Básicamente, la crianza aristocrática de los niños siempre fue trabajo del sirviente. Los padres casi no hacían nada por si mismos. Y como ese era el caso incluso ahora, Noah no dudó en contratar a una niñera para cada uno de los gemelos, Wyatt y Luke, que ahora estaba acostumbrados a estar pegados a Luang todo el bendito tiempo.
"¡Buaaaaa!"
"¡Maaaaa!"
Pero cuando los separaban de él, los gemelos comenzaban a llorar tan fuerte, que hasta pareció como si sus voces hicieran eco en cada parte de las paredes.
Llamado por la criada, Luang corrió de inmediato a la habitación de los bebés y extendió los brazos para recibir a Luke, que era el que más estaba gritando.
"Ya está, ya está mi amor. Luke, no llores".
"Lo siento tanto, señor Luang. Cambié sus pañales y les di leche, pero no dejan de llorar."
"No pasa nada, yo me hago cargo."
Las niñeras se apresuraron en su dirección para ayudarle con los niños. Es decir, tener a dos bebés, llorando, pidiendo leche y a su papá todo el tiempo, era una carga bastante pesada para alguien como Luang. Lo sentaron en el sofá, le pusieron una mantita, y dejaron que extendiera los brazos para acunar a sus bebés mientras que ellos se aferraban a su pecho.
"Ya, ya. Ya mi amor. Estoy aquí. Estoy aquí con ustedes, no me voy a ir. Shhh."
El volumen de los gemelos, que lloraban de un modo casi desgarrador, inmediatamente comenzó a calmarse hasta volverse en sollozos que hicieron que las niñeras se dieran una mirada de alivio. Luang besó alternativamente las cabezas de los dos.
"A los bebés realmente les gusta estar con Luang, ¿Verdad?"
"Es su papá después de todo."
Luang suspiró cuando escuchó a las niñeras.
"Es culpa mía. Últimamente he estado más activo que al principio y ellos no están acostumbrados."
Luang estuvo con sus niños desde que dio a luz hasta que estuvieron a punto de cumplir el año. Después de eso, se mantuvo fuera todo el tiempo. Y con las lecciones de Sir Elías, el reino, ir a la ciudad, ayudar a su esposo y ayudar con las tareas diarias de la casa solo podía pasar la mitad de la tarde a su lado.
"Pero de todas maneras, es diferente entre una niñera y un papá"
"Porque Luang los trata con muchísimo amor."
Cuando las niñeras comenzaron a sonreír, Luang también bajó las cejas e hizo lo mismo. No se sentía mal, pero estaba un poquito preocupado porque había otras personas que estaban más involucradas con los gemelos que él.
"Van a dormir conmigo hoy también ¿Pueden preparar sus cosas en mi cama?"
"Por supuesto, señor"
"Creo que no me gusta tanto el plan."
De repente, tanto Luang como los gemelos levantaron la cabeza y miraron hacia el extremo opuesto de la habitación. Y como era de esperar, se encontraron con que Noah estaba apoyado contra la puerta, con los brazos cruzados frente a su pecho y una sonrisa un tanto conflictuada.
Que problema.
"Noah-sama..."
"Luke, Wyatt. ¿No están acaparando mucho a Lu? Miren nada más como lo tienen. Lu ni siquiera se ha bañado todavía".
Pero cuando Noah sostuvo a los gemelos:
"¡Buaaaaa!"
"¡Aaaaaaaaah!"
"Ya, dame a los niños. Voy a ponerlos a dormir."
Lo dijo de una manera muy seria, así que hasta las niñeras se quedaron en silencio. Era hora de que los niños se fueran a la cama y si su esposo los estaba tratando así, entonces sería imposible.
Pero Noah no se dio por vencido.
"Lu los está malcriando demasiado. Necesitan a papá de vez en cuando"
"Pero..."
"Te acostaste con los gemelos ayer y anteayer. Es mi turno de cuidarlos esta noche".
Noah estaba actuando así porque era el día en que planeaban estar juntos. Siempre decía "La noche es un momento de adultos. ¿No puedes hacer que duerman en otra habitación?" Pero a diferencia de sus conocidos o de su hermano, ellos eran gemelos y necesitaban más atención.
"Quiero dormir con mis niños..."
"Tu esposo quiere dormir contigo."
Luang se rió, bajó la mirada y besó la parte superior de la cabeza de sus dos gemelitos. Noah no se equivocaba. En una familia de nobles normal, el esposo siempre pasaba la noche con su esposa. No se dormía con niños. Pero Luang sabía lo feliz que era ser mimado por sus seres queridos y más importante que eso, Luang no deseaba que los gemelos recordaran momentos en los que no estaban a su lado, en los que dependían de niñeras, estaban tristes en una habitación oscura o cosas por el estilo. Esto se debía, por supuesto, a que el propio Luang tuvo una época de puro miedo, y deseaba que sus bebés fueran niños felices que pudieran decir lo que querían y lo que no. Valientes.
