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Clockwork Absolution por hana midori

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Notas del capitulo:

¡Hola! Se supone que iba a subir esto temprano pero la vida pasó y se me fue la onda, jajajaja. En fin, mejor algo tardecito que nunca :D Como dije, a partir de ahora los capítulos son más tiernos, así que espero que les guste <3 <3 <3 Por cierto, advertencia que no es advertencia pero me siento con el deber moral de decirlo: esto no tiene ningún rigor médico o científico. Intenté que los tiempos de recuperación no fueran milagrosos, sin embargo, no me metí tanto en la cuestión y pos, puede que estén un poquito exagerados. Quería decirlo porque desde este episodio, habrá unos capítulos donde se hagan referencias a operaciones y procedimientos médicos, así como las recuperaciones, y no quiero que piensen que está basado en algo real porque no lo está, jajaja. Digo, no es como que en la vida real se pueda hacer una sirena artificial, pero si vamos a fingir que sí, finjamos entonces que lo que puse tiene sentido, jajajaja XD Espero puedan perdonarme esa licencia literaria :3 En fin, ya saben, cualquier error de ortografía y redacción, una disculpa de antemano <3

 

Day 4: Amulet.

 

Aunque se había sometido a un procedimiento quirúrgico bastante importante, Jack se sentía bien, tan bien como no se había sentido en mucho tiempo. Porque sí, los puntos dolían y todavía no podía respirar profundamente, pero ya no sentía que se ahogaba, que algo le apretaba el pecho cada vez que intentaba aspirar. Y todo gracias a Hiccup. Si no fuera por él, todavía no podría respirar de manera adecuada. Si no fuera por él, Jackson no habría podido sacarlo de aquel sótano. Si no fuera por él, todavía estaría muriéndose en ese infierno.

 

“No, no pienses en eso” se dijo, apartando de sí aquellos recuerdos. Lo mejor que podía hacer ahora era concentrarse en el presente, en su proceso de sanación. No valía la pena ocupar su cabeza en el pasado, en el hubiera. Más cuando todavía había días en los que le parecía despertar en éstos.

 

—¡Hey! —escuchó a sus espaldas, y aunque Jack quiso girarse, el tirón que sintió en el cuello le hizo recordar que no debía hacerlo. Hiccup había hecho lo posible por no abrirlo demasiado, sin embargo, puntos fueron necesarios para que la herida dejara de sangrar. —Oh, no, no te muevas, deja que yo llegue.

 

En su campo de visión apareció un chico de cabellos rojos y piel canela, de cuya espalda salían enormes alas metálicas. Jack sonrió cuando sus ojos se encontraron, unos ojos que a pesar de todo, brillaban como si en su interior escondieran el fuego griego de la diosa Hestia.

 

“Hola, Eros” dijo, moviendo sus labios y sus manos. Eros sonrió ante el saludo, y repitió los gestos que había hecho. Era divertido verlo hacer eso, porque muchas veces se equivocaba con las palabras o las frases. Pero hoy no lo hizo, pudiendo saludarlo adecuadamente sin mezclar gestos.

 

—Ya por fin pude hacerlo, —le comentó orgulloso, repitiendo el saludo lentamente, —verás que en unas semanas te voy a superar en el lenguaje de señas.

 

Jack sonrió. Tal vez lo haría, tal vez no. La verdad es que, después de que Hiccup le quitó las garras de sus manos, la movilidad que Eros tenía sobre éstas había aumentado con el paso de las jornadas. Pero él, a diferencia de Jack, tenía que hacer más cosas, como ayudar a Jackson o hacer sus ejercicios de rehabilitación. Jack todavía no llegaba a ese punto, y se dedicaba solamente a estudiar los libros que Hiccup preparaba para él. En poco tiempo había aprendido bastantes cosas sobre las señas.

 

“¿Viniste a presumirme tus avances?” le preguntó. Eros se le quedó viendo fijamente, aun cuando Jack repitió su pregunta dos veces más.

 

—No tengo tu comida, lo siento, —le dijo. Jack infló las mejillas, sin embargo, Eros no pareció percatarse de ello, —pero tengo algo mejor, —de una pequeña mochila que tenía, sacó unas piezas de metal y algo que parecía ser hule. Las puso suavemente sobre una de las mesas, y después continuó sacando lo que quedaba dentro del morral: pinturas, pinceles, pinzas y tijeras. —¡Mira! Jackson me consiguió esto. Hiccup le dijo que tenía que practicar más los movimientos finos y a Jackson le pareció buena idea que hiciera manualidades, —rió por lo bajo, emocionado, —¿Quieres intentar hacer unas conmigo?

 

Jack lo miró con ojos brillantes. ¡Claro que quería! De niño, las manualidades eran algo que no le llamaban la atención, pero ahora, la sola idea de poder hacer unas lo llenaron de energía y entusiasmo. Así que, sin perder tiempo, tomó un poco de la pasta que Eros había traído, comenzando a moldearla lentamente.

 

—Las pinturas son aprueba de agua, —le dijo Eros, sin levantar la vista de la pequeña torre que estaba haciendo con los trozos de metal, —pero igual no te embarres con ella. Hiccup se va a enojar otra vez si te ensucio el agua.

 

Oh, sí, Hiccup se enojaba bastante si alguien tiraba algo en su pequeño tanque. Aparentemente, no era fácil mantener el agua a una temperatura agradable y que no resultara ser un hervidero de microorganismos. Una vez Hiccup intentó explicarle, sin embargo, fuera del hecho de que el filtro que tenía instalada la bañera era importante, Jack no le había entendido en lo más mínimo. Pero le había parecido adorable la forma en que se lo explicaba, y por ello no tuvo el corazón de interrumpirlo.

