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Bambi se casó con un león por yuniwalker

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"¡Caliente!"

El grito de Chika resonó en todo "Shishi soba".

"¡Ah, ah, ah! Ay."

Se le cayó la tetera de hierro de la mano.

"Ah, lo siento... Lo siento tanto"

Había intentado prepararle al cliente una segunda porción de té de soba, cuando Chika tocó el asa de la tetera de hierro con su mano desnuda.

"¡Eres estúpido, hermano! ¡Si lo haces así, te vas a quemar!"

Un hombre se levantó de inmediato y trató de refrescarle la mano con una toalla mojada. Parecía un humano, pero tenía orejas marrones de gato en la cabeza.

"Uy ¿Porque Shishitani lo tocó directamente entonces?"

Sintió mucho dolor en la mano derecha, así que estaba llorando. El hombre junto a él pareció tan preocupado que se enojó:

"¡Tiene una piel jodidamente gruesa! No lo imites".

"...Ugh, lo siento."

Los clientes estaban alrededor de él, mirándolo con mucha ansiedad debido al accidente.

"¿Oye? ¿Qué pasó?"

Entonces Shishitani apareció desde atrás de la cocina, con cara de león y un plato de fideos soba en las manos.

"¡Tocó una tetera de hierro con sus propias manos!"

Cuando el hombre bestia zorro respondió, Shishitani se acercó apresuradamente y dejó el cuenco en una mesa cercana.

"¿Cómo qué se quemó?"

"Um, buaaa."

"Muéstrame. Anda, muéstrame la mano."

Shishitani tomó la mano de Chika e inmediatamente después comenzó a lamerle la palma, incluso sin decirle nada al respecto.

"¡Um! ¿Qué haces...?"

Era un dolor agudo que venía acompañado por la vergüenza de tener una lengua áspera en su carne. Y sorprendido por la sensación, pareció comenzar a gritar como si estuviera de verdad desesperado por esto:

"Uwaa, ah. ¡Ah! Me haces cosquillas... Basta... ¡Bas...! ¡Jajaja! ¡Ya!"

Mientras retorcía su cuerpo debido a las cosquillas, los clientes parecieron rodear a Chika y a Shishitani con tanta preocupación como la que tenían al inicio.

"Oye, lámelo más suavemente".

"¡Lo lastimas!"

A pesar de que cometió un error y causó problemas, los clientes estaban al tanto de Chika en lugar de estar enojados con él.

"Es un niño descuidado, pero me gusta que esté aquí. Comparado con la cara de Shishitani, es mucho más refrescante".

"Creo que es por la clase de animal que es."

"Sí, sí. Los ciervos son muy sociables."

"Solo ten más cuidado en el futuro ¿De acuerdo?"

"Sí. No te pongas nervioso y quieras hacer todo rápido."

Chika se sorprendió. Esto se debía, principalmente, a que cuando cometía un error similar en "Kanoya", había bastantes clientes que comenzaban a pedirle que pagara por el mal momento.

"Aunque fue muy tonto, no vamos a enojarnos contigo. No hagas esa cara."

"Yo..."

"Además, todos somos amigos. Y entendemos que son cosas que pasan aveces."

El gato entrecerró los ojos así que Chika solo inclinó la cabeza en su dirección, sintiendo un pinchazo en el pecho ante la palabra "amigos".

"Oh, muchas gracias".

"Tu mano ya no se siente tan caliente".

Shishitani, que estaba lamiendo la mano de Chika, miró hacia arriba para decirle que la fiebre ya no estaba. Pero al momento siguiente, sus cabezas hicieron un fuerte ruido cuando se estamparon la una con la otra.

¡Pam!

"¡Maldita sea!"

"¡Duele...!"

Chika y Shishitani gimieron casi al mismo tiempo, así que los hombres bestia que estaban mirando solo se echaron a reír.

"Jajajaja... ¿Qué es eso?"

"Parece una parodia."

"¡Si que son tontos!"

"Oye, ¿De qué se ríen?"

Miko y Kotetsu aparecieron de la nada, viendo sus rostros antes de hacer lo mismo con el del resto de los hombres bestia.

