Sasuke suspiro por décima vez en menos de una hora pensando constantemente en los problemas que tenía encima, ya estaba harto de todo lo que le estaba sucediendo, partiendo por su estúpido matrimonio hecho pedazos, sin contar que hace un mes lo acababan de echar de su trabajo, solo porque encontraron otro doncel más "atractivo" que él, suspiro nuevamente acordándose de esa escena, nada engañaba su perspicacia, al darse cuenta que su jefe trato de chantajearlo más de una vez para que tuviera relaciones con él, lo más seguro que este nuevo asistente le dio la respuesta que él nunca quiso darle.
No le quedaba de otra más que buscar otro trabajo de asistente ejecutivo, lo malo es que los donceles no son tan solicitados como un hombre, eso hace aún más difícil la búsqueda, su hermano Itachi no paraba de insistir que le podría ayudar a conseguir otro trabajo, pero no quería darle problemas a su hermano solo porque su vida era una mierda.
- Debo buscar otro trabajo... a Dios mío porque me pasa esto a mi... - tocaba su cabeza mientras se recostaba encima de su laptop – como si mi trabajo fuera mi único problema...
Su ex – esposo no paraba de fastidiarlo por lo del divorcio y que firmara los papeles lo antes posible, Sasuke miro con sentimiento el sobre que estaba tumbado encima de la mesa, eso hizo que recordara los diez años de matrimonio tirados a la basura, también su dedicación y amor por su relación, su mirada se puso triste, pero su dignidad fue más fuerte que ese sentimentalismo, saco los papeles del sobre y no pudo hacer otra expresión que no fuera de tristeza, pero su orgullo estaba en tomar ese bolígrafo y terminar de una vez por todas ese ciclo que lo estaba atormentando.
- Si tan solo nunca me hubiera casado... - sacudió la cabeza con desdén, ya que nada sacaba con lamentarse de algo que no se podía recuperar – Vete a la mierda Neji Hyūga con tu jodida perra... - decía con furia mientras firmaba los papeles del divorcio, y como acto de magia sonó su teléfono, suspiro al ver quién lo estaba llamando – hablando del diablo... ¿hola?
- Sasuke deja ese orgullo estúpido que tienes y firma esos papeles ¡ya!
- Como si fueras tan importante... - mientras volteaba los ojos con indiferencia - ya firmé tus estúpidos papeles, solo manda al mensajero para que venga por ellos, tengo cosas más importantes que hacer...
- ¿Así? Verdad... ¿no te echaron de tu trabajo?
- Veo que las noticias vuelan, y eso que dicen que los hombres no son chismosos.
- Me entere porque tu madre me llamo criticándome, que por culpa mía te despidieron...
Eso hizo crujir los dientes de Sasuke de furia, ¿Por qué su madre tenía que hacerle esto? En ese momento lo único que quería, era llorar de frustración.
- No, claro que no, de eso no tienes la culpa, pero si tienes la culpa de que me haya quedado sin hogar, sin familia, y haber botado diez años de matrimonio por tú estar de infiel, ¡de eso si tienes la culpa!
- ¡Sasuke no comiences con eso!
- Tu comenzaste insinuando que yo le dije eso a mi madre, yo también tengo dignidad Neji, cosa que tú no tienes, ¿Por qué de que otra forma puedo justificar tu conducta malagradecida?
- Sasuke no sé de qué carajos hablas
- Solo un desgraciado responde de esa manera... ¡ya deja de llamarme! ¡Y manda a tu jodido mensajero!
Sasuke corto la llamada y tiro en el sofá el teléfono, su día no podía ponerse peor, lo único que quería era paz, y un jodido hombre de verdad que lo amará y no lo dejará por una de piernas largas.
- Si tan solo mi destino cambiara... - y como si algo lo escuchara, llego un correo a su laptop, él levanto sin mucho ánimo la mirada, sus ojos se agrandaron por la sorpresa, era un correo de una de las empresas que él había mandado su hoja de vida en el extranjero, sin ilusionarse, abrió con cuidado el correo esperando que no fuera una falsa alarma.
Estimado Señorito Uchiha
Le escribimos esta carta para informarle, que su postulación como asistente personal ejecutivo, ha sido aceptada, en la brevedad posible se le estará enviando un correo para confirmar la entrevista y la localidad de las instalaciones.
Le agradecemos su atención.
Corporación Namikaze Hoteles
Sasuke quería pegar un grito al cielo por esta oportunidad, pero no lograba recordar esta empresa en específico, ya que había postulado a más de cien en este mes, la curiosidad lo mato, así que busco a toda prisa por Internet.
Se dio cuenta que la localidad del hotel más grande estaba en Escocia, sin contar que era un hotel de cinco estrellas.
