En un cielo del color de la tinta, una bandada de dragones volaba a través de unas nubes que parecían de sangre. Al ver el magnífico aleteo de sus alas a través del techo de cristal, Hideo se recostó lentamente sobre su espalda y flotó en el agua tibia.
El rugido sorprendentemente agudo de un dragón resonaba por todas direcciones. En el mundo de los demonios, se decía que cuando sonaban sus voces, era una señal de que iban a tener lluvia.
Fue sorprendente que los dragones existieran pero, desde el momento en que llegó al mundo de los demonios, había visto tantos monstruos extraños que ahora observar a un par de ellos le parecía algo bastante familiares. Más que en los juegos o en los libros de fantasía que solía leer cuando era pequeño. Es más, hasta se sentía aliviado cuando cruzaban por la casa.
Satanakia dijo una vez que había tres tipos de "agujeros" que conectaban el mundo de los demonios con el humano. Una cosa natural, pero del que no se sabía cuándo o dónde se abriría. Aparecía cuando los humanos invocaban demonios pero también, gracias a ciertos demonios que se alimentan de humanos. Los dragones que se habían visto en el mundo de los humanos y que permanecían en las leyendas, podían ser dragones demoníacos que habían entrado a través de un "agujero" que se abrió de forma natural. Algo como un accidente.
"Un "agujero" ¿Eh?"
Realmente le gustaba Satanakia y sabía que mientras estuviera con él, incluso en el Mundo de los Demonios, tenía garantizada la vida más feliz posible como humano. Sin embargo, además de él, solo había unos pocos visitantes con quienes hablar. La forma de vida, las herramientas, los juegos, todo lo que él conoció alguna vez, ahora ya era completamente diferente. Por supuesto, entendía en su cabeza que debería estar agradecido de que los humanos, que eran presas impotentes, tuvieran la opción de poder vivir con tanta comodidad y se les concediera la gracia de una segunda oportunidad pero, aparte de eso, a veces quería muchísimo volver a casa y estar en su habitación. En el ambiente en el que debió quedarse para empezar.
Se sentía inevitablemente culpable por eso y no podía decírselo a Satanakia, pero quería ver a la familia que dejó allí, y tenía hasta un poco de curiosidad por saber qué estaba pasando con la universidad y el apartamento. Gracias a Satanakia, no tenía ningún problema para estudiar, pero como había experimentado de primera mano la importancia y el potencial de la comunicación interlingüística, ahora estaba más interesado en poder terminar su carrera.
"Pero si me voy a casa, es posible que no pueda encontrarme con Satanakia otra vez. En primer lugar, no hay forma de volver".
No era exagerado decir que Satanakia, quien sabía todo sobre el mundo, no era lo suficientemente inteligente como para abrir un portal por su propia voluntad. Al final, Hideo llegó a la conclusión de que no tenía más remedio que rendirse y encontrar una manera de deshacerse de la sensación de desenfoque en su pecho y en su corazón y, por desgracia, por eso mismo se mataba haciendo ejercicio. Por eso nadaba o corría o se perdía en el jardín hasta que estaba muy oscuro como para quedarse.
"Soy un desastre..."
Pero mientras hacía su rutina de natación, de un lado a otro de la piscina, el mayordomo llegó al lado, se arrodilló, le dijo algo a Satanakia y regresó por donde había llegado en cuanto tuvo una respuesta.
¿Todo estaba bien?
Pero antes de que pudiera incluso pensar en eso, una voz, como un trueno, rugió en la piscina.
"¡Estás tan loco como siempre, Satanakia!"
Lo que entró por la puerta principal, fue un león de color carmesí brillante. El amigo de Satanakia, Aroker, quién incluso hoy mostraba generosamente la parte superior de su cuerpo.
Satanakia dejó de nadar y miró al león rojo con cara de sorpresa:
"Aroker. ¿Qué pasa?"
Pareció tratarse de una visita sin cita previa. Sin embargo, estos momentos íntimos entre los dos eran algo normal al tener una amistad de tantos años.
Con una risa similar al sonido de un gong, Aroker se burló de él:
"Escuché que mi mejor amigo se estaba ahogando en el amor por primera vez en mucho tiempo, pero no pensé que fuera tan literal."
Ayudando a Satanakia a salir del agua, Aroker habló con él en un tono que mostraba que estaba enojado. Cuando Hideo pareció a punto de salir también, Satanakia negó con la cabeza y dijo:
"Hideo, quédate allí".
"... ¿No puedo subir?"
Al ver a Hideo tan desconcertado, Satanakia extendió una toalla sobre sus hombros y lo sacó del agua justo como lo haría alguien al tratar con un bebé.
"Cubre tu cuerpo primero. Anda".
