Se giró en la cama por quincuagésima vez para quedar de espalda y respirar hondo. No podía dormir. Pensó en levantarse y tomar un vaso de leche, pero era tiempo perdido. Eso no hacia efecto en él gracias al suero. Tomó su celular y abrió el WhatsApp. Buscó en su lista de contacto y dio clic en el nombre junto a la fotografía de un hombre moreno con una sonrisa deslumbrante. Respiro hondo sonriendo. "¿Y si le llamo?" pensó, pero enseguida descartó la idea. Eran las dos de la mañana y Sam debería estar durmiendo a esa hora. Bloqueó el celular y lo dejó en la mesita de noche para levantarse e ir a buscar un vaso de leche, pero el aparato sonó. Era un SMS de Sam. Desbloqueó el teclado y leyó el mensaje
"Revisar el perfil de una persona a las 2 de la madrugada cuenta como acoso"
"Lo mismo digo" contesto Bucky sonriendo y cinco segundo después una llamada le entro
- No puedes dormir – dijo Sam
- No te preocupes. Tú duerme por los dos – sugirió Bucky
- ¿y dejarte solo en una noche de insomnio? Olvídalo. Mejor ¿hagamos algo? – dijo levantándose
- ¿Cómo qué? – preguntó Bucky
- Mmm... ¿quieres ver una peli? – sugirió Sam poniéndose de pie
- cada vez que lo hacemos nos quedamos dormidos – protestó el sargento
- ¿creí que esa era la idea? Quedarnos dormidos – dijo caminando hacia la sala de su departamento
- Buen punto, pero ¿Cómo lo haremos? – pregunto Bucky
- Ve a mi sillón
- ¿Tú sillón? – dijo Bucky con tono de sorpresa pero se lograba distinguir una sorpresa – No sé si lo has notado, pero YO pague por él y está en MI departamento"
- No vamos a discutir por simples detalles ¿o sí? – dijo Sam y su compañero casi podía verlo sonreír
- Cara dura – gruño Bucky – bueno, ya estoy en TU sillón" dijo Bucky sentándose en la sala y tomando el control
- ¿Ves? hasta tú lo reconoces – dijo Sam – esa belleza es mía. Y para que veas que soy un buen amigo de dejo subir los pies en él y sentirte totalmente cómodo
- ¿muchísimas gracias? – dijo Bucky levantando una ceja y empezando a hacer zapping – ¿qué vamos a ver?
- Nada – dijo Sam
- ¿Nada? – dijo Bucky sorprendido – ¿Cómo que nada?
- Escucha esto y aprende lo que es música – y I Want You de Marvin Gaye comenzó a sonar
- Vaya – dijo Bucky – al fin algo en lo que coincidimos
- ¿Enserio? – dijo Sam – ¿no vas a protestar? Salgo para tu casa antes que la fiebre te consuma completamente
- Eres tú el que protesta por todo y por nada – dijo Bucky
- Claro – dijo Sam – como fui yo el que estuvo por semanas con la cantaleta de "¿Por qué devolviste el escudo? ¿Por qué devolviste el escudo?" – y escuchó la risa del sargento haciéndolo sonreír también a él
- Mentiroso – protesto Bucky comenzando una guerra de acusaciones y bromas
El sol de la mañana sobre su rostro le dio la bienvenida cuando su celular sonó. Era un SMS de Sam. No recordaba haberse despedido la noche anterior. Se sentó en y desbloqueo el celular
"¡ME DEJASTE HABLANDO SOLO ANCHE, ASI QUE SI TE DESPIERTO NO ME IMPORTA!" decía el mensaje arrancándole una carcajada sincera. Toco el botón de llamar y espero mientras Sam contestaba
- Dime que te desperté o me sentiré frustrado – fue lo primero que dijo el moreno
- ¿Qué hora es?
- Diez para las ocho – dijo Sam
- ¡Uau! – exclamo Bucky examinando detenidamente el mueble – sí que este sillón es increíble
- ¡Te lo dije! – grito Sam victorioso – podría pasar el resto de mi vida en ese sofá y no me molestaría
- ¿insinúas que te quieres mudar a mi departamento? – dijo Bucky descontorsionando su cuerpo
- El sofá lo vale – dijo Sam
- Eres tan dulce por las mañanas – gruño Bucky levantándose
- Oh por favor – protesto el moreno – ¿no iras a protestar después de pasar una noche tan increíble gracias a mí?
- ¿Perdón? – dijo Bucky entre risas y sorpresa
- ¿Quién te dijo que te fueras al sofá? – dijo Sam – yo.
- Payaso – dijo Bucky poniéndose de pie
- ¿Quién te habló sobre las bondades del sofá? – continuo Sam – yo. Así que ¿quién te hizo pasar una noche increíble? Pues, yo
- ¿quieres venir a desayunar al sofá? – pregunto Bucky
- En diez minutos llegó – dijo Sam y colgó
Cuarenta minuto después y con grandes protestas de por medio por parte de ambos hombres, estaban sentados en el sofá al estilo indio desayunando cereales con leche en cuencos con el logo del Capitán América. Bucky miró al moreno de reojo y pensó en lo fácil que era ser feliz cuando Sam estaba cerca
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Era el día libre de ambos y habían decidido ir de compras, luego Sam había recordado que era la final de básquetbol por lo que se habían ido directo a la casa de Bucky que era la más cercana. Ni bien había entrado, Sam había hecho un clavado en el sofá y rebotado tres veces antes de por fin quedar acostado ganándose una mala mirada del dueño de casa que fue a la cocina murmurando cosas de las cuales Sam alcanzo a deducir, "parece que lo único interesante aquí es ese estúpido sofá".
