Fue cuando estaba en la universidad.
En ese momento, Seo-woo se estaba preparando para asistir a la entrevista de un trabajo importante y se encontraba rotando como pasante en una empresa matriz. En resumen, la verdad era que llevaba una vida interna relativamente tranquila. Y si ese bastardo no hubiera mirado a Seo-woo de esa manera tan asquerosa, entonces todo habría fluido sin problemas hasta el final. ¿Era solo mala suerte? ¿O tal vez había algo en el rostro y la actitud de Seo-woo que estimulaba a ese tipo de personas tan horrendas? No podía saberlo. Pero Seo-woo siempre había sido propenso a enredarse con personas extrañas (Y como "personas extrañas", se refería a PENDEJOS).
Por ejemplo, este tipo tenía como setenta y tantos años, era medio calvo, gordo y quería tocarle el trasero. Al parecer, utilizaba su poder como gerente para reclutar insidiosamente, empleados jóvenes y hermosos a los que pudiera intentar meterle la mano. Era de esos alcohólicos, con registro de haber consumido drogas ilegales y que tenía encima un intento de violación. En resumen, un bastardo criminal. Pero tenía más derechos porque se trataba de un Alfa dominante.
Por supuesto, no era que Seo-woo no hubiese sentido sus "malas vibras" en absoluto. Desde el momento en que vio por primera vez esos ojos medio podridos y blanquecinos o cuando sus manos gruesas y pegajosas acariciaron su cintura, entendió que era mejor tener mucho cuidado. No, mucho antes. En el momento en que dijo con voz lenta: "Han Seo-woo-kun, cuídate mucho en el futuro", como si estuviera fingiendo ser una buena persona con él.
En cualquier caso, podía decirse que Seo-woo acumuló mucha experiencia durante todos estos años siendo un Omega y que estos pequeños datos en su cerebro comenzaron a enviar fuertes advertencias en todas direcciones.
"Definitivamente quiere hacerme daño."
Seo-woo, quien estaba convencido de esto, inmediatamente comenzó a evitar al gerente tanto como le fuera posible. Si veía esa cabeza calva y brillante a cien metros de distancia, por supuesto evitaba el lugar y trataba de no mezclarse con él. No le hablaba bien y no aceptaba ninguna bebida o dulce que le diera como regalo. Desafortunadamente, si había algo que Seo-Woo pasó por alto, fue que el Gerente Cha estaba más loco de lo que Seo-Woo pensó.
Un día, mientras Seo-woo iba al baño en medio de su turno, dejó su botella de agua descuidada sobre el escritorio y él se aprovechó de eso. No sabía qué droga era. Ni siquiera quería enterarse de eso. Sin embargo, una cosa era segura: Era algo muy fuerte. Después de todo, tan pronto como lo bebió, sus ojos comenzaron a dar vueltas, perdió los sentidos que eran importantes y perdió también el equilibrio. Le dolía muchísimo la cabeza, como si estuviera a punto de romperse, tenía la lengua torcida y no podía ni hablar bien. Incapaz de resistir, fue arrastrado a la esquina de la escalera de emergencia por las manos del gerente Cha Jong-woo asi que, las palabrotas solo salieron en el interior de su mente.
Por lo general, esos bastardos Alfa eran capaces de someterlo fácilmente sin necesidad de ocupar más fuerza de la necesaria. Jamás llegaban al punto de drogarlo porque pensaban que era una perdida de tiempo pero, para su mala suerte, el gerente Cha Jong-woo era un hombre viejo y sacrificado que ni siquiera podía atreverse a intentar un avance tan frontal por cuenta propia. Y eso fue un punto de derrota para Seo-woo. Significaba que no podía defenderse. Ni siquiera podía pedir ayuda ni mucho menos contraatacar. Incluso cuando trató de gritar una vez, su lengua se torció tan sutilmente que solo sonó como un gemido de ratón.
"Ah..."
Pero si no gritaba, entonces, ¿Quién iba a venir? Nadie llegaba al décimo piso o a las escaleras de emergencia porque estaban hasta la esquina del pasillo. Era una situación en la que incluso sintió que lo mejor era darse por vencido y hacer que lo que tuviera que pasar, solo ocurriera rápido.
Pero, mierda. Era desagradable.
La sensación de sus manos pegajosas, sosteniendo sus pantalones, y la sensación del sudor en sus dedos hizo que comenzara a llorar sin darse cuenta. Estaba sintiendo el aliento en su nuca, algo caliente que le hizo tener la piel completamente de gallina. Pensó que si no miraba esa parte y solo respiraba, entonces tal vez iba a sentirse mejor consigo mismo o quizá no iba a vomitar. Afortunadamente, los párpados se le empezaron a sentir tan cansados que Seo-woo los cerró y solo se dedicó a derramar todo tipo de maldiciones sobre el hombre frente a él y en pensar en lo que haría después de que esto se detuviera. Cuando terminara, definitivamente atraparía a ese bastardo hasta que pudiera mandarlo a prisión.
Repitió promesas sin sentido una y otra vez para darse fuerzas y no desmoronarse, pero el dolor que temía comenzar a sentir en realidad nunca llegó. En cambio, un olor amargo le hizo cosquillas en la punta de la nariz hasta hacer que los ojos se le abrieran un poquito. Olía a alcohol. ¿Ese bastardo se emborrachó? ¿¡¡Estaba ebrio y de todos modos estaba haciendo esta mierda!!? Fue un pensamiento momentáneo, pero luego descubrió que la estela no estaba saliendo del cuerpo de esa persona borracha y después de un tiempo, Seo-woo finalmente se dio cuenta de que era la feromona de un Alfa enojado. Y mirando la reacción a su alrededor, pareció que Seo-woo no había sido el único que lo estaba notando.