Aunque tenía un pantalón de natación ¿No podía considerarse eso estar completamente desnudo frente al invitado? Satanakia no quería mostrarle ni un pequeño milímetro de su piel y por eso mismo, Aroker, quien no debería haber sido capaz de entender la conversación en japonés, de alguna manera comenzó a parecer bastante divertido con todo el asunto:
"No te preocupes, no me meteré con tu preciosa pareja".
"..."
¡¡Ah, entonces tenía ese tipo de preocupación!!
Hideo los miró a los dos, pensando que definitivamente eso nunca sucedería. Sin embargo, Aroker seguía mostrando una cara muy divertida y Satanakia una muy, muy seria.
"Lo sé. Yo confío en ti, es más bien una cuestión mía".
En respuesta, Aroker se echó a reír todavía más fuerte.
"¿Qué pasa, Satanakia? Este no eres tú en absoluto."
"Bueno, yo también estoy sorprendido de mis sentimientos".
Hideo se sintió avergonzado por la reacción extremadamente seria de Satanakia. Aroker lo miró porque se había puesto de un color rojo intenso.
"Cuando te visité el otro día, todavía parecía que estaban en una relación de dueño y mascota ¿Qué ocurrió?"
Satanakia simplemente dijo: "Pudimos hablar más abiertamente en la noche de la fiesta" por lo que Aroker ya ni siquiera pareció tratar de averiguar más al respecto. Casi como si se estuviera creando su propia historia en la cabeza.
"¿Son los humanos tan lindos cómo para hacerte actuar así?"
"Solo Hideo."
"WOW."
Aroker dejó de reírse y se inclinó para mirar a Hideo a la cara.
Según Satanakia, el hombre tenía una personalidad increíblemente gentil y, de hecho, entre los demonios que había conocido hasta ahora, solo era superado por la cabra en la cantidad de frases "amables" que había compartido con él. Aunque bueno, de todos modos comenzó a pensar que encontrarse cara a cara con él definitivamente le hacía tener muchas ganas de salir corriendo. Es decir, lindo y todo, pero su apariencia era aterradora y su tamaño era enorme. Con una sonrisa en su rostro acalambrado, Hideo lo saludó en lenguaje demoníaco justo como la otra vez:
"Ha pasado mucho tiempo, Aroker-sama".
Después de decirle eso, Aroker dirigió una sonrisa a Satanakia:
"Como siempre, me sorprende que los humanos puedan hablar nuestro idioma. Hasta me dan escalofríos"
"Así reaccionaron en la fiesta del otro día."
Entonces recordó la apariencia de todos esos monstruos que estaban sorprendidos por el lenguaje demoníaco de Hideo durante la fiesta de mascotas. Más que emocionarse, justo como lo había hecho Aroker, estaban bastante incómodos con él. En otras palabras, lo que pensaban que era un animal de compañía con menos inteligencia que ellos, en realidad expresó su voluntad en palabras que podían entender. Era la vergüenza de saber, por un momento, que la existencia que tenían entre las manos no era "nada".
"Bueno, incluso para nosotros los humanos, si nuestros perros y gatos de repente hablaran en lenguaje humano sería incómodo y hasta daría un tanto de miedo. No nos gustaría."
Aparte del "amor familiar" y el "respeto" por las mascotas, los humanos podían tratar a los animales así precisamente por la premisa de que no entendían el lenguaje humano. Si pudieran hacerlo, sería incómodo hablarle a un gato mascota en lenguaje de bebé, con una voz cariñosa, o hacerle escuchar las quejas del lugar de trabajo mientras paseaban con él. Algo íntimo se rompería.
La comunicación a través del lenguaje era la completa base de la comprensión mutua, acercando así las posiciones biológicas de cada uno a la igualdad. Con eso en mente, Hideo, que hablaba el idioma de los demonios, era entonces una existencia problemática que anulaba por completo los valores de los monstruos que trataban a los humanos de mascotas. Y ya que Satanakia a menudo pensaba en enseñarle el lenguaje demoníaco, incluso aunque sabía que sería un escándalo en la sociedad, le agradeció desde el fondo de su corazón y pensó, por décima vez, en lo bendecido que estaba por haberlo encontrado de pronto para tratarlo como su igual. Satanakia tenía la flexibilidad de no dejarse atar por el propio sentido de sus valores y al mismo tiempo, de mantener el respeto por los demás.
Incluso comenzó a sentir que había vuelto a enamorarse.
Finalmente se sentó junto a la piscina. Estaba desnudo por un lado y semidesnudo por el otro, pero no pareció importar. Al parecer los monstruos en general tenían poca vergüenza por la desnudez. El mayordomo trajo otra silla idéntica.
