"Lu, ¿Ya te dio sueño, bebé?"
La voz de Christian, que se estaba riendo de su comportamiento, era realmente relajada y bonita. Parecía acostumbrado a este tipo de eventos tan estructurados.
"Su Alteza, Noah."
Alguien había llegado a saludarlo de nuevo así que, en respuesta a la voz, Noah le entregó a Luang a Christian.
"Lo siento, Christian. Por favor, ¿Puedes llevar a Lu a la habitación para ponerlo a dormir?"
"¿Noah?"
"Lo siento, Lu. Estaré allí pronto ¿De acuerdo?"
El estado de ánimo de Luang empeoró aún más cuando lo vio hacer eso.
"Vamos, Lu-kun".
Salió del pasillo y lo llevó de inmediato a su cuarto. Y cuando Christian acomodó el niño y le puso todas las almohadas disponibles, Luang pudo percibir entonces que el hombre definitivamente había bebido algo de alcohol. Sin embargo, incluso sus ojos rojizos eran sexys.
"Te entiendo. Como me vestí apropiadamente por primera vez en mucho tiempo, mis hombros se pusieron todos adoloridos. Debes estar muy cansado de todo así que, voy a pedir un té caliente para ti."
Todo estaba muy tranquilo en realidad así que podía escuchar la música desde la distancia. Además, parecía que todo el mundo estaba en la fiesta porque no estaba Viola o el caballero que siempre había visto parado en la puerta. Solamente podían verse Luang y Christian.
"Su Alteza Noah se veía maravilloso hoy ¿Quién diría que con solo modificar su peinado y sacar su frente cambiaría tanto su impresión?"
Christian hablaba arrastrando las palabras, como si estuviera de verdad borracho.
"¿No crees que estaba guapo?"
"... Sí."
De hecho estaba completamente seguro de que a la gente en la fiesta le había llamado mucho la atención.
"¡El abrigo y el chaleco que hacían juego con los de Lou-kun se veían geniales! Era como una persona diferente a la que siempre va por allí con una bata para dormir".
Luang no dijo nada porque lo había entendido todo gracias a esa expresión soñadora que tenía encima. A Christian le gustaba Noah.
"Me pregunto que hubiera pasado si yo fuera un cachorro de dragón también. Me gustaría saber si me cuidarían de esta manera tan linda hasta que dejara de sentirme miserable por ser Omega. Suena bonito."
"Sí... Creo que suena bonito."
"En fin. Ya es tarde y te prometí un té."
La criada nunca apareció. Pero aunque no quería tomar té, Luang no impidió que Christian saliera de la habitación con la excusa de traerle una taza. Y una vez que estuvo completamente solo, miro al suelo y suspiró. "Estas bien." Pensó "Estas bien. No tienes que estar ansioso por esto." Por supuesto, Christian era más adecuado para Noah que Luang, más guapo y más maduro también. ¿Y si volvía a estar en celo? Entonces ¿Qué le aseguraba que Noah no iba a caer ante él esta vez? Creía en él, pero un Alfa no podía resistir las feromonas de un Omega cuando las liberaba así de fuerte. Luang apretó el puño con fuerza sobre su regazo y dijo:
"Quiero ser un adulto. Quiero ser un adulto."
Cuando creciera, entonces estaría en completo equilibrio con Noah. Incluso iban a poder bailar juntos en las fiestas y parecer una pareja real. Iba a poder abrazarlo. Después de todo, Noah era completamente diferente de sus novios anteriores. Era amable y gentil y nunca decía cosas groseras o peligrosas.
"Alexander... ¿Cómo puedo ser un adulto? ¿Cómo puedo crecer?"
El pequeño gatito negro maulló a través de un hueco en la puerta.
Noah estaba en la terraza porque quería hablar en un lugar en el que nadie lo escuchara. Era el Marqués de Pearl, el hombre de una secta anti-hermanos. En otras palabras, una familia a la que se le daba por escupir palabras contra el rey y contra Noah mismo. Ahora el anciano se agitaba y gritaba constantemente que ambas casas deberían unirse porque después de todo, los dos eran expertos en herramientas mágicas. Por supuesto, para esto quería que recibiera a su hija en matrimonio y que le mostrara su lealtad. Era desagradable. Sabía que este anciano tenía la manía de matar a los plebeyos Omega en su casa porque era un rumor muy conocido cuando Noah era estudiante. No era alguien en quien pudiera confiar y además, el reclamo egoísta de este anciano no era algo que se aplicaba a él, quien había contratado a muchos plebeyos, incluido Nigel, quien se hizo su mejor amigo dentro de la mansión. Sin embargo, el Marqués de Pearl ciertamente tenía bastantes influencias. Era mejor no hablarle bruscamente hasta que tuviera la oportunidad de rechazarlo de un modo apropiado.
Pero mientras escuchaba vagamente al anciano, escuchó a alguien gritando su nombre afuera de la terraza:
"Marqués, sé que está hablando con el señor Noah pero, es urgente."
Cuando cortó la historia y abrió la puerta de cristal, Christian estaba de frente a él y con la cara completamente blanca:
"¡Su Alteza Noah!"
"¿Qué pasa?"
¿Por qué Christian estaba aquí solo cuando le había confiado a Luang? Hizo un gesto con la mano, se puso de puntillas y puso la cara contra la oreja de Noah. Y al mismo tiempo que pudo ver sus cejas a una distancia bastante considerable, una vocecita sacudió su tímpano diciendo:
"Es urgente, se trata de Lu."