Bucky guardaba las cosas en la alacena cuando sintió que una mirada fija en su espalda. Por instinto tomo el cuchillo que estaba en el mesón y se giró para lanzarlo, cuando se dio cuenta que era su amigo quien lo observaba
- ¡Sam! – exhalo cerrando los ojos y bajando el arma –, perdón, yo... a veces no lo puedo controlar es más fuerte que yo y... ¿Sam? – abrió los ojos al no escuchar movimientos, para encontrarse con el moreno frente a él – ¿pasa algo?
- El sofá... no es lo... que en verdad me gusta... de esta casa – dijo este mirándolo fijamente – sino... los momentos que comparto en él... y con quien lo hago – casi temblando coloco sus manos en la cintura del sargento que no salía de su asombro – el sofá solo es... una... excusa... para... camuflar... mi cobardía... de no... decirle... al... hombre que... amo... que lo amo
- ¿y... por que... tienes miedo... de... decírselo...? – dijo Bucky mordiéndose los labios
- ¿y... si me... rechaza? – susurró Sam mirándolo a los ojos
- ¿Y... si... no? – susurro el sargento
- ¿y si... me acepta y... después... se da cuenta que... no soy tan... bueno... como él creía? – pregunto Sam
- ¿Y si... es él... quien... en realidad... no es tan bueno... como tú creías? – pregunto Bucky
- Él es perfecto – dijo Sam –... ya lo he visto en todas sus fases y...
- Pero... ¿y si...? – pregunto Bucky
- ¿No... son... ya... suficientes... y si? – preguntó Sam frunciendo las cejas
- Eres tú el que tiene miedo, no yo – dijo Bucky
- ¿A no? – preguntó Sam sorprendido
- No – dijo Bucky
- Yo diría si – dijo Sam
- No
- Si
- No
- Si
- No
- Si
- No
- Ya cállate – dijo Sam antes de besarlo de tal manera que Bucky sintió que le faltaba el aire
- ¿te molestaría seguirme callando? – susurró Bucky sin abrir los ojos
- Será un placer – contesto Sam antes de besarlo nuevamente
Las manos de Sam se colaron bajo el polo estremeciendo al sargento que enredo sus brazos en el cuello del moreno. Habían pasado más de noventa años desde el último beso que Bucky había dado la última vez, que había pensado que ya nunca volvería a sentir unos labios contra los suyos. No pudo evitar lanzar un suspiro en medio del beso
Bucky se sorprendió cuando fue levantado del suelo y enredo sus piernas en la cintura del Capitán América que se enfilo hacia la habitación. Abrió la puerta con la punta del pie y avanzo hasta caer en la cama con Bucky debajo de él y sin romper el beso.
Sam bajó sus manos hacia los muslos de Bucky mientras las de este le abrían la camisa para enviarla lejos. Mordidas suaves en su cuello le arrancaron gemidos de placer que inundaron la habitación. Bucky hincó los talones en el colchón y se impulsó hacia arriba ayudando a Sam para subirlo hasta la cabecera de la cama. Los pantalones de Sam desaparecieron mientras se acomodó sobre Bucky, quien le rodeo la cintura con ambas piernas para atráelo más.
Bucky levantó las caderas dejando escapar otro jadeo antes de ser callado por un beso apasionado mientras las manos recorrían su piel sin ningún tipo de pudor. Sus cuerpos se ajustaban de manera casi milimétrica el uno al otro. Sam besaba y mordisqueaba cuanta piel quedaba a su alcance.
- ¡Sam! – gimió James
- ¡Bucky! – contesto este en el mismo tono
- ¡Sam! – pero este se quitó de encima algo incómodo para acostarse a su lado mientras exhalaba
- Perdón – susurro Sam
- Discúlpame tú – dijo Bucky mordiéndose el labio
- No creas que no quiero... – dijeron los dos al mismo tiempo después de medio segundo de silencio girando sus rostros para mirarse
- ¿si quieres? – pregunto Bucky nervioso
- ¡Claro que quiero! – se apresuró a contestar Sam – ósea eres... tú. Bueno no, si... no... – exhaló esperando ver a Bucky levantarse pero eso no paso – ¿Tú... quieres...?
- Obvio que quiero – dijo Bucky nervioso – pero... – exhalo
- Creo que te entiendo – dijo Sam mirando el techo
- ¿tú crees que...? – preguntó Bucky
- Si no lo intentamos... – dijo Sam encogiendo los hombros
- ¿De verdad...? – dijo Bucky mirándolo entre sonriendo y sorpresa
- Tú quieres... yo quiero... – dijo Sam sonriendo – y si nuestra teoría es cierta... – y una carcajada de Bucky amplio la sonrisa de Sam
- ¿dime que no es broma? – suplico Bucky pero un beso apasionado lo calló mientras Sam sea costaba sobre él haciéndolo reír a carcajada en medio de él
- Te espero en diez minutos en la sala – susurro Sam
- Que sean cinco por favor – dijo Bucky
- Hecho – dijo Sam – no necesitas vestirte – y besándolo nuevamente se levantó de la cama y sin vestirse tampoco salió de la habitación
Bucky se cubrió el rostro con la almohada para ahogar un grito de felicidad. Meses enteros deseando como loco a Sam y ahora en la misma noche se habían dado sus primeros besos, que pasaron a caricias bastante subidas de tonos y ahora subirían el tono aún mas