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Alfa x Omega por yuniwalker

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Era viernes otra vez.
 
Tan pronto como llegó al trabajo, observo a su jefe, que tenía unas áreas muy marcadas y amplias en el cuero cabelludo y que ahora estaba gritando, haciendo rabietas sin sentido, y luego, dándole un montón de solicitudes irrazonables de correcciones que tenía que ofrecerle a los clientes.

Pero incluso mientras escribía mecánicamente en el teclado de su computadora e ingresaba un montón de nuevos números e información sobre cuentas que se necesitaban crear, solo la cara y el cuerpo de su hermoso novio estaba bien metido en la cabeza de Seo-woo. Quería terminar el trabajo lo más rápido que pudiera e ir a casa para estar con él. Quería decirle cuánto lo había extrañado y colocar su cuerpo entre sus brazos hasta quedarse dormido. Deseaba enterrar su rostro contra el pecho de Joo Won, respirar ese rico suavizante de telas que le ponía a su traje y ese aroma en su piel que no dejaba de parecerle riquísimo. Y con esta tenacidad tan poderosa de siempre, Seo-woo, quien terminó el trabajo a la velocidad de la luz, se levantó de un salto y corrió para poder tomar el tren que lo regresaría a casa. Caminó, sacó su llave, abrió la puerta y... En ese momento, sin preguntar y también sin decir nada, se dio cuenta de que algo definitivamente no estaba bien.

Para empezar, aunque su novio no estaba en ningún lado, estaban los suficientes rastros del hombre dentro de la casa como para estar completamente seguro de que no había ido a trabajar. Los zapatos que siempre utilizaba estaban en la entrada e incluso encontró su abrigo tirado en el suelo, toscamente arrugado y lleno de un montón de pelusas. Más que nada, los archivos que siempre se llevaba a la oficina, unos en un papel blanco completamente puro, se habían derramado como basura alrededor del maletín que habían sido arrojado al azar sobre el sofá. Y teniendo en cuenta la personalidad de Joo Won, a quien le gustaban las cosas ordenadas y armónicas, Seo-woo se sintió tan preocupado que comenzó a decir su nombre una y otra vez como si así tuviera la esperanza de que apareciera y le contara sobre lo que pasó.

Primero colgó su abrigo en una percha y luego arregló los zapatos de Joo-won para irse en dirección a su portafolios. Pero antes de levantarse del suelo, se sobresaltó al notar un olor increíblemente desconocido que provenía de cada una de las paredes de la casa. Así tal cual. Un olor muy fuerte en todos los rincones. Además, había un dulce y fuerte aroma a alcohol que estaba provocando que su nariz hormigueara y que incluso el regusto apareciera en la base de su lengua. Si hubiera tirado la lámpara de alcohol del estudio, entonces olería a metanol barato y a esencia de lavanda. Pero este aroma era un poco más como el de un licor fuerte de muy alta calidad. Era pesado y algo oneroso en cierto modo, pero definitivamente había un poco de dulzura escondida detrás. 

El aroma de su novio se sentía como si el olor de su cabello y el de su cuerpo se hubiera transferido a un licor bastante caro. Algo excitante y hasta cierto punto, increíblemente perfecto. Pero el aroma de esta vez era algo que nunca había olido ni una sola vez desde que comenzó a salir con Joo Won. Aunque posiblemente era algo que podía considerarse normal. Entre los alfas dominantes, había muchos que escupían un olor venenoso cuando querían presumir, haciendo sufrir al omega que estaba más próximo a ellos. Otros sacaban aromas para marear y otros para intimidar, pero Joo Won no era de ese tipo de persona tan descarada. Para ser honesto, él siempre pareció un poco reacio a exponerse frente a los demás así que siempre intentaba ocultar su olor a fondo. Cuando estaba en celo, derramaba sobre él un fuerte inhibidor tres veces al día, sin un solo segundo de error en el tiempo establecido. Como un relojito. Tanto así, que incluso si un omega viniera justo en frente de Joo-won, que estaba en celo, y pegara la nariz a su ropa, no sería capaz de reconocer ni por un segundo que era un Alfa. Joo Won fue así de minucioso siempre, todos los meses de estos cinco años. 

