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Aunque soy un vampiro, soy alérgico a la sangre. por yuniwalker

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Después de ser llevado a la sala de emergencias, no pudo chupar sangre por un tiempo porque tenía miedo.  Naturalmente, la razón por la que tampoco podía salir aunque tenía tanta sed era por su incontrolable alergia ¿Qué debía hacer si de verdad se había vuelto alérgico al tipo O? ¿Tendría que ser llevado de urgencia a la sala de emergencias por el resto de su vida, o sufrir una sed dolorosa hasta la muerte? Bueno, la verdad era que ya había estado pensando mucho en ello. Sin embargo, Jae-oh, que no podía encontrar una manera de solucionar la situación, finalmente partió en busca de presas.

Solo habían pasado seis meses. Por supuesto, no contactó a Taehan ni una sola vez después de eso. Al fin y al cabo, cuando se conocieron no tenía una tarjeta de identificación, un teléfono celular y no llevaba nada que pudiera revelar cómo o dónde vivía.

Jae-oh se sentó en el primer bar que encontró y miró a su alrededor.  Debido al hambre, todos se veían completamente deliciosos. ¿Tendría que aventurarse y beber? Si se iba de nuevo a la sala de emergencias después de eso, tendría que pensar seriamente en su vida futura. ¿¡¡Y eso significaba que no iba a conseguir sangre para comer nunca más!!?

Asustado y todo, Jae-oh miró a su alrededor con cuidado y se acercó al primer hombre que vio solo.

"¿Me puedo sentar?"

"Siéntese, por favor."

Él sonrió y sugirió un asiento. Siguieron palabras que parecían dar vueltas y más vueltas y al final, fue una conversación con el significado de querer tener sexo.

"Ah, tengo tanta sed..."

No pudo evitar preguntarle:

"Oye, ¿Cuál es tu tipo de sangre?"

"¿Yo? O."

"¿Wow en serio?"

La voz de Jae estaba ligeramente emocionada. Al mismo tiempo, era cierto que estaba un poco ansioso por todo esto. ¿Era verdad que se trataba de un O? ¿Podría ser alérgico al tipo O?

"Me gustan los tipo O. Por alguna razón, debo decir que me llevo mejor con ellos."

"Jaja, ha pasado mucho tiempo desde que vi un verificador de tipo de sangre. Siempre me preguntan mi signo zodiacal".

"Me gustan cosas como... Ver la personalidad basado en el tipo de sangre. Así que, si realmente eres O..."

"No." La respuesta vino desde arriba. "Descubrí que soy tipo B".

¿Cómo iba a poder olvidar esa voz alguna vez? Se le puso la piel de gallina de pies a cabeza. Ahora, pensó que nunca más volvería a verlo por el resto de su vida, pero ¿Por qué estaba aquí?

"¿Es alguien que conoces?"

El hombre, sentado frente a él, parpadeó un par de veces. Jae-oh sonrió torpemente, incapaz de mirar en su dirección.

"No. No lo conozco."

"¿En serio?"

Una mano grande acarició suavemente la base de su cuello y luego subió para presionarle la mejilla firmemente. Un dedo atravesó entre sus labios, acariciando sus colmillos y sus encías y en el momento en que no tuvo más remedio que levantar la cabeza para evitar pincharle el dedo, sus ojos se encontraron con los de Taehan de un modo que hasta le quitó el aire. Inclinó la cabeza como para besarlo, se acercó y susurró a centímetros de su piel:

"¿Quieres ir a la sala de emergencias? ¿O me seguirás en silencio?"

Su tono era relajado, como si estuviera listo para clavar su dedo en sus colmillos en cualquier momento. Jae-oh puso los ojos en blanco. El hombre sentado frente a él tenía una expresión en su rostro que le decía que podía llamar a seguridad en cualquier momento si se lo pidiera. Él levantó la mano.

"Entiendo..."

No podía volver a ir a la sala de emergencias, así que no tenía más remedio que seguirlo.

Taehan lo llevó afuera y amablemente abrió la puerta del auto.

"Te dije que no te escaparas, pero lo hiciste."

"..."

"No tienes un teléfono celular, ni me diste una dirección, estaba realmente loco por tu culpa".

"¿Por qué...?"

¿Por qué de repente lo culpaba a él por esto? Taehan estacionó el auto en un lugar oscuro así que, por un momento, tuvo un poco de miedo. Tal vez de repente sacaría una estaca y trataría de clavarla en su corazón. Las yemas de sus dedos se enfriaron al pensar en todo tipo de cosas horribles que podía hacer con él.

Huir o no.

Mientras contemplaba la idea, Taehan tiró del freno lateral y de repente se acercó al asiento del pasajero.