"¿¡Qué le haces a Bambi!?"

"Maldita sea, ya les dije que no vengan al restaurante cuando estoy trabajando. ¡Es peligroso! Vayan a su habitación."

"¡Pero...!"

"¡Ahora!"

Inmediatamente, la voz enojada de Shishitani resonó en el cuarto. El hermano, la hermana y el cachorro de tigre dejaron un breve grito y rápidamente desaparecieron detrás del fusuma. La atmósfera del lugar entonces cambió por completo y los clientes dejaron de reírse.

"No les grites, hombre."

"Sí. Son un niños encantadores."

"Son unos cacharros solamente. Debes calmarte."

Shishitani se levantó de inmediato, se quitó la toalla de la cabeza e inclinó la cabeza ante los hombres bestia.

"Lamento haberles causado tantos problemas hoy. Prepararé un poco de soba picante o tofu como disculpa, así que esperen un momento".

"¡Uh...! ¿Shishitani-san?"

Shishitani caminó hacia la cocina, ignorando completamente la manera en que Chika parecía tan sorprendido de verle jalar su mano.

"¡Shishitani!"

Los clientes también gritaron.

"¡No te perdonaré si lo haces llorar!"

Sin embargo, a Shishitani no le importó en absoluto.

Después de pasar por el pasillo y entrar en la cocina, lo soltó, lo tomó del brazo y lo revisó de nuevo para tener una mejor opinión. Sin embargo, para ese momento el dolor en su mano derecha, que debería haber estado terriblemente quemada, había desaparecido casi por completo.

"Ay, Chika. Chika, Chika."

La expresión de Shishitani era la de alguien bastante cansado. Además, aunque tenía cara de león, se podía ver claramente que estaba un tanto enojado con todo esto.

"Te dije que me ayudaras, pero, ¿Por qué eres tan...?

"¿Tan...?"

Chika ya sabía lo que iba a decir.

Hoy era el tercer día desde que comenzó a ayudar en la tienda. El primero, sirvió soba a un cliente que había pedido sopa aguada y el segundo día, tiró el tempura sobre los tatami.

"Puedes ayudar cuando no esté tan lleno, tal vez..."

Dijo las palabras que esperaba escuchar, así que inclinó la cabeza con bastante decepción. La forma de ser de Shishitani era comprensible. Después de todo, no era un hombre bestia y no podía llevar el ritmo adecuadamente.

"Yo... Sé que soy una completa decepción en esto así que, si no hay remedio ¿Me puedes dar al menos un lugar para quedarme?"

Miró a Shishitani con unas ganas horribles de aferrarse a él.

"Lamento tanto ser un..."

"Oye..."

Shishitani se puso en cuclillas de inmediato. En el momento en que extendió su mano como para tocar su espalda, el león decidió que sería una mejor idea sostenerlo de la cabeza. Luego, dejó escapar una voz extraña y dijo:

"No me importa si eres horrible en esto. Me preocupa que tu lindo rostro se lastime o que un cliente te diga algo malo..."

Confundido por el comportamiento sobreprotector de Shishitani, Chika también decidió ser honesto:

"Estoy feliz, pero no necesito ser protegido, sé honesto conmigo. Estoy seguro de que piensas que soy una carga."

"No, No es así. Chika..."

Shishitani volvió a hablar con él, agitando su melena al ritmo del movimiento de su cabeza.

"Soy torpe. Y es cuestión de tiempo para que ocasione un accidente terrible. Más que esto. No me siento precisamente bien justo ahora..."

Shishitani dejó escapar un largo suspiro, como reconociendo que no tenía remedio. Al final, terminó por poner su mano sobre la cabeza de Chika otra vez:

"Entonces, ¿Qué tal pedirte que cuides de alguien en lugar de atender el restaurante?"

"¿De los niños...?"

Shishitani se inclinó al nivel de los ojos de Chika para emparejar su visión.

"Exacto. Sinceramente, no soy bueno tratando con ellos. Ya viste." Diciendo eso, retiró sus garras y alborotó el cabello de Chika como lo haría un padre. "Estaría bien si juegas con ellos cuando no pueda hacerlo yo. Además, creo que se sentirían más seguros si no durmieran solos".

