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Ser acariciado por monstruos (Traducción finalizada) por yuniwalker

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"Satanakia..."

Hideo lo llamó por su nombre mientras desenroscaba los brazos de su cuerpo.

"Hideo..."

"Ya me disculpé, y tú me demostraste que me amas incluso después de ese terrible sexo que tuvimos así que, estoy listo para perdonarte."

Cuando Hideo dijo eso, Satanakia murmuró: "¿Vas a hacerlo?" Con una expresión bastante estupefacta encima.

"¿De verdad vas a perdonarme tan fácilmente?"

"No creo que sea fácil". Se rió Hideo. "Y como dije antes, no renuncié por completo a regresar al mundo de los humanos. Si algún día encuentro la manera de ir allí, Satanakia, entonces te llevaré conmigo".

Le alivió desde el fondo del corazón que Satanakia finalmente sonriera un poco. Desde que despertó, había estado tan rígido que Hideo ya estaba comenzando a preocuparse.

"Entonces, prométeme algo al menos. Envejeceré diez veces más rápido que tú así que... No me tires incluso si me convierto en un anciano horrible y agotado ¿De acuerdo?"

Cuando lo dijo, con un poco más de fuerza de la que acostumbraba a poner, Satanakia negó con la cabeza y colocó de inmediato una expresión muy seria. Dijo: "Imposible".

"En primer lugar, no me enamoré de tu apariencia. Te amo porque eres inteligente, amable, comprensivo, y porque definitivamente me haces sentir en casa."

Cuando escuchó eso, sintió que podía comenzar a llorar. Era vergonzoso.

"Hideo..."

"De verdad lamento mucho haberte hecho sentir tan triste hace un momento."

"No te disculpes, todo eso ya pasó..."

Pero Hideo continuó aún así.

"Desde que llegué al mundo de los demonios, he tenido muchos miedos terribles, y preocupaciones y... Había muchas cosas que me hacían querer gritar: "¡Soy un ser vivo! ¡También soy importante!" Y por eso mismo sentía que necesitaba moverme para no morir ahogado en el ambiente. Sin embargo, Satanakia me aceptó como individuo, como su igual y me respetó hasta volverse extremadamente importante para mí en todos los sentidos. Sé que también te sentiste tan solo como yo y, es por eso que no quiero dejarte."

Pero igual no podía hacer nada acerca de su esperanza de vida. Ese era el destino de todos los seres humanos después de todo.

"Hideo..."

Agarrando firmemente ambas manos de Hideo, Satanakia lo llamó con una voz que le hacía sentir que estaba pensando en sus siguientes palabras muy profundamente. Como para no cometer algún error:

"Dime."

"¿Recuerdas a Aroker y lo que dijo sobre el contrato que se podía hacer?"

Hideo respondió de inmediato:

"Sí."

"Como dije antes, la ética sexual de los demonios no tiene restricciones. Por ejemplo, al contrario de los humanos, no está prohibido tener relaciones sexuales con alguien que no sea tu pareja y tampoco está mal visto hacerte "novio" de alguien que ya tiene un compromiso. En realidad, no nos importa. Nos basamos en puro instinto."

Esto último lo dijo en una voz muy baja, haciendo evidente que le resultaba hasta un tanto incómodo. Según la ética de Satanakia, estas costumbres eran algo "denigrantes" y "terribles" para él por lo que al menos le servía a Hideo para descubrir el tipo de hombre que era.

"Entones, la vinculación solo funciona si las dos partes están de acuerdo. Completamente de acuerdo. Porque es una unión muy íntima. Como te imaginarás, casi nadie lo hace".

"Ya veo."

Asintió. No obstante, pensó que si eso era todo, Satanakia no tendría que actuar tan cauteloso con él como lo estaba haciendo ahora. La ética sexual de los dos había resultado ser la misma y obviamente habían hablado tanto de sus sentimientos como para saber que ambos querían una vida juntos. Pero ya que todavía estaba dudando, entonces debió haber algo más en su mente que lo estaba haciendo sentir terriblemente mal.

Satanakia dejó escapar un gran suspiro.

"Si hacemos ese contrato, puedes igualar el tiempo de vida útil de tu pareja".

"¿¡¡Cómo es eso!!?"

"Bueno, para empezar, ya sabes que hay una diferencia considerable en la esperanza de vida entre los demonios y los humanos."

"Claro..."

Exclamó Hideo. Mirándole como diciendo que fuera al punto.

"¿Eso es...? ¿Es bueno, no?"

"No, es un problema". Lo detuvo Satanakia. "En nuestro caso, seré el propietario del contrato por lo que mi vida será el estándar para la tuya".

"Si, esta bien."

"No entiendes la gravedad del asunto".

Satanakia dijo eso con un suspiro mucho más profundo que el anterior. Hideo ciertamente no sabía la realidad del contrato de parejas, pero creía que era algo así como, un voto matrimonial. Y eso era increíblemente romántico ¿Qué era lo malo en eso?

"¿Cuál es la gravedad?"

"¡Vas a vivir miles de años! Eso significa que ya no vas a ser humano y que vas a perder eso que estuviste defendiendo todo este tiempo. Me preocupa."

¿Realmente eso era algo que diría un demonio? Fue tan extraño que hasta soltó una risa.

"Tal vez es porque no soy tan inteligente como tú pero, creo que no tiene sentido preocuparse por eso a estas alturas. Además, solo puedo pensar en el hecho de que hacer el contrato de pareja tiene más beneficios para nosotros que cosas malas. ¡Quiero intentarlo! Si pasa algo terrible... Bueno, ya nos preocuparemos juntos después ¿No lo crees?"

Cuando dijo eso, tan emocionado, Satanakia finalmente se rió. Era igual a si se estuviera dando por vencido pero, además, como si fuera muy feliz de escucharlo decir que "era lo que quería".

"Siento que es muy egoísta decir que quiero que vivas en este mundo durante mil años solo porque no puedo estar sin ti".

El gran demonio, Satanakia, un extraño monstruo que había vivido durante mil años, con conocimientos como de un Dios, con la mente de un Dios, tenía un corazón tan hermoso como para lograr que se enterneciera hasta el punto de temblar.

"¡Está bien decirlo!" Lloró y se rió al mismo tiempo. "Si me quedo contigo, puedo vivir mil años, incluso dos mil millones de años sin problema".

El sonido de su alegría tal vez le hacía sonar arrogante, pero no pudo evitar sonreír y buscarlo utilizando sus manos.

"Te necesito..."

"Hideo.... Quiero que seas mi compañero eternamente."

Frotando su frente con la suya, Satanakia lo cortejó:

"Te amo como no tienes idea."

Hideo no podía estar quieto con tanta felicidad.

"¡¡Entonces ya está!! ¿Qué haces exactamente para firmar un contrato de pareja?"

Tirando de la mano de Hideo, quien no lo había soltado ni una vez, Satanakia lo llevó de inmediato a la habitación. Algo fácil de entender.
Sin embargo, el enfoque directo en sus movimientos iba en contra de la estética que siempre le había enseñado ese demonio. Es decir, podía sentir su excitación incontrolable y su impaciencia por evitar que Hideo escapara. Sus ganas de quitarle la ropa y hacerle el amor justo allí en el suelo...

(Aunque igual no pienso marcharme).


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