Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Aprendiendo a amar por VikoKoko07

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Si de repente está historia llega a quedar sin actualización por mucho tiempo lo más seguro es que haya tenido nuevamente problemas para ingresar, por lo que seguirá continuando en Wattpad bajo el mismo nombre >.<

 

Notas del capitulo:

Que quede claro no hay pedofilia, en la misma historia explicará cómo Sasuke es demasiado joven para ser maestro, por lo que la diferencia de edad no pasa de cinco años >:v

 
 
 
 
 
.
 
.
 
.
 
.
–¡Te dejas follar por los profesores!
 
–De seguro lo hace con el pervertido de Kakashi-sensei...
 
–¡Eso explica porque de un día a otro el idiota del grupo empezó a sacar buenas calificaciones!
 
–¡Naruto es puta!– se escuchó un último grito que dejó el salón en silencio, para sólo unos segundos después sumergirlo de los gritos unisonos burlando con la misma frase.
 
–¡Naruto es puta! ¡Naruto es puta! ¡Naruto es puta!
 
–¡Naruto es...!
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
–¡Puta, voy tarde, demasiado tarde!– gritaba con pánico un chico rubio, mientras corría de un lado a otro en su habitación, sacando libros de entre las cobijas para echarlos totalmente desordenados a su mochila.
 
Cuando terminó, bajó por las escaleras casi a brincos para correr a la cocina donde rápidamente tomo un pan y le untó de manera descuidada un poco de mermelada, tomó una cajita de leche del refrigerador y corrió para fuera.
 
"El primer día y voy tarde" pensaba fastidiado mientras se montaba a su bicicleta, dejo la leche en la canasta de enfrente y empezando a pedalear con el pan en la boca.
 
No vivía taaan lejos por lo que a unos minutos llegó a la entrada del instituto, donde se apuró a dejar la bicicleta en el estacionamiento especial para éstas.
 
Tomó la leche y la abrió, empezando a darle tragos y unas mordidas a su pan.
 
Pero cuando estaba cerca del salón entró en cuenta de algo sumamente importante.
 
"¡Qué idiota eres Naruto!" Se lamentó, ¡había olvidado su mochila!
 
Empezó a correr de regreso, tal vez alcanzaría a regresar a su casa por ese ladrillo con cuerdas que tenía que llevar a la espalda.
 
Pero su camino se vio interrumpido al chocar con una persona.
 
–¡Ah, idiota, mira por dónde vas!– pero se calló y un ligero sonrojo le llenó las mejillas al notar algo. –¡Perdón!– había ensuciado a dicho idiota con su leche, además de que al parecer se le pegó el poco pan que le quedaba debido a la mermelada, embarrándose en el pecho de aquel sujeto.
 
–¡¿Es que eres ciego?!– gritó aquel pelinegro cuando Naruto intentó tocar el desastre que hizo en él.
 
–¡Oye, tampoco es para que me grites así!– se molestó por la forma en que respondió a su intento de ayuda.
 
–¡¿Y que quieres, qué te agradezca?!– preguntó en un grito irónico.
 
–No, pero... Puedes ser más delicado, ¿sabes?– preguntó con un puchero desviando la mirada.
 
–Tsk, dobe.– masculló entre dientes, miró la suciedad en su pecho y suspiró, estaba a punto de irse pero el brazo extendido del rubio lo hizo mirarlo con una ceja alzada debido al objeto que sostenía.
 
–Ten.– insistió, sacudiendo ligeramente su chaqueta en mano. –Puedes taparte o bien quitarte el polo.– sugirió casual.
 
Miró dicha prenda y pensando en sus posibilidades decidió tomarla con un claro gesto de molestia.
 
–Te la devolveré después.
 
–Está bien.– y cuando lo vió dispuesto a irse se atrevió a preguntar. –Oye, ¿en que clase estás? Ya sabes, para buscarte después.- excusó con una sonrisa.
 
–No estudió aquí, pero yo te buscaré después para devolvértela.– respondió seco, empezando a alejarse de aquel rubio tedioso.
 
Naruto suspiró algo decepcionado. Él hablaba de buscarlo seguido, tal vez para hablar, pero lo que respondió el pelinegro significaba que no lo buscaría para otra cosa que no sea el devolverle su chaqueta.
 
Tal vez estaba destinado a no tener amigos por más que lo intentara.
 
Cabizbajo se volvió a dirigir a su salón, ya era demasiado tarde para volver a su casa. Ya conseguiría una forma de tomar notas ese día de clases.
 
 
 
Cuando llegó al salón se sorprendió al ver la puerta abierta, pues en ese instituto acostumbraban a dejar la puerta abierta si no había maestro, para que los superiores pudieran vigilarlos al pasar, sólo el maestro que impartía la clase podía cerrarla. 
 
Lo que significaba que a pesar de la hora no había llegado aún el maestro.
 
Tomó asiento hasta los asientos de atrás, pues los demás asientos ya habían sido ocupados. Ahí también compartían asiento de dos alumnos, y obviamente él era el único que se sentaba sólo, ya era el tercer año igual por lo que no le sorprendía en nada. Tampoco le sorprendió cuando al entrar los pocos que voltearon a verlo lo ignoraron por completo, volviendo a sus charlas entre amigos.
 
Estaba viendo por la ventana, aburrido. Tal vez reprobar un año de preparatoria daría igual, ya se había aburrido de su ambiente escolar e igual a nadie le importaría que fuera de su futuro, o siquiera si seguía vi...
 