Y la verdad era que, al tenerlo de frente, mirar sus bonitos ojos dorados y escuchar como le decía todo esto en voz baja y tranquila, no podía decir que no.

"Entonces, si eso es lo que Shishitani quiere..."

"Seguro que serás de gran ayuda..." Shishitani le sonrió. "¿Qué tal si empiezas ahora?"

"Sí. Eso haré."

Cuando Chika asintió, Shishitani le dijo que "contaba completamente con él" y se apresuró a volver a la sala de la chimenea. Pero mientras miraba la gran espalda del león, Chika tocó suavemente su propia cabeza... El calor de Shishitani seguía allí y por alguna razón, estaba haciendo que comenzara a dolerle el pecho. Dios ¿Qué era todo esto? Había una sensación de ardor y calor que no le dejaba en paz y unos latidos que se sintieron terriblemente apresurados...

"Tengo que ser más útil".

Chika apretó la mano derecha, la que Shishitani había lamido y curado, y corrió a la habitación de los cachorritos como si todo lo que tenía ahora dependiera enteramente de hacer su trabajo bien.

"Ah, Bambi-chan."

Cuando abrió el fusuma y la habitación se iluminó con ese pequeño foquito para niños, Miko y Kotetsu lo recibieron con los ojos bien abiertos y el cuerpo fuera de la cama.

"Shishitani- san me pidió ponerlos a dormir."

"¿¡¡Eh!!? Entonces, Bambi-chan ¿¡¡Te vas a acostar con nosotros!!?"

Kotetsu hinchó las orejas y la cola y extendió las manitas para poder abrazarlo.

"Sí. Vamos a dormir todos juntos".

Mientras sostenía a Kotetsu cerca de su pecho y a Miko justo encima, decidió acostarse en el lado izquierdo de los tres futones que tenían acomodados en una sola fila. En el del medio y como era obvio, Taiga, en forma de tigre, estaba bien acurrucadito y durmiendo como si no lo hubiera hecho en muchísimo tiempo.

"... La habitación está muy bonita".

La cómoda tenía un estilo campestre, así que aprovechaba al máximo las vetas de madera para hacer espacio. Un cofre bajo, que se doblaba como soporte de televisión, estaba tallado en madera, tenían armarios bastante coloridos, cajas para juguetes, luces de noche, estrellas en el techo y un edredón cubierto con un hermoso patrón de encaje y pintado con muchos corazoncitos en colores vivos. Además, se habían colocado varios cojines en las esquinas de la habitación y muchos peluches enormes hechos a mano.

"Ese cojín, lo hizo mi tío para mí."

Chika se queda sin palabras cuando tomó un hermoso cojín acolchado con un arcoiris, una luna, un sol, y una muñequita con una hermosa sonrisa justo en medio.

"Tío tiene ese tipo de cara, pero es muy, muy lindo conmigo."

Mientras veía la almohada, había sentido a sus mejillas relajarse hasta un punto en que hasta se asombró de esto. Si le sorprendió que Shishitani, que tenía una apariencia tan valiente, tuviera un pasatiempo tan lindo como hacer todas estas cositas para los niños, pero no pensaba que fuera extraño. Además, solo habían pasado unos días desde que fue atacado repentinamente por él y sin embargo, el miedo a Shishitani, el mismo que le había hecho temblar por las noches, comenzó a desaparecer antes de que incluso él mismo se diera cuenta.
Todo porque, para ser honesto, ese hombre había resultado ser todo un caballero a su lado. Perfecto, incluso. El hecho de que fuera una bestia león no significaba que se portara salvaje y además, Chika ya sabía cuán suavemente podía tocarlo con esas grandes manos que tenía.

"Bueno, se está haciendo tarde."

Chika le susurró suavemente esto a Kotetsu y Miko.

"Buenas noches, pequeños."

Luego, escuchando las débiles voces de los clientes y de Shishitani desde la tienda, se quedó dormido mientras imaginaba un montón de cosas relacionadas con él.


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