- Espero que este trabajo sea una buena señal – Con una sonrisa dio una respuesta rápida al respectivo correo, debía darse prisa, tenía que comenzar hacer todos los preparativos para ir al extranjero, le dio una última mirada a su portátil y mostró una gran sonrisa, antes de salir de su casa a dar las buenas noticias a su madre y hermano.
Tierras Altas, Escocia
Un pelinegro bastante atractivo arreglaba unos papeles tumbados en un gran mesón, acababa de mandar la última solicitud suspirando, él rezaba que fuera la última que enviaría este mes, esperaba ansiosamente una respuesta afirmativa, dado el caso de que él era el gerente de ese gran hotel, no tenía mucha ayuda, pues era obvio, es un hotel para seres inmortales.
A la vista de los humanos, era un simple hotel de cinco estrellas, pero al estar tan lejos de donde habitaban los humanos, les hacía difícil ver seres mortales por esa zona, su lucha comenzó al momento de que ningún ser inmortal quería trabajar de asistente, no tuvo más remedio que acudir a contratar a humanos, pero todas solicitudes fueron tumbadas y rechazadas por el simple hecho que la localidad estaba perdida en la cola del mundo, comenzó a pensar que solo alguien muy desesperado querría trabajar en un lugar tan alejado, mientras pasaba ese pensamiento por su mente llego un correo, a lo que el miro de reojo, sin poder creer la respuesta, el humano había dicho que sí.
- Oh Dios mío, ¡esto es un milagro! Por fin un ángel a respondido a mi solicitud – se puso a investigar rápidamente la hoja de vida del joven futuro asistente – mmm veamos, joven de 25 años, doncel... si, si, excelente experiencia laboral, fue despedido... ¡nah! ¡detalles! no me importa, hoy en día los mortales despiden a la gente por cualquier estupidez, bienvenido amiguito, espero que estés preparado para tu nueva vida aquí...
- ¿Qué estas tramando ahora, hermano?
- ¡Que carajos! ¿Porque demonios no tocas la maldita puerta?
- Pensé que me habías olido al entrar a tu guarida... te vi muy concentrado... ¿conseguiste a tu tan deseado asistente?
- Si hermanito, ¡por fin!
- Me imagino que es un inmortal...
- ...
- ¿verdad Nenma?
- ...
- Dime que no es mortal, Nenma
- Naruto... lo importante es que hay salud.
- Eres un irresponsable sin remedio, ¿Cómo se te ocurre traer un mortal aquí? Querrá salir corriendo apenas vea a tus "Clientes".
- Tengo fe que será de mente fuerte e imparable.
- Déjame ver esa hoja de vida.
- No, no, ya viste demasiado, además a ti no te importa este hotel, es MI HOTEL, MIO, aquí yo soy el jefe.
- Que jefe tan irresponsable eres, a traer un humano a estas tierras perdidas...
- Para tu información, le daré alojamiento completamente gratis, y comida sin restarle en su salario, sin contar que le pagaré muy bien.
- Ohh clarooo, incluye también el tratamiento psicológico, porque se traumará ¡apenas vea a las furias!
A Nenma le dolía la cabeza escuchar las críticas de su hermano gemelo, ya suficiente tenia que lidiar con su hotel él solo, como para escuchar todo ese sermón, Nenma no pudo evitar mirar a su hermano otra vez, estaba más delgado de lo habitual, a pesar de que a los treinta la mayoría de los machos de su raza se congelaban en su inmortalidad, Naruto se veía más viejo que él físicamente, lo miro con tristeza, a pesar de que él era el gemelo mayor, podía sentir el pesar de su hermano solo al verlo a los ojos, sabía que a él le afectaba la ausencia de su compañero/a, aunque no lo aparentaban, ellos ya tenían dos mil quinientos años, demasiado tiempo para estar sin una pareja por la eternidad.
- Naruto no te desanimes, ya aparecerá ...
- Dos mil quinientos años esperando... y lo único que he podido conseguir son años, y que en cada guerra inmortal... esperar mi muerte.
- Dices eso a pesar que sabes que tu pareja podría estar sin tu protección
- ¡Nenma! He llegado a pensar que a mí no se me ha otorgado ese privilegio, ¿Por qué de otra forma no ha aparecido?
- Quizás no has buscado lo suficiente...
- ¡Sabes que no es así! Sabes que he viajado y buscado desesperadamente ¡no me digas eso!
- Calma hermano – Nenma guió a su hermano por la ventana para ver la noche- pronto... aparecerá tu luna... ya verás...
- Lo dudo... - susurro Naruto con tristeza.
Sin saber que los hilos del destino, entrelazaron los destinos de dos mitades que se han anhelado sin conocerse.