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Infierno. por yuniwalker

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El cuerpo del hombre, que se había mezclado con sangre y sudor, ahora estaba profundamente enredado entre las sábanas de la cama.
Seungwan, que había estado agitando la espalda contra el abdomen de su padre, dejó escapar una suave sonrisa y tiró el fino cinturón que llevaba debajo del ombligo. Su cuerpo, desnudo y blanco, era realmente hermoso hoy. Más que en otras ocasiones.

Solo de noche, podía superponer su cuerpo con el suyo por lo que siempre fue una pena que el emperador no pudiera apreciar adecuadamente la hermosa figura de su hijo. No con sus propios ojos al menos.

"Ah, papá..."

Entonces, mientras tomaba lentamente sus dos manos y las movía por su cuerpo en lugar de sus ojos, tocando con cuidado la piel expuesta fuera de su ropa y los pequeños pliegues de sus muslos, Seungwan rápidamente le dio un beso y llevó los dedos de papá un poco más para la derecha. Sin embargo, el emperador jugaba con sus movimientos, sin tocarlo donde él quería que lo hiciera para lograr que se enojara. Y al final, sin ser más divertido, solo entrelazó sus manos con las suyas y las jaló para que descansaran sobre su pecho.

"¿Vas a burlarte de mi solo por ser un niño?"

"Es bueno ver que te quejas de vez en cuando".

Su pezón, en la punta del dedo índice, comenzó a sentirse extrañamente suave. Era igual a si estuviera pidiendo más de sus toques. Y girando ligeramente y presionando para abajo, Seungwan cerró la boca, apretó los labios e hizo un sonido de dolor que resonó dentro de su pecho. Incluso en la oscuridad, podía darse cuenta de que se había vuelto de color rojo brillante y de que su cuello y su abdomen se movían rápido para arriba y para abajo

"Shhhh... Cariño. Estoy aquí."

Sin saberlo, el emperador miró hacia abajo. Seungwan, que había estado moviendo la cintura por su cuenta, se sobresaltó por el vaivén tan repentino de ese enorme cuerpo contra el suyo y terminó entonces por abrir los ojos más de su tamaño habitual. Luego, tembló una vez más ante la pesadez que le estaba haciendo difícil hasta extender las piernas.

"Padre, ah, tu... Tu mano… Por favor, padre, toma mi mano... ¡Ah!"

Seungwan estaba teniendo un coito bastante doloroso. 

Con un gemido acuoso, intentando todavía tomar su mano, el emperador enredó gustosamente sus dedos contra los suyos y lo atrajo un poquito más hacia él. Su hijo, de 20 años ya cumplidos, era el único amante precioso del emperador. Antes incluso de ser amado como su sangre

"Ah, ah, estás demasiado profundo... ¡Es demasiado profundo!"

El pene del emperador se introdujo profundamente en el agujero que estaba lleno de abundante aceite. Al salir, un líquido blanco fluyó contra la cama y como si no hubiera espacio para nada más que para su verga, Seungwan apretó con más fuerza su interior y se mordió los labios para resistir las estocadas. Luego, como un ramo de flores abriéndose en la primavera, envolvió el cuerpo del emperador con unos brazos que podían considerarse no menos que benditos.

"Ah, ah... ¿Por qué tienes tanta energía, mi amor?"

Mientras se frotaba las mejillas contra sus hombros sudorosos, abrazó el cuerpo del emperador con ambas manos hasta que finalmente se puso a temblar. Seungwan, quien siempre trataba de no soltarlo, incluso después de que tuvieran relaciones violentas, lo miró por un minuto y luego se alejó. Era evidentemente una persona muy diferente a lo que había sido en otros días. Y eso jamás fue signo de algo bueno.

El emperador le sonrió con benevolencia, acariciando la cabeza de su hijo y besando ruidosamente alrededor de su cuello hirviente.

"¿Mi amor? Estás actuando más tonto que de costumbre".

"¿Tu padre no puede tratar a su pequeño así en algunas ocasiones?"

Seungwan levantó la cabeza y se lamió los labios, colocando una expresión de insatisfacción que fue completamente evidente. El emperador, que solo estaba sonriendo para él, pareció un poco perplejo con esto incluso aunque no dijo nada.

"Es solo que... Tengo miedo. Tengo miedo porque parece que solo mi amor por ti es grande. Mi corazón y el tuyo, no van al mismo lugar."

Susurrando esto suavemente, colocó sus labios entre su pecho, donde estaba su corazón, y le dio un pequeño beso. Era una voz bastante amistosa, pero que igual hizo al emperador comenzó a sudar frío. Miró a su hijo.

"¿Alguna vez te he dado razones para tener miedo?"

"Una persona como yo siempre tiene miedo."

Fue lindo tener sus ojos sobre los suyos sin que pareciera tenerle rencor. Después de hacer lo mismo varias veces, Seungwan se levantó y ató su cabello largo y desordenado en una coletita alta. Si no se cuidaba bien, más tarde comenzarían a darle cólicos y dolores desagradables por lo que agarró un paño, lo mojó con agua, y luego se metió de nuevo dentro del edredón para que no viera como se limpiaba.

"¿No es difícil hacerlo tú mismo? Puedo ayudar."

"Es vergonzoso".

"Dijiste que tu padre puede hacer lo que quiera contigo."

"..."

Estas eran las palabras que Seungwan solía susurrar. "Si papi quiere, puede hacerle todo tipo de cosas a su pequeño. No hay nada que papá no pueda hacer."