 

En cualquier caso, Eros comenzó a hablarle mientras trabajaban, algo que Jack disfrutaba mucho. Eros tenía una manera tan divertida de contar las cosas que sencillamente no podías evitar reír. También era muy expresivo y, en gran cantidad de ocasiones, lo que contaba también se reflejaba en su rostro. Si solo te concentrabas en esa parte, fácilmente podías olvidar las alas de su espalda, las cicatrices horribles en su pecho y las magulladuras en sus manos.

 

Tenían casi dos horas de estar trabajando cuando Hiccup apareció. Venía con Jackson, lo que significaba que era hora de comer. Eros se levantó un poco rápido de la silla donde se terminó instalando, y eso hizo que tuviera que quedarse quieto para recuperarse del mareo. Hiccup le dio una suave reprimenda, pero Eros apenas le hizo caso. Una vez recuperado, se acercó a Jackson para enseñarle lo que, en sus palabras, “era su mejor obra artística hasta el momento”.

 

—Es muy bonita, Eros, —le dijo Jackson con una sonrisa sincera, mientras estudiaba aquella figura que parecía simular una pluma de color escarlata, —¿Qué es? ¿Un adorno?

 

—Ah, eso es lo mejor, no es un adorno como tal, —contestó, tomándolo de nuevo para mostrarle una sección particular de la que sobresalía un arco de metal, —¿ves esto? Es para que te lo cuelgues. Es un amuleto.

 

Jackson pareció bastante sorprendido por la revelación, cosa que le provocó a Eros una risita tan cristalina como el sonido de una campanita de cristal.

 

—Si me consigues un poco de cuero, puedes quedártela, —dijo. Jackson parpadeó un par de veces, y antes de que pudiera decir algo, Hiccup se adelantó para pedirles que le ayudaran a acomodar las mesas. Eros de inmediato dejó el amuleto sobre el área de trabajo y fue, seguido prontamente por Jackson.

 

Jack los miró desde su sitio, sintiéndose un poco culpable de que su situación actual nunca le permitiera ser de ayuda. Sin embargo, la idea pronto quedó escondida en lo más hondo de su cabeza cuando Hiccup lo acercó a donde estaban, y de esa forma comieron el platillo que a cada quien le tocaba. Era bastante divertido que Jack, por su actual situación, tuviera que comer en su mayoría pescado.

 

—¿Eso no sería canibalismo? —preguntó alguna vez Eros. Nadie había dicho nada hasta que Jack soltó una risa que parecía más un bufido, —lo estoy preguntando bien. Yo tendría que comer águilas o leones para que fuera canibalismo, ¿no?

 

Jackson argumentó que no, porque seguía siendo una persona. Eros contraargumento que las personas no tenían alas de grifo como él. Hiccup terminó la discusión diciendo que comieran porque era tarde y tenían que dormir.

 

Jack recordaba la charla en cada comida. Y parecía que Eros también, porque siempre le dedicaba una sonrisa cómplice cuando le pasaban su plato. En cualquier caso, el tiempo pasó sin ningún tipo de problema. Eros ayudó a levantar algunos platos y se fue con Jackson mientras le preguntaba si podía ayudar a limpiarlos.

 

—Prometo no volver a dejar el agua corriendo.

 

—Bueno, pero si lo haces otra vez…

 

Sus voces se perdieron en el pasillo. Jack intentó seguirlas un momento más antes de aceptar que ya no podía escucharlas y mirar de vuelta al cuarto. Hiccup parecía estar preparando sus herramientas para revisarlo, algo que, si bien sabía que no le lastimaba, le ponía algo nervioso. Por ello, tomó una de las piezas que seguía en la mesita y la apretó en sus manos.

 

—¿Listo?

 

Jack asintió. Pero en el momento en que Hiccup iba a tocarle el pecho, Jack lo detuvo. Su mano se quedó sobre la de él un largo momento, y luego, suavemente, como el ir y venir de la marea, fue extendiendo sus dedos, uno a uno. Cuando su palma quedó descubierta, Jack dejó sobre ésta la figura, y ahí, por primera vez desde que comenzó a hacer esto, Hiccup le miró confundido.

 

—¿Jack?

 

Jack rió. Entonces, dijo lentamente: amuleto. Hiccup miró la figura. Simulaba ser una pequeña perla marina, con su color rosado y blanquecino decorando toda la superficie esférica. En un punto tenía un arco igual a la figura de Eros, sólo que éste estaba pintado de un curioso tono turquesa.

 

—¿Me lo regalas? —preguntó, mientras apartaba su atención del amuleto y la posaba sobre él. Jack asintió. Luego hizo que Hiccup cerrara su mano sobre la perla artificial, para a continuación extender los brazos sobre los bordes de la bañera, dándole a entender que estaba listo para la revisión diaria. Hiccup miró el regalo una última vez antes de guardarlo en su chaqueta, y con sus dedos llenos de calor, empezó a retirar las vendas.

 

—Gracias, —le susurró. Jack sonrió, cerrando los ojos. Las manos de Hiccup siempre le calmaban. Ya no quería sentir la culpa que le transmitían cada vez que le tocaba. Ya no quería que pensara que todo esto había sido su culpa, porque para Jack, no lo había sido. Él le había salvado, él le estaba curando, ¿no podía verlo? Esperaba que pronto lo hiciera. Esperaba que pronto se diera cuenta de lo mucho que significaba para él.

 

Notas finales:

¡Y eso es todo! Espero les haya gustado el capítulo de hoy :D


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