"Hasta donde yo sé, mis dos padres son O".

"Espera. ¿Por qué estás...?"

"Entonces no había forma de que yo no fuera del tipo O, ¿Verdad?"

"Espera..."

"Después de escuchar lo que dijiste, fue tan extraño que hice un análisis de mi sangre".

"¿Puedes dejarme? Yo no..."

Una mano cálida se hundió en su ropa. Las yemas de sus dedos acariciando su estómago tembloroso, aflojaron el cinturón de sus pantalones y le bajaron la ropa. Apresuradamente, agarró la mano de Taehan, pero no pudo detenerlo.

"Oye..."

El hombre, que metió la mano en sus calzoncillos, comenzó a acariciar la verga de Jae-oh.

"Luego, dijeron que yo era del tipo B. Es extraño. Estaba seguro de que mis padres eran O".

"Ah, para..."

Incluso en esta situación, el estímulo era increíble. Su cuerpo, que estaba reaccionando, pareció querer más de él. Mucho, mucho más.

"Resulta que no soy el hijo de mis padres".

"Ah, ah... Y... ¿Quieres vengarte?"

"No, solo estoy agradecido. Gracias a ti, sé la verdad".

Taehan bajó los pantalones de Jae-oh por debajo de sus caderas. Sus dedos buscaron a tientas el agujero que se retorcía de ganas por él y lo tocó.

"En realidad soy el hijo del presidente de una corporación muy grande. ¿No es gracioso? Quiero decir, ilegítimo".

"¡Umm!"

Dedos pegajosos cavaron profundamente en el agujero que estaba lleno de líquido.

"Bueno, de todos modos, gracias a ti pude saber la verdad y pude hacerme cargo de eso. Y... Pensé que tenía que encontrarte".

"Eso... ¡Umm!"

Los dedos, moviéndose en su interior, eran todo un lío. Taehan se humedeció los labios por el hambre.

"¿Estás seguro de que no le diste tu trasero a otros chicos mientras tanto?"

La cara se le puso caliente. Estrictamente hablando, estaba buscando presas pero... En realidad no lo hizo.

"Tenía... Hambre. Quería..."

En ese momento, hubo un crujido. Jae cerró los ojos con fuerza.

"Supongo que no has comido lo suficiente".

Los decir, que había abierto su agujero de par en par, salió de un jalón. Jae chilló y escuchó que el cinturón se le aflojaba así que luchó desesperadamente por detenerlo.

"¡No lo hagas!"

"¿Por qué? ¿Por no poder beber mi sangre?"

"Así es..."

¿No era esa la razón por la que comenzó a revolcarse con hombres en primer lugar? Porque las personas con la que podía pasar la noche más fácilmente siempre eran hombres.

Mientras asentía con la cabeza, Taehan dejó escapar una risa que sonó un poco dolida.

"Te daré sangre".

"No puedo beber tu sangre".

No había lugar para escapar estando en el estrecho asiento del pasajero. Torció su cuerpo, pero no pareció tener oportunidad de huir del hombre que se metió entre sus piernas. Menos aún, cuando algo caliente y contundente presionaba contra su culo cada vez.

"He preparado algo para que bebas".

"¿De qué estás...?"

"Sigo pensando en ti..."

"Si quieres tener sexo, entonces... ¡Ah!"

"No es solo sexo."

Taehan entonces empujó su verga adentro de él. El interior de sus muslos tembló, gritó y dijo que era demasiado grande pero, por supuesto, al ser un vampiro no moriría ni se rompería a la mitad por algo tan tonto como el sexo.

"Ah ¡Aaaah!"

Jae-oh jadeó mientras abrazaba la espalda de ese hombre. Miró involuntariamente la base de su cuello, luego cerró los ojos y lloró. Era terrible desearlo tanto y no poder beber su sangre.

"Ah..."

"Cálmate... Cálmate, cariño."

Ni siquiera podía recordar la última vez que tuvo sexo únicamente por querer tener sexo. Pero después de borrar el pensamiento de la sangre, todo se sintió más... Real. La sensación de llenar su estómago, el movimiento de frotar y apuñalar el interior, y el placer que se extendía de pies a cabeza.

Su aliento...

"Uf, ah... Ah".

Todo era tan fuerte que se mordió el labio. 

Cada vez que se empujaba con fuerza, muy dentro de él, comenzaba a dejar de respirar e incluso pareció olvidar por un momento que este lugar era un estúpido auto.

"Ah... ¡Espera, ah, ah...!"

"Se siente tan bien... Tan jodidamente bien."

"¡Aah...!"

Cerró los ojos con fuerza cuando sintió que la cabeza le estaba dando vueltas. Las yemas de los dedos, que sostenían su espalda, se pusieron en garra y su boca se abrió completamente para dejar que la saliva escurriera hasta el asiento.