Pero ahora mismo, el olor de la casa...No podía explicarlo bien. No estaba en un nivel que pudiera simplemente expresar con palabras normales.

Con la respiración entrecortada y la cabeza pesada, justo como si estuviera increíblemente borracho, sin darse cuenta tomó una respiración profunda y se aflojó un poco el cuello de la camisa de vestir. Aparentemente, Joo-won estaba en celo. pero ¿Por qué no tomó el inhibidor hoy? ¿Por qué no habló con Seo-woo si estaba así de mal?

Ahora ni siquiera tenía tiempo de pensar en eso.

Seo-woo se quitó los zapatos rápidamente y corrió al dormitorio que compartía con su pareja. El olor, que era demasiado fuerte para ser tolerado en primer lugar, presionó su cuerpo hasta asfixiarlo con fuerza a medida que se acercaba más y más a la puerta.

"¡Joo Won!"
 
Todo su cuerpo temblaba tanto que sintió como si sus piernas estuvieran a punto de colapsar en cualquier momento. Pero aun así, Seo-woo apretó los dientes, apretó los puños y abrió el dormitorio en un impulso que se sintió considerablemente poderoso. Luego, un aroma fresco, pero un poco salado, fuerte y agradable, envolvió a Seowoo hasta que lo hizo toser igual a si se estuviese ahogando con saliva. Toda la habitación estaba vibrando por las huellas de Joo Won. Se sintió rico, pero al mismo tiempo, también había una sensación impresionante de presión encima de él. Como si su cuerpo estuviera siendo aplastado por una roca de veinte kilogramos. Era doloroso, tanto que le hizo pensar que alguien se había sentado sobre sus costillas y que al mismo tiempo, también le estaba haciendo tener una emoción insoportable corriendo por su estómago.

Seo-woo se mordió los labios hasta el punto de pensar que podía hacerlos sangrar y se tambaleó hacia Joo-won. Para ser exactos, hacia la cama que tenía una gran cantidad de sábanas que cubrían algo que se suponía que era Joo-won.  

Debió haber escuchado a Seo-woo entrar, pero el hombre no mostró ninguna reacción al respecto ¿Estaba en tan mal estado? ¿Tenía que llamar a una ambulancia primero? Cuando Seo-woo, que estaba un poco impaciente, retiró rápidamente la manta, Joo-won, que estaba acurrucado en posición fetal, se movió como si quisiera volver a ocultarse y se quejó con muchísimas ganas. Afortunadamente, pareció estar consciente.
 
"Joo Won. Soy yo, Seo-woo. ¿Estás bien? Amor, ¿Puedes oírme?"
 
"Seowoo..."

"Sí, Joo Won. Estoy aquí".
 
Joo-won, que jadeaba fuerte, con una manta todavía en la espalda, apenas levantó la cabeza para mirar a Seo-woo directo a los ojos. Fue un momento que le dejó sin aliento. Las mejillas de Joo-won, que por lo general eran lo suficientemente pálidas como para decir que parecía un fantasma, estaban tan rojas como para que la emoción fuera evidente para cualquiera que lo mirara. Sus ojos grises se volvieron borrosos y el cabello que siempre estaba cuidadosamente rizado, ahora estaba mojado con sudor y pegado a su frente en algunos mechones. Su voz, que originalmente era un poco ronca, estaba rota y turbia y se volvió aún más áspera que nunca antes en la vida. Pero incluso eso, en lugar de hacer que se asustara, solo le hizo excitarse hasta que sintió que quería subir sobre él para hacerle el amor. Y es que la apariencia desorganizada de Joo Won... ¡Dios! Era un espectáculo que había imaginado docenas o cientos de veces en su cabeza. Y para ser honesto, era mucho más sexy de lo que esperaba, ¡Mil veces más sexy! Así que comenzó a sentirse un poco avergonzado de todo lo que había comenzado a desear hacer con él en ese mismo instante.

Joo-won extendió la mano y agarró el hombro de Seo-woo. Seo-woo dejó escapar un gemido bajo, con los dientes bien apretados, y se retorció porque sus dedos parecieron volverse garras. Fue el momento en que se dio cuenta de que su pareja era muchísimo más fuerte de lo que pensó:

"Oh, mierda."

