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Rechazo por Kutzi Shiro

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Notas del fanfic:

Título: Rechazo.

Fandom: Free!

Personajes: Makoto Tachibana y Haruka Nanase. Familia Tachibana.

Género: Romance. Dolor emocional.

Advertencias: Dolor emocional. Homofobia. Rechazo familiar.

Resumen: Los Tachibana parecían la familia perfecta, hasta que se enteran del novio de su hijo mayor.

Longitud: 1014 palabras.

Estado: Terminado.

Aclaración: Free!, novelas y animes, pertenecen a Koji Oji, Kyoto Animation y demás socios y derivados comerciales. No busco beneficio alguno al escribir y publicar esto más que el placer de hacerlo y la esperanza de que sea leído y guste. Fin.

Nota: El primer borrador de este fic lo escribí el 2019, pero quería publicarlo en una fecha simbólica, al final me decidí por el 17 de mayo por ser el Día Internacional Contra la Homofobia, desafortunadamente la fecha se me pasó dos años n.nU

Nota 2: Espero que sea una lectura agradable, a pesar de todo.

Cualquiera que conociera a los Tachibana los describiría como la familia ideal, digna de una portada de revista, demasiado buenos para ser verdad y levantando envidias sanas a su paso. El buen padre trabajador, la buena madre ama de casa, el hijo mayor deportista estrella y los mellizos inquietos y alegres. Como si los hubieran pedido por catálogo.

Pero un día la burbuja de perfección se rompió.

Hubo una fiesta en el trabajo del padre, todas las familias estaban invitadas, sin embargo con los exámenes para ingresar a la universidad a la vuelta de la esquina Makoto no podía asistir por quedarse a estudiar. En esa reunión una persona malintencionada aseguró haber visto a Makoto en la calle en compañía de un joven y que no parecían precisamente amigos.

Los padres no parecieron alterados pero adelantaron su regreso a casa compartiendo nerviosos pensamientos sólo para sorprender a su hijo mayor en una acaramelada situación con su mejor amigo, ahí, justo en la sala de su casa.

Haruka nunca había visto a los padres de su amigo gritar pero cuando ocurrió se negó a soltarle la mano. Los niños habían sido enviados a su cuarto pero no perdían palabra de todo lo que decían, de lo «malo» que había hecho su hermano mayor. Makoto aguantó con el corazón en la garganta negándose a terminar su relación como le estaban exigiendo e incluso tomó la impulsiva decisión de salir de la casa paterna esa noche para refugiarse en la de Haruka dejándolos con la palabra en la boca.

Demasiadas emociones en una sola noche y no acabaría ahí, Haruka intentó consolar a su novio, logró convencerlo de que todo iría bien pero el daño estaba hecho, algo cambió para siempre y al pasar los días fue evidente: Makoto trató de alargar más y más el momento de volver a casa pero eventualmente tuvo que regresar sólo para lucir enfadado cada mañana, a pesar de querer guardar las apariencias se irritaba con facilidad y sus amigos no sabían que pasaba. Haruka lo apoyaba en silencio pero conteniendo además sus arranques ya fueran de enojo o de tristeza.

Makoto estaba sumamente triste, a diario sus padres le exigían que se alejara de la persona que más quería en el mundo y con cada negativa repetían el mismo discurso acerca de las buenas costumbres, le amenazaban con echarlo de la casa, o hablaban de como seguramente sólo se trataba de un sentimiento protector mal interpretado hacia el pobre vecino (ya no más Haru-chan, ya no más su mejor amigo cada vez que hablaban de él) que vivía solo. Llegaron al extremo de limitar la cercanía de sus hermanitos que no terminaban de entender qué había hecho mal. En consecuencia el tiempo que pasaba en casa de Haruka era cada vez mayor.

Por supuesto para éste no era ningún secreto todo lo que su novio padecía a diario y oraba todos los días a cualquiera que estuviera dispuesto a escucharlo para que la felicidad volviera a su ser más amado, a diferencia de Makoto él vivía con miedo, miedo a que un día su amado sucumbiera a las presiones de su familia y decidiera abandonarlo. Sabía que si se daba el caso no sería capaz de pedirle que se quedara, o no con la vehemencia suficiente, él sólo era uno contra su familia. La perspectiva de que tan sólo en unas semanas abandonarían el pueblo para estudiar en Tokio era ligeramente alentadora pues al menos habría distancia física entre los problemas pero la distancia emocional podría ser peor y temía mucho por Makoto.

Tanto temía que unos días antes de la mudanza se presentó en la casa Tachibana sabiendo que Makoto llegaría tarde por asuntos escolares, y rogó a sus padres que no rechazaran a su hijo, discutieron, Haruka insistía en que el amor por su hijo debía ser mayor, que vieran al responsable y admirable hombre que habían criado, trató de hablarles sobre el tierno amor que se tenían pero ellos fueron inflexibles, demasiado cegados por los prejuicios que habían enmascarado muy bien a lo largo de los años y que ahora distorsionaban la imagen que tenían de su propio hijo. Haruka llegó al extremo de arrodillarse frente a ellos posando la frente en el suelo, humillándose pero la imagen de Makoto llorando por sus padres le daba fuerzas, apelando clemencia, tratando de hacerles entender cuánto sufría Makoto. Con tal suerte ocurrió todo que Makoto apareció en el momento más oportuno. Puede que él estuviera desesperado por recuperar a su familia y volver a los días felices de familia de comercial que ahora parecían tan lejanos pero nunca al costo de ver a su pareja y mejor amigo humillándose por él.

Y en un arranque iracundo levantó a Haruka de ahí eligiéndolo incluso si eso significaba decirle adiós a sus padres para siempre (y a sus hermanos como daño colateral). Así lo decidió y así se los gritó. Salió de esa casa no importándole si lo que llevaba puesto era todo lo que podría sacar de ahí, ya se las arreglaría, conseguiría un trabajo en Tokio y pediría alguna beca por excelencia académica, vivirían juntos y el golpe económico sería menor.
Haruka lloró por Makoto todo lo que el enojo le impidió, conmovido y preocupado.

Tan sólo pocas horas después ambos lloraron en compañía de Ran y Ren que escaparon de la vigilancia de sus padres para buscar a su hermano buscando respuestas. Los niños que habían crecido con dos hermanos mayores, que siempre habían podido contar con Haruka para ayudarles a arreglar algo y evitar un regaño de sus padres, el mismo Haru-niichan que había enseñado a Makoto lo necesario de la cocina para que les pudiera hacer de cenar cuando sus padres salían. A pesar de todo quedó la esperanza de que los hermanos no se perderían y eso aligeró sus corazones, rogaron por que su cariño no flaqueara y por que vinieran días mejores.

Una nueva vida les aguardaba, el tiempo curaría las heridas y quizás traería reconciliación, pero como fuera sería juntos y hacia adelante.

Notas finales:

Después de tener mucho tiempo en la cabeza la escena de Haruka hablando con los Tachibana, rogando por Makoto arrodillado frente a ellos, salió esto.

 

Gracias por leer.


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