Sin embargo, tampoco podía seguir dejando a Noah en segundo término. La investigación sobre herramientas mágicas antiguas había llegado a su clímax así que el hombre, que se quedaba completamente absorto en el trabajo, era muy desorganizado. Si no lo vigilaba, podía saltarse comidas y baños. Incluso parecía que no podía dormir a menos que él se ocupara de recordarle que lo hiciera. Además, la costumbre de bañarse juntos, que inició cuando estaba embarazado, pareció completamente indispensable para calmar sus nervios, que se volvieron más activos últimamente. Quería consentir a Noah pero también deseaba consentir a los gemelos.
Era difícil.
"Oye, Noah sama ¿Por qué no dormimos los cuatro juntos esta noche? Quiero decir, siempre te vas para dejarnos espacio y es lindo pero... Somos familia y también te necesitamos."
La cama en la habitación de Luang era grande y amplia así que incluso dos niños y sus padres podían dormir allí sin ningún problema. Era solo que Noah era muy creyente del "espacio personal" y los dejaba solos por si llegaba el momento de amamantarlos. Además, ya que recientemente los gemelos lloraban por la noche, estaba convencido de que sentir que Noah también estaba allí con ellos iba a ayudar muchísimo a calmarlos. Luang sonrió profundamente mientras lo tomaba de las manos.
"Luke y Wyatt se bañaron hace rato así que podemos bañarnos juntos tú y yo y luego pasarnos a la cama. Todavía sería una noche juntos. ¿No?"
"Puede funcionar..."
"¿Verdad que sí?"
Después de besar la frente de sus niños, se los pasó a la niñera con mucho cuidado y prometió que saldría del baño antes de que se dieran cuenta. Luego tiró de la mano de Noah y salió al pasillo para poder darle un besito en privado. Noah abrazó sus caderas:
"Lu, ¿Quieres llevarme al límite, mi amor?"
"Tal vez solo un poco."
Luang llevó a Noah al baño.
Cuando abrieron la puerta de la habitación, la criada estaba todavía allí para utilizar una herramienta mágica que llenaba la bañera con agua caliente. Luego los miró un momento, les sonrió y se inclinó para poder salir de la habitación y cerrar. Normalmente, los aristócratas no se bañaban solos así que eran auxiliados por sus sirvientes, pero después de emparejarse, a Luang no se le permitía exponer su piel a nadie más que a Noah. Y después de asegurarse que nadie más estaba allí, comenzó a desabrocharse la camisa y los pantalones antes de abrazarlo por la espalda. Los labios se presionaron contra la nuca donde quedaron las marcas de sus dientes.
"Jajaja, Noah, me haces cosquillas".
Lo besó en los hombros y en las sienes y luego comenzó a quitarle la ropa también.
Luang miró a Noah y descubrió que se estaba quitando la camisa del traje, arrastrando mientras tanto los dedos desde la parte superior de su cuerpo hasta llegar abajo. De hecho, Luang, que era un omega, tenía tan poco libido que solo tocarse de esta manera parecía suficiente. Pero, Noah, que era un alfa, actuaba completamente diferente cuando estaba con él. De hecho, con solo voltearle la cara en su dirección, fue besado de un modo tan agresivo que hasta lo dejó sin aliento...
Parecía que Noah estaba molesto por el nuevo ritual que tenía con los niños. Si ellos dormían con Luang o comían con Luang o se reían con Luang, entonces él quería hacer exactamente lo mismo. Pensaba que el Noah que competía con los bebés era increíblemente lindo y por lo tanto, no era de extrañar que ahora estuviera en su límite.
"Vamos a tomar un baño..."
"Um..."
La bañera estaba llena hasta la mitad con agua caliente y había varias de esas flores que tenían un aparente efecto relajante. Desvistiéndose rápidamente y metiéndose en el agua caliente, Noah tomó la botella de bálsamo que estaba colocada entre las de sal de baño y champú y comenzó a acariciar a Luang con las manos llenas de eso. Como ahora no estaba en celo, necesitaba aplicar aceite hasta que los espacios entre la carne de sus nalgas, que no estaban mojados, se volvieran lo suficientemente viscosos para él. De hecho el lugar estaba tan cerrado que no podía pensar que hubiera tenido a sus bebés.
"Ah, ah..."
Luang, que estaba de rodillas, sacudió las caderas en su dirección hasta mostrarle un pene suavemente levantado. Tenían la cantidad adecuada de agua caliente para el baño así que solo le llegaba cerca de la base de los muslos y en sus pequeñas nalgas. Por supuesto, la forma en que se tragaba los dedos de Noah era visible desde todas direcciones.