Mientras observaba a Joo-won empujarlo a la fuerza hacia la cama y subirse a él, Seo-woo escupió un lenguaje grosero que resonó de inmediato en toda la habitación. Al mismo tiempo, comenzó a evaluar la situación en la que estaba metido precisamente ahora. De hecho, no había nada que hacer al respecto. Aunque Seo-woo nunca estuvo del lado débil de la balanza, por lo general era imposible derrotar a Joo-won en términos de tamaño y fuerza. Es más, ya que su oponente era un Alfa y ya que durante el celo se volvía más agresivo de lo normal, el resultado sería demasiado obvio. Y persuadir a un Alfa de que lo dejara estando tan necesitado... Ja, pensó que sería más realista pelear con perros hambrientos y ganarles a todos a la vez. Bueno, podía darle un puñetazo y huir pero, no había forma de que pudiera hacerle eso a su novio. 

Después de excluir varias opciones, solo quedaba una conclusión final así que Seo-woo respiró hondo cuando sintió que su estómago se contraía de puros nervios. Su castidad, por la que arriesgó toda su vida, iba a terminar hoy. Aún así, el que iba a hacerlo era Joo Won así que tal vez no estuviera del todo mal. Lo amaba tanto que estaba dispuesto a tirar su convicción a la basura de ser necesario. Porque si su oponente fuera otra persona, simplemente le doblaría la maldita cabeza por la mitad y lo mandaría de un golpe hasta la ventana... Pero no podía hacerle eso a Joo-won. No a él. Además, desde que conoció a ese Alfa, podía decirse que de todos modos estaba preparado para el momento en que...

El momento en que este día pudiera llegar.

Con un pensamiento tan absurdo, Seo-woo cerró los ojos con fuerza y se preparó para lo que estaba a punto de venir. Sin embargo, incluso después de mucho tiempo, el dolor esperado no llegó nunca. En cambio, el aliento caliente de Joo Won solo lo estaba golpeando una vez y otra vez y otra vez en la cara, durante tanto tiempo que Seo-woo no estaba logrando soportar la tensión que había surgido entre los dos. Incluso se atrevió a abrir los párpados...

Allí sintió la manera tan necesitada en que los ojos de Joo Won estaban mirándolo desde arriba. Como si estuviera a punto de comérselo justo así como estaba. Y Seo-woo, quien de repente recibió la mirada autoritaria y violenta de esa bestia salvaje en celo, tembló por un momento y tragó hasta el punto en que su garganta hizo muchísimo ruido. Luego abrió lentamente la boca y dijo:

"Seo-woo... ¿Te gustaría tener niños alguna vez conmigo?"

"Ah... ¿Sí?"

"¿Niño o niña?"

WTF.

No, quería decir, ¿Qué clase de pregunta absurda era esta? Osea, era demasiado pronto para siquiera hablar sobre el matrimonio, y mucho menos para planificar un parto así que, ¿Por qué de repente estaba hablando de un niño que aún no existía? Por un momento, Seo-woo, olvidando su emoción, miró a Joo-won con una expresión que decía: "¿Estás bien?" Pero igual, incluso con esto la expresión de Joo Won pareció ser infinitamente seria. 

"Yo… Yo quiero tener un hijo contigo. Te amo tanto que quiero tener un hijo contigo. Si es con Seo-woo, estaría bien tener un bebé. Si fuera niño o niña estaría bien así que, cariño. Déjame hacerlo ¿Sí? Seré lo más amable posible. Haré que no te duela."

"No, espera un minuto..."

"Déjame embarazarte. No tendrás que trabajar y… Si renuncias, estará bien porque yo lo haré todo. Te compraré todo lo que quieras. Ya sea una casa o un coche. No te preocupes por nada, puedes vivir conmigo para siempre."

"Joo-won, detente..." 