"Puck, puck, puck, puck", el auto se tambaleó mientras aplastaba el interior de su cuerpo.

"¡Ah! Ah, oh, mi..."

Cada vez que entraba algo grande, abriendo a la fuerza el orificio de su culo, sus ojos se volvían blancos y nublados y los gemidos comenzaban a brotar sin querer.

"Ah..."

Quería beber sangre. Tal vez era un hábito que había creado mientras tenía relaciones sexuales durante casi 5 años, pero ciertamente su sed empeoró debido al encuentro.
Lamió el cuello de Taehan sin darse cuenta y comenzó a buscar una vena buena. Pero de nuevo, su cuerpo recordó que si empujaba sus colmillos y lo chupaba hasta llenarse, algo malo volvería a pasar con él.

"¿Quieres beber sangre, amor?"

"Quiero beber... Ah. Quiero beber, tengo hambre..."

Él asintió con impaciencia. Luego, sintió una mano acariciando su cara.

"¡Ay!"

Todo su cuerpo tembló ante la sensación de ser empujado hacia arriba desde las profundidades. La mano de Jae-oh arañó la espalda de Tae-han, se detuvo en su cadera, y bajó hasta hundirse en su trasero. Luego, escuchó un traqueteo causado por lo que estaban haciendo y un movimiento violento que le hizo tener ganas de eyacular.

"Uf, ah, ah..."

Cada vez que la pared interna se le retorcía y se aferraba a la verga de ese hombre, una emoción increíble se extendía por todo su cuerpo. Cómo... Fuegos artificiales. Luego el temblor de esa enorme cosa se sintió a través de su membrana mucosa e incluso pudo apreciar el pulso de las venas que sobresalían por encima de su piel hasta chocar con la suya.

"Espera, espera por favor..."

Mientras exhalaba y temblaba por el placer que se extendía desde su estómago, Taehan sostuvo un paquete lleno de líquido rojo oscuro y lo puso justo frente a él. Al parecer, lo había sacado de la guantera.

"..."

Además, le había llamado la atención esa enorme letra con la palabra "O." dibujada en el plástico. Por supuesto, los ojos de Jae se agrandaron dos veces su tamaño original.

"Sangre..."

Antes de que pudiera decir otra cosa, mordió la esquina con sus colmillitos. La sangre brotó a través de un pequeño agujero y aunque por supuesto, no era tan sabroso como chuparlo directamente de una nuca, era tan comestible como para que se volviera loco.

Mientras bebía sangre, Taehan dejó escapar un gemido bajo y dijo:

"Como era de esperar... Aprietas más cuando chupas sangre".

Habían pasado algunos meses desde que bebió, así que no pudo escuchar correctamente sus palabras. Además, Tae-Han comenzó a mover su cintura nuevamente en un vaivén tan encantador que todo lo demás ya no tenía sentido.

"Ugh, uh… Ah…"

Había placer, mezclado con una tremenda satisfacción. Un alivio para su sed dada de muchas maneras.

Jae-oh jadeó mientras pasaba la punta de la lengua por la sangre que había corrido por sus labios. Sin darse cuenta, envolvió sus piernas alrededor de la cintura de Taehan y lo besó con una boca que estaba completamente empapada de rojo.

Le fascinaba...

Estaba loco por él.

"Eres un verdadero vampiro, ¿No es cierto? Mira como te pones. Tan sexy..."

El hombre, que le chupó los labios con la lengua, frunció el ceño ante el horrible sabor a hierro que venía de la sangre. Jae-oh apretó su agarre, aferrándose a él un poco más para que no fuera a irse y después de que la sed ardiente se fue, descubrió que todo lo que quedaba allí eran sus ganas.

"Ah, ah, ah..."

El coche se sacudió un poco más violentamente que la primera vez. Pareció hambriento y estaba increíblemente loco. Jadeando, aferrándose a él y gimiendo por más. Había tenido sexo con algunas personas a lo largo de los años, pero esta fue la primera vez que le encantaba y que quería seguir. No había logrado concentrarse en esto antes porque siempre estaba pensando en cuándo chupar sangre, dónde y cuánto hacerlo.

Pero ahora...

"Park Jae-oh".

"Um..."

"Dame tu número telefónico..."

Taehan le tendió su celular.

"Te traeré algunas bolsas de sangre de vez en cuando. Tengamos sexo. Sal conmigo..."

"..."

"¿No es mejor que correr el riesgo de intoxicarse con extraños?"

Jae-oh se lamió los labios y presionó el número lentamente. ¿Pero qué era lo que lo ponía tan ansioso? De alguna manera, se sentía excitante.

Fin.


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