"Luang... Respira, mi vida".
"Sí, ah..."
"¿Sí?... Va a doler un poco, pero no quiero parar. No puedo... ¿Está bien?"
Luang asintió, empujando para arriba mientras sentía sus dedos todavía dentro de él. No estaba en celo, pero era evidente que se estaba portando muy lujurioso a su lado.
"Um... Me encanta que me aprietes."
"¡Ah! No es a propósito..."
Y es que realmente sentía como apretaba los dedos de su esposo cada que comenzaba a respirar.
"Eres un chico malo, Luang. Tan indecente y hermoso".
Probablemente había visto que estaba listo, porque Noah comenzó a cubrir la espalda de Luang con las manos.
"Lo pondré, mi amor. Estoy entrando..."
"Ah, sí. Sí..."
Luang estaba muy emocionado de descubrir qué tipo de placer le daría ahora que su pene, duro y caliente, estaba latiendo en el lugar que tenía lleno de bálsamo.
"¡Ummm!"
Su cintura estaba fija en su dirección gracias a sus palmas mientras que su pene se atornillaba muy lentamente dentro de él. Luang respiró hondo:
"Ah... Es difícil seguir."
"Lo estás haciendo bien, mi amor. Eres perfecto."
Noah empujó hasta el fondo y exhaló profundamente como si estuviera tratando de retener el momento. Luang cerró los ojos:
"¡Ummm!"
"Te amo, Lu. Te amo demasiado."
"Yo también te amo..."
Pasaría un tiempo considerable antes de que estuviera en celo, pero estaba muy feliz de que Noah lo deseara tanto incluso en momentos como estos. Era un poco difícil que compitiera con los niños por asuntos tan triviales pero, eso solo le mostraba que lo amaba con locura. Y se preguntaba si era normal estar tan satisfecho por algo así.
"Voy a moverme".
Comenzó con un ritmo lento. Su pene se había agitado hasta las profundidades de su útero así que Luang se sujetó desesperadamente al borde de la bañera. Se sentía bien. Era demasiado. ¡Era terriblemente bueno!
"¡Ah!"
Noah empujó su lugar favorito a su ritmo favorito así que Luang gritó. No podía soportar los placeres que eran demasiado fuertes así que, cuando le pegó otra vez, Noah soltó la mano que sostenía sus caderas y las pasó hasta acunar su trasero.
"Ah, ah, ah, ah."
Noah colocó los labios directamente en su nuca. Parecía perfecto cuando chupaba los rastros de la prueba de su emparejamiento y era aún mejor cuando llevaba la punta de su lengua al mismo ritmo que su pene por su ano. Luang sacudió su trasero.
"¡A...!"
"¿Ya te corriste? ¿Lu?"
Pero nada salió. Noah lo acarició cuando notó que no podía responder y lo besó justo en las partes que estaban temblando. El interior de Luang estaba completamente maduro y suave y cuando esto sucedía, tenía que darle un momento para dejarlo respirar.
"Ya está, mi amor. Ya está..."
Cuando el acto febril se calmó lo suficiente, lo dejó recostado y comenzó a reemplazar el agua caliente en la bañera para llenarla con una que estuviera limpia. Lo enjuagó, lo secó, le puso ropa de dormir y lo llevó a la habitación mientras lo dejaba sostenerse de él. Y tal vez era porque dijo que regresaría pronto, pero Wyatt estaba cabeceando y Luke estaba jugando como para batallar contra el sueño.
"Luke, mi amor. A la cama. Eso es, ven aquí".
Tal vez era porque tenía mucho sueño, pero lo vio enterrando la cara en su pecho tan pronto como llegó hasta él. Luang acababa de salir del baño por lo que estaba calientito, pero tenía que decir que la temperatura corporal del niño era muchísimo más dulce.
"Ven, sube aquí conmigo".
Noah ya no se quejó más.
Luang colocó a los gemelos en el centro de la cama y dejó que su esposo se colocara justo atrás de ellos. Wyatt ya estaba suspirando, con las manitas en su boca, y Luke se había dormido tan pronto como Noah comenzó a palmearle su pancita.
Eso era exactamente lo que esperaba. Estar con Noah, a punto de entrar a un sueño profundo al estar cerca de él y de sus hijos pequeños. Ya no parecía tener pesadillas, ni momentos malos. En realidad, hasta se veía relajado e increíblemente feliz.
"Buenas noches, Noah".
"Buenas... Buenas noches mi amor."
A veces era bueno dormir juntos, los cuatro miembros de la familia. Luang cerró los ojos y bostezó.
Fin.