Mientras decía un sinfín de tonterías, Joo-won apoyó la cara en el hombro de Seo-woo y comenzó a frotar su nariz en su nuca. Seo-woo se sobresaltó por la ansiedad de que le mordiera en cualquier momento pero, sin embargo, Joo-won solo presionaba y soltaba la carne cerca del área de su hombro con sus labios, sin dejar que sus dientes tocaran una sola vez. En este punto, Seo-woo estaba tan emocionado por él que no tuvo más remedio que pensar seriamente en ello. Escuchó de otros muchachos que cuando el Alfa se calentaba, no reconocía a su pareja y entonces corría hacia cualquier omega que tuviera más cercano. Cualquier otro. Pero su Joowon no era así en absoluto o al menos, no lo demostraba ni una sola vez. Y a juzgar por el hecho de que había algo así como un garrote que sobresalía entre sus piernas, podía decir que había estado esperando todo este tiempo solamente por él. Solo le pertenecía a él. Seo-woo no tuvo más remedio que admirar el aspecto caballeroso de su lindo novio una vez más. "Tengamos un bebé..." Dijo. Pero en medio de sus balbuceos sin sentido, al final de sus ansias reproductivas, el autocontrol que tenía era tan grande que sabía que nunca iba a atacarlo sin su permiso.

Solo podía decir que era la mejor pareja en el mundo. 
 
Seo-woo colocó su mano sobre el hombro de Joo-won. Luego tomó asiento entre sus piernas, se sentó y le acarició la mejilla con un par de dedos.
 
"Cálmate, cariño. No puedo tener un bebé. Incluso si me caso contigo, no tengo intención de quedar embarazado. Es imposible que una persona como yo se convierta en padre..."

"Ah, pero..."

Joo Won lo miró con cara de súplica. Seo-woo dejó escapar un pequeño suspiro.
 
"Mírate nada más. Eres una persona que suele ser muy meticulosa, ¿Por qué no tomaste la medicina correctamente hoy? ¿Se te acabó? Te daré el mío por ahora, así que tómalo y respira hondo ¿Bueno?"

Su cuerpo todavía estaba hirviendo de calor y temblaba de ganas por tomarlo, pero al ver a Joo Won tan inquieto, sintió que era más importante atenderlo a él. No estaba cuerdo. Aunque fuera difícil, si le daba el medicamento, le daba una ayuda con la mano o la boca y lo ponía a dormir, entonces se despertaría al día siguiente y se disculparía con una cara tímida que le gritaría lo arrepentido que estaba. Entonces, iban a volver a su vida cotidiana pacífica habitual.
 
Joo-won agarró la manga de Seo-woo cuando estaba a punto de levantarse de la cama.
 
"¿Qué? Solo tienes que esperar un poco..."

Pero Joo-won sacudió la cabeza con impotencia y señaló la mesa. Había una caja de tabletas vacías allí, así que Seo-woo parpadeó.
 
"Inhibidores… ¿Te los tomaste?"

Asintió.

"¿Pero igual estás en celo?"

Joo Won volvió a asentir y enterró su rostro en el cuello de Seo Woo por segunda vez. Seo-woo miró el paquete vacío. Los inhibidores, como la mayoría de medicamentos en el mercado, venían en envases que contenían diez tabletas en una sola placa. Darle más que esto podía ser peligroso. No era raro ver noticias sobre Alfas y Omegas que morían de shock después de abusar de los inhibidores y aunque las costosas tabletas que usaba Joo Won estaban lo suficientemente rebajadas como para no causar muchos efectos secundarios, de todos modos, si tomaba 20 pastillas y no funcionaba, el hecho de que tomara una o dos más no iba a hacer gran diferencia. 
 
¿Entonces que debería hacer ahora? ¿Tendría que llamar al 911? ¿O tendría que intentar hacer algo antes de eso?
 
Seo-woo estaba preocupado, pero no pareció tener tiempo para hacer ninguna de esas cosas para empezar. Fue porque Joo-won había agarrado a Seo-woo con una fuerza tan increíble, que era difícil creer que viniera de un humano común y corriente. Luego se acercó, lo derribó sobre la cama y volvió a subirse sobre él:

"Seo, Seo... Seo Woo... Por favor… Ah, por favor, déjame hacerlo. De verdad seré amable, no te haré daño... Ojalá Seo-woo tuviera a mi bebé. Ojalá pudieras quedar embarazada ahora."