"¿Está bien que me siente aquí?"
El mayordomo pudo haber tenido esa intención desde el inicio, pero cuando pensaba en cómo los humanos eran tratados en el mundo de los demonios, entonces comenzaba a sentirse completamente perdido en cuanto a si podía sentarse en la misma mesa que ellos o no.
"¿Qué pasa, Hideo?"
"Perdón, es que..."
"Ven, siéntate"
Dijo Satanakia, y Aroker rápidamente empujó la silla en su dirección.
"Hideo es el amante de Satanakia ¿No? Por favor, siéntate en la misma mesa que nosotros. No hay razón para no hacerlo"
Fue algo que se sintió como "llamaré tu nombre y te respetaré como amante de mi amigo porque eso es lo correcto". Independientemente de su apariencia, su sentido de los valores y comportamiento era muy cercano al de los humanos. Tal vez por eso mismo se llevaba muy bien con Satanakia.
"Gracias".
Se acercó y se sentó.
"No debes preocuparte ¿De acuerdo?"
Mirando a Satanakia, Hideo asintió.
Aroker, que estaba observando el intercambio de miradas entre los dos, dijo una vez más:
"Bueno, cuando escuché los rumores, honestamente me pregunté en qué tipo de tontería te estabas metiendo. Pero, ahora creo que no tuviste remedio. Está en tu naturaleza ser un rarito."
"¿Debería decir gracias?"
"De todos modos me amas, o al menos me toleras".
"Sí. "Tolerar" es más la palabra que buscaba."
"Oh, ¿Está bien que nos hablemos así? Digo, no sé que piensen los humanos de este tipo de relaciones"
Los dos se miraron al mismo tiempo, por lo que Hideo solo sonrió.
"No me molesta en absoluto que Satanakia esté en buenos términos con Aroker-sama".
Más bien, pensaba que era maravilloso que Satanakia tuviera un amigo como él. A pesar de que hablaba con mucha alegría cuando estaban juntos, normalmente se quedaba en silencio cuando Hideo no estaba cerca. Era una bestia que prefería el silencio así que tal vez, la vida sin conversación era cómoda para él. Pero a veces pensaba que se sentía solo.
"Vaya, Hideo es más maduro que tú".
Riendo a carcajadas, Aroker alcanzó el té que había traído el mayordomo.
El interior de la piscina se mantenía a una temperatura que no era ni muy caliente, ni muy fría para Hideo, pero ya que acaba de nadar, el ambiente se sintió un poco bochornoso. Más para Aroker, que era puro pelo. Se abanicó un momento con la mano y luego dijo:
"Andras estuvo en la fiesta el otro día."
"¿Andras?"
Satanakia se dio cuenta de que tenía un montón de dudas en su rostro.
"Es la dueña de la chica con la que hablaste de último. Una mujer que estaba toda vestida de negro ¿La recuerdas?"
Sonaba como algo terrible de decir, pero ella era casi una piedra. Había vestido a la niña con la ropa más extravagante posible, y cuando la conoció por un rato, tuvo la impresión de que ella era el demonio en persona y la jovencita solo una muñeca que había logrado poner a caminar. Sin embargo, por dentro, parecía ser tolerante y comprensiva con los humanos.
"Ella y su acompañante quieren volver a verte, ¿Qué vas a hacer?"
En la propuesta de Aroker, Satanakia volvió a poner otro sobre de té negro en su taza.
"... ¿Hideo y yo?"
"Sí. Al verlos intentó profundizar la relación que tiene con su mascota, pero parece que está teniendo problemas porque no puede entenderla".
"En otras palabras, ¿Quiere un intérprete?" Hideo escuchó su conversación, preguntándose si había escuchado bien.
Satanakia, mientras tanto, se quedó en silencio y pensó que ciertamente era sorprendente que verlos juntos la influenciara de esa manera. Pero desde los ojos de cristal enterrados en las pestañas largas y regordetas, ninguno de ellos podía leer exactamente lo que estaba pensando.
"Aroker, lo siento pero..."
"¿Vas a negarte? Esas personas son muy influyentes, ¿No?"
"No me importa".
Aroker soltó un suspiro aterrador.
"Bueno, no me sorprende. Satanakia es famoso por ser un cabeza dura."
Satanakia era uno de los demonios más poderosos en este mundo. No pensaba que fuera un cabeza dura y tampoco se portaba como alguien difícil o inaccesible. Era solo que estaba pintando su raya porque se preocupaba de la seguridad de su pareja.
Pero si alguien estaba en problemas, ¿Por qué no ayudarlo? ¿No daría eso una mejor impresión de los dos en el mundo? O bueno, eso es lo que pensaba.