Sus pensamientos se interrumpieron cuando por la puerta vió pasar a aquel pelinegro con el que chocó en la mañana. En un sólo segundo, sus ánimos subieron hasta el cielo, imaginando que al no ver más asientos se sentaría a su lado y podrían hablar y se harían amigos y él ya no estaría sólo y...
 
Otra vez sus pensamientos fueron interrumpidos por el golpe que soltó el pelinegro a la pizarra.
 
–Por favor tomen asiento.– pidió calmado. Dándose la vuelta al pizarrón para empezar a escribir algo. 
 
Todos estaban sorprendidos por esa acción viniendo de él, pero de igual forma tomaron asiento, pues ese chico se veía demasiado serio para estar jugando una broma.
 
–Mi nombre es Sasuke Uchiha.- anunció, mostrando dicho nombre escrito con una bella letra en la pizarra. -Este año seré su maestro, impartiendo la materia de literatura y filosofía.
 
Algunos lo miraron con incredulidad, y Sasuke gruñó por aquel aspecto ante el que se enfrentaba cada nuevo año.
 
Su edad.
 
–Las presentaciones las pasaré por alto, pues he de suponer que todos aquí ya se conocen.– se dirigió a su escritorio, dónde minutos antes había puesto su mochila, buscó unos papeles que leyó de manera rápido y con esto empezó su clase con naturalidad.
 
Algunos escuchaban y ponían atención a lo que decía.
 
Otros (en su mayoría chicas) se concentraban más en escudriñar la apariencia y oír la relajante voz de aquel muchacho que al parecer era su maestro.
 
Y Naruto, Naruto estaba estático en su asiento, siguiendo con su mirada a aquel sujeto que resultó llamarse Sasuke.
 
Cuando le dijo que no estudiaba ahí nunca se le cruzó por la cabeza que lo que en realidad hacia era trabajar como maestro, antes hasta pensó que era una mentira para no decirle dónde encontrarlo porque no quería tener nada que ver con él.
 
¡Pero es que mírenlo! No parecía tener más edad que él. Tal vez dos o tres años, pero aún a la edad que aparentaba era demasiado joven para ser maestro.
 
Tanta se parecía su edad, que esa chaqueta que le presto le quedaba igual de holgada que a él. A Naruto le gustaba usar ropa holgada por lo que al tener casi la misma estatura que Sasuke, le quedaba por debajo de la cintura.
 
Pero ahora se preguntaba, ¿su oportunidad de ser amigos se había ido al caño? Tal vez, siempre estuvo conciente que ningún maestro quería tener un lazo cercano con algún alumno, pues no era tan bien visto juntar el trabajo y lo personal.
 
De repente sintió una mirada sobre él, a la que se sumaron muchas más y cuando barrió con la mirada al salón notó que todos lo miraban.
 
Alzó la vista y se encontró con unos ojos negros que no hacían más que mostrar molestia.
 
–¿Cuál es su nombre?
 
Naruto se puso nervioso ante esta pregunta acompañada de aquella mirada.
 
–¡Na-naruto!– respondió en un grito, levantándose de su asiento.
 
–Nunca le pedí que se pusiera de pie.– aseveró serio, provocabdo que todos se rieran por lo bajo.
 
Naruto se sentó rápidamente, totalmente sonrojado. Una pequeña irá empezaba a crecer dentro de su pecho.
 
–Señorito Naruto, ¿me puede decir por qué no ha sacado su libreta?
 
–Bueno... es que... yo no traje mi ...libreta– masculló nervioso, rascando su nuca. No quería que todos hay escucharán su idiotes del día.
 
–Puede sacar cualquier otra sólo para esta clase.– aseguró sensato 
 
–No, es que... olvide mi mochila en casa...
 
Todo el salón se llenó de carcajadas que hizo a Naruto querer enterrarse en un hoyo a seis metros bajo el suelo.
 
Pequeños comentarios de lo idiota que era lo hicieron apretar su mandíbula con demasiada fuerza.
 
–Todos guarden silencio o Naruto no será el único con problemas.– alzó un poco la voz, sólo lo suficiente para ser escuchado por sobre el murmulleo. 
 
Ya con todos en silencio, Sasuke se acercó a su mochila, sacando una libreta y un lápiz. Con la mirada de todos sobre él, se dirigió hasta los asientos del fondo justo al lado de Naruto.
 
–No tengo plumas, así que sólo por hoy aceptaré el trabajo a lápiz.– expresó en voz baja, una vez colocado ambos objetos sobre su mesa. Se redirigió al frente, dónde después de soltar un suspiro volvió con su clase.
 
Naruto sintió un cálido sentimiento crecer en su pecho, era la primera vez que un profesor hacía eso por él. Porque sí, no era la primera vez que por andar de apurado olvidaba su mochila, pero otras veces era mandado a la dirección y de ahí a su casa con el argumento de "si no trae material es porque no quiere trabajar".
 
Naruto sonrió en grande, empezando a, por primera vez en sus años de preparatoria, escuchar y escribir con todas las ganas del mundo.
 
Ignorando aquellos comentarios que sonaban por lo bajo.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Notas finales:

Espero que a alguien le llamé la atención esta curiosa historia

Por cierto, en mi perfil encontraran la aclaración de porqué una historia que está aquí en esta página quedó en proceso de hace meses, por si alguno la conoce es "¿viviendo con la competencia?" Una historia de mi autoría que quedó con sólo dos capítulos


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).