"Señor Cha. ¿Qué está haciendo?"
Una voz baja resonó a través de la estrecha escalera de emergencia.
Tan pronto como se dio cuenta, Seo-woo trató de pedir ayuda rápidamente. Pero aún así, no importaba cuánto lo intentara o se retorciera, no salió ninguna voz. En cambio, le llamó la atención que el gerente Cha Jong-woo mirara en otra dirección de una manera tan desconcertada.
"Ah, es que... El joven que vino como estudiante interno no pareció sentirse bien. Estaba tratando de apoyarlo."
Era absolutamente repugnante que pudiera decir una mentira como esa sin levantar una sola ceja. Seowoo sintió que su corazón se estaba volviendo loco y pensó en lo mucho que esperaba que no se dejara engañar con estas tonterías sin sentido. Así que, por favor, por favor, que no dijera simplemente "Oh, ¿es así?" Y se fuera. ¡¡Por favor!! Rezó fervientemente para poder salir de esta situación y entonces, Seo-woo apretó los dientes muy, muy fuerte y sintió que estaba llorando otra vez.
"Ese es un gran problema. Yo también lo ayudaré."
Afortunadamente, la ferviente oración de Seo-woo llegó al cielo. En lugar de irse, el hombre bajó un escalón a la vez hasta donde estaban Seo-Woo y el gerente.
El gerente dijo, con un sudor frío:
"Oh no, está bien. Puedo hacer esto por mi cuenta, así que..."
"No. Ya terminé mi trabajo, este es mi tiempo libre. Además, lo siento, pero el gerente es viejo, ¿No sería mejor si no se forzara demasiado?"
Su aroma seguía saliendo tanto que pensó que iba a ahogarse. Sin embargo, Seo-woo frunció el ceño en lugar de agradecerle ¿Esa persona era un alfa también, no era cierto? Y dadas las circunstancias, si hubiera estado allí un beta o un omega hubiera sido muchísimo mejor. Pero, por supuesto, ahora no era el momento de ponerse exigente.
De repente, el hombre sonrojó su rostro con fuerza, se paró frente a Seo-woo y gritó:
"¡Te estoy diciendo que estoy bien!"
"Jefe."
El hombre inclinó ligeramente la parte superior de su cuerpo, haciendo que una larga sombra cayera directo sobre el gerente Cha. Y mientras él pareció encogerse en su lugar, el nuevo Alfa susurró en una voz tan baja que incluso Seo-woo, que estaba tendido frente a él, apenas podía escucharlo.
"No sería muy agradable estar en la cárcel a esta edad así que ¿No es mejor para usted y para todos alejarse ahora que puede?"
"..."
"Y si quieres hacer algo como esto la próxima vez, ¿Qué tal si ocultas tu feromona adecuadamente? Incluso si estaba del otro lado, el olor a basura se extendió por todas direcciones. Justo como se esperaba de un viejo asqueroso como tú."
El rostro del gerente se puso tan rojo como un tomate maduro y antes de decir cualquier otra cosa, salió corriendo por la escalera de emergencia como si alguien lo estuviera persiguiendo. El hombre lo observó por un momento. Pareció dudar en si seguirlo o no, pero al final eligió mirar la condición de Seo-woo en vez de ir tras el muy maldito. El hombre se arrodilló en el suelo y se sentó con él. Y fue entonces cuando le vio la cara correctamente: Para su sorpresa, era tan guapo que sintió que se le podían salir los ojos y ¡Madre mía! Si no hubiera sido por esta situación, le gustaría pedirle su número de inmediato. ¿Era una de esas celebridades que venía a rodar un comercial por la zona? ¿O un ángel enviado del cielo para salvarle? Al ver que tenía pensamientos tan inútiles, Seo-woo sonrió para sus adentros y pensó que toda la tensión que tenía se había aliviado gracias a él.
Después de mirar la cara de Seo-woo por un momento, preguntó:
"¿Cómo estás? ¿Me escuchas?"
"Um..."
Seo-woo trató de responder, pero solo salió un sonido similar al grito de un animal herido. El hombre asintió con la cabeza al comprender el significado que contenía y luego lo acomodó para que estuviera un poco más relajado.
"Creo que tendremos que ir al hospital primero. ¿Está bien si te toco? Si no te gusta, llamaré a una ambulancia. Tranquilo."
El hombre lo pensó por un momento, luego agregó que había un gran hospital justo al lado y que por eso sería más rápido para él transportarlo allí que esperar a un paramédico. Seo-woo sacudió la cabeza hacia arriba y hacia abajo con dificultad. Si el hombre tuviera ganas de hacerle algo, lo habría hecho antes. Confiaba en él.
"Está bien. Allá vamos."
Después de decir eso, el hombre abrazó fácilmente a Seo-woo y lo cargó contra su pecho.
No era muy pesado en primer lugar y ahora fue peor porque su cuerpo estaba casi desmayado contra el suelo. Sin embargo, sintió por un momento que lo trataba como una muñequita de trapo, por lo que se empezó a quejar.
El aroma pareció haber desaparecido de él completamente y en su lugar, el cuerpo de ese hombre le proporcionó un olor muy agradable y cálido. (En un sentido muy diferente a lo que ese otro hombre le estaba entregando durante el ataque.) Era una fragancia suave, rica, mezclada con suavizante de telas y colonia de madera. Y estando allí, acurrucado contra su pecho, oliendo su aroma y sintiendo como lo consolaba, pareció estar tan extrañamente tranquilo que Seo-woo cerró los ojos y segundos más tarde, solo se durmió.