"Entonces, ¿Qué tal si nos encontramos a solas? Sin demonios. Solo su mascota y yo."
"¿Quieres tener una sesión con ella?"
Aroker se sorprendió de lo valiente que era Hideo. Hizo una mueca extraña, pero inmediatamente dijo: "Esa podría ser una buena idea". Así que Satanakia también asintió.
"Pero Andras es..."
"Creo que puedo hacer una traducción simple. Tranquilo".
Satanakia volvió a guardar silencio.
¿Acaso dijo demasiado? No era que realmente quisiera hacer eso, pero era lo correcto. Cuando abrió la boca para decir algo que pudiera defender su punto, una voz lo llamó desde un lado diciendo:
"Pero yo quiero estar cerca por cualquier cosa".
"¿Está bien?"
Satanakia asintió. Aroker tenía una gran sonrisa en su rostro y sin embargo, ya que era la cara de un león, cualquier de las expresiones que ponía daba un poco de miedo.
"¿Qué es esa cara?"
Cuando Satanakia dijo eso, como si supiera lo que su pareja estaba pensando, respondió entre risas:
"No. Me gusta que te dejes llevar. Es tu primer amor en 100 años así que es interesante."
¡Después de 100 años! Por un momento, pensó que había oído mal el lenguaje demoníaco, pero satanakia solo asintió y dijo que era cierto. Dios ¡Estaba saliendo con un demonio cabra de más de 100 años!!! ¡¡¡Había muchas cosas extrañas en esa oración!!!
Y al ver el tipo de cara tenía, Satanakia preguntó: "¿Hideo?"
"¡...!"
"Fue hace más de cien años,. Ahora eres mi único amor. Confía en mí".
"No, no estoy preocupado por eso. Es solo que... WOW. Satanakia, ¿Cuántos años tienes?"
El monstruo inclinó la cabeza vagamente.
"320 años".
"¡Madre mía!"
"Y cien años de nosotros son 10 humanos".
¿Así que ahora tenía poco más de treinta años? Sin embargo, sus sentidos no podían seguir el ritmo de la enorme cantidad de tiempo. 320 años ¿Qué pasó esa vez en la historia? Además, no sabía mucho sobre demonios en general, pero aparentemente Satanakia no había tenido un solo amante durante los años de sus veintes y treintas, y pasaba sus días encerrado tocando el violín. Entendía que gracias a eso, era inevitable que lo llamaran "raro".
Sin embargo, la repentina ocupación de la cabeza de Hideo se fue a otro asunto: "... No importa cuánto me esfuerce por vivir una vida larga, moriré en unos 70 años".
Entonces, estar con Satanakia se sentiría como un suspiro. Él se vería tan maravilloso como ahora y mientras tanto, Hideo envejecería día a día. ¿Y eso no era algo malo? Era cierto que vivía cómodamente, pero eso era gracias a la protección de Satanakia. Si le desagradaba o si cambiaba de opinión, Hideo no iba a poder vivir ni medio día en este mundo demoníaco. A diferencia de Satanakia, Hideo se volvería extraño rápidamente. No pensaba que la gente lo quisiera por su aspecto, y estaba seguro de que llegaría un momento en el que no podría ni satisfacer los deseos sexuales de ellos. ¿Qué sería de él cuando ya no le amara nadie?
"¿Hideo?"
Llamándolo por su nombre, volvió en sí. Los ojos oblongos de Satanakia y los ojos felinos de Aroker miraban fijamente en su dirección.
Una vez más, se señaló terriblemente la inestabilidad de la relación basada en el corazón de Satanakia. Sentía que lo habían empujado a un abismo muy oscuro. Satanakia recibió la aprensión y la ansiedad de Hideo con uno solo de sus parpadeos y lo sujetó.
"Es que... Lo siento. Solo estuve pensando en que entonces yo voy a envejecer mucho antes que tú y eso me hizo sentir un poco..."
"No importa en qué te conviertas a partir de ahora..."
"¿Qué?"
"¿Cuántos conflictos crees que tuve que superar para convertirme en tu amante? No me importa cómo te ves, te amo mucho más allá de todo eso."
El mundo en que vivían, las razas, los valores, todo era diferente. Pero de todos modos Hideo eligió a Satanakia, y él lo escogió a él. En cuanto a la apariencia, supuso que ciertamente estaba fuera de discusión desde el principio. De lo contrario, Hideo tampoco hubiera elegido un demonio con cabeza de cabra. Seguro era lo mismo para él.
"... También te amo más allá de eso."
Se sintió un poco aliviado.
Junto al sonriente Hideo, Aroker dijo algo inquietante: "No debería haber ningún problema con la longevidad si haces un contrato con él".
Pero Satanakia no dijo nada después de eso.