"¿Lu? ¿Qué le pasó a Lu?"
Noah comenzó a caminar en dirección a la habitación, ignorando completamente al hombre que seguía hablando con él. Y cuando llegó al pasillo principal, con Christian siguiendo de cerca sus pasos, descubrió que los sirvientes ya se estaban reuniendo frente a la puerta. Noah entrecerró los ojos, caminó a través de ellos y entró de lleno en la recámara. Había algo como un gran capullo en la esquina y Alexander, que siempre estaba al lado de Luang, pisaba el capullo con sus patitas y amenazaba a quienes intentaban acercarse. No podía ver la figura del niño allí.
El sonido de los caballos resonó en la capital real esa noche. Noah saltó del carruaje y corrió por la calle vacía en dirección al castillo real, ignorando a los guardias que le rogaban que esperara un momento. Luego, Noah llegó hasta la habitación que el rey compartía con Ivangeline. Habían pasado seis años desde que había estado en este sitio por su cuenta, así que se sintió increíblemente nervioso cuando golpeó. Luego, tal vez después de un par de segundos, su hermano mayor, que estaba desnudo hasta la cintura, salió de la habitación con cara de que ya estaba durmiendo hasta que lo molestó.
"¿Qué pasa?"
"Hermano, Lu desapareció".
La expresión del hermano dormido cambió inmediatamente.
"¿Qué?"
"En cambio, hay un capullo enorme en la habitación. Creo que Lu está dentro".
Tal vez pensó que le estaba tomando el pelo, porque la esquina de la boca de su hermano se elevó en una sonrisa. Noah continuó con la historia:
"No sé si ese sea el caso, claro. Por eso vine hasta aquí. Hermano, quiero que me des permiso para entrar a la biblioteca del castillo real".
"¿Para qué?"
"Para averiguar si los cachorros de dragón tienen el hábito de hacer capullos. Hay un documento en la biblioteca que habla de los dragones y lo necesito."
"Yo nunca he oído que un cachorro de dragón haga un capullo."
"¡Pero se ha mantenido como un bebé pequeño durante 12 años! ¡Eso tampoco lo conocíamos!"
"¿Y si descubres que no hacen capullos?"
Noah se mordió los labios con fuerza.
"No lo sé. Lo miré con mis lentes especiales pero, es más bien... Un enorme poder mágico materializado en capas y capas muy gruesas. No puedo ver el interior. Estoy seguro de que algo está pasando adentro así que es probable que Luang esté en problemas. Espero que leyendo los libros pueda encontrar algo que pueda conducirme a él."
El hermano mayor cruzó los brazos frente a su pecho y se apoyó contra la pared.
"¿Realmente crees que Lu esté en el capullo? Hay muchos que quieren a ese niño así que tal vez alguien..."
"Alexander siempre está con Lu, ahora no quiere dejar el capullo. Y cuando alguien trata de tocarlo, rasguña y gruñe. ¡Probablemente esté tratando de proteger a Lu!"
"Entiendo..."
"Noah..." La puerta se abrió. "Ha pasado mucho tiempo. Me alegro de verte. ¡Felicitaciones por tu compromiso con Lu!"
"Gracias, princesa. Lamento molestarte a tan altas horas de la noche".
Noah pensaba que estaba más delgada ahora. Originalmente era una persona esbelta, pero la buena condición que le conoció por primera vez hace seis años ahora había desaparecido por completo. El sentimiento de culpa volvió.
"Ivangeline estaba preocupada por ti porque ya nunca vienes a la casa. No desde la noche del terremoto".
"No... No fue nada."
"¿Cómo puedes decir eso cuando tienes una cara tan mala? Además siempre estabas encerrado... No sé, deberías venir con nosotros y hablar ¡Ni siquiera lo intentas! ¿No te importa eso de estar solo hasta que te mueras? Ahora tienes al niño pero... ¿No crees que nosotros estamos preocupados tambien?"
Noah apartó la mirada de su hermano.
"Eso no es importante ahora."
"Pero... Si estás mejorando ¿No es verdad?" Dijo Ivangeline, casi de repente. "Ahora que tienes un ser querido que quieres proteger, parece como si hasta el color te hubiera regresado".
Luang apareció con fuerza en la mente de Noah. Pensó que estaba hundido hasta el fondo en un abismo lleno de lodo, como en un jardín después de la lluvia, pero los días posteriores a la llegada de Luang definitivamente todo se cubrió de colores hermosos. No solo en su cara. Por eso estaba desesperado justo ahora. No podía soportar este momento si no confirmaba antes que Luang estuviera a salvo. Quería mirarlo y abrazar el cuerpo suave de ese niño tan pronto como fuera posible. Quería escuchar su risa, su voz. No se sentía vivo sin él.
"... Me iré. Tengo que leer los materiales tan pronto como sea posible."
La biblioteca estaba abierta incluso en medio de la noche. Era un lugar donde había estado buscando libros de hechizos cuando era niño. Se dirigió directamente a la estantería deseada y revisó los estantes que estaban destinados a las criaturas mágicas. Sin embargo, lo que debería haber estado lleno de literatura sobre dragones, ahora estaba vacío. ¿Qué significa eso? El bibliotecario fue convocado por el rey, pero se desconocía el paradero de todo ese material. Se le ordenó que investigara a fondo, pero dijo que lo haría después de que saliera el sol.
Noah fue a casa y llevó una manta a la habitación para poder acostarse junto al capullo. No tuvo pesadillas, pero tampoco fue como que pudiera dormir bien esa noche. En realidad, se despertó muchas veces.