También era una frase que el emperador solía escuchar cuando quería meterle la verga.

Seungwan se acercó, puso su brazo alrededor del cuello de su padre (a pesar de que estaba pasando por un momento difícil) y habló con una voz tan cálida como de costumbre.

"Sí, bueno. Eso no va a suceder".

El emperador se rió. 

Aunque siempre estaba respondiendo positivamente al coito, seguía siendo un hijo bastante mimado.

El emperador, que se metió en la manta y vio moverse a su hijo, extendió la mano y sintió la forma de su cuerpo entre los dedos. Luego, volteó para la derecha y notó que había una enorme jarra de agua preparada en el buró que estaba cerca de la cama.

"¿Quieres beber un poco?"

"No. Solo quiero limpiarme y dormir."

Pero todavía hacía mucho calor dentro del cuarto. Así como él tenía sed, su hijo, que gimió todo el tiempo, también debería tenerla. Después de verter primero la parte de agua de su hijo en un pequeño vaso de cerámica, se movió hacia el príncipe, que acababa de salir de la colcha y le dijo:

"Vamos, bebe."

"¿Sigues haciendo esto? Por favor, ya te dije que..."

Pero cuando habló, el vaso que sostenía al frente tembló y pronto cayó al suelo para hacerse añicos con un sonido que pareció honestamente aterrador. Seungwan miró a su padre con una mirada desconcertada e involuntariamente se dio la vuelta. Él sabía mejor que nadie, que en ese lugar donde estaba un rostro misericordioso podía existir también un demonio del infierno.

"... ¿Ya viste lo que tienes en el puto pecho?"

"¿... Qué?"

"Aquí. En esta parte."

Las yemas de sus dedos se clavaron contra su pecho antes de que pudiera darse cuenta.

"¿Ya lo ves?"

"Ah... ¿Pero porque e...?"

Seungwan miró su pecho y abrió la boca con asombro. No había nada como esto cuando terminaron. Él no... ¡Él no tenía motivo para llevar algo así! No, no debería estar allí ¿Por qué? ¿¡¡En qué momento apareció!!?

Mientras miraba el sello de unas alas rojas, que permanecía claramente contra su pecho y justo como lo haría un tatuaje, una sombra cayó ante sus ojos en el momento mismo en que pareció ponerse a llorar.

"Padre... Padre, por favor. Padre. Es solo un error. Es un error. Padre... Ah, padre... ¡Escúchame!"

Pero su padre, el emperador, tenía unos ojos de bestia que brillaban ferozmente. Ya sostenía una espada bastante bien forjada entre su mano.

"Padre, por favor. No soy yo... No soy un "fértil." Lo juro. Lo juro".

Era su pecho hacia donde se dirigía la punta de la espada desenvainada. 

Y sus ojos abiertos no eran diferentes de los de un loco. Locura y odio contenidas en él y dirigidas hacia Seungwan.

"¿Estabas intentando ocultarlo? ¿Intentabas... Quitarme el reino aprovechando la marca? Todo eso, todo el sexo... ¿¡¡Siempre me ocultaste lo que eras para vengarte de mi!!?"

"... Pa..."

"Ven aquí. Voy a quitarte ese sello maldito para hacerte las cosas más fáciles".

"Ah...  Padre, por favor no hagas esto".

"¡Ven aquí!"

Seungwan dio un paso atrás, pero de inmediato se cayó.

No podía ponerse de pie porque sus piernas estaban completamente débiles, pero logró moverlas lo suficiente como para empezar a gatear. Sin embargo, cuanto más se escapaba, más se acercaba el emperador.

"Padre. Padre por favor. Padre... ¡Soy tu hijo! Te amo. Papi... Papi, te amo más que a nada en el mundo. Te amo. Por favor... Papá... Yo no sabía. Yo no sabía de la marca. Papi. Papi te amo. Te amo."

"Lo sé, yo también te amo."

"¡Aaaaaaaaaaah!"

Lo primero que se escuchó, fue el largo grito del príncipe.

Y luego, un sonido sordo. 

Después de un rato, fue el ruido de algo pesado cayendo contra el piso y sin embargo, como todos recibieron la orden de no acercarse al asentamiento hasta el amanecer, aunque podían escuchar todo perfectamente no lograron detener nada de lo que sucedía dentro.

Así, llegó el día siguiente. 

Sin embargo, en la habitación, los cortesanos se enfrentaron a un cuerpo tendido en el suelo, a una cabeza que se desprendió de él y finalmente, al criminal en turno. El príncipe heredero Gyo Seung-wan, aparentemente asesinó al emperador y padre biológico, Gyo-jin, en el dormitorio de su casa. Se decía que la técnica fue tan brutal, que apuñaló su pecho más de diez veces y finalmente le cortó el cuello, matando el aliento de su padre de un tajo.

Mató al emperador y también a su padre, por lo que este fue considerado el peor pecado entre los pecados mortales, y solo podía pagarse con la muerte por violar la Ley Celestial.

La maldad del príncipe entristeció al mundo.

La emperatriz viuda, una adulta trabajadora, ordenó que el castigo del príncipe heredero fuera completamente severo. Sin embargo, no mucho después de que el Príncipe Heredero tuviera su sentencia, la mujer envejeció el doble de años en poco tiempo.

Las generaciones posteriores hablaron de esto como "la maldición del Príncipe Heredero."Y de como estar cerca de él, era vivir en el INFIERNO.


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