No, no se trataba de que fuera amable o no. Seo-woo evitó que Joo-won comenzara a frotarle la espalda y miró atentamente entre sus piernas. Jaja, de ninguna manera, amigo. No estaba listo para morir. Si perforaba su culo con eso, iba a salir por su garganta. Estaba realmente agradecido hasta las lágrimas por decirle que iba a ser amable, pero había un abismo impresionante entre decirlo y hacerlo. Solo imaginar el espectáculo de ese ir y venir dentro de él le hizo sentir náuseas al mismo tiempo que su excitación instintiva como un Omega se precipitaba por todo su pecho. Por supuesto, si eso pudiera aliviar el sufrimiento de Joo Won, no sería tan malo y lo haría incluso si eso implicaba vomitar sobre la sábana.

Seo-woo luchó por recuperar el aliento y miró el rostro de Joo-won, que estaba jadeando. Dios, era increíblemente guapo. Y era también muy, muy obsceno. Las gafas que le suavizaban la expresión habían desaparecido, y ya que la situación no era la adecuada para manejar su tono facial como de costumbre, tenía una mirada de Alfa en celo que era intimidante. 

Seo-woo tragó saliva.
 
Para ser honesto, Seo-woo no podía soportar las ganas de aventar a Joo-won en la cama y dejar su marca dentro de él. Quería verlo entregado al placer, desaliñado y perdido en jadeos y gritos. Quería verlo llorar y rogar, desechando todo su orgullo como alfa, aferrándose a Seo-woo, quedándose sin oxígeno, arrastrándose debajo de él y temblando como una hojita en un campo. Por lo general, cada vez que veía la apariencia pulcra de Joo Won, pensaba en secreto sobre lo mucho que quería follarlo, movía la cabeza y se imaginaba algo más para hacer que esas ganas desaparecieran de inmediato. Pero cuando sintió que los oscuros y sucios deseos que luchaba por reprimir se elevaban al límite esta vez, Seo Woo se mordió los labios y casi gritó una maldición bastante descarada. Su cabeza palpitaba como si fuera a explotar en cualquier minuto y un hormigueo de excitación había comenzado a recorrer su cuerpo en un segundo.

Y antes de que pudiera hacer algo para detenerlo, Joo-won se inclinó ligeramente en su dirección y besó a Seo-woo con muchísimas ganas. Era un beso con un ímpetu tan impresionante que le pareció comenzar en sus labios y tragarse su lengua. Pero a diferencia de lo habitual, algo tierno y encantador, ahora solo había sabor a sangre en sus salivas. Probablemente debido a la personalidad de Joo Won, se había mordido la boca todo el tiempo que estuvo sufriendo solo en un intento por tratar de suprimir su celo pensando en el dolor. Incluso si eso no lo iba a ayudar para nada.
 
Y después de empujar su hombro varias veces en la dirección contraria, para mostrar su clara intención de detenerse, Seo-woo logró alejar a Joo-won de él lo suficiente como para ocasionar que se quejara.

"Ah, ya no lo aguanto... Ya no... Ya no puedo."

"Amor..."

"¿Qué...?"

"¿Quieres tener sexo conmigo de verdad?"

Joo Won asintió sin dudarlo. Seo-woo volvió a preguntar:
 
"¿Está bien si hago...? ¿Está bien si te tomo como quiero?"

"Ah...  Cualquier cosa... Cualquier cosa que pueda hacer esto menos doloroso."

"Ya veo."

Por supuesto, hablar tan vagamente no había sido porque Seo-woo fuera tan tímido como para no poder ser directo. Era solo que ya no podía pensar como debería estarlo haciendo en primer lugar. Pero Joo-won, emocionado por la pregunta, solo sonrió con fuerza y lo abrazó sin darse cuenta de la verdad detrás de la pregunta o el motivo de la vaga sonrisa en los labios de Seo-woo.
 
Creyendo firmemente que su amado novio finalmente lo liberaría de su larga agonía, le dijo que hiciera lo que quisiera hacer.


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