciera comería mejor.
"Todavía te ven como su pequeño niño que deben cuidar. Nigel se siente incómodo porque fue golpeado por tus feromonas a pesar de que Viola es su pareja".
"Ya veo."
"Además, parece que tu olor llegó un poco más allá de la capital real pero, no fue tu culpa. No se puede evitar así que me encargaré de eso más tarde".
El plato de ensalada se movió hasta el carrito y en su lugar, se colocó ahora un plato de estofado. La carne era tierna así que podía desmoronarse en la boca sin hacer esfuerzo y además, el sabor era perfecto para hacerlo sentir un poquito mejor.
"¿Qué pasó con Aaron y con Cody?"
Los ojos de Noah se nublaron.
"¿Noah sama?"
"Ah... Están bien. Nigel los llevó a casa inmediatamente después de lo que pasó".
"Bueno."
Noah suspiró cuando notó que Luang miraba hacia afuera.
"¿Estás enojado?"
"... ¿Por qué estaría enojado? Hiciste eso para ayudarme."
"Si pero... Lu quería ser pareja de Aaron."
"Jaja ¿Qué? ¿Cuándo?"
Ya que respondió de inmediato, Noah se solidificó.
"¿Qué?"
"Nunca dije que me gustara Aaron."
"Pero lo invitaste a la mansión."
"Aaron dijo que quería conocerte porque también desea ser un hechicero como tú. Él me contó eso en la fiesta. Pensó que lo odiabas y por eso intenté ayudarlo a acercarse".
"Ah, ya veo". Noah se rascó la cabeza sin darse cuenta de eso. "Pues yo... Me gustaría confirmarlo solo por si acaso así que ¿Entonces no conociste a alguien que te diera curiosidad en la fiesta?"
Luang sonrió.
"No. Nunca he estado interesado en otras personas".
Noah pareció bastante feliz con eso. El plato hondo del guiso volvió a la bandeja así que él se inclinó hacia delante para poder besarlo.
"Hmm, no... Así vas a... Tener sabor a carne y papa."
"Me gusta así, Lu".
"¿En serio?"
"Sí. Yo también estoy sorprendido".
La mano de Noah se metió debajo de la pijama que llevaba puesta así que descubrió que no tenía ropa interior. Además, si trazaba las líneas de sus nalgas hacia abajo, desde la cintura, entonces llegaba de inmediato a su ano, y si empujaba, Luang se comenzaba a quejar.
"Hmm".
"Parece que todavía queda algo del otro día. Está suave y mojado".
Su cuerpo, que había sido amado día y noche, era terriblemente sensible a sus estímulos. Incluso un poco de manipulación lo había hecho respirar igual a si hubiese estado corriendo.
"Aaah..."
Los besos continuaron y se incrementó la cantidad de dedos incrustados en su trasero.
"El olor se está volviendo más fuerte. ¿Se siente bien, mi amor?"
"Hmm, me gusta cuando me dices así..."
Un sentimiento aterrador y feliz comenzó a crecer dentro de su pecho hasta hacerle sentir como si estuviera a punto de explotar. Y así, Noah comenzó a penetrarlo lentamente mientras se relajaba entre sus brazos. Luego empujó para intentar abrirlo un poco más...
El calor, la alegría de ser uno, todo alcanzó profundamente a Luang hasta endulzarlo y derretirlo.
"Hueles bien... Noah".
"Me pregunto si también estoy emitiendo feromonas"
Los muslos blancos de Luang presionaron las caderas de Noah hasta tirar de él y comenzar un ritmo lascivo.
La comida se enfrió.